OBSERVACIONES
A UNA SERIE DE ARTÍCULOS
DE
DON FERNANDO BÁEZ
EN
TORNO A
"Primero
te ignoran, pronto te desprestigian, luego discuten tus ideas y más tarde se
las apropian".
Miguel A. Martín González.
Chaurero
n Eguerew
Hemos venido siguiendo con atención una serie de artículos publicados
por don Fernando Báez Santana,[1]
en medios digitales en torno a la religiosidad del pueblo guanche. El
Sr. Báez es preclaro sacerdote de la iglesia católica apostólica romana
implantada en esta colonia del reino de España en el noreste de África
denominada Archipiélago Canario.
Conociendo
el profundo amor que don Fernando profesa a nuestros antepasados guanches y a
nuestra ancestral cultura, lo que se refleja, entre otras cuestiones, en
su permanente “cruzada” en defensa de nuestro patrimonio arqueológico,
humano, agrícola y ganadero, lo cual le distingue aún más, si ello fuera
posible, como un canario de pro.
Por
ello nos sorprende el giro que paulatinamente ha ido dando a su serie de artículos
en torno a la religión de los antiguos canarios, actitud compresible solamente
si tenemos en cuenta la total fidelidad a su obispo, fidelidad de la que don
Fernando hace gala públicamente, por consiguiente, es posible que haya recibido
algunas consignas de sus superiores, los cuales conocedores de la estima de que
goza don Fernando entre sus fieles y determinados sectores de la sociedad
canaria, además de sus excelentes dotes de comunicador, le estén utilizando de
manera solapada como instrumento de ataque directo e indirecto contra una
determinada confesión religiosa.
Conociendo
lo prolífero de la pluma -o teclado- de don Fernando cuando desarrolla
cualquier tema, hemos dejado transcurrir un tiempo prudencial antes de exponer
nuestros planteamientos y puntos de vista ante algunas inexactitudes y
desafortunadas afirmaciones de don Fernando en su serie de artículos donde nos
expone su personal visión de la
espiritualidad del primigenio y actual pueblo canario, no exenta de una gran
carga de etnocatolicismo, como es natural en un hombre de profundas
convicciones.
Suponemos
que don Fernando ha dado por concluida, por lo menos de momento, dicha serie de
artículos, por ello pasamos a exponer nuestro punto de vista sobre el contenido
de algunos aspectos recogidos en los mismos, bien entendido que no nos anima
deseos de polemizar y sí de compartir planteamientos que puedan enriquecernos
mutuamente en el plano espiritual y cultural.
No
es fácil valorar la situación espiritual del pueblo guanche actual sin caer en
simplificaciones excesivas o malas interpretaciones. Hasta la fecha no se han
realizado estudios profundos sobre la verdadera base ritual y devocional popular
en las islas antes de la ocupación y colonización
española. Quizás esta situación se deba a dos razones fundamentales y ambas
complementarias. En primer lugar, una dependencia absoluta de las misiones españolas,
moldeadoras de una conciencia catequizadora totalmente descontextualizada; y en
segundo lugar, una total falta de comprensión de
las raíces históricas y espirituales que una nación sometida recibe en la percepción de un catecismo
impuesto.
Dicho
lo que antecede, vamos a entrar en materia, iremos analizando uno por uno los
mencionados artículos.
(I)
IGLESIA GUANCHE
Don
Fernando inicia este escrito aludiendo que en su día le fue sugerido por don
Elio Rodríguez Figueroa insigne matriota canario, fervoroso independentista,
caballero revolucionario y convencido militante marxista-leninista,
profundamente ateo, y ejemplo de honestidad y calidad humanas.
El
Sr. Báez expone en este artículo entre otras cuestiones: “Los
guanches, tenían su propia Iglesia (o reunión religiosa), formada por: su
Dios, su clero, sus lugares de culto, sus ceremonias, sus rezos, sus mujeres
consagradas, su culto a la muerte, sus ofrendas, etc., y así: Dios
(Acorán): con pequeños matices diferenciadores en cuanto a pronunciación del
término, en función de las traducciones, los guanches, creían en el único
Dios: el sustentador del universo, coincidentes con las religiones monoteístas,
y no eran idólatras; veían en el sol -como san Francisco de Asís- la
manifestación del poder divino, al que no adoraban.”
