MISCELANEA DE HISTORIA DE CANARIAS (XVII) -VIII
NOTAS AL DIARIO DE LAS HERMANAS CASALON (XV)
Eduardo
Pedro García Rodríguez
13,
DOCUMENTOS ANEXOS
DUCUMENTO
NÚMERO, 1
Carta de remitida desde Tenerife
por don Francisco Fierro a su amigo y paisano don Patricio Madán, sobre el
comportamiento de la plana Mayor del general Gutiérrez, y en especial sobre la
actuación de don Manuel Salcedo, quien tuvo que valerse de la influencia de su
tío el teniente general de los ejércitos reales españoles don Domingo
Salcedo, para hacer frente a las acusaciones de cobardía, el contenido de la
carta es como sigue:
«El gusto que tuve de ganamos la
victoria por el valor de la marinería y el batallón o lo que mandó Kinter
(Guinther) me lo disminuyó el que
algunos de los oficiales de milicias volvieron la espalda, lo más malo es el
que
Los franceses, al comandante (Gutiérrez) lo elogian, que a
pesar de sus años estuvo en el muelle hasta que lo retiraron, y que lo malo lo
hicieron
DOCUMENTO
NÚMERO 2
A mediados de septiembre el teniente de rey Salcedo, saltándose la
escala de mandos dirige un escrito al ministro de la guerra don Juan Manuel Álvarez,
redactado en unos términos de humildad impropios de la habitual altanería con
que acostumbraban hacerlos estos oficiales del rey. El contenido de la misiva es
el siguiente:
“Excelentisimo
Señor.:
Siendo la más falsa calumnia y agravio
notorio que se hace a
Yo me veo precisado a esplorar el favor
de V.E. en dura situación para que, hallándolo por conveniente, lo ponga en
noticia de S. M. Y se digne en justicia dar
la providencia que le fuere más grata para la averiguación de un hecho, el más
vil e infame que un oficial en su real servicio pueda cometer; por lo tanto,
deseo se purifique aclarando la verdad, y resultando ser falso, se haga notorio,
quedando mi honor y buen concepto en el lugar que corresponde, cuia gracia debo
esperar de la benignidad de mi Soberano, mediante el poderoso inluxo de V.E.
Nuestro Señor guarde la vida de V.E. muchos años.
Santa Cruz y Septiembre 16 de 1797».
DOCUMENTO
NÚMERO, 3
Carta en que el vicealmirante Sir Horacio Nelson invita al general don
Antonio Gutiérrez, comandante de las islas a la rendición de la plaza de Santa
Cruz de Tenerife.
«Teseo,
20 de Julio de 1797.
Señor:
Tengo el honor de participaros que he
venido aquí a exigir la inmediata entrega de la fragata “Príncipe de
Asturias”, procedente de Manila y con destino a Cádiz, perteneciente a la
compañía de Filipinas, con su cargamento completo, y asímismo
todos los demás cargamentos semejantes que hayan sido desembarcados en
Tenerife y no sean para el consumo de sus habitantes.
Y siendo mi mayor deseo que ningún
insular sufra por las consecuencias de mi petición, ofrezco las siguientes
honrosas condiciones, que espero admitais; pero si las reusais, todos los
horrores de la guerra que recaerán sobre los moradores de Tenerife serán
imputados por el mundo a vos, a vos únicamente, pues destruiré a Santa Cruz y
a las demás plazas de las Islas por medio de un bombardeo, exigiendo además
una fuerte y pesada contribución.
Artículo 1.º Deberán entregarme los
fuertes, poniendo al momento a las fuerzas británicas en posesión de las
puertas.
2º La guarnición depondrá las armas,
permitiéndose, sin embargo, a los oficiales que conserven sus espadas.
3.º Con tal que se cumpla con el
primer artículo de que se me entreguen los cargamentos ya citados, no se exigirá
a los habitantes ni la más pequeña contribución, pues al contrario, gozarán
bajo mi protección de toda seguridad en sus personas y propiedades.
4.º No se ejercerá intervención
alguna en
5.º Las leyes y
magistrados vigentes continuarán como hasta aquí, a no ser que la mayoría
de los isleños deseen otra cosa.
