OBSERVACIONES A UNA SERIE
DE ARTÍCULOS DE DON FERNANDO BÁEZ
EN
TORNO A LA RELIGIÓN DEL PUEBLO GUANCHE (VI-III)
Quien
no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar, es un idiota; quien no
osa pensar es un cobarde.
Sir
Francis Bacon (1561-1626).
Chaurero
n Eguerew
ELLA
NO ES EL. IV.
Diosa
Chaxiraxi Diosa negra
Cuando buscamos información relacionada con la Diosa Madre Chaxiraxi
nos encontramos que la mayoría de los textos relativos al tema nos dicen que,
la Virgen María se les “apareció” a los guanches y estos la veneraron con
el nombre de Chaxiraxi. Esta es otra de las tantas falacias históricas tejidas
por el sistema imperante y sostenido interesadamente por el clero católico
usurpador de los atributos de Nuestra Magné y atribuidos a María la madre de
Jesús de Nazaret.
La
verdad es que fueron los invasores católicos quienes, al apoderarse de la
imagen de Nuestra Diosa Chaxiraxi, le cambiaron el nombre original por el de
nuestra Señora de Candelaria, Santa María de Candelaria y posteriormente como
Virgen de Candelaria.
Según expone el Dr. En
Biología en la Universidad Mayor de San Marcos en Lima, e investigador de las
religiones antigua Guillermo Llerena Cano:
“En el norte de
África, al oeste del valle del Nilo desarrollaron un conjunto de etnias autóctonas
del Magreb, los bereberes, amazig o mazigios; que fueron conocidos
por los antiguos romanos como numidios y por los europeos medievales como moros.
En las actuales Islas Canarias, se establecieron como la etnia Guanche, una
civilización generada a lo largo de siglos por los primeros pobladores de estos
territorios. El nombre guanche de la Diosa madre aborigen es Chaxiraxi, que
significa según tergiversada traducción castellana ”Madre del Sol” o
”La que carga al Rey del Mundo”. Es en realidad otra visión de Tanit,
la Diosa madre del Magreb y del Mediterráneo; es una de las innumerables
denominaciones dadas a la gran Diosa de la fertilidad. La fiesta del Beñesmer
guanche (la cosecha) estaba consagrada a Chaxiraxi.” (Guillermo Llerena Cano,
2010)
Al frente del santuario
de
Esta
execrable acción es presentada por algunos
“piadosos” cronistas como un acto de acción de gracias por haber sometido
la Isla, pues los milites sacaron la
imagen en procesión por los arenales de la playa.
Todo
ello a pesar de que este menceyato era uno de los denominados de paces por lo
que es presumible que en el mencionado tratado se incluyera alguna cláusula de
salvaguarda de la imagen a favor de nuestros ancestros, razón por lo que en un
principio los invasores dejaron a la Diosa en su santuario de Achbinico, y
decimos de momento porque, como veremos, los católicos andando el tiempo no
cejaron en apoderarse de la imagen y con ella toda la teología de la Iglesia
del Pueblo Guanche, como tendremos oportunidad ver.
En los
primeros tiempos de la usurpación era el clero secular, o diocesano, el que
atendía espiritualmente el templo cueva, mientras que un ermitaño guanche se
encargaba de su limpieza y de recibir a los peregrinos.