De
acuerdo con don Fernando en cuanto a que nuestros ancestros guanches tenían -y
tenemos-, una Congregación espiritual perfectamente reglada etc., aunque no
compartimos su afirmación de que el panteón guanche estuviera presidido por
una divinidad masculina (Acorán) como explicaremos
más adelante, así como la pretensión de que la religión guanche es
monoteísta, ya que, como tendremos oportunidad de ver, sus fundamentos
participan del monoteísmo (Diosa Madre Universal) del politeísmo (Dioses
Paredros) y de ciertos aspectos del animismo (veneración a los espíritus de
los ancestros, respeto a la naturaleza).
Si
ha existido un pueblo al que podemos atribuir una ciencia,
una política social y una moral “sagradas”, es sin duda el antiguo pueblo
canario. No cabe duda que esta tierra bañada por
Vamos
por partes, veamos el análisis lingüístico de la voz: “Acorán.
adj. m. GC, Tf. ant. desus. Rel. Divinidad masculina.
Expr. t. Achoran, Achoron, Acoran, Alcorac, Alcoran, Alcorán. ―
*ā-hɣur-an
> aqqoran, adj. m. sing. lit.
‘el
Celestial’.” (Dr. Ignacio Reyes García).
Como
podemos ver por la traducción, la voz Acoran
usada tanto en Tamarant (Gran Canaria) como en Chinech (Tenerife) no hace mención
a un dios determinado, y mucho menos hace referencia a
un dios sustentador del universo.
En todo caso se refiere a un astro posiblemente
Recordemos
que en las culturas imazighen (beréberes) y por consiguiente la insuloamazigh
los astros cambian de genero siento por tanto el
Sol femenino y
En
cuanto a su afirmación de que la religión guanche era: “coincidentes
con las religiones monoteístas, y no eran idólatras; veían en el sol -como
san Francisco de Asís- la manifestación del poder divino, al que no
adoraban.”
Mucho
nos tememos don Fernando que su fe o su consabida bondad le ciega, o
posiblemente los árboles no le dejan ver el bosque. Tal vez en su calidad de
Licenciado en Historia de la iglesia católica ha tenido acceso a fuentes
documentales mas fiables que las manejadas por los cronistas e historiadores de
la invasión ocupación y colonización de este Archipiélago Canario, más
fidedignas incluso que las del Papa Urbano
V quien en su bula “Ad hoc
Semper” afirma que los antiguos canarios adoraban al Sol y a
Si
le parece don Fernando, para ir entrando en materia, vamos a dar un somero
repaso a las referencias documentales en torno a las prácticas de Culto a
«... Tenerife y Palma, sus habitantes son de aquella
gente que se llaman canarios, que es un gran
pueblo. Adoran al Sol como a Dios» (Diogo Gomes, en B. Bonnet, 1940:98)
En la mencionada bula del papa Urbano V
de 2 de septiembre de 1369, con ocasión de estimular la presencia de misioneros
catalanes en el Archipiélago:
«..quod in Canariae et alus eis adiacentibus
insulis, quae Insulae Fortunatae
nuncupatur, sunt personae utriusque sexus nullam legem tenentes nec aliquam
sectam sequentes, sed dumtaxat Solem et lunam adorantes...-» (J.
Alvarez, 1945: 12).
[Que en Canaria y otras islas adyacentes, llamadas
Islas Afortunadas, son personas de uno y
otro sexo que no tienen leyes ni siguen secta
alguna, pero sólo adoran al Sol y
Su única práctica de devoción consistía en
prosternarse ante el sol en el momento de
su aparición.
No conocían ninguna religión, y jamás misionero alguno les llevó alguna doctrina [Ibn Jaldún 1977 (1347), 169].
Cada Mosto, en 1455
refiriéndose a los primigenios habitantes de Chinech (Tenerife) entre otras
cosas nos dice: “Son idólatras, y adoran al sol, la luna, las estrellas y
otros diferentes objetos.“
Con carácter general, lo explica también el viajero
A. Cada Mosto en dicho año, quien refiriéndose a
todas las culturas insulares, dice que “son idólatras
y adoran al sol, la luna, las estrellas” (A. Cada Da Mosto, 1895).
