OBSERVACIONES A UNA SERIE DE ARTÍCULOS DE DON FERNANDO BÁEZ 

 

   

EN TORNO A LA RELIGIÓN DEL PUEBLO GUANCHE (V-IV)

 

 Nadie puede hacer que nos sintamos inferiores, si no es con nuestro propio consentimiento... Conocer el camino, es distinto de caminarlo, entonces, dejamos de ser teoría... Iluminado es quien toma conciencia de la oscuridad, para superarla..., es quien aprende que "dondequiera que nos planten hemos de saber florecer..., es quien discierne que el camino está iluminado, que las herramientas para el viaje han sido entregadas, y que ahora es tiempo de caminar..." (Anónimo)

 

Chaurero n Eguerew  *

 

RELIGIOSIDAD GUANCHE (V-IV)

 

3- 6. PRECISIONES SOBRE LA RELIGIÓN DE LOS GUANCHES

 

 

En este bloque de observaciones al articulo del Sr. Báez “Precisiones sobre la religión de los guanches”, vamos a continuar tratando en torno a la Divinidad suprema del antiguo pueblo canario, tema que está profusamente tratado en la historiografía canaria pero que usted por lo visto ignora o prefiere ignorar a pesar de su condición de Licenciado en Historia de la iglesia católica.

 

Vamos a continuar tratando sobre las referencias escritas y arqueológicas de la presencia de la Diosa Madre en el Archipiélago Canario, en esta ocasión en su aspecto como Diosa Tanit. En las páginas anteriores hemos dado un somero repaso en torno a la Divinidad en las Islas de Lanzarote, Fuerteventura, Hierro y Gomera, en las líneas que siguen nos ocuparemos de Gran Canaria, La Palma y Tenerife.

 

De una expedición del año 1341 nos han llegado algunos detalles algo más precisos: dos naves, fletadas por el rey de Portugal y con tripulación florentina, genovesa y española, alcanzaron las islas en el mes de julio del citado año bajo el mando del genovés Niccoloso da Recco y del florentino Angiolino del Teggihia de Corbizzi; Permanecieron en las islas durante cinco meses y, a su regreso a Lisboa, contaron tantas cosas interesantes que nada menos que el propio Boccaccio tomó la pluma para escribir un retrato de los guanches, basándose en los datos que, por carta, le había proporcionado da Recco.

 

Según nos dice Boccaccio, en Gran Canaria tenían reyes y sacerdotes y adoraban a una Diosa.

 

Angiolino, en su célebre viaje, nos refiere que había encontrado sobre la costa norte de Gran Canaria una capilla o templo, en el cual no había pintura alguna ni ningún otro ornamento, sino una estatua esculpida en piedra representando un hombre con una bola en la mano. Este “ídolo” se hallaba desnudo, excepto un delantal de hojas de palma que le cubría por delante. Estatua que robaron y llevaron a Lisboa. Después de reventar la puerta del templo con una piedra se apoderaron de la estatua y se la llevaron a Lisboa, siendo este execrable acto la primera profanación documentada de un templo de la religión guanche por unos católicos.

También el cronista español Andrés Bernáldes, el “Cura de los Palacios” uno de los historiadores mejor documentado de su época, en su Crónica de los Reyes Católicos nos dice que en Gran Canaria había una casa de oración llamada Toriña,[1] y que allí “tenían una imagen de palo tan luenga como media lanza, entallada, con todos sus nervios de mujer desnuda, con sus miembros fuera, y delante de ella una cabra de un madero entallada, con sus figuras de hembra, que quería concebir, y tras ella un cabrón entallado de otro madero, puesto como que quería subir a engendrar sobre la cabra.”

Recientes estudios en torno al hecho religioso del pueblo canario pre-colonial nos acerca a un mejor conocimiento de la presencia de la Diosa Tanit, uno de estos estudios ha sido realizado por la Doctora  María del Carmen del Arco, del cual reproducimos algunos párrafos:

 

“El Archipiélago (Canario) fue poblado a lo largo del primer milenio antes de Cristo en un largo proceso de imposible definición en la actualidad. Podemos afirmar, y la arqueología nos lo va mostrando poco a poco, que hubo sobre todo dos culturas mediterráneas que dejaron huellas en las islas, la púnica y la romana, bien directamente bien a través de poblaciones paleobereberes transportadas al Archipiélago. A estas dos influencias habría de suceder un largo periodo de aislamiento hasta la conquista castellana  (s. XV d.C.), durante el cual la cultura se desarrolla en un medio cerrado como es la isla en un largo y diferenciador proceso de adaptación.

 

Realizar un estudio exhaustivo sobre la presencia de Baal Hammón y Tanit en las islas Canarias no es posible por ahora, por las siguientes razones:

 

1º) Porque en las islas sólo conocemos algunas de sus manifestaciones y tenemos grandes lagunas a la hora de explicar el sistema religioso canario, que debió haber ido cambiando para servir a la sociedad para articularse en el nuevo territorio.

