QUIÉNES SOMOS LOS MAZIGIOS CANARIOS?

CAPITULO XI (II)

 

 Eduardo Pedro García Rodríguez *  

 

18.8 1 ALGUNOS TOPONIMOS  GUANCHES

 

      

    Cho/a = alto/a elevado/a. Geográficamente se refiere a un lugar situado en una elevación del terreno, o al final de una pendiente, meseta o caserío, por ejemplo, Chamiana, lugar de acusada pendiente en La Matanza de Acentejo. Taucho (Adeje), = estas(viviendas) de lo alto. Montaña de Taco (Taku) = esta (la) de todos, (en el sentido de pública, en ésta de La Laguna, y en la de Los Silos, existieron sendos adoratorios guanches). Debemos tener en cuenta que en la toponimia guanche se escribe indistintamente “cha” o “tha” “ta”  como en el caso de “tenique” o “chenique” (tenike, las tres piedras que conforman el hogar). Tegueste = este (del) cinturón (ó del círculo). Taganana = Tagana nnegh. = nuestro bosque. (Según Suarez Rosales) Tejina (Tehina o Tewinu) = esta (de las) viviendas. En todo caso tienen una pronunciación y sonido muy diferente a como suena en castellano.

 

    En la sociedad guanche, el  término “Cho” o “Cha” se aplica    dentro de cada comunidad a aquellas personas hombres o mujeres que, por alcanzar una  edad venerable, o por su comportamiento ejemplar, sabiduría, o por sus prestaciones a la comunidad, se les distinguía con el calificativo de cha/o, en el sentido de alto-elevado, es decir, los que están por encima del común.

 

    Los españoles a raíz de la conquista  a los Menceyes y nobles le anteponían el tratamiento de Don,  en el verdadero sentido de la palabra, es decir como título distintivo antes de que este vocablo se convirtiese en una mera formula de cortesía, ejemplos: Don Diego de Adeje, Don Enrique de Anaga, Doña Margarita Guanarteme Doña María de Lugo o Dácil, esposa de Adxoña. Este “Don/ña” equivale al “Cho” o “Cha” guanches.

   

    La Laguna: Aguere = Eguerew.                                              

    Tenerife : achinech, achinetche, atchimetche, chinet, chinech, achinat, chinec, chinechi, achineche, 

 

    Son trascripción de la palabra zanata, tal como la pronunciaban los antiguo habitantes precoloniales, zenec, c simboliza la ch española. En resumen si quisiéramos transcribir en los tipos de letras españoles Bzenec daría chenech o chinech o cheneche o chineche  que es como nos ha sido trasmitida la palabra por las fuentes más antiguas. Este nombre era el dado a la isla de Tenerife, y correspondía al mismo tiempo con el grupo humano llamado BZENEC, que los árabes escribían Zanata y pronunciaban Zenete.

 

    Binchini, bechini, bincheni, el prefijo de esta  palabra es el prefijo ben y no bin, si bien los berbérologos han supuesto que se trata de forma igual al demostrativo bereber wi-n = “el de”. La forma bin no aparece en Canarias casi nunca; y en Tenerife nunca; y las pocas veces que aparece es de seguro cambio por ben.

 

    Se da con frecuencia en bereber que w se pronuncie g o b; así por ejemplo, awal se pronucia agwal. Así pues, es un complejo relativo con valor de demostrativo: wi n, “el de” “éste” “el”.

 

    Es bien sabido que en la lengua  de los mazigios (bereberes) y por consiguiente en la lengua guanche, solamente se usan tres nociones o signos para expresar  los cinco sonidos de las vocales de la lengua castellana; unos se traducen por “a” y otros por “e”, la primera de dichas mociones se denomina “fataja”; la segunda “quesrra” por la “e” o la “i”; y la tercera “damma” unas veces por “o” y otras por “u”. La “e” y especialmente la “u”, tienen una determinada caída que generalmente a los oídos castellanos les sonaba como “o”, de ahí que un considerable número de topónimos y palabras guanches estén grafiados con “o” cuando deberían estarlo correctamente con “u” o “e”. Igual proceso sufren algunas consonantes como “w” “x” “h” “g” “t” “ch”, etc., como veremos más adelante.