Los
nativos canarios adoraban unos al Sol, otros a
Valentín
Fernández, 1505.
Por su parte, Abreu Galindo (1602), al referirse a
las creencias de los guanches, introducen conceptos monoteístas
con connotaciones propias de la mentalidad cristiana.
Marín
de Cubas recoge: “En esta isla de Thenerife unos afirmaban que no había en el
cuerpo alma racional, ó que en muriendo el
cuerpo todo se acababa,- otros confesaban haber un Dios universal, y llamaban Jucancha,- juraban solemnemente por el sol, llamado
Acaman y que había otro Señor que gobernaba el mundo, y las cosas sublunares
llaman Iguaya hirají, compuesto de guaya que significa espíritu, y hireji
cíelo. Conocen haber demonio y llaman guayóte, y que él sólo tiene la pena
en la tierra, y en los sitios donde hay volcanes, fuego y azufre, y en particular
en el monte de Teíde. Adoraban por cosa celestial y suprema deidad á
Los textos y
Estimado
don Fernando, como podemos ver nuestros antepasados rendían culto a
La dependencia de la
vida terrestre de
Continuando
con el tema de
“La
existencia de rutas transaharianas “neolíticas” abonarían las tesis de la
existencia de un sustrato étnico o cultural común. Evidentemente, lo más
importante de estos contactos interétnicos no es la pertenencia o no a una
misma “raza”, sino el compartir unos mismos elementos culturales que,
precisamente, circulaban por las rutas transaharianas o porque estaban muy
arraigados en la zona. Las características socioculturales “comunes” a
garamantes, numidas, guanches, etc.,
esto es, a los denominados “protobereberes” que trillaron los rutas
transaharianas, proceden de diversos aportes, algunos de ellos netamente
africanos, más exactamente sahariano y subsahariano.
Precisamente uno de los
elementos simbólico-culturales que encontramos en toda esta área geográfica
es el carnero[2]
con esférico en la cabeza, que está
presente en la prehistoria sahariana, aunque también en Egipto. Pero lo más
relevante es que el dios Amón-Ra Egipcio, de origen africano-sahariano
(Castiglioni y Negro, 1986; Cervelló, 1995) aparecería como el dios Achamón
(dios sol) de los guanches de Tenerife. G. Camps no estaría de acuerdo, pero la
tesis a defender sería que el dios solar habría nacido en el norte de
Africa/Sahara y después influye en Egipto (como han señalado distintos
autores). Y el sol es un elemento fundamental en la religión y creencias preislámicas
de los Amazigh, aunque también lo fue de otros pueblos del Oriente Medio,
debido a lo cual distintas oraciones del Islam coinciden con la salida y la
puesta del sol, precisamente para eclipsar los cultos solares preislámicos. No
por casualidad, Alejandro Magno fue al actual oasis de Siwa (Egipto) para ser
investido divinamente en ese oráculo líbico donde estaba la fuente del sol. Y
el dios-carnero Ammon, dios Tebano y posteriormente del antiguo Egipto, procedería
de Siwa (un oasis que se cita a menudo como de los pocos lugares egipcios que
quedan con clara presencia amazigh).
A Ammon los griegos lo
habrían asimilado como Zeus y los romanos como Júpiter. Sin negar su
influencia en otras divinidades solares como Helio, o sutilmente soláricas como
Apolo.” (Guillermo Alonso Meneses, 2010)
Acerca del panteón protoberéber dice Herodoto:
“Sólo
consagran sacrificios al Sol y a
Sin embargo, habría
que hacer hincapié en la hipótesis de que el dios-Sol, de origen prehistórico-sahariano,
que entre los egipcios se llama Amon-Re, entre los guanches de Tenerife Achamon[3]
y entre los fenicios Ba'al Hammon influyó
en el Mediterráneo, al parecer procedente del interior de África. Por eso el
dios Sol o dios carnero con un Sol entre los cuernos, de las estaciones
rupestres del Atlas y macizos saharianos, habría acabado apareciendo en el
alfabeto hebreo y fenicio: “alef”, la primera letra, no sólo se traduce por
toro, también como carnero. Posteriormente, la letra "alef"
significará (jefe, cabeza, principio y el valor numérico uno); “ef” es
“jefe” en algunos dialectos amazigh del Atlas marroquí, y en lengua tuareg
(a miles de kilómetros de distancia) cabeza se dice “eref”. De modo que la
palabra castellana “jefe” podría venir del amazigh “ef” y no del francés
“chef”. Además, el punto aries (carnero) marca el punto del comienzo del año
solar, cuando el sol pasa del hemisferio sur al hemisferio norte. No por
casualidad, el punto astrológico de aries se simboliza con una “gamma”,
letra griega que deriva de la letra semítica “gimel”, cuya grafía recuerda
la época en que el alfabeto era simbólico y simbolizaba la cabeza con
cornamenta del carnero (R. Muñoz Jiménez, 1994). Acaso el mismo
carnero-dios-Sol de las estaciones prehistóricas del Sahara.