“Del
ermitaño podemos aportar algunas noticias, que además nos ilustran sobre uno
de los aspectos de su actividad. Así sabemos que el 28 de mayo de 1517 García
de Morales, “ermitaño de Nuestra Señora de
La producción
de estas abejeras salvajes debía ser bastante crecida en atención a otro
documento, fechado el 22 de agosto de 1519, en el que García de Morales, “santero
de Nuestra Señora la Candelaria”, para abonar el pago de una ropa se
comprometía a entregar cincuenta libras de cera. (Lorenzo
Santana Rodríguez, 2010)
La
presión ejercida por los dominicos y por el brazo secular para posesionarse del
icono de la Diosa fue constante y continuado en el tiempo hasta el extremo de
que nuestros ancestros se vieron obligados a defenderse con las mismas armas
legales de los invasores, dando comienzo así al denominado Pleito
de los insulares. En realidad fueron varios los pleitos entablados por el
clero y fieles guanches para evitar el ser despojados de la posesión de la
imagen de
Veamos
un ejemplo de esta documentación procesal:
“En
el lugar de la Orotava de esta isla de Tenerife, treinta e un días del mes de
Diciembre de mil y quinientos y ochenta e ocho años conforme a la cuenta de
nuestro Salvador Jesucristo ante el Bachiller Juan Pereira de Lugo, Abogado, y
en presencia de mí Juan Benítez Zuazo, Escribano público de dicho lugar y sus
términos, por el Rey nuestro Señor, pareció Pedro Hernández, natural de esta
Isla, por sí y en nombre de los demás //Folº. 40 vtº.// Naturales della, sus
consortes, e presentó una provisión ejecutoria de la Real Audiencia de Canaria
según por ella parecía, su tenor de la cual es el que se sigue= Juan Benítez
Zuazo, Escribano público=____
El
Regente, oidores de
Muy
l1ustrísimos Señores= Diego de Peñafiel en nombre de Pedro Hemández, Diego Díaz
de Vera, Francisco Hemández, de los demás vecinos e Naturales de la isla de
Tenerife en el término de Nuestra Señora de Candelaria de quien tengo poder
que es este que presento en la vía e forma que mejor haya lugar de derecho /
/Folº. 42 rtº./ / por caso de corte notorio me querello ante vg.sg.,
criminalmente, de Cristóbal Trujillo de la Coba e de Gaspar Yanes, Regidores de
la dicha Isla e de los que parecieren culpados y contando el caso que estando
los dichos Naturales en posesión antiquísima desde que la dicha Isla se ganó
de cristianos y es uso e costumbre tan antigua de en todos los años por el día
de Nuestra Señora de Candelaria que se hace procesión de la Casa de Nuestra Señora
hasta la iglesia de San Blas, y en otras procesiones extraordinarias como en
procesión de agua e para salud de otras cosas que la Imagen sale en sus andas y
en procesión de llevarla sobre //Folº. 42 vtº.// sus hombros los Naturales
que descienden de los Naturales, que eran antes que la Isla se ganase y en
contorno y en redondo de la dicha Imagen suelen ir todos los Naturales porque es
fiesta suya y la Imagen les pareció a ellos mucho tiempo antes que cristianos
ganasen la dicha Isla, los cuales Naturales antes de tener lumbre de fe,
reverenciaban y tenían en mucho la Imagen y aunque personas poderosas de estas
Islas, e por su voluntad e contra de los dichos Naturales, la quitaron dentre
los dichos naturales y la llevaron a la isla de Lanzarote, de donde
milagrosamente la Imagen / /Folº. 43 rtº./ / hizo señales de no querer estar
en la dicha isla de Lanzarote, y se volvió a la de Tenerife entre los dichos
Naturales en el dicho lugar que dicen de Candelaria y en esta devoción los
dichos Naturales han estado y están hasta ahora teniendo por particular
privilegio la dicha Imagen entre sí, y así como cosa suya él y los propios la
sacan en sus andas y han sacádola desde el dicho tiempo a esta parte y
estando en este uso antiguo e posesión, el día de Nuestra Señora deste mes
pasado de Febrero, continuando los dichos Naturales su posesión e costumbre
queriendose hacer / /Folº. 43 vtº./ / la dicha procesión, cuatro de ellos
tomaron las andas de la dicha Imagen yendo los demás junto a ella y la sacaron
desde su altar, trayéndola a la capilla de la dicha iglesia de donde se