 

    El segundo elemento de bencheni o bincheni es de la misma raíz chin=  “piedra, tierra” (más concretamente “grava”), que sean semánticamente algo diferentes las palabras benchini o bincheni desde el punto de vista semántico, es falso. Son más bien algo diferentes desde el punto de vista del oído de quien las transcribió; son la misma palabra wi n cen , que podían sonar a unos bencin, o bincen.  Bincheni y los otros vocablos de este tipo significan “el que es de la tribu”, “el tribal”, como opuesto a aquellos que no pertenecían a su grupo.

 

    Guanchinech: variantes del vocablo; guanchinet, guanchinec, guanches, guanhes, ganches, guanchos, guancho, guanchez, guanche.

 

    GUANCHE (Núñez de la Peña), BINCHENI (Abreu Galindo. 1), “un tinerfeño”, VINCHENI (Abreu Galindo. 2), “naturales de Tenerife”. La primera palabra es una reducción de (g)wa-n-chinet  “el de chinet (Tenerife)”. Las otras dos forman son de  wi-n-chine: ui es el plural de wa, “´el, “éste”, el que”. En castellano ui podría escribirse bi, vi. Para chinet, chineche, cfr.: (Zen.) tiniq “una gruta, cueva”. (Abreu Galindo. Nef.) Tanut, el diminutivo de anu, ”un pozo”. Viera hace derivar la palabra guanche de guan, hombre, en dialecto de Tenerife; pero nada encontramos en los vocabularios bereberes que puedan garantizar esta significación. Hemos reconocido la omofonía de la palabra guanches con la de guanscheris o guanseris, con la cual se designa  una tribu bereber, que habita las montañas del mismo nombre (Djebel ouanseris) a 20 leguas más o menos al sur de cabo Tenez, del otro lado del Cheliff. Es sabido que en berbería toman su nombre generalmente de las tribus que las habitan; el Edrisi las llama Wanschyrs y en el numero de las tribus de este territorio o de esta filiación, nombra los Haouaritas (Los habitantes de la isla de La Palma.)

 

    También León el Africano hace referencia del país de los guancheris, «Las tribus guerreras que ocupan esta alta montaña guanseris monte», dice, que han sostenido la guerra contra el rey Tlemsen por espacio de más de sesenta años. Galindo nos dice que la isla de Tenerife se llama Atchimetche y que sus habitantes habían recibido el nombre de Vincheni. Veamos la explicación que de estos dos nombres nos da don Rafael Muñoz: «Desde luego en Atchimetche encontramos de nuevo el a’y bereber como designación de la tribu. Así pues, Atchimetche o A’y chimetche será la tribu de chinetche, de la que quizás los españoles han hecho Tinerfe o Chinerfe, como se encuentra inscrito en los mapas de la edad media; pero A’yt en la lengua schilah es un equivalente del prefijo Atchi de los guanches usado delante de los nombres propios para señalar la filiación; luego, según nuestros vocabularios, Atchi-netche es un sinónimo de la palabra guan-netche, en la cual volvemos a encontrar los Guanschirs o los Guanscheris del Edrisi».

 

    En cuanto Bincheni tengamos en cuenta que los españoles empleaban indistintamente la V por la B; así pues el nombre de Bincheni es una corrupción del de Ben-y’cheni o Beny’chinerfe es decir la tribu de Chenerfe, o los hijos de Tinerfe, según los historiadores de la conquista. Por su parte George Glas, teniendo consideración a una cierta analogía de sonido entre la Z y el Ch de los españoles, deriva el nombre de Vincheni de los Zeneti o Zenetah, una de las cinco grandes tribus bereberes, pero hubiera sido más natural encontrar los Zenetah en el nombre de Henetah, dado por los antiguos habitantes de la isla a un pueblo del menceyato de Güímar (Los Genetos). Es plausible si la primera interpretación es admisible, la denominación de Tenerife o de Chenerife según los españoles de la edad media, será tal vez la reunión de dos nombres desfigurados por la mala ortografía: Chenetah por Zenetah, unidos a la palabra Rif, y de aquí Zenet’rif, es decir, la playa o el país de los Zenetah.

 

    Heneto. Variantes: fayneto, gaineto, geneto, Genetos (los), hagneto, Haineto, haineto, haneto, hayneto, hayneyto, jaineto, jayneta, jayneto, jeneto, zenetho, heneto.