Una de las primeras
civilizaciones que establecieron un estatus sobresaliente para el Sol fue la del
antiguo Egipto cuya civilización guarda determinados parámetros con la cultura
guanche, a partir del tercer milenio a.e.a.
Al Sol, en su aspecto de disco solar, se le llamó Aten; pero dependiendo
de si salía, llegaba a su cenit o se ponía, recibía sucesivamente los nombres
de Khefri, Ra o Atón. También era Horus, el dios con cabeza de halcón que más
tarde fue identificado por los griegos, como queda dicho, con su dios Sol Apolo.
Todas las deidades de
las naciones fueron identificadas como
Los romanos habían
asumido el culto del dios solar fenicio Baal, al que se le adoraba bajo la forma
de una piedra negra. Baal se hizo popular en el Imperio romano en el siglo II.
En 218, cuando Heliogábalo se proclamó emperador como Sol Invictus Elegabulus,
se fundó el culto al Sol como religión oficial. Aureliano (que reinó del 270
al 275) adaptó el culto solar para mejor ajustarlo a la religión romana
tradicional bajo el título de Deus Sol Invictus, dios, el Sol invencible. Esto
duró hasta el reinado de Constantino (siglo IV), con el arraigo del
cristianismo, cuando se prohibió (a la vez que se lo asimilaba) al rival solar.
Aun antes de que
Constantino fusionase estas dos religiones, al cristianismo ya se habían unido
paganos, no convertidos, mientras que las sectas gnósticas, medio cristianas,
estaban tomando fuerza. Las sectas gnósticas tenían una variedad de formas,
eran una mezcla de cristianismo, neoplatonismo, adoración a
Constantino llamó a la
deidad del Sol, “Sol invicto, mi compañero”. Su edicto del año 321 legisló
que el “Venerable Día del Sol” (domingo-sunday) fuera día de descanso.
Este descanso fue ordenado en honor al Sol y no en honor al Cristo.
“El
primer día de la semana era consagrado a Mitra desde tiempos remotos, como lo
afirman varios autores. Así, cívicamente fue legislado el “venerable día
del Sol” para ser el día de descanso. Ahora sólo quedaba que la iglesia católica
entrara en la línea con esta ley civil de Constantino, quien aun siendo
adorador del Sol, había mostrado afinidad hacia los cristianos, especialmente
acabando con las persecuciones.
Este cambio al domingo
por la iglesia católica tuvo lugar en el año 336 (algunos historiadores dan la
fecha de 364) en el concilio de Laodicea, canon 29, “Los cristianos no deben
judaizar descansando en el shabbat, sino que deben de trabajar en ese día,
honrando, más bien, el día del Señor (Dominus dei/Domingo) descansando, si es
posible, como cristianos. Sin embargo, si alguien es encontrado judaizando, que
sean cerrados para Cristo”.
El obispo Eusebio
(270-338), quien trabajó con Constantino, admite la decisión de la iglesia católica
de cambiar el shabbat por el domingo. “Todas aquellas cosas que eran obligación
en shabbat, han sido trasladadas al día del Señor”. (Eusebio, commentary
on the psalms [Comentario sobre los salmos], mencionado por Moses Stuart, Commentary
on the Apocalypse. [Comentario sobre el Apocalipsis], Vol. II, 9.40) la
iglesia sucumbió y la fusión se llevó a cabo prácticamente. El Sol invicto,
la deidad del Sol, estaba probando el mérito de su nombre.
