Eduardo Pedro García Rodríguez
BARRANCO
DE SANTOS
Tal como nos describen el lugar las hermanas Casalón en su Diario, las
huertas de Deviller debieron ser las que están situadas en la trasera del
actual Mercado Municipal de La Laguna. En la explanada que hoy ocupa el
mercadillo y zona de aparcamientos estuvieron situados los antiguos mataderos
municipales. Hasta no hace muchas décadas los desperdicios, sangre y restos de
vísceras de los animales sacrificados eran arrojados al barranco, los malos
olores que estos producían llegaban a ser insoportables, además, las enormes
plagas de moscas, mosquitos y ratas que pululaban por el sector hacían prácticamente
imposible la estancia en las mencionadas huertas.
El barranco de Santos, es uno de los
más emblemáticos de la isla de Tenerife, en él se han desarrollado
algunos de los pasajes históricos más notables de la conquista de la isla de
Tenerife por parte de los españoles, en sus inmediaciones se estableció el
primer campamento de la conquista, y sus moradores del poblado que existía a la
altura del actual barrio del
Becerril, quienes formaron el primer contingente de prisioneros durante la
guerra abierta, deportados por Lugo a los mercados de esclavos de Sevilla y
Valencia.
Este barranco tiene su inicio o nacimiento en la cumbre del lugar de
Jardina (las Mercedes o Wenhu) La
Laguna, en el vértice que divide los valles de Tahodio
y de Jardina (hardina), en su
principio es una simple zanja situada al frente de unas cuevas habitación que
están en el camino en su lado Norte y al final del mismo.
Conforme va descendiendo se va ensanchando paulatinamente, hasta unos
trescientos metros de su nacimiento, a partir de este punto toma la forma de un
pequeño barranquillo, y está bordeado de una frondosa vegetación predominando
en ella las popularmente denominadas "orejas
de burro". En su margen del poniente existen una serie de hermosos dragos
junto a unas cuevas labradas que, hasta no hace mucho tiempo estuvieron
habitadas. A partir de este punto toma el nombre de barranco de Jardina,
el cual mantiene hasta la zona denominada "Cruz del Camino". A partir
de este punto gira ligeramente hacia el naciente y bordeando la sierra de Sejeita
(Bronco, o brunku lomo Largo y San Roque), se continúa hasta el
salto de la carnicería y ostenta el nombre de barranco de Gonzalíanez,(1)
sirviendo de desagüe natural a La Laguna (Eguerew). A partir de este tramo y
hasta la Verdellada se le conoce por los nombres de Barranco de la Carnicería;
del Drago, de Aragúygo,
y del Rey,(2) siguiendo el curso descendente a partir de la Verdellada, hasta su
unión con el de Valle Colinos o Araguigo, en este lugar se le denomina
barranco de La Jardina, continúa su
curso para recibir un poco más abajo al de Tabares, en este punto se produce un
salto por el lado sur de la montaña Guerra, y toma el nombre actual de barranco
de Santos,(3) sigue su recorrido bordeando los barrios de la Cuesta de Arguijon,
(arguihun), Becerril y Cuesta de Piedra, pasa
por el de Perú (Pirú), (4)
barrio Nuevo, barrio de la Salud,(5) siguiendo su avance para caer en "el
salto", a la altura de la trasera del barrio
Duggi.(6)
En este lugar hay un segundo salto donde las aguas formaban una hermosa
cascada de “cola de Caballo” y se ensancha considerablemente. A partir de
este tramo y hasta su desembocadura era conocido a antiguamente por barranco de Añaza,
y también como el río, y su
desembocadura por charco de la Chacona o Casona.
Desde su desembocadura hasta el salto, el cauce estaba alfombrado por un
manto de vegetación entre la que predominaba por su abundancia los berros y
berraza; el poleo y el pasote; El césped y el “Venenero”, (Tabaco Moro) en
sus charcos bullían la vida, ranas; peces; libélulas; mariposas y pájaros,
entre ellos destacaban la Abubilla y nuestra emblemática Alpispa, hoy, este
nicho ecológico está ocupado por toneladas de escombros vertidos de una obra
promovida por el gobierno autónomo -el Hotel Escuela-, basuras y por una miríada
de palomas enfermas y perros abandonados. Antaño este mismo tramo del barranco
sirvió de campo de juegos y zona de
baños a la chiquillería de Santa Cruz de Tenerife, y como lugar de pastos y
bebedero para los ganados que desde otras islas o del interior de esta,
aportaban a la ciudad, así como lavaderos públicos.
Cuando en los inviernos de fuertes lluvias el barranco corría los edificios situados en sus márgenes sufrían
el embate del torrente,
resultando periódicamente dañados o arruinados algunos de ellos, siendo la
iglesia de La Concepción uno de los que frecuentemente más daño sufría como
consecuencia de las avenidas, tributo que debía pagar por la temeridad de sus
fundadores al construir el templo invadiendo parte del cauce del barranco.