 

    ...unas cuevas o moradas q[ue] son en Heneto q[ue] que han por nombre de los naturales desta d[ic]ha Guina q[ue] son en el barranco de las t[erras] que dicen de Guillén Castellano...texto de una data concedida a <<Pero Martín, natural desta isla e Francisco Delgado, mi criado>>, año de 1522, (también B.Pérez Pérez añade Güina, barranco en la Orotava) Guina barranco en el Hierro, y Guines localidad en Lanzarote. Según don Rafael Muñoz, la trascripción más cercana a la realidad sería Güinha, de wi n za, con arreglo a la ley de permutación de consonantes, según la cual z permuta con h. Veamos otro texto entresacado de las datas <<...en Anaga, término de desta isla de Tenerife en los campos de Amazy q. se han de regar con el agua de Avhana; los dchos. Campos eran, en el tiempos de guanhes, del rey de Anaga.(1507)>>. La palabra guanhes ha sido puesta en duda por Wölfel. Sin embargo la palabra que está españolizada mediante la terminación –s del plural, recoge el registro h del fonema z, tal como lo pronunciaban los zanatas y los guanches.

 

    Este texto contiene otros datos que considero importantes: Avhana es Azana; el copista  de esa clausula debía tener buen oído, ya que captó el elemento bilabial de la z. En cuanto al topónimo Amazy no es otro que la palabra Amaziy, cuyo sonido final o bien desapareció del guanche, como otros fonemas, o bien no podía trascribirlo. Resumiendo: heneto es “El zanata”, como nombre de persona o de lugar “Zanata”.

 

    La palabra guanche viene de wa n zenet, el que es de [la isla de ] zanata. Es una expresión relativa, aunque también es una manera de determinar el nombre, Significa “el que es zanata”, o simplemente “el zanata”. Que la terminación –et caiga por  la dificultad para el castellano para pronunciar palabras terminadas en consonantes, quedando la palabra reducida a wa n chene o wa n chine, es posible, pero hay que acudir a más causas. No es necesario acudir al fenómeno, en castellano, de reducir wa a gua, pues este fenómeno se da también en bereber, que se pronunciaría, conforme a las estructuras fonológicas de esta lengua , guan-.

 

    Hay que seguir descomponiendo la palabra wa n zenete (wa n chineche). En wa n zen n ete “el que es de la gente de las cruces”, que es como se lee, en época tardía, en el libros de las cruces de Alfonso X el sabio. En este caso el que así mismo daba este étimo percibía zen como palabra aislada y diferente de ete (“cruz”). En este supuesto zen, significa lo mismo que gens, “gente”.

 

    ACHE. Variantes del vocablo: afche, asche, achien, atche,  atchien.

 

    Antonio Cubillo nos dice: <<Wölfel confunde esta palabra con otras al analizarlas en la página 650 de su diccionario. Hay que tener en cuenta que At, Ayt, o Ait, significan los mismo: hijo de, de la familia de. Esto sucede en todas las variantes dialectales del bereber. “Atchen” significa uno de la familia de Chen, hoy lo llamaríamos su apellido>>. De las cuatro variantes que nos ofrece la palabra la última -Atchien- no es sino la trascripción francesa de Achien. Nos quedan, por lo tanto, tres variantes, todas verosímiles.

 

    Si el nombre auténtico es Asche reaparece el elemento sibilante de la peculiar manera de pronunciar la z que tenían los zanatas. Si es Afche, reaparece el elemento bilabial . Y si es Achien, reaparece la n de yen, el eponimo Yan de las genealogías. ¿Quiere decir esto que en la isla de Lanzarote, donde vivía el personaje se hablaba el dialecto Zanata? Por lo menos, si los datos son reales, la z, al menos la pronunciaban a la manera Zanata.

 

    Conclusiones. Todas las variantes pertenecen al grupo chineche. Los otros grupos, que parecen segmentos de chineche son, o bien reducciones subjetivas del oído de los cronistas, o bien variantes locales de los propios hablantes. Así, wa n cheneche: “el de chineche”, el Zanata; wa n chen: “el de los chen”, “el de la tribu” (Kini) y, por fin, para quien creyera que n de chen es la partícula de pertenencia “de”, la hacía desaparecer y se convirtió  así en wa n che “el guanche”.

 

    Geneto: Heneto-genete-genata-zenete-zanata = “gente de la (letra) +”, también “gente de las t “ entendiéndose como sinónimo de cruz, que es la forma gráfica de la t.