El sol invicto, que había
conquistado a todas las demás religiones, había vencido finalmente a su rival
principal, el cristianismo, uniéndose con él, fusionándose con él... La
creencia mesiánica, al ser unida a todos aquellos cultos de adoración a
La fiesta cristiana de
la navidad parece haber sido trasladada hacia el año 330, en tiempos de
Constantino (306-337), al 25 de diciembre. Con ello se quería significar a
Cristo como el verdadero Sol invictus. Es importante observar que, a
partir del año 315, empiezan a aparecer en las monedas los primeros símbolos
cristianos. Probablemente sea por estas fechas cuando tiene lugar el cambio de
la fiesta de Navidad al 25 de diciembre. El mensaje recabado de la célebre visión
de Constantino fue en el sentido de la prevalencia de Cristo sobre el Sol:
Cristo es el verdadero Sol invicto. Sólo faltaba trasladar la fecha del
nacimiento de Jesús al 25 de diciembre, día en que se festejaba el nacimiento
del Sol invictus.
Pero este tema de
“Cristo-el-verdadero-Sol” ya había sido prolijamente proclamado por
Clemente de Alejandría (150-215) en muchos de sus escritos. Orígenes siguió
los pasos de Clemente, su maestro, y proclamó a Jesús “el Sol”, “el
verdadero Sol”. Cipriano llamó también a Cristo “el verdadero Sol”. Por
causa de esto, el Obispo Zeno de Verona elaboró extensivamente sobre
Cristo-el-Sol, como el verdadero Sol, como el Sol Eterno.
Algunos pueden decir
que Helios significa también Sol como el Sol físico, pero todas las
enciclopedias afirman que en religión, Helios significa la deidad del sol.
Esta asimilación de
Jesús con la deidad del Sol no fue difícil, porque los paganos del imperio
romano habían creído en la adoración al Sol, y se referían a su deidad, el
Sol, como su “señor” (Kurios).
Al decir del
historiador de las religiones, E. Roízton Pike, “los persas y los egipcios,
los fenicios y los sirios, los griegos y los romanos, los mexicanos y los
peruanos, los hindúes y otros pueblos; celebraban en aquel día (25 de
diciembre) el parto de
Mitra,
nació durante el solsticio de invierno (22 / 25 de Diciembre en el hemisferio
Norte), se le rendía culto los domingos; los líderes de este culto eran
llamados Papas y su símbolo mas difundido era el de una gran llave,
necesaria para abrir las puertas celestiales por las que debían pasar las almas
de los difuntos. Estas mismas llaves, son hoy, “las llaves del reino”,
símbolos que caracteriza a los sucesores de Pedro, casualmente conocidos como
Papas.
La festividad de Sol
Invictus se celebró el 25 de Diciembre, fecha adoptada por los cristianos para
su propio rey invencible.
Para concluir estas
breves observaciones en torno a la influencia que la veneración a
Pero
desde mediados del siglo XV se adoptó la forma de torrecilla o templete ojival
(casi siempre de plata) erizado de pináculos y sostenido por una base artística
quedando en medio una lúnula o viril de plata u oro para colocar en él
visiblemente la hostia. En la época del Renacimiento se construyeron asimismo
en forma de templete pero de estilo romano y desde fines del siglo XVI se
empiezan a dar las que hoy están más en uso en forma
de sol radiante, las cuales en el siglo XVIII llevan círculos de cabecitas
de ángeles rodeando al viril central. En las Españas, se estableció a
mediados del siglo XV la costumbre de llevar sobre una carroza o ricas andas y
sobre un trono la custodia en las procesiones del Sacramento.
En
cuanto a su afirmación de que nuestros ancestros “no
eran idólatras” tenemos la impresión
que sigue usted en este tema los
planteamientos sugeridos por el dominico Fray Alonso de Espinosa, y desarrollado
siglos más tarde por Rousseau, quien expone que el hombre ausente de la cultura
etnocentrista está construido sobre la estructura del paso del estado
natural al estado de sociedad, el pensamiento de Rousseau propone un regreso utópico
al primer estadio sin abandonar el segundo en tanto que abandonarlo ya no es
posible. Introduce así la imagen del "buen salvaje",
una suerte de inocencia natural (no existe el pecado original católico),
la bondad es innata así como la igualdad absoluta.”