 

2º) Inexistencia (por ahora) de materiales púnicos originales, por lo que nuestras apreciaciones se realizan sobre representaciones secundarias de la diosa Tanit realizadas en el Archipiélago.[2]

 

Es conocido que el modelo de Cartago (Fantar, 1990) de sacrificios infantiles (tofet) y, por consiguiente, el culto a Tanit y Baal-Hammón, se repite a lo largo del Mediterráneo occidental, tanto en el Norte de África como en las islas adyacentes. Este ritual funerario lo hemos encontrado igualmente en desarrollado en el yacimiento de El Portichuelo (Telde. Gran Canaria) y claros vestigios en otras islas (Fuerteventura y Tenerife), (cuenca et al. 1996: González et al. 1999), donde aún es recogido por las fuentes históricas cercanas a la conquista lo que nos habla de su amplio arraigo y perduración.

 

3º) La ausencia mayoritaria de representaciones con datación absoluta o relativa, impide establecer evolución de las representaciones como reflejo del proceso adaptativo del sistema religioso canario.

 

A pesar de las dificultades antedichas, existe un largo repertorio de grabados y estatuaria de la diosa Tanit y de su paredro que comprende a todo el Archipiélago.

 

 Dichas representaciones vienen a ratificar la conexión entre los mundos religiosos canario, fenopúnico y paleobereber, a través de una de sus manifestaciones más genuinas.” (Mª. del C. del Arco Aguilar, 2000:44)

 

Es interesante un  grabado rupestre localizado en un yacimiento del macizo de Balos en el barranco del mismo nombre en la isla de Gran Canaria, en él, creemos ver la figura de un sacerdote con los brazos elevados sosteniendo otra figura de menor tamaño en la que también creemos ver la de un niño. Lo tenue del grabado no permite apreciar en detalle a la figura, no obstante, se puede apreciar que la figura va vestida con una amplia túnica o tamarco, tal como solían vestir los sacerdotes de Baal Hammón y de Tanit.

 

Sobre el origen y cronología de este yacimiento, el investigador A. Beltrán opina: “Queda pues sentado que todas las cuestiones relativas al origen, cronología y relaciones de los grabados y del resto de las islas son de imposible solución, al menos con certidumbre, en el momento presente, y solamente cuando se aclare el problema de la procedencia de los aborígenes canarios y de la época de su arribada a cada una de las islas y las fases de desarrollo y caracteres de su cultura material, se podrá avanzar, con seguridad, en el tema; lo dicho no excluye que se puedan adelantar hipótesis de trabajo con un fondo de verosimilitud e incluso de algunas precisiones concretas”.

 

Así, el doctor Beltrán concluye: “El macizo de los Balos fue un santuario o lugar sagrado, en uno de los puntos estratégicos de Gran Canaria, su posición privilegiada respecto de las entradas en la isla lo hace muy accesible, pero no obliga a suponer que quienes llegaron a grabar allí lo hiciesen circunstancialmente, sino que debe pensarse en habitantes de la isla que han dejado allí sus huellas picadas sobre la roca a lo largo de unos cuatro mil años.” (En: Julio Cuenca Sanabria, 1982:13)

 

 

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Como dato científico curioso veamos estos dos grabados rupestres que representan a jinetes y caballos, el de la izquierda está localizado en un yacimiento en el Lomo de Los Letreros en el Barranco de Balos, Agüimes, Gran Canaria, el segundo corresponde a un yacimiento de grabados rupestres localizado en Khor Madik, Alta Nubia egipcia, signado como K.M. 15. Y datado en el 3800 antes de la era occidental actual, es decir, mil ochocientos años antes de la era cristiana. Esta claro que si bien los canarii no disponían de caballos en los momentos de la invasión europea, si que conservaban memoria de los mismos.

 

Como hemos visto son múltiples los símbolos representativos de la Diosa Tanit en su época más arcaica existentes en los yacimientos de grabados rupestres de todas las Islas del archipiélago, estos símbolos son: Triangulo; “Botella”; Mano; Pez; Soliforme; Tanit Alada; “Cruz con peana; Escalera; Palmera y Palmas; Rombo; Cuadrado y Rectángulo. El más recurrente de ellos es el triangulo y el denominado por algunos estudiosos como “cruz con peana” y “Botella” que realmente son una esquematización de la estatuilla conocida como “Ídolo de Tara”, como son los localizados en Morro del Cuervo, en Agüimes, y Cueva de Cubas en Telde ambos en Gran Canaria.

 

Por otra parte, conviene señalar que más del noventa por ciento de la estatuaria religiosa guanche halladas y estudiadas son femeninas, el resto son zoomorfas, algunas consideradas ambiguas y muy escasas las de asignación masculina.