 

    Una de las tantas falacias históricas que han venido siendo sostenidas por determinados historiadores, debido quizás a que muchos de ellos se han limitado a copiar a sus antecesores, sin preocuparse en abrir líneas de investigación, fiando o usando de sus títulos Universitarios como de patentes de corso, manteniendo con ello una serie de bulos que por lo repetitivo acaban siendo aceptados como verdades académicas. Es este el caso del patromínico “guanche”. Se nos viene diciendo reiteradamente por parte de los dichos titulados que la etnia guanche habitó solamente la isla de Tenerife y, que por extensión se aplicó éste patromínico a los habitantes del resto del archipiélago.

 

    La verdad es que, si bien la mayoría de los habitantes de la isla de Tenerife, en los momentos de la conquista eran de etnia guanche, o Zanata, no es menos cierto que éstos se extendieron por todas la islas, en unas en mayor proporción que en otras, y en algunas conformaron la mayoría de sus habitantes, tales fueron los casos de las islas de El Hiero, Tenerife y La Palma (Beneauare). Para ésta última, por sus especiales circunstancias reservaremos un capítulo en otro lugar de esta obra, limitándonos a dar en esta nota algunas breves reseñas sobre la etimología del gentilicio “Bimbache” mediante el cual pretendemos afirmar la existencia de población guanche en la isla de El Hiero; “Azeru” “Here”, “Ere”, “Aceró”, “Eseró”, “Hero”

 

    BIMBACHES. Variantes:  binbachos, bimbachos, bimbaces, bimbapas.

 

    Según el erudito d’Avezac, el nombre de “Bimbacho” provenía de la voz árabe o bereber “Beny Bachyirs” o “Ben Bachirs”, planteamiento que es aceptado por Berthelot sin que nos explique la etimología. Naturalmente discrepamos con el acerto de estos autores, tal como hemos expuesto más arriba según Abreu Galindo, la isla de Tenerife era denominada por los guanches como “Bincheni” y que según Berthelot es corrupción de “Beny’ Cheni”, transformado en “Ben – Cheni” o “Bin – Cheni”, conforme a las reglas más arriba enunciadas.

 

    De la voz “Bin – Cheni” nace la de “Bin – Ben – Cheni” o “Bin – Ban – Bancheni” (transformada la “e” en “a”, o sea “Binbanche” o “Binbache” por pérdida de la segunda “n” al castellanizarse esa voz), cuyo primitivo origen fue “Ben – Ben – Cheni”, que en guanche quiere decir “hijos de los hijos de Tenerife”, o lo que es lo mismo “hijo de los hijos de los Zanatas”, lo cual expresa claramente que una parte de la población guanche de Tenerife se desplazó y asentó en la isla del Hierro.

 

    En referencia a un modesto trabajo mío, publicado en la separata La Prensa del periódico tinerfeño El Día, en el cual hacía referencia a una interpretación que del gentilicio Bimbache, hizo don Buenaventura Bonnet, el investigador canario don Antonio Cubillo Ferreira, tuvo la gentileza de enviarme unas corteses líneas en las que me explica su desacuerdo con la interpretación que del gentilicio Bimbache hizo el mencionado Sr. Bonnet. Entiendo que la aportación del Sr. Cubillo puede ser esclarecedora del tema, por ello, me tomo la libertad de reproducir en estas páginas, parte del contenido de la mencionada nota: <<...De acuerdo con lo que dice sobre la piedra Zenata y sobre mi estimado amigo el Pro. Muñoz. Noto sin embargo al leer su art. que admite la traducción del Sr. Buenaventura Bonnet para el significado de Bimbache y Bincheni. Aquí el Sr. Bonnet se equivoca en la partícula BEN aunque por otro lado acierta sobre el origen de los Bimbaches. En efecto, BEN significa hijo de ...en las lenguas semitas pero no en el berber donde hijo se dice AITU y también AIT.  Pero ¿qué ha sucedido con los muchos BEN...que existen en Canarias como antropónimos o como topónimos?

 

    Cuando los castellanos llegaron a Canarias se encontraron con un pueblo y una lengua que tenía la consonante W y en el castellano esta letra no existía. Sin embargo ellos debían traducirla o copiarla tal como la oían, por ello una veces empleaban la G y otras la B castellana. Publiqué algo de esto en una publicación hecha hace unos años donde empecé estudiando el castellano del s. XV para ver como los conquistadores oían a los guanches y como lo escribían.

 

    En Canarias existía una variante dialectal donde la A se pronunciaba cerrada convirtiéndose en E. Para decir “el de. TAIGA..” “decían los guanches WA-N-TAIGA y los castellanos oían: BENTAIGA y al escribirlo sustituían la W por una B de donde salía una palabra empezando así BEN.....

