¿QUIÉNES SOMOS LOS MAZIGIOS CANARIOS? (II)
CAPITULO
III. (I)
Eduardo Pedro García Rodríguez
¿QUIENES
SOMOS LOS MAZIGIOS CANARIOS?
5.- ORIGEN Y CARACTERÍSTICAS FÍSICAS
DE LAS ISLAS CANARIAS
Sobre el origen de las Islas Canarias circulan toda una serie de teorías
y leyendas más o menos románticas, siendo la más sugestiva quizás por estar
sustentada por algunos intelectuales de reconocido relieve, el mito de La Atlántida.
Esta teoría propugna que las Islas Canarias son los Montes de la mítica isla
continente de que habla Platón en Cristias, siendo la parte que quedó emergida
al ser sumergida por las aguas la mítica isla-continente, siendo sus moradores
guanches descendientes de los atlantes.
Dejando a un lado las concepciones míticas-esotéricas, vemos lo que nos
dice
No sólo nacen las islas a causa de los materiales efusivos, sino que se
van configurando y aumentando de altitud y extensión a causa de la actividad
volcánica. Las primera erupciones se suponen de la era terciaria, mientras que
las últimas son de finales del pasado siglo (erupción del Volcán Teneguía,
isla de
Exceptuando Lanzarote y Fuerteventura que presentan un relieve
relativamente llano, el resto de las islas ofrecen una orografía atormentada
por grandes altitudes, profundos barrancos y zonas costeras con extensos
acantilados.
Es evidente que la formación volcánica, en si no es la causa única de
la formación del Archipiélago, no cabe duda que es la principal causa en toda
su configuración, pero hay que explicar el porqué de su origen volcánico,
aunque como dijimos anteriormente hay varias teorías, por lo que el origen
sigue siendo confuso, lo que se sabe es que: en Fuerteventura,
A comienzos del Mioceno, en el fondo oceánico, se originan
erupciones que forman grandes masas basálticas que dieron lugar a la edificación
de las islas. Desde entonces cada isla tiene su historia geológica propia.
Desde el cuaternario hasta fechas recientes no ha cesado la actividad
volcánica (Teneguía 1971) esto influye en la superficie de las islas e incluso
sobre su altura al nivel del mar.
Como hemos dicho anteriormente, algunos investigadores canarios serios y
honestos, están dedicando su tiempo de estudios científicos empeñados en
analizar de manera seria y coherente el acervo histórico, antropológico,
arqueológico, lingüístico y etnográfico de nuestro Archipiélago. Uno de éstos
investigadores honestos, los es sin duda don Francisco García-Talavera Casañas.
Veamos algunos breves pasajes de su artículo “Las Canarias Orientales y
vecina Costa Afrikana”, publicado en la revista “Eres” de arqueología: «De
todos es sabido que al finalizar la
última gran glaciación el
Pleistoceno sobrevino un intenso cambio climático que afectó sobre manera al
hemisferio Norte. Las tierras que habían estado cubiertas por casquetes
glaciares se vieron libres de ellos paulatinamente y a medida que se iban
fundiendo los hielos, el nivel del mar -que llegó a estar
En
este mapa Oceanográfico puede apreciarse lo acertado del planteamiento del Sr.
García-Talavera sobre la gran “Mahan”. Foto: Archivo del Autor.
Durante los últimos 10.000 años, el Norte de África, y en consecuencia
Canarias, acusó varias oscilaciones climáticas en las que la franja desértica
del Sahara se estrechaba en época de mayor pluviométria
y humedad, permitiendo asentamientos humanos en torno a lagos y ríos,
hoy totalmente secos...». Dentro de una síntesis paleográfica de las islas
orientales a lo largo del holoceno (cuaternario reciente), cabe resaltar
importantes cambios en la configuración de las mismas. Como botón de muestra
diremos que durante el máximo glacial würmiense, hace 18.000 años, Lanzarote,
Fuerteventura y las isletas e islotes, junto a algunos bancos submarinos como
el de Jandía (
5.1
SITUACIÓN GEOGRAFÍCA DE LAS ISLAS CANARIAS
Mapa de situación de las islas Canarias en relación con nuestro continente, en el mapa se puede apreciar los nombres autóctonos de las islas. Tratamiento tipográfico de Rafael Molina.
Chinech
(Tenerife)
Herbania
(Fuerteventura)
Tamaránt
(Gran Canaria)
Titoreygatra
(Lanzarorte)
Benahuare
(
Gumera
(Gomera)
Hero,
Ecero (Hierro)
Las Islas Menores,
Mención aparte merece las Islas Salvajes, las cuales están bajo
administración portuguesa debido al desgraciado tratado de Tordesillas,
mediante el cual castellanos y portugueses, con el beneplácito del Papa de
turno, se repartieron el saqueo de las tierras situadas en el Océano Atlántico.
Indudablemente, tanto por continuidad territorial como por proximidad, las Islas
Salvajes corresponden al Archipiélago Canario.
5.2
ALTITUDES SOBRE EL NIVEL DEL MAR Y PROFUNDIDADES MARINAS
Las islas van surgiendo de las profundidades del Océano como gigantescos
Menhires aislados unos de otros. (Exceptuando a las de Lanzarote y
Fuerteventura) En la medida en que nos vamos alejando del Continente, crecen en
general las islas, este crecimiento es más significativo en las de mayor
extensión, como podemos ver en el grabado.