 

Le suponemos suficientemente informado sobre los almogarenes y espacios cultuales guanches  en Gran Canaria, por ello vamos dar un sucinto repaso a algunos lugares donde están presentes determinados símbolos o  representaciones de la Diosa Tanit.

 

Uno de los santuarios más emblemático del los canarii pre-coloniales fue el Pino Santo de Teror y cuyo conocimiento como tal santuario guanche no ha sido debidamente divulgado, quedando oculto bajo la veneración de la Virgen del Pino en Teror.

 

Para los guanches, sociedad integrada en la naturaleza, tres árboles tenían la condición de sagrados, El Aceviño, El Drago y El Pino, este último tan demonizado y  despreciado por algunos que dicen amar lo que amamos los guanches.

Para el antiguo y actual pueblo canario el árbol más sagrado es el pino, muchos de los cuales eran templos naturales tan arraigados en nuestros  sentimientos que la religión invasora se vio obligada a sincretizar o “santificar” aquellos que el pueblo -aunque dominado-, no le permitió a los invasores que los convirtieran en victimas de sus hachas.

Así pudieron trasmitirnos la memoria de algunos Pinos Sagrados, verdaderos templos de la Divinidad, entre ellos el Pino de Teror, en Tamaránt, El Pino de La Victoria -primera ermita católica de esta localidad-, o el Pino del Cristo en Arafo, donde los Kankus (Sacerdotes guanches) acudían cada mañana a dar la bienvenida a la Diosa Magek, ambos en Chinech.

Otro ejemplar de Pino Santo es el de la Virgen de El Pino al que naturalmente dotaron de una ermita, situado en el término municipal de El Paso, en la isla Benahuare, la que aún se cobija bajo la sombra del inmenso pino canariensis, considerado el ejemplar más alto de Canarias y catalogado botánicamente como uno de los mejores del archipiélago.

 La “aparición” de la virgen del Pino

Antes de continuar estas líneas queremos dejar bien patente que no está en nuestro animo el ofender o menospreciar la devoción de nuestros conmatriotas veneradores de la para ellos Sagrada Imagen de la Virgen del Pino ni de ninguna otra, al contrario, cuentan con nuestro más profundo respeto y compresión  aunque esta devoción se manifieste actualmente de manera ignorantada gracias a los esfuerzos obnubiladores realizados por el sistema dominante. Solo nos limitamos a narrar los hechos tal cual están recogidos en la historiografía.

En todo caso, en estas prácticas devocionales en lo más profundo de los sentimientos de todo canario, subyace  el ancestral amor y adoración que profesamos a Nuestra Diosa-Madre Universal.

Según las “piadosas” e ingenuas leyendas generalmente rodeadas de estudiadas nebulosas con que el clero católico siempre ha tratado de explicar al pueblo las supuestas “apariciones” marianas, hay algunas relativas a la de la Virgen del Pino que aunque similares a otras muchas que circulan en el ámbito mariano no sólo en el Archipiélago Canario, también en América donde desarrollaron su labor catequista dominicos y franciscanos, reproducimos algunas de ellas para un mejor entendimiento del proceso catequizador.

“Según la tradición popular, la imagen de la Virgen María apareció, de forma sobrenatural, en lo alto de un pino. Fernando Hernández Zumbado, en su novena a Ntra. Sra. del Pino (1782), explica el relato: “Nuestros padres nos han dicho que dirigidos por un resplandor maravilloso, la encontraron en la eminencia de un pino, rodeada de tres hermosos dragos, de cuyas ramas se formaba una especie de nicho; que una lápida muy tersa le servía de peana y que del tronco de aquel árbol nacía una fuente perenne de aguas medicinales”. La extraña lápida que sirvió de pedestal, con huellas podomorfas grabadas en la piedra, sólo fue vista por los pocos que subieron al alto pino, desapareció al caer el árbol.

El acontecimiento, según la tradición, tuvo lugar el 8 de septiembre de 1481, siendo venerada la imagen, además de por unos pastores, por el obispo fray Juan de Frías, prelado de la entonces diócesis rubicense. El episodio, de acuerdo con el relato tradicional, ocurría en pleno fragor de la conquista de Gran Canaria (1478-1483).