Aceptando todos estos artículos, los
habitantes de Santa Cruz depositarán sus armas
en una casa al cuidado del Obispo y del primer magistrado, siendo muy honorífico
para mí el consultar con estos señores sobre todas las ventajas que puedan
proporcionar a los habitantes.
Dentro
de media hora espero la aceptación o repulsa.
Horacio Nelson>>.
DOCUMENTO
NÚMERO, 4
Libertad
Santa Cruz de Tenerife, 7 Termidor año 5 de
El Cónsul de
Por una fechada el 8 Mesidor, tuve el
honor de daros cuenta de la presa de la “Mutine”. Esta presa había sido
precedida en la misma rada, por la de un galeón español, ricamente cargado.
Estos hechos no podían más que
aumentar la confianza de los ingleses, a quienes órdenes más directas, puede
ser, le hicieron infructuoso el proyecto el proyecto de apoderarse de estas
islas. He aquí el detalle de este acontecimiento:
El 4 Termidor, a las 5 de la madrugada,
8 barcos de los cuales 3 veleros de guerra, 3 fragatas, 1 bombarda y 1 cúter
hicieron aquí su aparición. Inmediatamente echaron al agua, bajo la protección
de las tres fragatas y de la bombarda que fondearon al Nord-Este de la rada
entre el fuerte de San Andrés y el fuerte de Paso-Alto, 35
embarcaciones. La gran distancia de un fuerte al otro no podían poner obstáculos
al desembarco. Los ingleses, en número aproximado a 600 hombres, ganaron las
montañas que bordean esta parte de la isla, y se hubiesen apoderado del fuerte
de Paso-Alto, si los españoles secundados por algunos franceses no hubiesen
llegado a tiempo para contenerles. Durante todo el día y hasta bastante
avanzada la noche la lombarda y los fuertes se enviaron algunos cañonazos y
varias bombas.
Al día siguiente, cinco de los barcos,
ya sea en consideración a las dificultades que habían encontrado o en razón
de una fuerte brisa que se presentó y que podía lanzarles a la costa, por
diversión(ilegible en el original:; la palabra que leemos no nos parece
correcta y por eso preferimos dejarla en blanco), las fragatas y la lombarda
aparejaron llevándose a la gente que habían desembarcado y fueron a unirse a
los tres veleros que durante todo este tiempo se habían contentado con vigilar
frente a la rada. Estas maniobras nos habían hecho pensar que iban a dirigirse
hacia algunos de los fuertes del Sur-Oeste de Santa Cruz, pero se unieron entre
sí desaparecieron de nuestros ojos. Al siguiente día, a las 6 de la tarde, el
enemigo reapareció con un barco de línea más se aproximó entonces y todas
sus fuerzas vinieron a fondear al lugar que habían escogido el día anterior.
Llegada la noche comenzaron las hostilidades: 30 o 40 bombas llovieron sobre el
fuerte de Paso-Alto. El fuerte respondió con cañonazos también algunas
bombas. El proyecto del enemigo no se desarrollaba aún. A las 2 de la madrugada
el muelle es asaltado por un número bastante considerable de embarcaciones. Las
piezas de artillería que lo defienden son destruidas a excepción de dos. Las
baterías del castillo principal les obligó sin embargo a reembarcar dejando
una veintena de muertos sobre la playa. La misma suerte le esperaba a un cúter
cargado de gente que fue hundido por el fuerte de Paso-Alto. La cosa no era la
misma
al Nord-Oeste de la rada. Dos embarcaciones dirigidas hacía esta parte
vienen bajo mis ventanas y bajo mis ojos a desembarcar 1500 marinos, de los
cuales 800 marinos y 700 hombres de tropa desencadenan una larga fusilada y los
repetidos golpes de cañón no les detienen. Se efectúa el desembarco. El
enemigo avanza a grandes gritos y se hace de día en medio de un fuego
ensordecedor Cada playa se convierte en un campo de batalla, y la victoria
dudosa no se sabía bajo qué bandera fijarla. Sin embargo el español redobla
sus esfuerzos y hace presa a su enemigo en todos los puntos. El inglés que se
cree cercado por fuerzas superiores se repliega a un convento de dominicos y
desde allí hace demanda de dinero prometiendo retirarse. El General de estas
islas, Señor Gutiérrez, le responde que él no tiene más que hierro y muerte
que ofrecerles si rehusan rendirse. Una capitulación ratificada en enseguida
por el Vicealmirante, Comandante de
Entre los monjes, uno de ellos fue
muerto y otros cuatro heridos. Sigue el cuadro nominativo
de las fuerzas y de las pérdidas que han tenido los ingleses: (sigue una
lista de los navío de la escuadra y otra de los muertos y heridos, las que
omitimos por ser sobradamente conocidas). Salud y Fraternidad
Clerget=Rubricado
Libertad.- Santa Cruz de Tenerife, el 4º
día, correspondiente al 5 de
DOCUMENTO
NÚMERO 5
El Cónsul de
Ciudadano Ministro:
En mi última carta de le di cuenta
detallada del resultado de la empresa inglesa sobre esta isla. Hoy quiero darle
la del espíritu público y la de la conducta actual de agentes del Gobierno
Español.