Según recoge el investigador Alejandro Ciuranescu, en su cauce existieron varios molinos de de agua, de los cuales aún perviven los restos de uno de ellos así como el acueducto que lo alimentaba, joya etnográfica de nuestra cultura del agua que actualmente está expuesta a desaparecer debido a la piqueta municipal y a la poca sensibilidad de los poderes públicos por nuestro pasado reciente colonial. Veamos una cita del mencionado historiador en torno a dichos molinos: “También había molinos de agua. El más antiguo parece haber sido el que había fabricado Luís de Mayorga en el valle del Bufadero, probablemente hacia 1530. En 1559, Francisco Díaz, polvorista y lombardero de la fortaleza del puerto, pidió licencia para poner un molino de agua en El Sobradillo, sin duda en el barranco de Santos: se le autorizó para “moler con el agua del dicho barranco, como con cosa suya, con que no impida ni ocupe camino ni serventía alguna que aya de presente”. Desde mediados del siglo XVII, el convento de Santo Domingo poseía en el barranco de Santos, debajo del Chorro, un molino que posiblemente no es diferente del anterior. En 1802 todavía había en Santa Cruz un molino de agua, sin duda el del convento.
"No pudo ser exactamente el de Díaz, porque en 1620 consta que no había ningún molino en Santa Cruz (cf. la nota 206): posiblemente el que antes había, fue abandonado y reedificado después. Lo que sabemos es que en 1723 había un molino de agua en el barranco de Santos, debajo del Chorro, y que se alquilaba por 37 fanegas de trigo al año (AHP: 1579/69)."
AFLUENTES
DEL BARRANCO SANTOS
El barranco de "Chamarta" (Chamattu),
o "barranco de la mujer,(6) comienza su recorrido en un pequeño salto
situado a la altura de San Lázaro, (La Laguna) entre la autopista del norte y
la pista de aterrizaje del aeropuerto de los Rodeos, en su recorrido inicial va
flanqueado por el antiguo camino de San Lázaro el de la Villa hasta su
encuentro con el camino Margallo, en este punto da un giro hacía el norte
pasando por debajo de la autopista hacía la calle de "Juana la
Blanca", en el cruce con la calle de San Antonio, entre esta calle y la de
la avenida de la Candelaria, está cubierto en parte
por el Polígono Padre Anchieta.
Desde la calle de San Antonio hasta la de San Juan, está cubierto por la
actual calle Seis de Diciembre, a partir de aquí toma el nombre de barranco de
San Juan, en la confluencia de esta calle y la del Juego, gira hacía el sur, en
lo que hoy es calle de Alfredo Torres Edwards, desde este punto gira de nuevo
hacía el norte, pasando por debajo del ambulatorio
de la Seguridad Social y la avenida de la Trinidad, continuando por la
denominada calle Barcelona, hacía la calle de Herradores y la Plaza de "La
Milagrosa", antiguamente conocida como "Tanque de abajo", desde
este lugar se encausa hacía el norte, y luego al naciente bordeando el Barrio
Nuevo (La Laguna) hasta que desemboca en el barranco de La
Jardina a la altura de la Verdellada nueva.
Nace este barranco en terrenos del actual colegio de las Dominicas, al
comienzo de la carretera de Geneto, discurre por la urbanización Guajara, pasa por debajo de la autopista hasta el barrio de lomo
Guirre, desde la hoya de este barrio sigue su curso atravesando la carretera
general hasta desaguar en el barranco de La
Jardina, en las proximidades de valle Colino, en este lugar existe una pequeña
presa de construcción reciente, y
que actualmente está en desuso.
Al naciente de la sierra de Sejéyta
(San Roque), en las faldas de esta sierra, está situado el Valle de Araguigo, hoy Valle de Colin o Colinos, en este lugar se forma el
barranco de Araguigo o Areguigo,
hoy Colinos, el cual discurre por el centro del valle, pasa por la urbanización
Las Nieves, y se une al barranco de Aragúy
o de La Jardina, a la altura del
barrio de La Higuerita. En este tramo desembocan
varios barranquillos de la zona.
Paralelamente al barranco de Colinos, discurre el de las Higueras,
el cual tiene sus inicios en las proximidades de la finca Mac Kay, este barranco
está documentado desde los primeros tiempos de la conquista, como podemos
atestiguar por la data siguiente: <<.-Juan Páez, <<Yo. Beatris
de Bovadilla, señora de las islas de la Gomera/ y del Fierro en nombre del señor
Governador Alonso de Lugo, doy a vos / Juan Paes un pedaço de tierra que es en
la Laguna que alinda con o / tra de
Antón Martín Sedeño y de la otra parte un barranco de las Fy / gueras y de la
otra el camino que va a la casa del señor Obispo / y esto para que fagáis
dello como cosa vuestra>>. 3-XI-1500. De este barranco toma el nombre
el barrio de la Higuerita.
Este barranco nace en el valle de su mismo nombre, al píe del lugar
denominado "Silla del Obispo", en la sierra de Sejéyta, tras transcurrir por el valle, bordea el polvorín de
Tabares y desagua en la montaña Guerra, como hemos apuntado anteriormente.