Nuestro
ancestros por supuesto que disponían de un arte sacro y realizaban figuras
antropomorfas y zoomorfas con las que representaban diversos aspectos de las
divinidades a las que posiblemente rendían algún tipo de culto, especialmente
a los lares o divinidades domesticas, este tipo de estatuaria por lo que
representaba al no corresponder con los dogmas de la confesión religiosa
impuesta, fue demonizada por esta, desatando desde las predicas y pulpitos una
intensa campaña iconoclasta de cuyo resultado desapareció la imaginería de
La
estatuaria sacra guanche estaba compuesta generalmente de figuras
de pequeño tamaño
que se han hallado en las Islas, especialmente en la de Gran Canaria, y que
se relacionan con las concepciones de las divinidades que tenían los antiguos
canarios. Algunas son las representaciones de los dioses paredros guanches,
otras imágenes de seres benefactores usados a modos de talismanes. Algunos
autores los vincula con las culturas
prerromanas de nuestro continente africano al igual que el resto
del arte rupestre guanche. Estas estatuillas suelen estar elaboradas en piedra, barro
cocido o huesos
de cetáceos.
Las
crónicas nos confirman la existencia de una imaginería dedicada al culto de la
primigenia religión guanche. Veamos algunas de estas reseñas, en este caso
referida a la Isla Tamarant: “Entrando otros en las casas, notaron que estaban
fabricadas de piedras cuadradas, labradas con gran artificio y cubiertas de
grandes y hermosas maderas.
Encontrando
las puertas cerradas y queriendo ver el interior, las rompieron con piedras, lo
que irritó á los fugitivos cuyos gritos retumbaban por todo el aire. Después
de haber así roto las puertas, entraron en casi todas las casas, donde
encontraron higos pasados en cestos de palma, tan buenos como los de Cesena, y
trigo más hermoso que el nuestro, siendo este grano más largo, más abultado y
más blanco, como lo era igualmente la cebada y otros cereales de que
probablemente se alimentan los habitantes. Estas casas, muy bellas y cubiertas
de hermosas maderas, eran muy blancas en el interior como si hubiesen sido
albeadas con yeso.
“Encontré
igualmente un oratorio ó templo en el cual no había absolutamente ninguna
pintura ni adorno, tan sólo una estatua de piedra, representando la imagen de
un hombre con una bola en la mano y desnudo, con un delantal de hojas de palma,
que cubría las partes naturales, según la costumbre de los habitantes; la que
quitaron de allí y habiéndola embarcado, la transportaron á Lisboa.”
(Alvise Cadamosto).
Esta
es la primera noticia que tenemos de los sacrilegios, profanaciones y
depredaciones llevadas a cabo por los cristianos contra la ancestral Iglesia del
Pueblo Guanche, de las muchas que tendrían lugar durante el periodo de la
guerra de invasión de las islas por parte de los europeos.
Torriani,
refiriendo a la Isla Titoreygatra (Lanzarote), recoge: “Adoraban un ídolo de forma humana, pero no se sabe quién
era.
Lo
tenían en una casa como templo, donde hacían congregación, la cual estaba rodeada por dos paredes, que entre sí
formaban un pasillo, con dos pequeñas puertas, una fuera
y la otra en medio; y allí, como en un laberinto, entraban
a sacrificar leche y manteca. Algunos otros pretenden
que entre estos bárbaros hubo otras clases de idolatría, de
las cuales la verdad es que no se tiene ninguna seguridad.
(L.Torriani, 1959:41)
Estatuilla
de la Diosa Tanit descubierta por don Sebastián Jiménez Sánchez y según su
descubridor: “Es
sin duda alguna la figura antropomorfa labrada en piedra, por mí descubierta en
1944 en la localidad de “Los Casarones”, término de San Nicolás de
Tolentino, la que ofrece mayor importancia entre todas las que hoy conocemos
relacionadas con el culto. Fue encontrada entre las ruinas de una vivienda de
planta cruciforme del que fuera poblado canario de dicha localidad, actualmente
casi desaparecido por el trazado de una carretera. Ella trae el recuerdo de los
idolillos neolíticos en piedra y barro cocido del Mediterráneo Oriental,
especialmente de los de Tesalia, Creta y otras culturas del Egeo y aún de Malta
y de Almería, aunque la técnica sea inferior.