Deben distinguirse aquí dos clases de
espíritu público: el de los labradores y artesanos, que se pronuncian a favor
de Francia, sobre todo por la manera en que los franceses se han conducido últimamente
con ocasión del desembarco de los ingleses, ha despertado en el corazón del
pueblo canario el deseo de eternizar la alianza de las dos naciones. El espíritu
que anima a la gente es éste, que los comerciantes y los ricos propietarios
presentan de otra manera. Como Inglaterra desde hace mucho tiempo explota con
grandes ventajas todo comercio de estas islas, se debe mirar la mayor parte de
los negociantes que se han establecido aquí como corresponsales factores.
Ellos no disimulan su predilección por
esta nación. Se manifiesta en los gustos, las modas, sus maneras y sobre todo
la forma de vivir. Bien es verdad que muchos de estos negociantes son irlandeses
de origen, y aunque gozan de todos los privilegios
como si fuesen del país, se enfadan si se les toma por españoles. La clase
de los ricos propietarios prefieren los ingleses a todos los pueblos por las
ventajas que le sacan vendiéndoles sus vinos. Esta clase, por este interés, se
confunde con la de los negociantes, y, como estos no han dejado de censurar en
ocasión de su ruptura con Inglaterra.
Se reconoce la jactancia, en algunos
habitantes, del viejo carácter español, pero lo que les distingue de ventaja
es su insuficiencia y su perfecta incuria, de la cual no dejan de dar pruebas,
sobre todo en la ocasión de los ataques que han recibido en diversas ocasiones
por parte de los Ingleses. Éstos vinieron en el mes de Mayo a robarles, al píe
de sus fortalezas y de sus baterías, un galeón ricamente cargado procedente de
las Américas.
Un mes después se presentan de nuevo con la misma audacia y se apoderan
de la corbeta de
Pidieron parlamentar y no tuvieron más
recursos que capitular, cuando no les quedaba ninguna esperanza de poder escapar
a la venganza del pueblo. Critican al general (Gutiérrez) de haber sacado muy
poco partido de una victoria tan efectivamente asegurada; pues no solamente
devolvió los prisioneros ingleses sino que les permitió llevarse las armas que
hubiesen servido para equipar a soldados provinciales, a quienes a falta de
fusiles le entregaron picos. Este desembarco de los ingleses ha servido para
hacerles abrir los ojos sobre la necesidad de poner la ciudad y el puerto en
estado de defensa.
Se debe justicia al Capitán General,
que no escatima ningún medio para inspirar confianza a este objeto. Pero al
mismo tiempo que se ocupa en salvar la isla de Tenerife, que probablemente los
ingleses no atacarán más, se descuida, se abandona la isla de Gran Canaria,
que ellos hostigan diariamente. La indiferencia sobre esta isla acaba de
costarle a los negociantes de Marsella la pérdida de un navío
armado con cuarenta cañones con una rica carga procedente de Guadalupe.