BARRANCO DE
TACHE (BARRANCO DE LA CUESTA)
En las proximidades del Charcón, nace el barranco de Tache, o de la
Cuesta, sigue su cauce por la zona antigua de este barrio, una vez rebasado el
cruce sigue por detrás de la antigua cochera de obras publicas, bordea la
gasolinera de Vista Bella, y desemboca en las inmediaciones del Castillo de San
Joaquín. Esta fortificación, a caballo entre el puerto de Santa Cruz y la
ciudad de La Laguna, cumplió varias funciones, entre ellas la de prisión
militar hasta hace poco tiempo.(7)
BARRANCO DE LOS PUERCOS O DE CARMONA
Nace un poca más arriba del mercado del barrio de la Salud, desembocan
estos barrancos en la margen izquierda, después de recoger el agua de los
valles colindantes.
En las proximidades del puente Zurita, el barranco de Añaza, o de Santo, recibe al barranco de Macario, éste se
encuentra cubierto en el tramo comprendido entre el barrio de la Salud Alto y
Villa Asunción, la confluencia de
ambos barrancos está hoy en día cubierta por viviendas de auto construcción y
algunos edificios que ocupan sus márgenes.
N O T A S
PARA BARRANCO DE SANTOS
(1) El 22 de Noviembre de 1513, Gonzalo Yanez, portugués, zapatero de
profesión solicita una data de tierras de cincuenta fanegadas, el adelantado le
concede 40.la denominación dada al zapatero, como Gonzalianes tenía por objeto
el distinguirlo de otro portugués de igual nombre, el cual fue persona de
confianza del adelantado, del que obtuvo importantes datas en el Menceyato de
Daute.
Veinte y siete años después, en 23 de Noviembre de 1540, aparece
Gonzalianez en unión de un tal
Francisco Hernández, también portugués, celebrando un contrato de
arrendamiento por un año de unas tierras en el "Peñol", por 50
hanegas de trigo, pagaderas a la propietaria, Isabel de Lugo, vda. del
licenciado Cristóbal de Valcárcel.
(2) La denominación de Barranco del Drago, viene dada por el
extraordinario ejemplar de este árbol que está en la huerta del antiguo
seminario, el de La Carnicería es debido a que la carnicería del
mercado de La Laguna, estuvo ubicada al borde de este barranco, en un lugar próximo
al actual mercado municipal. Barranco del Rey, creemos que este topónimo
aplicado a este tramo del barranco de Aragúy,
es debido al hecho de que en este lugar, se desarrolló uno de los episodios
más triste de la conquista de la isla de Tenerife, como fue el acoso y muerte
de Chimenchia-Tinguaro, y con
seguridad también la de su hermano, Kebehi
Benchomo,"el rey grande de Taoro", durante la batalla de Aguere, como veremos a continuación.
En la segunda entrada del invasor Alonso de Lugo y su ejercito de
mercenarios, después de la derrota que estos habían sufrido en la batalla de
Acentejo (Acentehun), tuvo lugar en la
comarca de La Jardina un segundo
encuentro entre las tropas guanches y el ejecito invasor español, éste se había
desplazado amparándose en la oscuridad nocturna, desde el puerto de Añaza -Santa Cruz-, la noche del 13 de Noviembre de 1595. Al
amanecer del día 14, se inició la batalla entre ambos ejércitos, durante
varias horas se mantuvo indeciso el resultado de la misma, a pesar del armamento
técnicamente superior de los españoles y del empleo de la caballería y perros
especialmente adiestrados para la guerra, los cuales causaban verdaderos
estragos entre las tropas guanches,
debido a la gran capacidad de maniobras que tenían en un terreno prácticamente
llano. Decidió el resultado de la batalla a favor de los españoles la
intervención del converso Fernando de Guanarteme, quien abandonando el
campamento de Añaza, donde el general
Alonso de Lugo le había dejado de retén, subió a La Laguna acompañado de sus
huestes y interviniendo en la batalla inclinó esta en favor de los españoles.
Mientras tanto, el mencey de Güímar, Añaterve,
y sus tropas observaban la marcha de los acontecimientos desde la próxima montaña
de
En esta batalla, se distinguieron sobre manera el caudillo de los
confederados Guanches, Kebehi Benchomo y
su hermano Chimenchia. El suicidio ritual (que no otra cosa fue para los guanches la batalla de
La Laguna) fue compartido por ambos hermanos tal como habían vivido
unidos el uno al otro. Este designio se manifiesta incluso en el hecho de que
hasta la fecha no se sabe cuál de los cadáveres correspondían a uno u otro
hermano, y sí la cabeza mandada a cortar por Alonso Fernández de Lugo, para
ser enviada al campamento Guanche del Peñón, con el ánimo de intimidar a las
tropas confederadas fue la de Benchomo o
la de Chimenchia.