recomenzaba a hacer la procesión y trayéndola sobre sus hombros los dichos
Naturales, y estando congregada mucha gente, el dicho Cristóbal Trujillo de la
Coba, y Gaspar Yanes, Regidores y otros con alboroto y escándalo, diciendo el
dicho Trujillo que tenía comisión del gobernador e que venía en su lugar, e
con vara de Justicia en las manos, fueron rempujando a los dichos Naturales y
llegando / /Folº. 44 rtº./ / a los que tenían las dichas andas por fuerza,
y sin reverencia de Nuestra Señora se la quitaron por fuerza y porque los
dichos Naturales con modestia e mansedumbre decían e requerían al dicho
Trujillo de la Coba que no les quitase de su posesión e que aquello les
pertenecía por ser Naturales, el dicho Trujillo y los demás les afrentaron
delante de la dicha Imagen llamándoles de bellacos e majaderos e pícaros y
en son de quererlos afrentar les decían que eran unos Guanches de baja
suerte y porque no pasase adelante el dicho escándalo se hizo que la Imagen
se volviése a el altar de donde //Folº. 44 vtº.// los Naturales la habían
traído, y el Vicario del Convento de la dicha Imagen viendo la injusticia del
dicho Trujillo, e los demás, e porque la procesión no se dejase por hacer,
hizo que dos frailes y dos naturales tornásen asacar la dicha Imagen y ansí la
sacaron, y llevándola, y saliendo por la puerta de la iglesia, tornó el dicho
Trujillo e los demás a hacer el mesmo alboroto, y escándalo, queriendo quitar
la dicha Imagen a los dichos Naturales e Frailes y lo hicieran si el Vicario de
la isla de Tenerife no lo impidiera con excomuniones que les puso, y
prosiguiendo la dicha procesión des- / /Folº. 45 rtº./ / pués que iba la
Imagen buen rato de la dicha iglesia e llevándola los dichos Naturales e
Frailes, y el dicho Trujillo y los demás ejecutaron su mal propósito, e sin
reverencia de la Imagen fueron contra los dichos Naturales que llevaban la dicha
Imagen, y los demas que iban junto, y les tornaron a afrentar con las mismas
palabras e dar de rempujones apartándolos de la dicha Imagen e rompiéndoles
sus capas y herreruelos que llevaban y hubo tanto escándalo, y alboroto que
hicieron amotinar toda la gente de la procesión, muchos romeros que haido en
romería / /Folº. 45 vtº./ / de las demás Islas, de suerte que yendo
los dichos frailes con tan gran alboroto y escándalo y tan poca reverencia a la
Madre de Dios y que estaban las andas quebradas por los empellones que los
dichos Regidores e Trujillo habían dado a los que la llevaban que un Niño Jesús
había caído en tierra e quebrádose un brazo, por causa del dicho Trujillo e
los demás volvieron la dicha Imagen a su casa, y ansí no se hizo la dicha
procesión que fue gran desconsuelo para los romeros y peregrinos que habían
ido a ello, por lo cual cometieron delito digno de punición y castigo / /Folº.
46 rtº./ / porque pido a Vªs.Sªs. me admitan esta querella por caso de corte,
por ser contra Juez e Regidores y admitida me reciban información al tenor de
ella e dadas les condene a los susodichos en las penas en derecho establecidas e
contra los que semejantes alborotos, y escándalos hacen, e pido justicia e
costas e incidentes del oficio de Vªs.Sªs. que para ello imploro, y les
condenen e manden que de aquí en adelante que en las dichas procesiones no
perturben a los dichos Naturales ni les inquieten en la posesión e costumbre
que tienen en llevar a la Imagen y andas de Nuestra//Folº. 46 vtº.// Señora y
los Naturales ir en contorno de ella, y amparen en la dicha posesión antigua a
los dichos Naturales declarando estar en su posesión e uso de sacar ellos la
dicha Imagen en sus hombros, e ir junto a ella, e para que los susodichos sean
acusados les mande prender e presos les protesto acusar más en forma, e pido ut
supra, e juro en forma no ser de malicia= El Licenciado Borrero=____
Con
fecha 7 de diciembre de 1587, la Audiencia de Canaria dicta sentencia a favor de
nuestros antepasados y en contra del Cabildo de la Isla en las personas de sus
regidores Cristóbal Trujillo de la Coba e de Gaspar Yanes.