Este barco, cazado por dos fragatas inglesas, se había refugiado bajo las baterías
de tres castillos de la isla de Canaria, donde
no se encontró ni pólvora ni artilleros. El equipaje francés, viendo
que no recibiría socorro de la parte de estos castillos, resolvió desembarcar
para ayudar en el servicio de baterías, pero fue obligado a esperar la pólvora,
que se encontraba en mal estado. El ingles tuvo todo tiempo de desamarrar el navío
francés, el cual viene de escalar la costa de esta isla de Tenerife. El resto
del equipaje se tratará
de hacer pasar a Europa lo más pronto posible, con la tripulación
procedente del navío bordelés “Le Poisson Volant”, armado, en corso de
partir para
En este momento hago zarpar la goleta
americana “Le Ruthy” para transportar a Cádiz otros setenta marineros
franceses procedentes de las tripulaciones de “
Espero
que esta segunda expedición tenga el mismo exito que la primera.
Salud
y Fraternidad
Clerget=Rubricado
DOCUMENTO
NÚMERO, 6
Del Libro de Acuerdos del Ayuntamiento de
En
Mediante haver su merced el Sr
corregidor dado parte de haverse indispuesto y no poder continuar en el desempeño
que ha tomado de estar en la cuesta de Santa Cruz con bastante número de
Paisanos con cuatro cañones para contener las avenidas de enemigos por aquella
parte y que en su virtud este Cabildo depute persona que Exersa sus funciones y
pueda capitanear otra tropa de Paisanos, enterado Acordó Deputar como deputa a
Don Melchor Prieto del Hoyo para que quedando con cabo y seis hombres en el
paraje donde de hallan dichos cañones y polvora
para sus resguardos y cuidados, conduzca desde luego y haga conducir el
demas resto de paisanaje pronto y que se aprontare a las órdenes del Exmo. Señor
Comandante General de estas Islas con facultad de que pueda obligar a apremiar
al paisanaje por todo rigor a que cumpla en esta parte las órdenes sobre que se
le dará el auxilio que necesitare fiando la justicia y Regimiento de su celo y
honor al Real Servicio y defensa de
.
DOCUMENTO
NÚMERO, 7
Oficio Del Coronel Franchy al
Comandante General.
“Exmo
Sor.
Aviendo tenido cartas de mi casa. El 23
abisandome se hallava esa Plaza Bloqueada por los enemigos, inmediatamente me
puse en marcha para ella a fin de tomar las ordenes de V.E. así para marchar
con el Rext.º de mi cargo, benir en su busca, y deseo ocuparme en lo que
tuviese por combn.te pero aviendo llegado el 24 a las 11 del dia a
Dios gue. a V.E. m.s a.s
Vilaflor 26 de Julio de 1.797
Exmo.
Sr.
Antonio
de Franchi
Exmo.
Sr. Dn. Antonio Gutiérrez.
Documento de repartimiento de bienes de María Benítez, hija de Diego
Benítez, y nieta de Juan Guaniacas, guanches
del Menceyato de Anaga, segunda mujer de Juan Gaspar, hijo de Gaspar Fernández.
Juan Guanyacas y su hijo Diego Benítez, debieron ser personas de
confianza del Adelantado, Juan figura como testigo en algunos documentos públicos
de la época. Recibió data de 20 fanegadas de tierras en Axafencte, Geneto, el
16 de marzo de 1505. Su hijo Diego
fue datado con una cueva en Benizo, Corbo y Labisguan, además de tierras en
Labisguan y Ajauguan, el 13 de enero de 1513. Las que le fueron confirmadas el
28 de noviembre de 1513.
María Benitez, natural de Tenerife, viuda de Juan Gaspar, natural,
difunto, moradora en el valle y heredamiento de San Juan de Güímar, dice que
siendo casada y haciendo vida
maridable, ella y su marido tuvieron por hijos a Damiana Hernández, mujer de
Mateos Aday, vecino, presente, y a Bárbola Francesa, la cual falleció siendo
doncella de 15 años sin hacer testamento, y aunque lo hiciera, María Benítez
hereda sus bienes, por ser su madre y legítima heredera.
Por la presente María Benítez y Damiana Hernández, ésta con licencia
de su marido, dicen que Juan Gaspar fue hijo de Gaspar Hernández, difunto,
natural de Tenerife, suegro de María y abuelo de Damiana Hernández, y el dicho
Gaspar Hernández tuvo 4 hijos, entre hombres y mujeres que son: el antedicho
Juan Gaspar, Catalina Gaspar, mujer de Rodrigo Pérez, María Gaspar, viuda, y
Elvira Hernández, mujer que fue de Juan Romano, ambos difuntos, y es su
heredero Lorenzo Hernández, vecino, morador en el pueblo de Ntra. Sra, de
Candelaria.