 

    WA-N en berber siempre significa “el de...” y el plural se dice WIN, es decir “los de.”Aquí se da el mismo fenómeno para el oído de los conquistadores y escribían BIN.

 

    En lo de BINCHENI, es fácil de ver de donde viene: WIN-CHINET, es decir los de Chinet, podría ser una solución. ¿y como se llega a Bincheni?. Fácil, en guanche si dice WIN-CHINET tiene un efecto eufónico que tiende a transformarse con el tiempo, por evolución natural de la lengua en WINCHENIT, que es más fácil de pronunciar con inversión de la I en E y cuando los conquistadores llegaron ya se había producido la evolución, pero ellos oyeron y escribieron BINCHENI, con caída de la –T-, final.

 

    Lo de Bimbache, hasta el momento no se de donde viene. Desde luego no tiene nada que ver con el nombre de la isla que era, HERO. Pudiera ser que era otro grupo humano venido de otra parte, o que estaban en otra parte de la isla y se diferenciaban de los primeros por otro origen; no se por el momento>>. 

  

18.9 VOCES CANARIAS

 

    Para concluir estas notas referentes a la toponimia y antroponimia de Canarias, y al objeto de que el lector le sea de la mayor utilidad posible, como elemento divulgadorde nuestro patrimonio lingüístico, pasamos a reseñar una serie de voces  pre-coloniales recopiladas por don Antonio Maria Manrique, y publicadas por don Rafael Muñoz Jiménez.

 

    Las fuentes que consultó Manrique para elaborar éste catalogo de voces que insertamos, son las citadas más abajo. Actualmente el catálogo de voces ha sido sensiblemente aumentado debido al trabajo de investigación que han venido realizando  algunos especialistas y investigadores, entre ellos Sabin Berthelot, Juan Bethencourt  Alfonso, Dominik Wolfel  y  Álvarez Delgado, entre otros. Más adelante esperamos poder ofrecer un “corpus” con las voces recopiladas por estos y otros autores así como una amplia serie recogida por mí.

 

    Las fuentes que utilizó Manrique para elaborar su glosario son las siguientes: Nicolaso da Recco (1341), Bontier y Le-Verrier(1402), Gomes Canne (1458), Aluisio de Cademosto (1455), Gomes Escudero (¿) ,Antonio de Sedeño (1495), Thomas Nichols(1526), Alonso de Espinosa (1594), Bartolomé Cairasco de Figueroa (¿1602?), Antonio de Viana (1604), Edmon Scory (1630), Juan de Abreu Galindo (1632), Juan Núñez de la Peña (1672),  José de Sosa (1678), Luis de Anchieta (1679), Tomas Arias Marín de Cuba (1687), Pedro Agustín del Castillo (1739), José de Viera y Clavijo, (1783) Bory de Sain –Vicent (1803), Barker Webb (1835), Sabin de Berthelot (1840), Agustín Millares 1861 y 1881), Franz von Locher (1877).

              

               Abora, Dios, el regulador de los astros.