Recogen
los cronistas que Chimenchia, armado con una alabarda ganada en la batalla de Acentehun,
se defendía valientemente del acoso de siete soldados de a caballo (A. de Viana
dice que fueron cuatro), mal herido se fue replegando hacía las faldas de la
montaña de Sejéyta,-hoy de San Roque, -por un paso existente al final de la
actual calle de molinos de agua, en su convergencia con el camino viejo de La
Verdellada,- único sitio en el barranco de Aragúy,
también conocido como de la
Carnicería, del Drago, y del Rey, y en la
zona donde tuvo lugar la postrimería de la batalla es más conocido como
barranco de La Jardina, como hemos
expuesto anteriormente. Es en este punto de unión, en el centro del barranco,
entre la calle de molinos de agua y
el inicio del camino viejo de la Verdellada, -en el barrio del Timple- donde se
desarrolló el episodio de la persecución y muerte de Chimenchia,
y de su hermano Kebehi
Benchomo, a manos de un soldado de a caballo conocido como Martín Buendia,
(creemos que el tal Martín Buendia, era un canario), éste le asestó un
lanzazo que acabó con la vida del ya mal herido Chimenchia,
a pesar de la rendición que éste le ofrecía diciéndole en lengua Guanche, "Chucar
guayot archimencey reste Bencomsanet vandet relac machet zahañe". que algunos autores traducen como: "no mates al noble
hermano del gran Bencomo que se te rinde", nosotros dudamos mucho de la
veracidad de esta traducción, y en un próximo trabajo esperamos dar nuestra
interpretación de este pasaje.
Al afirmar que el acoso y muerte de Chimenchia,
se produjo a través del paso que
existe al píe de la montaña de Sejeita, lo hacemos basándonos en la orografía
del terreno, el barranco se estrecha considerablemente en el punto mencionado,
formando un puente natural y donde convergen los caminos de la Verdellada,
Molinos de agua y una antigua vereda que conduce hacía la cima de la montaña
de San Roque, por la “Finca del Coronel”, esta vereda está flanqueada por
unas casas construidas en los años sesenta del pasado siglo, ocupando la margen
izquierda del barranco en la falda de la montaña de Sejéyta o San Roque.
A partir del mencionado paso, hacía aguas nacientes, el barranco se
ensancha considerablemente, y las paredes se elevan unos seis u ocho metros en
la margen izquierda, por la derecha, en la falda de la montaña de San Roque, la
elevación es menor, pero la inclinación del terreno hace imposible el paso de
caballos. En aguas vertiente, se produce un salto brusco de unos seis metros, y
un ensanchamiento del cauce del barranco, de
unos diez o doce metros.
En resumen, el único paso practicable para caballos, estaba en el lugar
descrito, y tenía un ancho aproximado de unos tres metros, hoy ampliados como
consecuencia de los rellenos sucesivos aportados por aluviones.
La batalla de La Jardina,
conocida como la batalla de Aguere, o de La Laguna, (hay que tener en cuenta
que, la zona abarcada por La Jardina,
comprendía desde el actual lugar de Gracia hasta el nacimiento del barranco de Ganigue, -hoy del Hierro- en su nacimiento en las proximidades de
Geneto, hasta los Rodeos o Chicayca y Venhu, -Las Mercedes- y de la
que la laguna, -Eguerew- era un
abrevadero comunal para los rebaños, al que tenían acceso los ganados de todos
los menceyatos de la isla, (además de unas connotaciones mágico-religiosas que
veremos más adelante), nos plantea varias incógnitas. Cabe preguntarse el
porqué Kebehí Benchomo, siendo como
era un excelente estratega militar, -virtud esta reconocida incluso por sus
enemigos- decidió plantar batalla a los conquistadores españoles, en un
terreno prácticamente llano donde la caballería podía maniobrar libremente,
sabiendo que esta era el arma más poderosa del ejercito invasor, y la que más
daño podía causar a las tropas de los confederados Guanches, como realmente así
sucedió.
Nosotros, pensamos que tuvieron que pesar en el ánimo de los
confederados guanches, otras consideraciones al margen de las estrictamente
militares o estratégicas, para tomar la decisión de enfrentarse al enemigo en
un paraje poco propicio para las tropas confederadas, y ampliamente
beneficioso para los invasores por la movilidad que podían dar a sus caballos
en un terreno prácticamente llano.
El hecho de que la zona de La
Jardina, fuese "internacional", a la que tenían libre acceso
personas y ganados, aún en épocas de guerra entre menceyatos, guerras por otra
parte surgidas -casi siempre- por las apetencias de aguas y pastos de los
diferentes bandos.
No se recogen en las crónicas escritas ni en la tamusni
(crónicas de trasmisión oral), el que hubiese enfrentamiento entre los
diferentes menceyatos de la isla, por la posesión de las aguas y pastos de La
Jardina, por el contrario, todos se beneficiaban en paz de los mismos.
Lo expuesto anteriormente, nos induce a creer que este lugar debía
tener una concepción mágico-religiosa para el pueblo guanche, y que era
respetada por todos los menceyatos de la isla, hasta el punto de no pretender el
dominio de la misma, ni siquiera los más próximos, como Tegueste, Anaga,
Tacoronte o Güímar, renunciando a la posesión de este lugar rico en pastos y
aguas, en un consenso nada fácil de alcanzar en una sociedad básicamente
ganadera y que basaba su economía precisamente en la mayor disponibilidad de
estos elementos. No cabe duda de que el respeto por este lugar debió estar
motivado por un concepto religioso o mágico, o de ambos, emanado de
concepciones religiosas fuertemente arraigadas en el pueblo Guanche que
hacían posible el que esta zona fuese común para todos.