Por fallecimiento de Gaspar Hernández quedaron por sus bienes en esta
isla 600 fanegas de tierra, donde dicen Agache, en Archenche y en Risco Bermejo,
que están por dividir entre los herederos, asimismo dejó Juan Gaspar un hato
de cabras de 100 cabezas. Los cuales dichos bienes que así han heredado
aceptaron con beneficio de inventario, y es así que entre los otorgantes y los
demás herederos de Gaspar Hernández, de una parte, y de la otra Guillén
Betancor, como marido y conjunta persona de Ana Lorenzo, hija y heredera de Luis
Velásquez, su padre, difunto, y Marcos de los Olivos, vecino, se pretendía
hacer pleitos y diferencias sobre de las dichas tierras, y se concertaron entre
ellos y los demás herederos del dicho Gaspar Hernández, de una parte y de la
otra Guillén de Betancor, como marido de Ana Lorenzo y Marcos de los Olivos, en
esta manera:
Que Guillén de Betancor y Marcos de los Olivos hayan las dos tercias
partes de la dichas tierras que hay desde el barranco de Archenche hasta el
barranco de los muertos, y una tercia parte para las otorgantes y demás
herederos del dicho Gaspar Hernández, menos 10 fanegas que se sacan de esta
dicha tercia parte de tierra, lo cual ellos han de haber arrimadas y lindando al
barranco de Archenche, de mar a montaña y la parte perteneciente a Guillén
Betancor y a su mujer y a Marcos de los Olivos, que son que son dos tercias
partes de las dichas tierras y 10 fanegas más caen y lindan con el barranco de
los muertos y con la parte que pertenece a los heredero de Gaspar Hernández.
También le pertenece a los herederos del dicho Gaspar Hernández las moradas de
cuevas que son arriba a el canto del pinar, con que no pueda entrar ganado en
las dichas moradas, ni cabras, ni ovejas, ni puercos, según más largamente
consta por la escritura y transacción otorgada ante Juan del Castillo,
escribano público y uno de los de número de la isla, que fue hecha en la
ciudad de San Cristóbal en 2 de octubre de 1573.
Por la presente dan poder especial a Mateos de Aday, vecino, presente,
para pedir partición y división de las dichas tierras que están por partir
entre los dichos Guillén de Betancor y su mujer y Marcos de los Olivos y sus
herederos y entre las otorgantes y de los herederos de Gaspar Hernández,
asimismo para pedir partición y división de las tierras donde dicen Risco
Bermejo, que son de ellas y de los herederos de Gaspar Hernández, y tomar
posesión de ellas y de lo que les fuere adjudicado y pedir la
renta que las dichas tierras han rentado y renten de aquí en adelante.
Damiana Hernández dice que cuando se celebró la dicha escritura de concierto
entre Mateos de Aday, su marido, y entre lo en ella contenido, Mateos de Aday se
obligó a que ella ratificaría y aprobaría dicha escritura dentro de cierto término
y de cierta pena contenida en la dicha escritura. Por la presente aprueba y
ratifica la dicha escritura. Damiana Hernández declara que tiene 25 años
cumplidos.- Hecha en el valle y heredamiento de San Juan de Güímar.- Tgos.
Antonio Rodríguez, Juan Gómez, mallorquín y Domingo Hernández, almocrebe,
vecs. Y estantes.- Firma: por no saber, Domingo Hernández. 16 de Marzo de 1577.
Fol. 778 vº.
DOCUMENTO
NÚMERO, 9
En el heredamiento de San Juan de Güímar,
Sábado 13 de septiembre de 1578.
Catalina Gaspar, mujer de Rodrigo Pérez, moradores en el valle y
heredamiento de San Juan de Güímar, vecinos, ella con licencia de su marido y
María Gaspar, viuda de Pedro Delgado, ambas hijas legítimas y herderas de
Gaspar Hernández, natural de Tenerife, vecino, difunto, y por otra parte Juan
Gaspar y Diego Díaz, hijos y herederos de Juan Marrero y de Juana Díaz, su
mujer, difuntos.