“…(Al
margen: Sentencia) Fallamos los dichos Pedro Hernández, Diego Díaz de Vera, y
consortes, haber probado su querella como probarles convino para haber victoria
en esta causa en lo que de yuso será contenido, e los dichos Cristóbal
Trujillo de la Coba , y el dicho Concejo no haber probado cosa que les excuse de
condenación, atento a lo cual debemos
de amparar e amparamos a los dichos Naturales en la posesión que han tenido de
sacar la dicha Imagen de Nuestra Señora de Candelaria, desde su altar hasta San
Blas y volverla a el dicho su altar y lo mismo se entienda en cualquier otra
procesión Que se hiciere con su bendita Imagen en la cual/ /Folº. 56 vtº./
/ dicha posesión les amparamos y defendemos y mandamos que en ella no sean
inquietados, ni perturbados so pena de cada cinquenta mil maravedíes para la Cámara
e Fisco de Su Majestad y estrados de esta Audiencia…”.[1]
A
pesar de esta y otras sentencias favorables, en el transcurso del tiempo los
dominicos consiguieron hacerse con el control de la imagen de
Todas
las Diosas negras una vez que son sincretizadas por la iglesia católica son
rodeadas de una recurrente leyenda piadosa, se niegan a ser cambiadas del lugar
donde “aparecieron”. Especialista la orden dominica en este tipo de fabulas,
Fray Alonso de Espinosa, crea una ingenuo mito en torno al robo del icono de la
Diosa Chaxiraxi por parte de los piratas del colono Sancho de Herrera, dándole,
como es habitual en el catolicismo, un tinte milagrero, cuento que han venido
asumiendo ciegamente la mayoría de historiadores posteriores sin someterlo a un
mínimo estudio analítico:
“Llevaron los de Lanzarote la santa imagen de Candelaria a su isla, muy gozosos
y contentos de tener tal huéspeda en ella, y de
haber alcanzado tal abogada y ganado tal joya y
hecho un tal robo. Y pusiéronla en el altar
mayor en la iglesia de San Salvador; pero los hombres ponen y Dios dispone. ¿Quién creyera que la imagen de
Candelaria, que los de Lanzarote para amparo suyo
y regalo llevaban, había de ser cuchillo y disgusto suyo? No
era el Señor servido (cuyos secretos son inescrutables y de
los juicios humanos muy remotos) de que la santa reliquia estuviese entre ellos; y así lo dio luego a entender con patentes
señales; porque otro día de mañana, yendo muy gozosos a
ver su imagen, la hallaron vuelto el rostro a la pared y las espaldas al
pueblo, que no fue poca confusión para él. Porfían
otra y otras veces a volverle el rostro al pueblo, y tantas veces la tornaban
por la mañana a hallar vueltas las espaldas. Toman
pareceres en el caso, y resuélvense en que se hagan procesiones generales y
plegarias y disciplinas a Nuestro Señor, para que tenga por bien
dejarles aquella santa reliquia, pues la
sabrían ellos mejor venerar y servir que los gentiles guanches
donde había aparecido…
…Esto hizo todo el tiempo que la santa imagen
estuvo en Lanzarote,[2]
para que más testigos hubiese deste milagro; y en
todo este tiempo, oían muchas músicas deleitables y sonoras de ángeles, vían
grandes resplandores, procesiones y luminarias,
y sentían suavísimos olores aquéllos que tenían cargo de la guarda de la imagen.[3]
Y por esta razón, cuando los de
Lanzarote volvían con la dicha imagen a traérsela y restituírsela, no les querían dar crédito, hasta que desde el navio
se la enseñaron; y viéndola, para certificarse, van a la cueva; y no hallándola
entonces, quedaron confusos. Y queriendo el rey hacer justicia de los
que la tenían a cargo, fueron tantos los
que afirmaron haberla siempre visto en su cueva y lugar, que hubo de
perdonarles; y así con mucho contento la
recibieron y pusieron en su lugar, añadiendo guardas y cuidado. A Sancho
de Herrera le dijeron lo que pasaba, y cómo
nunca había faltado de la cueva donde solía estar,
aunque ellos la hubiesen tenido en Lanzarote; de lo cual
admirado él y los suyos, se confirmaron más en la devoción desta santa
imagen y en que era su voluntad estar en esta isla. Y así encargaron a
los naturales la reverencia que a la santa reliquia debían tener.” (A.