Es
figura labrada en piedra traquítica. Presenta una estructura poroso-alveolar
debido a su mucha antigüedad y desgaste. Es pieza que constituye un caso único
en la investigación historia antigua de canaria. Tiene un alto de
La
estatuilla denominada
Tara, la más significativa y famosa confirmada como un icono de
identidad de todos los canarios. Una pequeña terracota identificada con el
culto a la fertilidad de los antiguos canarii. Fue donada al Museo Canario por
don Gregorio Chil y Naranjo. Esta pieza por su notoriedad fue expuesta en
la Exposición Universal de París en el año 1900.
Últimamente
se han suscitado algunas controversias en torno al lugar de origen de esta
estatuilla, ya que se venía asumiendo que la misma había sido encontrada en
Telde, por el contrario otros, entre los que se encuentra don Fernando Báez,
sostienen que dicha figura procede
de: “la ciudad de Gáldar, capital del Reino
Guanche.”
Estatuilla
dado a conocer por el Dr. Pablo Atoche, a la que se le atribuye la representación
de la Diosa egipcia Tueris, localizada en Zonzamas, Isla de Lanzarote, y
denominada “Ídolo de Zonzamas.” Ciertamente esta escultura es una pieza de
un altísimo grado de depuración estética.
Representa
a una figura sentada sobre sus talones con las rodillas dobladas, los brazos
sobre éstas, y la cabeza rematada por un tocado o corona rehundida, y guarda
similitudes estilísticas con ciertas esculturas fenicias y púnicas, por lo que
es probable que fuese un aporte de navegantes fenicios.
Una
gran escultura de bulto redondo que representa un carnero o un cerdo (Balbín et
al. 1987: 31) que, aunque esquemática y deteriorada, se podría relacionar con
las bichas béticas, y una gran piedra rectangular con una gran espiral grabada,
o mejor una estela solar, de
“Ídolo”
de Arucas (Gran Canaria): que sigue el modelo de Tara aunque con
un mayor esquematismo y menor grosor.
En
todas las islas se han encontrado gran cantidad de estatuillas guanches, además
de las descritas, como por ejemplo El Guatimac figurilla pectoral que usaban los
kankus,(sacerdotes de la Sol) encontrado
en 1885 en el Barranco de Herque (Tenerife), actualmente está expuesto en el
Museo Arqueológico del Puerto de la Cruz.
Los “Ángeles” son
dos figuras de factura guanche labradas en toba roja existentes en una cueva de
El Sauzal, también en la Isla de Tenerife. Estas estatuillas han sido objeto de
peregrinaje y veneración popular durante siglos, hasta que una familia alemana
compró la finca donde está ubicada la cueva cerrando el paso a los naturales.
Además, a principios del pasado siglo, alguien tuvo la “piadosa” idea de
recubrir las estatuas con una capa de cemento para darles un aspecto más
“cristiano”.
Asimismo en Tenerife se
encontró una figurilla en la montaña de Los Riscos en San Isidro, Granadilla de Abona, por un montañero,
confeccionado en basalto poroso o piedra molinera y que actualmente, según
explicó su descubridor, hay más estatuillas encontradas por cabreros de la
zona. Esta escultura fue dada a conocer en su día por don Raúl Melo Dait.
También se han
encontrado figuras similares en la Cueva
de Los Ídolos en Erbania (Fuerteventura) también en Titeroygatra
(Lanzarote.)
Es singular la Cabeza
de Tacande, en la Isla Benahuare (La Palma), tallada en piedra porosa y con una
serie de signos grabados.
Tenemos noticias del
hallazgo de una escultura similar en
Así mismo, en La
Gomera están documentados dos figurillas conocidas como Machia Mayor y Machia
Menor.
Creemos que con este
sucinto repaso a la imaginería guanche queda demostrada la “idolatria” es
decir, la veneración a determinadas deidades domesticas.