1.     Acaman, Dios altísimo.

2.     Acano, el año lunar.

3.     Acero, lugar fuerte.

4.     Acichei, acichey, aquichey, las habas.

5.     Acoran, Dios.

6.     Acucanac, Dios sublime.

7.     Aculam, manteca fresca. (También, Amulan)

8.     Adago, leche de cabra.

9.     Adar, la espalda.

10. Adargoma, espaldas de risco.

11. Adexamen, debajo del agua.

12. Adijirja, el rió.

13. Aemon, agua.

14. Afaro, grano.

15. Aganeye, brazo cortado.

16. Aguahuco, el bastardo.

17. Aguere, LaLaguna.

18. Ahico, el vestido.

19. Aho, leche.

20. Ahof, leche.

21. Ahoren, cebada tostada y molida.

22. Achaño, el año.

23. Achemen, leche.

24. Achic, hijo o descendiente de...

25. Achicasna, el criado, sirviente.

26. Achicasnai, el villano.

27. Achicuca, el hijo (varon) ilegitimo.

28. Achimayec, la madre.

29. Achimencey, el hidalgo, señor de procedencia legitima.

30. Achinech, nombre de la isla de Tenerife.

31. Achiscana, el trasquilado, el villano.

32. Achjucanat, Dios sublime.

33. Achjuragan, Dios gran Señor.

34. Achoran, Dios.

35. Achormaze, higos frescos o verdes.

36. Aja, atalaya.

37. Ajerjo, torrente.

38. Alcorac. Dios.

39. Alio, el sol.

40. Almene Coran, Dios me ayude.

41. Almijarra, especie de palanca para mover el molino harinero.

42. Almogaren, templo, casa santa.

43. Almogaroc, adoración.

44. Altaha, hombre de valor.

45. Altaycayte, el valiente.

46. Althos, Dios, (en Lanzarote).

47. Amenacoran, Dios mío, ten piedad.

48. Amodayac, varas puntiagudas.

49. Amodagas, varas puntiagudas.

50. Ana, carnero.

51. Anepa, lanza o guión real.

52. Antieux, cueva, caverna.

53. Antraha, varon.

54. Añaza, antiguo nombre del lugar donde se fundo Santa Cruz.

55. Ara, cabra(¿).

56. Arabisen, salvaje.

57. Aramatanaque, cebada molida y amasada.

58. Aranfaybo, medianero.

59. Aratif, acatif, nombre de un puerto en Lanzarote.

60. Arautapala, nombre del valle de la Orotava.

61. Argui, pellejo de oveja.

62. Arguijon, descubierta.

63. Aridaman, cabra o rebaño.

64. Aromatan, cebada.

65. Artamy, príncipe.

66. Asidir- magro, ¡Oh, señor reverenciado!.

67. Atinavina, cerdo.

68. Atis tirma, ten misericordia de nosotros.

69. Aya, montaña.

70. Ayadismacaya, bajo los riscos.

71. Ayatimas-guaya, bajo los riscos.

72. Aisouragan, lugar donde se helaron (las gentes).

73. Axo. La momia.

74. Azeca, la muralla.

75. Azuguahe. El moreno o negro.

76. Baifo, el cabrito.

77. Banot, lanza o guión real.

78. Beleten, primera leche.

79. Benahoare, nombre de la isla de La Palma.

80. Beñesmer, estación o época de las cosechas.

81. Benrimo, el hijo del cojo.

82. Bentejui, nombre de un gobernador de Gran Canaria, en Telde.

83. Bimbachos, nombre de los naturales de la isla del Hierro.

84. Bincheni, nombre que recibieron los naturales de Tenerife.

85. Cancha, perro.

86. Cariana, cesta de juncos.

87. Cel, la luna.

88. Cichiciquico, el escudero.

89. Ciguena, oveja o cabra.

90. Coran, el hombre.

91. Coruja, mochuelo.

92. Cuna, perro.

93. Chacerquen, miel o arrope de mocanes a cuya fruta se llamaba joya o yoya.

94. Chafeña, grano tostado para comer sin moler.

95. Chamato, mujer. (Chamattu)

96. Chasna, población de Tenerife.

97. Chaxiraxi, la que carga al que tiene el mundo, con alusión a la Virgen de Candelaria.

98. Chiciquico, cichiciquico, escudero.

99. Chijoragi, el Niño de la Virgen de Candelaria.

100.     Chuchacaina, chuchango, el caracol de las viñas o de tierra.

101.     Datana, grito de guerra.

102.     Doramas, anchas narices.

103.     Echeyde, infierno, con referencia al volcán Teide.

104.     Efequen, adoratorio.

105.     Elguinaquaria, playa de Lanzarote.

106.     Enac, la noche.

107.     Erbania, nombre de la isla de Fuerteventura.

108.     Fagzan, gran sacerdote: o dignidad

109.     Faira, piedra redonda.

110.     Faita, ¡traición!.

111.     Famara, risco de Lanzarote, con numerosas fuentes.

112.    Faya, un gobernador con titulo de reste o mencey, con poder para nombrar los demás ministros de paz o guerra.

113.    Foretronqueve, ¡sal al instante maldito!

114.    Gabio, espíritu del mal.

115.    Fayacan, gobernador.

116.    Fayahuracanes, especie de capitanes.

117.    Faysage, consejero.