No deja de ser sintomático que un acontecimiento, considerado en la época tan extraordinario, escapara a los cronistas contemporáneos, que no tratan la aparición de la Virgen del Pino. Caso contrario, la Virgen de Candelaria, en Tenerife, que fue protagonista de obras monográficas. Habrá que esperar al siglo XVII para que se ofrezcan las primeras versiones literarias sobre el hecho, que queda perfilado en relatos más o menos similares al de Francisco López de Ulloa (1646). Entre otros autores del Seiscientos que también tratan el tema, aunque más escuetamente, destaca el obispo Cámara y Murga, Núñez de la Peña, fray José de Sosa, Marín y Cubas, etc. Todos coinciden en señalar el carácter milagroso de la imagen y su peculiar aparición en un pino.” (Juan Sebastián López García, 1989)

“En el siglo XVIII, el franciscano fray Diego Henríquez escribe un manuscrito terorense en el que detalla brevemente el milagro de Nuestra Señora de la Virgen del Pino. En este documento, el religioso cuenta cómo el Capitán General Pedro de Vera, tras la conquista de las Islas, anda por los campos de Gran Canaria repartiendo tierras, aguas y cobijos a los conquistadores y soldados. En su recorrido, guiado por algunos habitantes de la zona, llega al término de Teror[3] y allí le cuentan de la existencia de un gran árbol que contenía una rara maravilla. En las ramas de aquel curioso árbol se vislumbraba una estrella muy resplandeciente que nadie había podido alcanzar.

Cuando el Capitán General se acercó a aquella maravilla de la Naturaleza, que resultaba ser un pino de gran porte, vio en medio de sus gruesas ramas una imagen perfecta y bien tallada de una Virgen, con su hijo en brazos. Los conquistadores no daban crédito a lo que veían sus ojos y veneraron a la imagen que allí se erguía, en pie, sobre una piedra llana a modo de laja. 

A su regreso, los conquistadores transmitieron su descubrimiento al Obispo Juan de Frías, que partió hacia el lugar en donde se localizaba este hallazgo milagroso. Al llegar y levantar los ojos hacia el pino, el Obispo vio resplandecer a la Virgen tallada en el tronco del árbol. Dicen los manuscritos que el Obispo se arrodilló ante ella y la adoró con devoción dando gracias al Señor.” (La realidad es que el obispo encargó a un mozo portugués subir al árbol y colocar en el santuario una imagen católica).

Se hace cuando menos difícil el creer que 1481 en plena campaña bélica donde los canarii mantenían una continua guerra de guerrilla contra los invasores estos se atreviesen a internarse en las inmediaciones de  la selva de Doramas y, mucho menos el escarmentado por las armas guanches obispo Juan de Frías, verdadero capitán de la invasión y conquista, quien vestía por casulla una armadura, por mitra un morrión, por cruz una espada y como báculo una adarga, el cual cortó más cabezas de canarii que los mercenarios laicos.

No es  gratuito el hecho de que muchas Imagenes sagradas para el cristianismo aparecieran de forma milagrosa en las tierras invadidas y conquistadas por los cristianos, ya que ello formaba parte de todo un sistema de pensamiento en el que la conquista de una nación era seguida de forma inmediata por la instauración de la religión catolica.

La versión verdadera del Pino Santo de Teror

Veamos otro aspecto del Pino y Santuario  Guanche Sagrado de Teror visto por una mente científica como es la del Dr. José Barrios:

[…] A continuación sometimos este corpus a un análisis comparativo con las tradiciones descritas en (Servier, 1985). Como resultado de este proceso llegamos, entre otras, a las siguientes conclusiones, que pasamos a exponer muy sucintamente:

-El santuario estaba compuesto por los siguientes elementos:

 

Un pino canario con tres dragos gemelos plantados en su copa a unos 30 metros de altura. Los dragos encerraban entre sus raíces una piedra con un grabado formado por la silueta de dos pies. Completaba el santuario una fuente que manaba al pie del Pino, considerada medicinal por los antiguos canarios y seca poco después de la conquista.

 

-Las tradiciones del Pino de Teror tienen su origen en la cultura de los anti­guos canarios.

 

-En el Pino de Teror tenían éstos simbolizada la tumba de un antepasado pro­tector, cuyo  nombre —no conocemos otro— sería precisamente Aterure.


La prueba definitiva de esta hipótesis construida sobre paralelos antropológicos actuales con el vecino continente, la constituye un testimonio oscuro
de Marín que refrenda en 1687! lo expuesto:

“Lo qe piadosamente se tiene es qe en aquellas piedras, i tierra onde estaban plan­tados los dragos, devía estar el cuerpo de algún Varón Sancto que en la Ysla muriesse (...)”  ( Marín, 1687: 93r)

-El núcleo de este simbolismo lo constituirían los tres dragos encerrando en­tre sus raíces la piedra con el grabado podomorfo. Precisamente, un árbol encerrando entre sus raíces una piedra simboliza en el pensamiento norteafricano tradicional la unión de las dos almas que constituyen la personalidad, humana: nefs y rruh, constituyendo a menudo lo esencial de un santuario.

Esto nos lleva a considerar que los canarios creían en esta dualidad del alma. Algo de lo que no hemos podido encontrar rastros en las fuentes escri­tas, pero que podemos probar de esta manera.