La sociedad Guanche, -como todas las sociedades espiritualmente
avanzadas- ,tenían una cosmogonía rica, y compleja, con unos conceptos morales
y espirituales muchos más elevados que los europeos conquistadores, esta
afirmación nuestra está ampliamente recogida y constatada entre los cronistas
de la época, algunos de ellos clérigos, a pesar del egocristianismo y de la
intolerancia religiosa de que hicieron gala, la cual
les llevó a la destrucción de parte la cultura del pueblo guanche, como
es bien sabido, con una cruz en una mano y en la otra una espada.
En cuanto al panteón Guanche, la información escrita que ha llegado
hasta nosotros es bastante escasa, además están expuestas desde el punto de
vista de un ego cristianismo que impedían a sus autores ver más allá de sus
propias concepciones religiosas, por ello nos vemos obligados a investigar este
aspecto de la cultura de los antiguos Canarios a través de la tamusni, al mismo tiempo que hacemos uso de las escasas aportaciones
escritas que hasta nosotros han llegado. No dejarán de sorprendernos las
conexiones culturales de nuestros antepasados con pueblos de avanzadas
civilizaciones, como la egipcia, púnica, iberos y posteriormente la romana,
heredera directa del Imperio de Cartago.
Retomemos la narración de la batalla de La Laguna, para tratar de
explicar las motivaciones que tuvieron los confederados Guanches para
enfrentarse al ejercito invasor, precisamente en las proximidades de Aguere. Benchomo,
y sus aliados, eran consientes de que el empeño de los españoles por
conquistar la isla no iba a menguar, por otra parte, la situación interna era
crítica debido al descontento de los achicaxnas,
promovida especialmente por los Güímareros
y su Guadameñe, quienes incitaban
al pueblo a sublevarse contra Benchomo,
aprovechando el descontento popular surgido como consecuencia de las nuevas
ideas propagadas por los Güímareros,
siguiendo las directrices marcadas por frailes misioneros que, teniendo su
eremitario en Candelaria, ejercían gran influencia en los súbditos de Añaterve
entre los que habían muchos cristianizados.
Ante esta situación interna, y siendo consientes de que la ocupación
del país sería sólo cuestión de tiempo, es admisible que Benchomo
y los suyos decidiesen llevar a cabo un último acto de amor a la patria y a la
libertad, autoinmolándose en un combate ritual en honor de sus antepasados,
precisamente en el valle donde moraban los espíritus o maxios de éstos, como
afirma el Caballero Inglés Scory, citado por B. Bonnet, (Revista de historia
Canaria 1936), refiriéndose a las creencias del pueblo Guanche <<..
.los que han sido hombres de bien y valientes, van (sus espíritus) a un valle
graciosísimo en el cual está hoy fundada la ciudad de La Laguna...>>.
(3) Los historiadores que han tratado de manera directa o indirecta del
barranco de Santos, aceptan que este topónimo castellano lo toma de Diego
Santos, individuo datado por el adelantado, con unas tierras en las márgenes de
dicho barranco, pero pensamos que éste topónimo es debido a la existencia de
unas cuevas cultuales guanches en la zona.
En la documentación que nosotros manejamos, encontramos una data, con
este nombre referente a unas tierras en la Orotava, la cual reproducimos para
una mejor inteligencia del lector,
<<1.588-48.-
Diego Santos. En el término del Arautaba, en las cabezadas de las ts. que eran
de Antón Viejo, Alonso Ramirez,
(4).-El nombre de barrio del Perú, como se viene conociendo este núcleo
de Santa Cruz, y que linda con el barranco de Santos, creemos que es una
derivación de su auténtico nombre de "Pirú", y quizás por
su analogía con el país Americano de "El Perú". Pirú creemos que
es topónimo guanche, y quiere decir "lugar de piedras secas",
en referencia a un lugar seco y pedregoso que no produce hierba, otros lugares
con topónimos onónimos se encuentran en Geneto y Güímar.
(5).-De este tramo del barranco de Aragúy,
toma su nombre de "Barranco de los Santos", o ”Barranco Santo” En
tiempos anteriores a la conquista, constituyó un importante núcleo de población
Guanche, perteneciente al menceyato de Naga,
del que constituye el achimenceyato de Añaza,
en la zona situada entre Salud Alto y el Barrio Nuevo, lugar hoy ocupado por
una buen número de viviendas de autoconstrucción, existen entre otras la
"Cueva de la Virgen de Candelaria",
antiguo centro cultual guanche, que no pudo ser borrado de la memoria colectiva,
por lo que, la Iglesia Católica en tiempos recientes, decidió
"catolizar" este trozo de barranco colocando en la Cueva Santa una
imagen de la Chaxiraxi. D. Juan Béthencourt
Alfonso, refiriéndose a esta cueva nos dice <<Debemos observar, que el
clero católico con gran sentido catequista y civilizador
transformó en templo algunos de estos oratorios paganos, como la
"cueva de San Blas", en otros erigió en sus cercanías ermitas, como
en las playas de Abona, y en todas procuró sustituir los antiguos ídolos, por
imágenes, pero lo que no consiguió aniquilar por completo fue la tradición>>.