Espinosa, 1980:72-75)
La
realidad más que probable del fondo de esta
ingenua leyenda sería que el colono y pirata Sancho de Herrera en sus
habituales correrías por las Islas aún no sometidas, a la captura de esclavos,
ganados y cualquier cosa que tuviese algún valor, desembarcase por las entonces
despobladas costas de Igueste y, a falta de mejor presa, decidiese robar la
imagen de
Por
otra parte, tal como recoge la investigadora María Jesús Riquelme, en otra
oportunidad la imagen mostró su deseo de no ser trasladada de su
cueva-santuario al nuevo templo construido por los católicos.
“…Sin
embargo, una vez construido el nuevo templo, dicen que
milagrosamente la imagen retornó varias veces a su antigua morada. De
forma obligada volvió a usarse la cueva como albergue de la Virgen en el
periodo comprendido entre 1789-1803 por incendio del segundo santuario
construido por el obispo García Jiménez, obra que databa de
Esta
claro que el clero guanche no estaba dispuesto a permitir que la estatua de la
Diosa Chaxiraxi no fuera desplazada de su antiguo santuario de Achbinico para
ser colocada en el nuevo templo construido por los colonos, por ello es probable
que tomasen la imagen y la restituyesen a su verdadero santuario tantas veces
como los frailes la colocaban en la ermita. Esto debió de ser así porque entre
otras cuestiones los frailes eran pocos y la mayoría ancianos, lo que les
incapacitaba para enfrentarse al clero guanche. Una vez conseguido el pleno
dominio de la imagen, prefirieron ocultar estos hechos bajo el ropaje milagrero,
tema en lo que eran unos verdaderos artistas.
Un
caso similar tuvo lugar unos años más tarde (en 1555) cuando la imagen fue
llevada a La Laguna en rogativa de petición lluvias y por temor a los
franceses, colocada en el convento dominico de la ciudad, la afluencias de
fieles a visitar a la Diosa fue tal, y las ofrendas económicas de tal magnitud,
que los dominicos maquinaron la posibilidad de dejar de manera permanente la
imagen en su convento, poniendo toda clase de trabas para su regreso al
santuario de Candelaria e incluso oponiéndose abiertamente a tal retorno. Así
las cosas, el clero guanche decidió poner las cosas en su sitio y una madrugada
entraron en la iglesia del convento “secuestraron” la imagen y sin hacer
paradas en el camino la instalaron en su templo de Candelaria, a partir de estos
hechos, mucho le costó al Cabildo colonial de la Isla el que le fuera permitido
trasladar la imagen a La Laguna cuando era demandada en casos de sequías
prolongadas o de otras calamidades públicas.
Posiblemente,
a partir de estos hechos la iglesia católica astutamente decidió contentar a
ambas partes contendientes –como paso previo a la usurpación para sí-creando
una doble festividad, la fiesta del 2 de febrero en que la iglesia católica
sigue la tradición evangélica de la purificación y presentación de Jesús en
el templo, al que corresponde según el dogma católico la imagen de madre
portadora del infante y la vela simbólica, a la que concurrían la justicia y
regidores del Cabildo colonial, beneficiados de los Remedios y
Y
la otra más importante, la del 15 de agosto, festividad nacional canaria, a la
que asisten romeros de todas las Islas, durante las cuales se celebra el Beñesmer[4]
o fiesta de la cosecha guanche, enmascarada, como es habitual por el
catolicismo, como la Asunción de Nuestra
Señora.
A
cuatro leguas al sur de Santa Cruz, cerca del mar, hay una cueva con una capilla
e iglesia llamada de Nuestra Señora de Candelaria, en la que se encuentra una
imagen de la Virgen María muy reverenciada aquí, como la gran Diosa Diana lo
era en Efeso. (George Glas, [1764] (1976:69)
En
torno a las imágenes de la Diosa Chaxiraxi
Sobre la fecha de llegada y
procedencia de la imagen, hay variadas teorías,
pues nada se halló escrito que satisficiera y sacara de la oscuridad de aquellos tiempos…
Pero
vayamos analizando con objetividad los datos que nos suministran autores de
diferentes épocas sobre tan polémico tema y atendamos principalmente a
nuestra lógica.
En primer lugar, respecto a la cronología,
observamos las primeras discrepancias, es natural, pues cada autor
se ha guiado por el criterio referencial más adecuado, dados los
acontecimientos conocidos de la etapa a analizar.