-Estas tradiciones canario-mazigias fueron sometidas a un intenso proceso transculturador con la llegada castellana, dando lugar al actual culto a la virgen del Pino de Teror...” (José Barrios García, 1993:111-113)

 

Se dice que el pueblo es sabio, y efectivamente lo es, pero no porque haya asumido conocimientos emanados de universidades pontificias o laicas, o sesudos tratados de teólogos y filósofos, lo es porque su sabiduría nace y se desarrolla con las vivencias y experiencias de la vida cotidiana y que se va trasmitiendo de generación en generación.

 

A pesar de los ingentes esfuerzos catequizadores desarrollados por el clero de la iglesia católica para desviar la adoración popular a la Diosa Madre tratando de canalizarla hacía la figura de Jesús, hasta fecha relativamente recientes fueron ineficaces, un ejemplo de que el pueblo canario siempre ha adorado a la Diosa Madre aunque fuese enmascarada bajo la figura de María, lo tenemos en un documento dirigido por la “Santa Inquisición española” en Canarias al rey de la metrópoli. El documento es extenso pero si tiene  paciencia para leerlo verá que hasta 1788 el pueblo canarii adoraba a la Diosa Madre en su aspecto como Virgen del Pino.

 

1788. Septiembre 10. “Muy Poderoso, Señor: Con ésta y en nueve fojas útiles, remitimos á V. A. testimonio  de la denuncia, que en este Tribunal hizo el Doctor D. Rafael José Ramos Perera, Canónigo de la Santa Iglesia catedral de esta Ciudad, por haber mandado su Cabildo, que  la Imagen de Nuestra Señora del Pino se le den tres golpes de incensario, ó tres incensaciones, y que en sus procesiones vayan los Capitulares y Clero con el bonete la mano.”

 

“Para que V.A. se pueda, enterar bien del caso, debemos decir, que esta santa Imagen fue aparecida el año de 1483 recién conquistada esta Isla, en un Pino en el Lugar de Teror, distante dos leguas de esta Ciudad, como V. A. verá por la estampa que incluimos. Allí tiene, un Templo, el mejor que hay en toda la Isla , y han llegado á juntarse tantos capitales de las limosnas y legados de los isleños, que pocos años hace, se fundaron seis ú ocho Capellanías cuyos individuos asisten todos los días á cantar vísperas, tercia y misa, y en el templo hay ricos ornamentos y alhajas, con lo que se celebran las funciones con la mayor magnificencia.”

 

“El cuidado de este Templo y administración de rentas está á cargo del Cabildo de esta Catedral, de modo que un canónigo es administrador principal; hoy lo es el Doctor D. Andrés Domínguez Vélez, y este tiene de sustituto un clérigo residente en Teror que llaman  Mayordomo. El día de la Natividad de Nuestra Señora se celebra la función de esta Santa Imagen del Pino, y para ello van de diputados un Dignidad, un Canónigo y un Racionero, con el numero competente de Capellanes, músicos y sirvientes, todos á costa del Cabildo, que tiene allí una casa, que llaman de la Diputación.”

 

“Esta Santa imagen no se trae á la ciudad, sino en caso de urgentísima necesidad y antes de traerla, que siempre es á petición del Pueblo y Ciudad, se hacen tres días rogativas con misa en la Catedral, al Santísimo Sacramento; después nueve, á Nuestra Señora de la Antigua, que se venera en una Capilla de la misma Catedral; luego otra a San Pedro Mártir, Patrono de la isla; y el ultimo a Santa Ana, que lo es de la Catedral; y concluidos estos días de rogativa, se hace procesión por varias calles de la Ciudad, con la propia imagen de la Antigua; y no consiguiendo el remedio de la necesidad porque se pide, decreta el Cabildo la venida de Nuestra Señora del Pino y se señala día. En esto van á buscar la imagen del Pino un Dignidad  y un Canónigo, como Diputados de la Ciudad y pueblo”

 

“Sale por la mañana la Santa imagen de Teror procesionalmente; y luego, a corta distancia del Pueblo la  cubren, y la traen en una silla de manos, que para esto tienen preciosamente adornada, El Cura de Teror  con su sacristán y cruz parroquial, Alcalde y Regidores, vienen acompañando hasta la Ciudad, y lo mismo todos los Curas, por cuyos territorios pasa. Desde Teror llegan á una Ermita, que llaman San José del Álamo, distante como una legua: allí dejan la imagen en la Capilla con seis hachas, y comen los Diputados del Cabildo en una casa propia: lo mismo hacen los de la Ciudad, y dan de comer á cuantos concurren a conducir la imagen y sus adornos, que es una turba.”