La dicha Juana Díaz fue hija y heredera de Juan Gaspar, natural, hijo de
Gaspar Hernández, hermano de Catalina y
de María. Juan Gaspar estuvo casado con María Díaz, difuntos, del primer
matrimonio, abuelos de Juan Gaspar y de Diego Díaz, vecinos que fueron de esta
isla, bisnietos de Gaspar Hernández.
En el matrimonio entre Juan Marrero y Juana Díaz, además de los
susodichos, tuvieron por hijos a María Díaz, Beatriz
Marrero, Juana, Juan, Pedro y Elvira, por los cuales prestan voz y estarán
y pasarán por lo que ellos hacen de sus personas y sus bienes.
Por otra parte María Benítez, vecina, mujer segunda de Juan Gaspar,
hijo de Gaspar Hernández y hermano de Catalina y de María
y durante su matrimonio tuvieron
a Damiana Hernández, mujer de Mateos de Aday, vecinos presentes, y a Barbara,
que falleció a los 15 años sin hacer testamento y María Benítez como
su madre y heredera de sus bienes y Damiana Hernández, con licencia de
su marido.
Por otra parte Lorenzo Hernández, morador en el pueblo de Ntra. Sra. de
Candelaria, vecino, hijo legítimo y heredero de Elvira Hernández, mujer de
Juan Romano, vecinos difuntos, hija legítima que fue Elvira de Gaspar Hernández.
Todos dicen que entre otros bienes que poseyó el dicho Gaspar Hernández,
fueron unas tierras montuosas en el término y comarca de Abona, en que abrá
300 fanegas de tierra de medida de cordel, lindante con el barranco de Icore,
con el barranco del Risco Bermejo, donde moró Pedro Delgado, hijo de Pedro
Delgado, marido de María Gaspar, por la parte de arriba con el pinar y por
abajo con el mar y es así que consintieron y por intercesión de los dichos
herederos, Pedro Delgado, vecino, presente, ha desmontado en las dichas tierras
100 fanegas de medida de cordel y la a defendido en justicia en nombre de los
dichos herederos de muchas personas que querían aprovecharse de ellas y ha
gastado en ello mucho dinero, por lo cual es digno de remuneración y por ello
le dan una lomada que se incluye y que está dentro de las 300 fanegas de
tierra, lindante con el barranco de Icore, con el barranco de Archaoya, por la
parte de arriba el pinar y por abajo el camino que va al bailadero.
Además ocho fanegas de tierra de medida de cordel, lindante con la dicha
lomada y con el barranquillo de Archaoya, lo cual le dan libre de censo y
tributo y asimismo le dan 5000 mrs. De moneda de Canaria, a pagar de hoy en 20 días
a pagar en dineros de contado.-Otorgada en el valle y heredamiento de San Juan
de Gúímar, en las casas de la morada de Rodrigo Pérez y de Catalina Gaspar,
su mujer.-Tgos. Pedro de Alarcón Beltrán, Juan Rodríguez, hijo de Francisco
Rodríguez, capitán difunto, Juan Rodríguez, hijo de Rodrigo Hernández de
Candelaria, vecs. Y estantes.- Firma por no saber, Pedro de Alarcón Beltrán.
(Ante Sancho de Urtarte)
DOCUMENTO
NÚMERO 10
TESTAMENTO
DE CATALINA GASPAR
Catalina Gaspar, moradora en el valle de Gúímar, vecina, primera mujer
de Alonso González, difunto, y
segunda mujer de Rodrigo Pérez, por estar enferma otorga su testamento. Manda
que su cuerpo sea sepultado en la sepultura donde está enterrado su primer
marido en el monasterio de Ntra. Sra. de Candelaria y el día de su
enterramiento en dicho monasterio y por los frailes de él le digan una misa
cantada de cuerpo presente con más 4 misas rezadas de réquiem y después de
celebrado el oficio le digan un responso sobre su sepultura, ofrendado de un cántaro
de vino y media fanega de trigo.