118.    Gaire, consejero de guerra.

119.    Galdar, población de Gran Canaria y una de las divisiones del poder supremo, allí residía el poder supremo.

120.    Gama, ¡basta; ¡no mas!, ¡no mas!

121.    Gambuesa, especie de empalizada.

122.    Ganigo, vasija de barro.

123.    Garahagua, ruin como un perro.

124.    Garao, nombre de un árbol de la isla del Hierro, conocido como por “el árbol santo”.

125.    Gofio, harina de cebada o trigo tostado.

126.    Gomera, nombre de una de las islas Canarias.

127.    Guachafisco, grano tostado.

128.    Guamf, el hombre.

129.    Guan, descendiente o hijo de...

130.    Guanarteme, el rey

131.    Guanche, natural de Tenerife.

132.    Guanil, ganado salvaje.

133.    Guanoth, el protector (del estado)

134.    Guañac, el estado (republica)

135.    Guañame, consejero; especie  de agorero o adivino.

136.    Guapil, tocado, sombrero.

137.    Guarirari, el que habita el universo. Nombre aplicado a la divinidad.

138.    Guativoa, festín, banquete.

139.    Guaya, el espíritu.

140.    Guayafan, coadjutor del gobernador; una especie de regidor.

141.    Guayarmina, estrella o hija del cielo.

142.    Guaycas, medias o botines.

143.    Guayere, el publico.

144.    Guayota, el diablo.

145.    Guelfo, el camello joven.

146.    Guijon, la nave.

147.    Acichey, harbejas y habas.

148.    Hai t’ahu catanaja, hombres, haced como buenos.

149.    Hana, el socorro.

150.    Hara, la oveja.

151.    Haguayan, animal.

152.    Harba, el préstamo.

153.    Hargui, saco de cuero.

154.    Harhuy, cuero, (¿de carnero?).

155.    Harimaguada, Virgen, vestal.

156.    Hecheres, hamenatos,  consejero; los primeros ministros de la corona, príncipes de sangre.

157.    Herbania, vide Erbania, nº 108.

158.    Herez, la cisterna.

159.    Herguele, el calzado.

160.    Hero, fuente,

161.    Hieri, nombre de la isla del Hierro.

162.    Hirachi, el cielo, el universo.

163.    Huayota, vide Guayota. nº. 145.

164.    Huacancha, fantasma bajo la figura de un perro.

165.    Huiguiro, el blanco.

166.    Huirmas, mangas largas o polainas.

167.    Ife, blanco.

168.    Iguala, el espíritu. Vide nº. 140.

169.    Iguaya hiraji, Dios que gobierna el cielo.

170.    Ilfe, puerco.

171.    Irene, el diablo.

172.    Irichen, trigo.

173.    Jaira, la cabra domesticada.

174.    Jaran, raices asadas, especie de pan

175.    Jarco, el difunto.

176.    jucancha, Dios universal, en Tenerife.

177.    Hueco, chupadores de raíces de malva.

178.    Juraque, las ovejas gordas y asadas.

179.    Lion, el sol.

180.    Lia, sol de verano.

181.    ...

182.    Magec, el sol.

183.    Magado, maza, garrote o lanza, rematado por un grueso nudo.

184.    Majido, espada de tea.

185.    Agio, el espíritu o hijo del sol.

186.    Mahey, el heroe.

187.    Maho, calzado.

188.    Mahorata, nombre de la isla de Fuerteventura.

189.    Mahorero, el natural de Fuerteventura.

190.    Majalulu, el camello joven (de mas edad que el guelgo)

191.    Majorjo, las mieses agostadas, que no llegan a dar frutos.

192.    Maroha, carne frita (o asada).

193.    Masiega, techo de paja.

194.     Maxio, espiritu encantado.

195.     Maxo, zapato; genero de abarca de suela que usaban las mujeres .

196.     Mayantigo, «pedazo de cielo», nombre aplicado al jefe o rey de Aridane, o Arirane, (isla de La Palma) a causa de la gentileza de su persona.

197.     Melenara, nombre de una punta y un puerto en Gran Canaria.

198.     Mencey, soberano, rey.

199.     Moca, lanza de madera, venablo.

200.     Mulan, manteca fresca.

201.     Naguayan, véase Haguayan, nº. 152.

202.     Oche, grasa, cebo derretido.

203.     Oma, risco, roca.

204.     Oranjan, Dios.

205.     Orduhy, patio.

206.     Oro orod, agua pura.

207.     Paragana, la espiga de las mieses, en cuanto al rabo unido a la cascarilla del grano.

208.     Punapal, hijo del primer matrimonio o de nobles.

209.     Quebehi, dignidad real.

210.     Quebihiera, alteza.

211.     Reste, especie de titulo que se confería para nombrar ministros de paz y guerra (en Gran Canaria).

212.     Sabor, el primer consejo de estado o consejo de guerra (senado). Especie de cortes o dietas, donde se trataba de los negocios públicos.