 

“Salen de la dicha Ermita de San José del Alamo: como á las dos de la tarde, y ya de allí, sigue á la Imagen de Nuestra Señora la de S. José. Al pasar por el término del lugar de la Vega sale el Cura con capa pluvial y cruz a recibir  á Nuestra Señora con la Imagen de Santa Brígida, que es su titular, y siguen. Luego en el término del lugar de Arucas, sale el Cura de su parroquia del mismo modo, y con la imagen de San Juan, que acompaña á la de Nuestra Señora; y por último, en el término .del Lugar de San Lorenzo sale el Cura con la misma ceremonia, y la Imagen del dicho Santo Martir su titular. Con todo este acompañamiento llega la imagen de Nuestra Señora del Pino (al) Castillo del Rey, que está en dicha altura dominando la Ciudad. En cuanto  da vista, el Castillo dispara sucesivamente hasta trece piezas de cañón; y desde el Castillo bajan la Imagen en hombros, los oficiales de primera graduación de Milicias y guarnición de la Plaza hasta la Ermita de los  Santos mártires Justo y Pastor. A la primera pieza de cañón que dispara el Castillo echan á vuelo las campanas de la Catedral, de todas las Capillas y conventos de la Ciudad, y sale el Cabildo con la Parroquia, todo el clero, todo el Clero de la Ciudad y Comunidades religiosas, que obligan a esto, á recibir la Santa Imagen en una plazuela que hace, ante la dicha Ermita de San Justo y Pastor, cuyas Imágenes también sacan al recibo de la Virgen. En esta plazuela hay una mesa cubierta de damascos, con sus a almohadones al pié, y allí hace el Corregidor, Regidores diputados, obligación ante escribano, al Alcalde y Pueblo de Teror,  de devolverles la Santa Imagen después de la rogativa.”

 

“Concluido este acto, descubren la Imagen de N. S. del Pino, la dejan los oficiales y la reciben Clérigos. La música del Cabildo entona la antífona con sus versículos, y el Preste, que regularmente es el Deán, ú otra Dignidad, inciensa la Imagen y canta la oración. Hecho esto, se dirige la procesión a la Iglesia de Religiosos agustinos, donde está en una Capilla de Patronato de la Ciudad, donde está la Imagen del Santo Cristo de la Vera Cruz: sale este Señor presidiendo la procesión, después de la Virgen del Pino y demás efigies. A esta procesión concurre, no solamente la mayor parte de gentes de la, Ciudad, sino de toda la Isla; de modo que es el concurso mayor que aquí se ve. Desde San Agustín van a  la Catedral, en donde al pié de las gradas del Presbiterio se forman tres altares, y se colocan las Imágenes de este modo: el SS. Cristo de la Vera Cruz en medio; á la derecha, la Imagen de N. S. del Pino, y seguidamente San Juan y San Lorenzo; y a la izquierda, San José, San Justo y Pastor y Santa Brígida. Regularmente hay sermón, luego que entra la procesión en la Catedral, y muchas ocasiones  misión por nueve días.

 

“La mansión de la Imagen del Pino en la Catedral, suele ser lo menos de un me durante el cual, desde que se abre la Iglesia hasta las diez de la noche, está siempre llena de gentes de toda la Isla, y á la mañana se dicen muchas misas en los tres altares, y recogen cuantiosas limosnas; volviendo, cuando llega el caso la Virgen del Pino á Teror con el mismo acompañamiento y ceremonias que la traen.”

 

“El  Pueblo ignorante, que ve todo este aparato cree, que el  remedio de todas las necesidades, es la Vírgen del Pino, QUE PUEDE MÁS QUE DIOS y que no trayéndola, no hay remedio para su miseria; y si el Cabildo tarda en determinar  la venida, después que se pide claman contra los Canónigos.»

 

“En el presente año se trajo por falta de agua. Lo pidió la Ciudad; el Cabildo hizo Sus acostumbradas rogativas, como dejamos dicho, al SS. Sacramento, á N. S. de La Antigua, á San Pedro Mártir y á Santa Ana; y después  la procesión con N. S. la Antigua.

 

El Pueblo empezó a clamar, que no habría remedio, sino venia la Virgen del Pino, y se determinó el traerla. El Cabildo rehúsa la venida de esta Sta. Imagen por los crecidos costos que se le siguen y los más cordatos, porque ven que no sirve, sino de haber concurrencia del Pueblo; y muchas solo por diversión  y porque ven también QUE SE DA MAS ADORACION POR LAS GENTES Á LA VIRGEN DEL PINO, QUE AL ADORABLE SACRAMENTO.”

 

“El tiempo en que se acostumbra traer esta Señora, por falta de agua, es la primavera; y de este modo suele hallarse en la Catedral el día y octava del Córpus. Entonces llevan la Imagen del Santo Cristo de la Vera Cruz ” á la Iglesia de su Convento" y retiran las de los demás Santos á Capillas privadas, dejando la Imagen del Pino entre el Coro y Presbiterio, á la mano derecha; y con este motivo se ha visto muchas veces entrar bastante gentes indiscretas, volver la espalda al Sacramento, y orar en voz alta á la Virgen del Pino, por cuya razón, alguna vez se ha tratado en Cabildo, retirar la Virgen del Pino á una Capilla, pero no se han atrevido á determinarlo, por miedo al Pueblo y en este año, después de varias disputas, dispusieron volverla á Teror, cuatro días antes del Córpus, de cuya determinación se habló mucho contra los Canónigos.