Un
grupo de autores reseñados siempre como “clásicos” en el tema que comentamos,
fijan la llegada de la imagen a la isla entre 1390-92. Otros, en cambio,
las establecen entre 1400 y 1450.
Se
basan estos autores en variados hechos, unos
que exceden la lógica natural, otros en situaciones concretas y los
menos aluden a la tradición. (M.J. Riquelme Pérez, 1990:27-28)
Por
su parte Bethencourt Afonso recoge: “Las
inscripciones de la imagen de la Virgen de Candelaria son tan etruscas como si hubieran venido de un cementerio toscano, en el
cual descansan los huesos de muchos Caius.
La imagen es la de la diosa Menera y su hijo —que
con muy poca probabilidad es Minerva,
una diosa virgen o una diosa madre— cuyo nombre
está compuesto de la palabra vasca men, “poder o autoridad…” (J. Bethencourt Afonso, 1991, t. I: 163)
Sobre
el origen de la imagen de la Diosa Madre Chaxiraxi ya sincritizada como Nuestra
Señora de Candelaria, el historiador Lorenzo Santana Rodríguez ha realizado un
excelente trabajo de investigación del cual no nos resistimos a reproducir
parte del mismo pues consideramos que es un documento bastante
esclarecedor en cuanto a la leyenda de la supuesta “aparición” de la imagen
en la playa de Chimisay:
“Para
concluir este somero estudio sobre los inicios del culto candelariero hemos
escogido un tema que nos permitirá retrotraernos a la época anterior a la
Conquista de la isla, pues nos proponemos hacer un primer intento de reconstruir
la tradición de los guanches sobre la Candelaria a partir de los
detalles que ellos mismos aportan en el conocido como pleito de los naturale,
pues no es lo mismo oír lo que Espinosa dice que a su vez dicen los guanches,
que el escuchar a estos directamente. En otro estudio adelantamos el comienzo de
este pleito hasta el año 1544, como se deduce de una carta de poder otorgada en
la ciudad de
Sepan
cuantos esta carta vieren cómo yo, Pedro Goçón, cl[é]rigo presbítero,
beneficiado de este término de Güímar, que es en esta isla [d]e Tenerife, y cómo
nos, Pedro Delgado, y Juan Gaspar, y Juan Hernández, y Juan Castellano, y Luis
Hernández, y Juan Castellano, y Luis Hernández, y Pedro Madalena, y Juan de
Santa Cruz, y Antón Gutiérrez, y Juan de Baltazar, y Juan de Tacoronte, y Luis
García, y Pedro Hernández y Luis Hernández de Ibavte, vecinos y naturales de
esta isla de Tenerife, moradores en el dicho término de Güímar y de Nuestra
Señora Candelaria, por [n]os y por los demás vecinos y moradores del dicho término,
por los [c]uales hacemos y prestamos voz [y] caución (…otorgan poder general
de Gutierre de Trejo, clérigo presbítero, beneficiado de Nuestra Señora de
Como
dicen los guanches: “porque ellos ayudaron a hacer la dicha iglesia e
imagen”; o como dicen en el documento que se elevó a público: “porque
donde al presente está ha esta[do …] continua desde que la dicha imagen se
hizo”. Por la significación o novedad que supone esta afirmación,
hemos optado por reproducir la minuta en su totalidad y el poder en su mayor
parte, pues para defender sus derechos sobre la imagen los guanches manifiestan,
sin ninguna clase de reparos o dudas, que tienen memoria de cómo sus
antepasados ayudaron a hacerla, es decir que ayudaron a costear su pago, lo que
entra en flagrante contradicción con el relato de Espinosa, que afirma que ésta
había aparecido en una playa a los naturales ciento y cinco años antes de la
Conquista de Tenerife.
La cuestión que nos
proponemos clarificar es que en el caso de
Si
como recoge el documento de 1544: “porque
ellos (y sus padres) ayudaron a hacer la dicha iglesia e imagen”; ¿A que
representación de
En la época
precolonial en la isla Chinech cada menceyato poseía una o varias
representaciones antropomórficas o anicónicas de
Creemos que nuestros antepasados adoraban a nuestra
Magné Chaxiraxi de manera intelectual y sus representaciones eran aniconicas,
esto se deduce de los múltiples Betilos y Menhires que han perdurado hasta
nuestros días y que han pasado desapercibidos para los iconoclastas,
Bethencourt Afonso nos reseñas algunos de ellos en
Ayesa e Itote en Arafo y otro en Valle Marcos, Abikure (San Andrés). (B.