Ya redactadas las líneas que anteceden, Don Emiliano Béthencourt tuvo
la amabilidad de cederme unas notas sobre la presencia en aguas de Añaza de un
mercader portugués, las cuales no me resisto a transcribir por la serie de
datos que aporta el mencionado navegante, y que vienen a confirmar nuestro
acerto de que la actual ciudad de Santa Cruz de Tenerife no fue fundada por los
españoles, tal como han venido sosteniendo algunos autores, indudablemente
influidos por los poderes dominantes, pues antes de la llegada de los
conquistadores existían núcleos de poblaciones guanches urbanamente
organizadas. Por consiguiente, no se pudo fundar lo que ya estaba fundado.
En todo caso, los mencionados historiadores deberían hablar del establecimiento
por la fuerza de algunos pocos colonos europeos en el desembarcadero de Añaza.
Esto sin entrar en otro tipo de consideraciones tales como que el primer
establecimiento tolerado de europeos en las costas de Añaza que tuvo lugar en
1465-1466, fecha de la construcción de la torre de contratación levantada por
Diego de Herrera, posiblemente en la desembocadura del barranco de Tahodio. Esta
torre se mantuvo en activo hasta 1471-1472, fecha en que los guanches de Naga
cansados de los continuos atropellos e insaciables sed de rapiña de los
castellanos, decidieron ponerle cerco a la torre
y destruirla. Como vemos, la supuesta fundación de Santa Cruz de Tenerife, así
como la fecha atribuida, no dejan de ser una más de las tantas falacias históricas
que han venido sosteniendo los historiadores oficiales u oficialistas.
Veamos lo que nos dice el susodicho viajero y mercader: <<Dimos
fondo en Naga, ende sopla el mar (Bufadero) abía allí, un Bory,?
Las Palmas allí no dan Támbaras, la fruta es como aceitunas negras muy
gustosas, redondas sin punta. Sus casas ajustadas de piedras que llaman Zadrz,
con muros muy ajustados y con orden que llaman Erhiud, que son dobles
con techos de paja tierra y lajas, y dentro lo llaman Ijamen, delante
un “camellon” para agua que cargan del Anu (pozo) que los hay muchos
y muy güenos, y cuatro ríos Tamara azeite (hoy calle de Imeldo Serís)
otro que pasa por una montaña Ayartegiote y
Argúagano y Aragúy (barranco
de Santos) que tiene a la vera un canal de madera que llaman Errua.
Esta gente es “Magica”, tienen “miedos” ponen piedras en los
techos, para el “ojear” (para evitar el mal de ojos) que llaman Timgiziut
y en las visas de los techos, en los pozos ponen una marmita (gánigo)
tiznada boca abajo que llaman Zilcint. Tienen
a la vera del río unas cuevas que llaman Agurran y chozas de caña
que llaman Zejábez ende secan quesos y tasajos, en Añazo vimos, cosas
raras, una procesión de jentío, que llevaban una joven en Parigüelas llena de
flores y una banderola blanca. (¿Una princesa de Naga?) Tocaban con buen tono,
panderos, pitos y tambores, con gran bulla y alegría cantaban todos ajustados
Lal-l-Abuía .
En cuevas altas de las peñas, donde no llega cosa alguna, ponían sus
muertos secos, los vimos, pero se ofenden y afrentan si alguien va a tocarlos.
Pescan en canoas gran cantidad de “Lejaron” con redes y rascas
(nasas) de juncos. Los niños y mujeres, cojen en los bajíos y restingas,
cangrejos de dos clases “moros” y “judios”; burgados, almejas, bucinas y
clacas, que comen con uffiuo. (¿gofio?)
Alevantamos ancora, dimos vela al N a un valle hermozo, que llaman Icure
de Zalazar que vibe en Boavista de Porto Santo, que saca Campora
Almacéga y Ambere y Orchilla del monte Naga, todo puesto en guardo en
grandes Zasrafz en sus Edhar, vigilado por algunos Agr, en
las montañas, por miedo al hurto, pues todo comerciaba el Rey con
Zalazar.>>
Ya desde esa época el negrero esclavista Zalazar, mantenía relaciones
comerciales con el menceyato de Naga, especialmente con los nobles de la familia
Ibaute, (hoy conocidos como Baute) conocimientos que le valieron para que el
bandolero Alonso Fernández de Lugo,
le comisionara para pactar con el mencey de Anaga su adhesión a los planes de
invasión del futuro Adelantado, es más que probable que Lugo planteara al
mencey a través de su embajador Zalazar, sus planes de desembarco como una
operación de razzia dirigida contra el menceyato de Tahoro, el más poderoso de
la isla y del cual los demás menceyatos eran feudatarios. El mencey de Anaga,
al igual que los otros de las bandas del Sur de la isla, vieron en esta sibilina
propuesta de Lugo la posibilidad de sacudirse el yugo político a que les tenía
sometido el Gran Kebehi Benchomo, cayendo ingenuamente en las redes del astuto
genocida, y cuando se dieron cuenta de las verdaderas intenciones del aventurero
ya era demasiado tarde, habían metido a la raposa disfrazada de paloma dentro
del gallinero, error que pagaron con la pérdida de sus dominios y de la
libertad de la Patria.