Ahora bien, demos
somero repaso al concepto de idolatría según los dogmas judeo-cristianos:
La idolatría es la
costumbre de fabricar estatuas, o hacer imágenes con el fin de adorarlos o
tenerlos por dioses, o confiar en ellos. El segundo mandamiento de
La idolatría no se
refiere sólo a los cultos del denominado paganismo. Es una tentación constante
de la fe. Hay idolatría desde el momento en que el hombre honra y reverencia a
una criatura en lugar de
Las escrituras
judeo-cristianas, hablando de las imágenes dice: “Los ídolos de las naciones son plata y oro, hecha de manos de hombres.
Tienen boca y no hablan, tienen ojos y no ven, orejas tienen y no oyen; tienen
narices y no huelen; manos tienen, mas no palpan; tienen pies y no andan. No
hablan con su garganta. Semejante a ellos son los que lo hacen, y cualquiera que
confía en ellos. Derecho están como palmera y no andan. Son llevados porque no
pueden andar. No tengas temor de ellos porque ni pueden hacer mal, ni para hacer
bien tienen poder. Salmo 115: 3-8 Jeremías 10: 4,5.” La iglesia
cristiana cayó también en este pecado de idolatría. Cuando Constantino “se
convirtió al cristianismo”, decretó como religión oficial del imperio
romano, el cristianismo; las gentes que tenían sus dioses representados por imágenes,
les quitó el nombre de ellos y los cambió por el nombre de santos. Esta
iglesia cristiana idólatra, se conoce actualmente como la Iglesia
Católica Romana.
También, en un par de textos más, Pablo de Tarso relaciona explícitamente
a la idolatría con el dinero. Dice que: “los explotadores, que sirven al dios
dinero, no tendrán parte en el Reino de Cristo y de Dios” (Ef 5,5). Y en otra
carta exhorta a apartarse de: “la codicia, con la que uno se hace esclavo de
ídolos” (Col 3,5).
Cuando en el versículo: los
explotadores, que sirven al dios dinero, no tendrán parte en el Reino de Cristo
y de Dios” (Ef 5,5). Y en otra carta exhorta a apartarse de: “la codicia,
con la que uno se hace esclavo de ídolos” (Col 3,5), es muy claro que quienes se hacen codiciosos con el dinero y se exacerban
con las ganas del poder que él mismo da, esta haciendo uso de una de las mas
peligrosas idolatrías: La codicia. Es bueno dar una mirada a la vida de algunos
clérigos católicos famosos, y como sus fortunas han ido en aumento a
medida que aumentan los creyentes.
Según el catolicismo “existe una diferencia esencial entre la idolatría
y la veneración de imágenes practicada en
Ahora bien, ¿cómo se
conjuga este planteamiento con la adoración mostrada por los católicos hacia
las vírgenes, los santos patronos; en las rogativas etc. etc., donde se invoca
a los santos sin mencionar a
”Y
quitó a los camoreos, que habían puesto los reyes de Judá para que quemasen
incienso en los altos en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalén;
y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol, y a la luna, y a los
signos, y a todo el ejército del cielo.” (Sagradas Escrituras, 1569).
Es cuando menos
lamentable el pretender que en pleno siglo XXI los pueblos continúen comulgando
con piedras de molino.
Estimado don Fernando,
en cuanto a que: “La Virgen (Chaxiraxi):
es la advocación mariana en su lengua y religión de la Madre de Dios, a la que
llaman: “la Madre del sustentador”, sin ser diosa, sino como en nuestro
cristianismo.” Es un tema que, si a usted le perece bien, trataremos
cuando analicemos su artículo “El, no
es Ella, donde veremos fehacientemente que, al contrario de lo que usted
expone, el panteón de la Iglesia guanche, está presidido por
Ella y no por Él.
Imagen:
Estatuilla de la Diosa Tanit descubierta por don Sebastián Jiménez Sánchez en
1944 en la localidad de “Los Casarones” Tamarant.,
Marzo de 2011.
Continuará…
[1]
Don Fernando Báez Santana es párroco de Lomo
Magullo (Gran Canaria) que, a su vez, incluye las parroquias de Cazadores y
Las Breñas, lugares donde
ejerce su ministerio.
[2]
Es interesante recordar que en el rebaño sagrado dedicado a
[3] Achaman (Ashaman). adj. m. Tenerife. El centelleante, el celeste.