Afonso: 418 y 432).
Pero
una piedra, o un menhir nunca fue objeto de devoción, veneración y de respeto
en sí mismo, sino por aquellos que implicaba y significaba, es decir, por lo
que tenía de proyección. Por este motivo la mayoría de las piedras
relacionadas con el culto han tenido un fin utilitario.
Pero el más singular de ellos es el situado en la
cueva de Chinguaro, verdadera representación aniconica de
Una
hoguera similar de Fuego Sagrado tuvo otro santuario de la Diosa, el de
Achbinico tal como recoge el investigador Dr. Ignacio Reyes: “El análisis morfosemántico sugiere que el ordeño
practicado en esta gruta,
orientada hacia el naciente y con restos arqueológicos de un ara permanente donde el fuego habría alcanzado
altas temperaturas, debió de poseer alguna dimensión ritual
o simbólica. Además, tras ella, en su vertiente occidental, discurre el
Barranco de los Samarines, orden de especialistas en materia religiosa y prácticas
adivinatorias, que, como señala su denominación personal, zammarin o 'poderoso', desarrollaba algunas de sus actividades
en dicho ámbito. Todo esto indicaría que el lugar poseía la dignidad
necesaria para recibir la imagen sacralizada. Un culto a la Diosa
creadora, Chaxiraxi, que asumiría en poco tiempo la personalidad
de Sep Meri, la Virgen María de los ocupantes cristianos. (Ignacio
Reyes, 2006:55)
Este
santuario-auchón de
Chinguaro modernamente ha sido usurpado por la iglesia católica so pretexto de
la creación de un triangulo mariano
en cuyos vértices se encuentran los sitios cultuales guanches de Chivisaya,
achbinico y Chinguaro, para la creación de esta nueva fuente de ingresos para
el obispado de Tenerife, se expropiaron los terrenos a bajos precios con la
connivencia del Cabildo Insular de Tenerife y Ayuntamiento de Güímar, quienes
con dineros públicos (De momento llevan gastado más de un millón de Euros)
han profanado este lugar sagrado guanche con toneladas de cemento y hierro, todo
ello en beneficio del obispado nivariense que será quien administre los futuros
ingresos económicos generados en Chinguaro y Chivisaya, pues los generados por
Las
usurpaciones han sido una constante histórica en nuestras Islas. En los
principios de la colonización el catolicismo se va a
encontrar con formas culturales guanches aprovechables y no dudará en sacarles
partido.
Gran
número de las ermitas que hoy se levantan en nuestros campos no son otra cosa
que la catolización de lugares que en la más remota antigüedad fueron el
marco en el que se desarrolló un culto guanche.
Con
la llegada del catolicismo vamos a asistir a un hecho transformador. La cultura
eclesiástica católica tratará de imponerse y derrotar a la cultura guanche
mediante tres procesos: 1) La destrucción de todo lo guanche; 2) La sustitución
de los antiguos cultos por otros católicos parecidos (obliteración); y 3) La
conservación de las formas rituales, aunque mutilando el significado
(desnaturalización). Son los dos últimos aspectos, es decir, la sustitución
de cultos siempre que no suponga una ruptura y la conservación de los actos
aunque orientados a las nuevas divinidades, los que incidirán en nuestras
Islas.
En los menceyatos del sur, al producirse la penetración foránea de manera más tardía, como consecuencia de los pactos de paces y, especialmente, por ser zona de amplia influencia de los alzados guanches, donde los colonos europeos durante los primeros decenios de la invasión y conquista no se aventuraban más allá de Güímar, perduraron durante mucho más tiempo la veneración original. Por el contrario, en la zona norte de la isla, donde tuvieron lugar los primeros asentamientos europeos, la acción del rodillo iconoclasta fue más avasalladora y brutal
Son varias las figuras de la Diosa Madre Chaxiraxi que en diferentes
aspectos existentes en la Isla en los momentos previos e inmediatamente
posteriores a la invasión europea, de las cuales la Historia colonial nos ha
dejado suficientes reseñas como para ser identificadas actualmente.