213.     Sansofe, sea bienvenido.

214.     Sel, el mes.

215.     Safarcaera, la sacerdotisa.

216.     Sigone, el noble, el capitán, el consejero.

217.     Soyajo, la rata.

218.     Sunta, arma  de guerra.

219.     Susmago, jabalina, dardo.

220.     Tabaiba, especie de euforbio (arbusto).

221.     Tabercorade, agua fresca.

222.     Tabide, olla pequeña, (de barro) con asas.

223.     Tabona, instrumento cortante, de pedernal, que servia de lanceta.

224.     Taburienta, taburiente, llano.

225.     Tacande, piedra quemada, lava volcánica.

226.     Tafeña, grano tostado.

227.     Tafiaque, pedernal en forma de lanceta, o mejor dicho afilado>>

228.     Taganana, el pueblo mas septentrional y situado en la isla de Tenerife.

229.     Tagargigo, agua caliente.

230.     Tagoror, plaza de consulta, consejo o ayuntamiento. Especie de tribunal de justicia, donde los reyes de Tenerife daban audiencia y se pronunciaban solemnemente contra los reos.

231.     Taguacen, cerdo o puerco.

232.     Taguao, vasija de barro, como una gran cuchara con su mango, también de barro.

233.     Taharemen, higos secos.

234.     Tahatan, oveja.

235.     Tahuyan, enaguas de pieles pintadas; Faldas que vestían las mujeres.

236.     Tajaraste, baile de los campesinos de Tenerife.

237.     Tamasaque, lanza o varas largas.

238.     Tamaragua, buenos días.

239.     Tamaran, nombre de la isla de Gran Canaria.

240.     Tamazanoma, carne de oveja frita, con manteca.

241.     Tamarco, capotillo de pieles, en forma de herreruelo.

242.     Tamo, cebada.

243.     Tamogantacoran, la casa de Dios.

244.     Tamoganten, la casa.

245.     Tamonante, la sacerdotisa inspirada, (especie de sibila)

246.     Tamozen, cebada.

247.     Tanauzu, en forma aguda es el nombre de un valiente guerrero, príncipe de la isla de La Palma.

248.     Tarha, señal para recuerdos.

249.     Tarja, rodela o broquel, hecha de madera de drago.

250.     Taro, nombre de una casa o edificio de forma circular.

251.     Tarute, el embajador.

252.     Tazufre, odre de piel de cabra adobada.

253.     Teherite, señal o marca que se pone en las ovejas.

254.     Tedota, montaña, monte.

255.     Tejuete, zurrón.

256.     Tener, nieve.

257.     Tenerife, monte blanco.

258.     Tenesor-semidan, rey o titulo.

259.     Teofuivite, carne de cabra y de oveja.

260.     Teguevite, Cabra.

261.     Tezeres, garrote.

262.     Tezezes, varas de acebuche.

263.     Tibiabin, sacerdotisa. (¿Nombre propio?)

264.     Tibicene, perro lanudo, espíritu maligno o fantasma bajo la forma de un perro. 

265.     Tigotan, los cielos.

266.     Timargo, invocación a Dios. Véanse los números 67, 69 y q69.

267.     Tindaya, localidad de Fuerteventura.

268.     Tirma, nombre de un risco sagrado en el término de Galdar (Gran Canaria).

269.     tite-roy-gatra, el nombre de la isla de Lanzarote.

270.     Tozio, cazuela con pico hacia fuera.

271.     Torcusa, nombre que los naturales de Fuerteventura daban a Lanzarote.

272.     Toriña, nombre de una casa de oración.

273.     Trifa, trigo, grano.

274.     Vaca guare, me quiero morir.

275.     Verdone, palo grande o vara larga.

276.     Xerco, zapato. Calzado a modo de abarcas.

277.     Itubaque, estera de juncos.

278.     Zahañac guayohec, soy tu vasallo.

279.     Zeloy, el sol.

280.     Zonfa, el ombligo o agujero.

281.     Zucaha, la hija.

282.     Zucasa, la hija legítima.

283.     Zazo, la momia.

 

Como podemos apreciar, existen notables diferencias en algunas de las voces y topónimos recogidos por Manrique con las mismas recopiladas por otros autores posteriores. Así mismo, algunas voces recogidas como guanches realmente no lo son. No obstante, no deja de ser un material interesante para los curiosos y para los interesados por el tema.

   

Junio de 2012.       

       

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