Continuemos con lo que nos dice el mencionado mercader portugués de su
visita a la isla: <<Navegamos al E para comerziar ambar que aparece por
allí, hasta un cabo que llaman de Los Xílmeiros donde se puede aproja.
(fondear) Estos son morenos y tienen una imajen, pues algunos son cristianos,
por uno que llaman Antón hijo del Obispo Salzedo, que lo trajo de berbería,
tienen un Rey ciego y conflictos con otros, por lo que hay que poner
cautela.>>
Nos puede dar una idea la importancia que tuvo este núcleo de población
Guanche, el hecho de que en la primera entrada del bandolero Alonso Fernández
de Lugo, logró apresar a más de doscientas personas, la mayoría mujeres y niños,
los cuales embarcó inmediatamente, enviándolos a los mercados esclavistas de
Sevilla y Valencia, los restos arqueológicos confirman la densidad de población
del lugar. Las necrópolis eran abundantes en las márgenes del barranco y en la
montaña Guerra. En 1943, D. Luís Diego Cuscoy, excabó tres cuevas sepulcrales
en la margen derecha del barranco, otra en la margen izquierda a la altura del
barrio de la Salud Alto, más otra en la ladera meridional de la Montaña
Guerra, recuperando un rico aguar funerario.
La Cueva de los Santos o Cueva Santa, del barranco de Aragúy, es un
santuario guanche, hoy está convertida en una ermita dedicada a la Virgen de
Candelaria. Esta cueva-ermita, cuenta con dos imágenes de la Diosa Chaxiraxi
(V. Candelaria), una que fue donada por Dña, Candelaria
Moas, de Icod (Tenerife), quien la había recibido en herencia de su
antepasada Dña. Candelaria Alvarez de Tábora. Esta imagen según la autora Dña.
María J. Riquelme: << es de candelero del siglo XVIII, mide
La segunda imagen con que cuenta la cueva-ermita, es obra del artista
Palmero Juan de Silva Vizcaíno, mide
Según la mencionada autora, en 1931 se decide por la accidental caída
de un niño al barranco de Santos, el cual resultó ileso, habilitar una cueva
deshabitada para dedicarla al culto a la Virgen de Candelaria. Esta gruta, desde
la terminación de la guerra civil de los españoles, se convierte en centro de
peregrinación importante, debido a que el barranco estaba totalmente habitado
desde el barrio del Becerril, hasta el Puente Galceran, contando con el beneplácito
de los Obispos Fr. Albino González Méndez-Reigada
y su sucesor D. Domingo Pérez Cáceres. El Obispo Luís Franco Cascón también
estuvo en la citada ermita en 1964.
Hoy no se celebran cultos en ella, como sucede con la cueva de San Blas
(Candelaria). No compartimos la aseveración de la autora al afirmar que la
cueva Santa estaba deshabitada en el año 1936, pues por esas fechas y muy
posteriormente todas las cuevas del barranco de Santos estaban habitadas, por
otra parte, aunque ignoramos si en la actualidad se realizan cultos o no en
dicha cueva, sí podemos afirmar que tanto la cueva como su entorno está espléndidamente
cuidado por los vecinos del barrio, y no deja de ser curioso el que el
campanario de la ermita, tenga una forma romboide que recuerda a uno de los símbolos
de la diosa fenicia Tanit.
(6).- Barranco de "Chamarta" o Chamattu,
-de la mujer- es bien sabido que las sociedades norteafricanas, como la guanche,
tenían una serie de creencias en torno al tabú de la sangre, tanto es así que
los oficios de matarifes o de mirlador, lo ejercían las capas más bajas de la
sociedad, hasta el punto de que los individuos que practicaban estas actividades
formaban un clan de intocables, estándoles prohibido el vivir en la
proximidades de los poblados, y cuando precisaban de algunas cosas debían
indicar lo que querían con una vara, sin que pudiesen tocar nada con las manos.
El mayor castigo que infligían a los prisioneros de guerra, especialmente a los
europeos conquistadores, consistía en obligarle a ejercer de carniceros,
precisamente por este tabú a la sangre, las mujeres guanches, tenían
determinados lugares señalados donde realizar su higiene intima durante los
ciclos menstruales, en esos lugares estaba prohibido que bebiesen los ganados o
que esas aguas fuesen usadas para otros fines que el expuesto,
generalmente eran pequeñas fuentes, o charcos (eres) en
barrancos, donde el agua se filtraba y perdía, creemos que
uno de estos lugares estuvo
señalado en el barranco de Chamarta, entre otras razones porque su naciente está
próximo a un centro de peregrinación, que hoy se encuentra cubierto por la
pista de rodadura del aeropuerto de los Rodeos. Este adoratorio Guanche estaba
constituido por un montículo en cuyo interior había una cueva grande con una
especie de altar en el cual estaban una serie de figuras que no
eran cristianas, según su descubridor.