Iten que le digan las nueve misas rezadas de los nueve días y celebrado
el oficio se diga un responso sobre su sepultura y cabo de nueve días que es
una misa cantada y el mismo día
otra misa cantada de cabo de año, ofrendado de una fanega de trigo y un barril
de vino de diez azumbres, después de su fallecimiento, todos los domingos y
fiestas de guardar de un año, en el entretanto que se dojera la misa mayor del
día ardan sobre su sepultura 2 cirios, y sea ofrendado de un pan y medio
cuartillo de vino, y celebrado el oficio le digan un responso en su sepultura.
Manda para el aumento de la cera del Stmo. Sacramento que está en la
iglesia parroquial de San Blas en
Declara que pude haber 60 años y más que se casó con Alonso González,
difunto, cuando se casó con él ella no llevó al matrimonio sino algunas
alhajas de casa, y su marido trajo por bienes capitales 100 cabezas de ganado
cabruno, machos y hembras y el vestido.
Durante su matrimonio multiplicaron más de 1000 de ganado cabruno mayor
y menor. 6 o 7 esclavos entre machos y hembras y al presente tiene tan sólo un
negro que se llama Pedro de 30 años, después del fallecimiento de Alonso se
hizo partición de los bienes que quedaron de su marido, entre sus hijos y ella.
La partición pasó ante Bartolomé Joven, escribano público que fue de esta
isla.
Dice que puede haber 24 años que casó con Rodrigo Pérez, su segundo
marido con el cual al presente hace vida maridable. Él trajo unas cabras
salvajes que oyó decir que le daban 90 doblas por ellas, las cuales le daba
Antonio González, hijo de la otorgante.
Dice que cuando se hizo partición entre sus hijos y ella se apreció
todo en 600 doblas y a ella le tocó 300, así en ganado cabruno esclavo y
bestias. Entre los esclavos le cupo el tal Pedro, negro, y al presente tiene
unas 100 cabezas de ganado cabruno.
Dice que heredó de Martín Minuto, hijo de Antón González, su hijo
difunto, cree que al píe de 60 doblas y hay ganado salvaje de esto. Heredó de
si hijo, Melchor, hijo de Alonso González, 120 cabrillas y 20 de ellas las dio
a Alonso González, hijo suyo del primer matrimonio, heredó de Miguel González,
su hijo del primer matrimonio, una marca de ganado que ya está cobrado. Dice
que después del fallecimiento de su primer marido casó a Margarita González,
hija del primer matrimonio con Andrés de Llerena, y le prometió y le dio mas
100 doblas en un esclavo llamado Gonzalo y en otras cosas que lo montaron y la
mitad de los dichos bienes se los dio de los bienes de Alonso González y la
otra de los bienes de la otorgante.
Dice que Alonso González, hijo de Alonso González y de la otorgante,
hubo 60 cabrillas que le cupieron por la cuenta de los bienes de su padre.
Fallecido Alonso González ella se concertó con Miguel González que porque le
guardase las cabras que a la sazón había y que no fuesen al término de
Nombra herederos a Catalina Alonso, su nieta, hija de Antón González,
su hijo, a Alonso González, Francisco González, Juan Gaspar, Salvador González,
Marcos González, Gaspar González y a Margarita González, mujer de Andrés de
Llerena, difunto, por partes iguales con tanto que si Margarita quisiera heredar
sus bienes traiga a colación lo que la otorgante le dio de su parte.
Anula y revoca todo cualquier testamento y codicilo y poder que antes
haya otorgado. Otorgado en el valle y heredamiento de Gúímar. Ahora se acuerda
que Rodrigo Pérez, su marido y ella tomaron a renta 30 cabrillas de Gaspar González,
su hijo, puede haber 10 o 11 años. Manda se le den 36 cabrillas por las que se
le deben y lo que han rentado.-
Tgos. Lope Báez, maestro de azúcar, Pedro de Alarcón Beltrán, Melchor
Afonso, Juan Afonso y Diego Afonso,vecs. Y estantes.- Firma por no saber la
otorgante, Pedro de Alarcón Beltrán. Protocolo de Sancho de Urtarte. Fol. 1.159 vº. Domingo 6 de septiembre de 1579.
Canarias, febrero de 2012.
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