 

Cuando ha estado en la ciudad el día del Corpus, salió en la procesión inmediatamente después del Sacramento, pero dentro del cuerpo del Cabildo, y se ven, ir mas  gentes rodeando á la Virgen del Pino, que al Sacramento, además de esto se nota, que cuando no va en dicha procesión la Imagen del Pino, y la de Ntra. Sra. de los Reyes, y entonces la llevan muy adelante, fuera del Cuerpo de Cabildo; cuya diversidad de cultos á Imágenes de Ntra. Sra., se mira melancólicamente por los sujetos de instrucción, al mismo tiempo que los ignorantes profieren, que todo se lo merece la Virgen del Pino; y de esto han nacido varias pandillas y disputas, sobre el culto de la Imagen del Pino.”

 

“En este año observaron, que algunos Capitulares iban en la procesión con el bonete puesto, otros le llevaban en mano; que unos, estando de semana, incensaban tres veces á la imagen del Pino, como á la del SS. Cristo de la Vera Cruz, y otros daban tres incensaciones al Cristo, y dos á la Virgen, y por esta razón se tuvo el Cabildo espiritual, en que se mandó dar solamente dos veces incienso á la Imagen del Pino, y todos fuesen con bonete puesto en sus procesiones.”

 

“A este Cabildo asistió el Racionero D. Francisco Enríquez, natural del mismo Lugar de Teror, y apasionado, según el dice, de la Virgen del Pino, y para anular el Cabildo, discurrió pedir su bolilla ó voto; y apenas salieron de el Cabildo se extendió por la Ciudad lo que habían tratado, y empezaron las pandillas entre los Capitulares, y toda la clase de gentes; de modo que se les decía en los estrados á los Canónigos, que no llovía, porque no trataban a la Virgen del Pino como se merecía, y que breve tendrían el castigo, los que habían mandado que se pusiesen el bonete en sus procesiones; y que no se la incensase como á Dios y con estos gritos del Pueblo, se celebraron después los Cabildos, de que hace mención el Canónigo Ramos en su denuncia y declaración después de que en el Pueblo se haber mandado dar tres veces á la Virgen del Pino, y llevar el bonete en mano en las procesiones, se les burlaba públicamente y mas por las mujeres á los Capitulares del voto contrario, diciendo, que la Virgen no había ganado el pleito y otras palabras á este tenor.”

 

“Antes de estas disputas, siempre en el Lugar de Teror, llevaban los diputados  del Cabildo, Cura y Clerecía, el bonete puesto en las procesiones, que allí se hacían con esta imagen dándola solamente dos veces incienso, pero ahora se les ha mandado hagan como el Cabildo; y con efecto, le salieron á recibir, cuando volvió, con bonete en mano, y la dieron tres veces incienso.”

 

“Nos consta por conocimiento y trato que los Capitulares que han votado-, por que solamente se dé dos veces incienso-, y se lleve el bonete puesto en las procesiones-, son los sugetos  más hábiles y timoratos del Cabildo, y por esto solían decirles vulgarmente que la Virgen del Pino había ganado pleito contra los beatos.”

 

“Sabemos también, que al Reverendo Obispo se ha escrito, y dado parte de el caso por varios Capitulares, pero se ha desentendido por no sufrir un pleito. Los canónigos dicen, que al Cabildo pertenece solamente el ordenar procesiones y demás ceremonias dentro de su Iglesia.”

 

“Para que al Dr. D. Domingo Alfaro. Dignidad de Prior, se le admitiese su protesta, que va al fin del testimonio, y pusiese en los libros Capitulares, fue preciso acudiese á la Real Audiencia por vía de fuerza, y de este modo se le admitió, lo que se le había denegado en dos Cabildos, poniéndole en el segundo perpetuo silencio.”

 

“El Tribunal ha creído, que este lance, por los alborotos y pandillas que ha causado, tanto entre los Canónigos, como en el Pueblo, necesita de remedio, y más, por la disonancia que causa la diversidad de cultos á la Imagen de Ntra. Sra., dentro de una misma Iglesia, porque á la del Pino han de incenciar, según el nuevo mandato, tres veces, y llevar bonete en mano en sus procesiones, y á la de la Antigua solamente dos, y bonete puesto y aunque también le pertenece, se debían calificar los hechos y determinaciones que se denuncian, no la ha mandado, porque uno de los dos calificadores que hay, es Canónigo, y porque temen no hallar sujetos imparciales para esta calificación, porque unos están por un bando, y otros por el otro.”