El
fraile Alonso de Espinosa nos informa de las mismas aunque como es habitual en
el dominico nos las presenta rodeadas de las inevitables e infantiles fabulas
con que adorna sus relatos:
“Otra imagen de Nuestra Señora está en Garachico,
cuyo aparecimiento pasa así:
Después que la isla se conquistó muchos años,
yendo unos
barqueros vecinos de La Orotava a pescar a las calmas de La Gomera en una barca o barco de Gonzalo Bueno, vecino
del dicho lugar, llegaron en el término de Adeje a una caleta
(que por el caso que vamos contando se llamó de Nuestra
Señora), en la cual hallaron una imagen de Nuestra Señora
de mazonería, con un niño en brazos al siniestro lado; y muy contentos con el
hallazgo, la meten en el barco, con intento
de volverse a su pueblo y poner la imagen en la iglesia
del. Pero Dios, que tenía determinada otra cosa, no fue servido,
porque, aunque venían con mar bonanza y próspero viento navegando, en llegando al paraje de Garachico les dio tanto
viento y mar, que les fue forzoso entrar en el puerto.
Ellos dentro, la mar y viento sosegados, tornan a
querer proseguir su viaje; y en
saliendo del puerto, tornó de nuevo la
tempestad. Y así les fue forzoso volverse al puerto, donde, habido su consejo, concluyen en que saquen a tierra
la imagen, y por tierra la lleven con el secreto que sea posible; mas no pudo ser tanto que no viniese a noticia de los del
pueblo de Garachico, y, aunque los
barqueros la sacaron encubierta, envuelta en
una bernia y con una gorra colorada, no bastó para que los vecinos de Garachico no diesen con ella; y, habida a las manos, la pusieron en la iglesia
parroquial, donde hoy día está. De ahí a pocos
días, viniendo de las islas de abajo a ésta ciertos portugueses,
conocieron la dicha imagen y afirmaban
haberla visto y haber estado en la isla del Fuego, y
que poco antes que aquélla isla se abrasase, desapareció esta
imagen de allá…”
Mayo
de 2011.
Anteriores:
En torno a la religión del pueblo guanche (VI-II)
En torno a la religión del pueblo guanche (VI-I)
En torno a la religión del pueblo guanche (V-II)
En torno a la religión del pueblo guanche (V-VI)
En torno a la religión del pueblo guanche (V-V)
En torno a la religión del pueblo guanche (V-IV)
En
torno a la religión del pueblo guanche (V-III)
En
torno a la religión del pueblo guanche (V-II)
En
torno a la religión del pueblo guanche (V-I)
En
torno a la religión del pueblo guanche (V)
En
torno a la religión del pueblo guanche (IV)
En
torno a la religión del pueblo guanche (III)
En
torno a la religión del pueblo guanche (II)
En
torno a la religión del pueblo guanche (I)
[1]
Si esta interesado en consultar la totalidad
de los documentos de este pleito
puede hacerlo en Juan Bethencourt Afonso en su Historia del Pueblo Guanche,
tomo dos y en: Guayre Adargumas Anez’ Ram Yghasen, Diosa Chaxiraxi
Versus Virgen de Candelaria-Historia de una usurpación. En:
www.elguanche,net
[3]
En
torno a estas procesiones Marín de Cubas recoge: “Tenían en sus términos
muchos ganados sueltos y salvajes, y otros tenían manso, y tenían
dedicados a la virgen de Candelaria otros pintados de blanco y varios
colores; tenían juegos y fiestas en diversos tiempos del año, y venían de
África al trato de carnes, cecina, sebo y cueros, traían cera y hacían
procesión y encendían luces a la virgen paseando la playa donde fue
hallada, y esto hicieron en secreto aún hasta el tiempo de la conquista; en
sus casamientos llevaban luces en la mano.” (Marín de Cubas,
[1694]1993:221-223)
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*wənna
əsmer > beñäsmer, prop. rel. (lexicalizada). (Ignacio Reyes
García)