(7).- El Castillo de San Joaquín, tuvo sus principios en una
o dos plataformas que mandó a construir en 1586, el Gobernador D. Juan Núñez
de la Fuente, las plataformas estuvieron abandonadas durante mucho tiempo, el 25
de Mayo de 1762, el Cabildo de la isla tomó el acuerdo de reconstruir estas
plataformas, acuerdo que no se llevó a efecto. En 1780, siendo comandante
General D. Joaquín José Ibañez Cuevas, marques de la Cañada, ordenó su
construcción al teniente coronel D. Andrés Amat de Tortosa, jefe del Real
cuerpo de Ingenieros, dando comienzo las obras el 16 de Marzo del mismo año,
las obras consistieron en añadirle cuatro cubelos al rectángulo existente y
diversas dependencias para el cuerpo de guardia cocina etc. Fue dotado con
cuatro cañones de a 24, procedentes del Cabildo de la isla, durante siglos, el
Castillo sufrió una serie de vicisitudes entre las cuales cabe destacar las de
haber servido de Palomar Militar en 1899, Almacén de material de la Comandancia
de Ingenieros en 1928, Parque Regional en 1930, en 1944 es transformado en prisión
militar, cometido que cumplió hasta hace muy poco tiempo.
En nuestros tiempos, las fuerzas de la naturaleza también se han cobrado
su tributo en vidas humanas en el barranco de Aragúy,
en tramo denominado de Añaza, o Añazu
por los años cincuenta del pasado siglo, en una triste madrugada se
desprendió una cornisa basáltica que estaba situada en lo que hoy es la
trasera del Hotel Escuela, y frente al molino de agua que se encuentra en la
margen izquierda del barranco. Fallecieron algunas personas que vivían en
cuevas y chabolas situadas debajo de la cornisa desplomada. En esta ocasión el
comportamiento del cuerpo de bomberos y de la policía municipal fue
verdaderamente heroico y ejemplar, consiguieron llegar con los vehículos hasta
el mismo lugar del siniestro, logrando salvar muchas vidas y rescatar un buen número
de heridos. Por esas fechas desde la zona del "salto" hasta el molino
de agua, estaba totalmente habitada, no quedaba por ocupar ni la más pequeña
oquedad en las paredes del barranco, además de las innumerables chabolas que,
estaban construidas próximas al
cauce del mismo, por lo que, no era infrecuente ver arrastrados por las riadas
los pobres enseres de algunos de los moradores, cabras, cochinos y perros y, en
alguna ocasión incluso algún cuerpo humano.
Esta ingente cantidad de personas que poblaban el barranco, desde la
trasera del barrio Becerril hasta el puente Galceran, procedía del interior de
la isla, la mayoría de ellas jornaleros del campo a los que las penurias económicas
les habían obligado a abandonar sus lugares de origen para tratar de conseguir
sobrevivir al amparo del puerto de Santa Cruz, con los trabajos eventuales que
éste podía ofrecer, única válvula de escape a que podían acceder los
desheredados de nuestros campos.
Después de la tragedia, estos ciudadanos fueron trasladados a los
salones de Fayfe, los que, hasta no hacia mucho tiempo, habían servido de cárcel
para los presos políticos que consiguieron sobrevivir al régimen fascista
imperante en aquel tiempo. Después de unos años viviendo, o mejor dicho
cobijados en los mencionados salones, muchos de ellos tuvieron suerte y les
concedieron viviendas en las por entonces recién construidas barriadas de la
Cuesta de Piedra y en la de Taco. Pero el barranco continuó acogiendo en sus
cuevas y oquedades a los desheredados de la fortuna y a los acosados por el régimen,
a pesar de que las autoridades en diversas ocasiones procedieron al desalojo de
sus ocupantes, éste continua dando cobijo a personas, ratas, perros, enjambres
de palomas y mosquitos, hasta la fecha.
Podemos asegurar que desde siglos antes de la invasión y conquista hasta
nuestros tiempos, el barranco jamás ha estado deshabitado, especialmente en los
tramos comprendidos entre el puente de Zurita y la trasera del barrio de
Noviembre
de 2011.
Imágenes:
[1] Barranco de Santos a la altura del
“Salto” o el “Chorro”. En los años cincuenta cuando el barranco
“corría” y tenía agua durante todo el año, la vida tanto humana como
animal era posible en su cauce. Foto: Archivo del Autor.
[2] Estado actual del molino de agua del Barranco de Araguy o de Santos
a la altura del “Salto” o “El
Chorro” y parte de acueducto de alimentación. Foto del autor.
[3] Muerte de Benchomo en la batalla de Aguere. (La Laguna) Grabado de
Francisco Hernández Fuentes. Archivo del Autor.
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