 

“V .A. nos mandará  sobre todo, que debemos ejecutar para acertar, como la desea- mos.-Nuestro Señor guarde á V. A. etc.- Inquisición de Canaria 10 de Setiembre de 1788.-Licenciado don Cándido Toribio de Alarilla.-Doctor D. Francisco Javier Sains Escalera.” (1)

 

Dejamos á nuestros lectores que haga cada uno las reflexiones que le sugiera el examen de este importante documento; solo nos permitiremos observar, que hoy seria difícil encontrar quien escribiese de ese modo. Razón hemos tenido en consignar, que de ellos no venia el progreso, porque progreso era y muy grande oponer un dique á la idolatría del Pueblo, que se desbordaba de la manera que aparece en esa carta.

 

El espectáculo de los dos bandos, de bonete y sin bonete, es altamente curioso é instructivo; el calculado desvío hacia una Imagen, y la ciega adoración hacia otra, es digno de estudio y meditación; y el furor del Pueblo y el miedo del Cabildo, uno de los rasgos más característicos de la época.

 

Lo que no comprendemos es, como siendo fácil tan eficaz remedio, hubo tantos años de esterilidad, peste, hambre, langosta, inundaciones y miserias. Tul vez los Capitulares, por no haber decretado antes llevar bonete en mano, y dar las tres incensiones fueran causa inocente de tamaños males. Grave descuido que tantas lágrimas costó a Canaria.

 

¡La Diosa se lo perdone á los señores Capitulares, y no se lo tenga en cuenta!

 

Notas:

 

(1) Correspondencia de la Inquisición en Canarias. Libro 8.º pag, 272 vto.

 

El Iltmo. Sr. Obispo D. Antonio de la Plaza consulto sobre este asunto á la sagrada Congregación de Ritos, y se decretó que solamente se dieran dos incensaciones á la Virgen del Pino, cuyo decreto se mandó guardar y cumplir por el Cabildo de 15 de Julio de 1791, anulando todo lo que en contrario se había antes acordado.

 

Para concluir el tema de las “apariciones” en Tamarant consideramos de interés incluir una nota que en relación a la Virgen del Pino nos dejó el Coronel de su Majestad británica y viajero A. Burton Ellis, en un libro publicado en Londres en 1885 quien no dice:

 

“Entre otras Imágenes extraordinarias de esta isla, una de las más extrañas es la que existe en la iglesia de Teror, una pequeña pero pintoresca aldea situada a unas once millas de Las Palmas. Es de madera, está cubierta de joyas y provista de cuatro brazos. Y lo que para alguien que conozca las deidades de La India supondría que intenta representar al dios hindú Visnú, aquí, sin embargo, es la Virgen, y la tradición asegura que hace algunos siglos se la encontró milagrosamente clava­da en un pino de un bosque cercano. No obstante, el motivo por el que tiene cuatro brazos es un misterio que dudo que in­cluso un sacerdote pueda resolver satisfactoriamente.” (A.B. Ellis, 1993: 55)

 

Se dice que existen amores ciegos, amores que matan, y nosotros añadimos que existen amores que inducen a los supuestamente amados a comulgar con piedras de molino.

 

 

Abril de 2011.

 

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En torno a la religión del pueblo guanche (II)

En torno a la religión del pueblo guanche (I)

 

Continuará…

 



[1] En Chinech (Tenerife) existe una región llamada Toriño (hoy Barrio Machado), cuando el lugar era un descampado construyeron en él una ermita dedicada a “Ntra. Sra. Del Rosario”, lo que sugiere que el lugar era considerado como sagrado por nuestros ancestros.

[2] Recientemente el profesor Pablo Atoche Peña (ULPGC), y su equipo multidisciplinar han logrado recopilar importantes datos y materiales que retrasan en diez siglos el primer establecimiento de humanos en las islas Canarias. Las dataciones del carbono 14 (C14), realizadas en los laboratorios Beta Analytic Inc., de Florida (USA, colocan a uno de los yacimientos estudiados, una estructura de unos100 metros cuadrados, como el más antiguo establecimiento al aire libre localizado hasta el presente en todo el Archipiélago canario, al tiempo que retrasan el primer poblamiento de Lanzarote al siglo X a.e.a., una circunstancia que permite relacionar los hallazgos producidos con la presencia en las islas de navegantes procedentes del Mediterráneo antiguo; primero fenicio-púnicos y más tarde romanos, los cuales dejaron significativos restos de su paso por la Isla en forma de estructuras constructivas, elementos cerámicos (ánforas y otros recipientes), objetos metálicos de cobre, bronce y hierro o avalorios vítreos.

 [3] Teror (Terûghe, “ La Dorada o Rojiza”), recordemos que el color rojo ocre es el color sagrado de la Diosa Tanit