Lanzarote y Fuerteventura, se encuentran asentadas en una misma
plataforma marina muy amplia, teniendo que alejarse para alcanzar profundidades
importantes. En contrapartida en las otras islas la plataforma que las rodea
alcanza profundidades superiores a los
Las características especiales de nuestras islas, han proporcionado un
suelo diferenciado, no sólo en su conjunto, sino dentro de cada isla,
condicionados especialmente por el micro climas de cada una de ellas y por las
altitudes y relieve del terreno. Los suelos en las zonas bajas son pocos
profundos, pedregosos, ricos en minerales y se erosionan con facilidad por falta
de capas de tierra vegetal protectora. De ahí que los campos de cultivos se
hagan con tierras extraídas de las zonas medias y altas, especialmente del
Norte. Los suelos de las zonas medias orientados al Norte, son profundos y
arcillosos, de cultivos intensos. En los de orientación Sur, la cobertura
vegetal disminuye, abundando zonas especialmente erosionadas, con suelos pobres.
Los suelos en las zonas altas, son de profundidad variable, y más
arenosos con elevadas concentraciones de materia orgánica. Son zonas propicias
para pinares. Los suelos situados en cota superiores a los
DISTANCIAS
ENTRE ISLAS
5.3
ANTIGÜEDAD ESTIMADA DE CADA ISLA
Fuerteventura. Con una antigüedad que se calcula entre unos 30 o 40
millones de años es la isla más antigua, a pesar de ello, geológicamente es
una isla joven pues comenzó a formarse solamente 150 millones de años después
de que comenzara a separarse los continentes.
Gran Canaria. Es conocida como la “Isla Redonda” aunque este
calificativo debería ostentarlo
Tenerife. Es una de las islas más jóvenes
que solamente cuenta con 7 millones de años de existencia. Las primeras partes
en formarse de la isla fueron los macizos de Teno y Anaga, el resto fue conformándose
por las sucesivas erupciones volcánicas.
La Gomera. La isla de
La Palma. Es una de las islas jóvenes, su nacimiento está estimado
entre 1,5 y 3 millones de años. Siendo la penúltima isla en aparecer y según
algunos geólogos ingleses será la primera en desaparecer, en unos millones de
años.
Hierro. La isla del Hierro es la más joven del Archipiélago su vida está
estimada en unos 0,7 o 0,9 millones de años. Hace unos 50 mil años sufrió un
gigantesco deslizamiento, en unos segundos, posiblemente como consecuencia de un
movimiento sísmico, se rompió un gran pedazo de la isla y se precipitó por el
talud marino desparramándose después por los fondos oceánicos, formándose el
Golfo. Los 300 mil kilómetros cúbicos de los materiales del desprendimiento
debieron producir un Tsumani con olas de más de
6.- LOS PRIMEROS POBLAMIENTOS DE LAS
ISLAS CANARIAS
Situación
de las Islas Canarias con relación a España y a
nuestro continente africano.
Los planteamientos expuestos
por el Sr. García Talavera, han sido posteriormente asumidos y desarrollados
por notables investigadores europeos, a pesar de que, como casi siempre suele
ocurrir con todo planteamiento innovador, tiene que enfrentarse a las teorías
vigentes y comúnmente aceptadas por los científicos de salón, que perciben nóminas
del ministerio correspondiente, y poco o nada habituados a la investigación. Éstos
no dudan en vituperar estos trabajos y a sus autores, crucificándolos en aras
de unos supuestos para ellos inamovibles.
Llegados a este punto, el amable lector nos va a permitir el que
disgreguemos un poco pues creemos que el tema que vamos a tratar merece que le
dediquemos un espacio en éstas páginas entre otras cuestiones, por los
estrechos lazos culturales que tiene con el origen de los primitivos canarios.
En
los milenios X al VIII a.d.n.e., las condiciones climáticas del Sahara eran
semejantes a las de Centro-Europa, abundando la fauna y la flora, en las orillas
de ríos y lagos habitaban grupos humanos de pescadores y recolectores. De estos
grupos surgió una “revolución neolítica” según se deduce de los millares
de yacimientos de grabados rupestres existentes en bastas regiones del Sahara,
en los que se representan animales tales como
Las
civilizaciones surgieron en torno a los ríos y lagos.
Foto:
Archivo del Autor.
Estos
yacimientos tanto de pinturas como de grabados rupestres están concentradas en
la zona mesosahariana, principalmente en los grandes macizos montañosos del
Hadrar de los Iforas, y del Hoggar, el Tassili-n-Ajjer o Tassili -n- Azyer, (que
quiere decir “La Meseta entre los dos ríos”) con su prolongación Libia el
Tadrart Acacus, el Tibesti y el Ennedi. Como queda dicho más arriba, en las
zonas templadas se asentaron grupos humanos de los que surgieron estilizadas
civilizaciones, alcanzando un considerable desarrollo en la época neolítica,
teniendo su máxima expresión en el culto a los muertos. El interés por
preservar los cadáveres de sus parientes ya denota una incipiente capacidad mágico
religiosa, con concepciones abstractas de una posible vida en otro plano de la
existencia. Los enterramientos, es una práctica muy extendida entre las
sociedades norteafricanas que se remonta a
La forma de enterramientos predominantes en todo el Sahara parece ser que
es el túmulo. A estos túmulos los naturales, denominan aarrom al que se
compone de un simple túmulo de piedras, en Canarias tienen sus paralelismos en
En ocasiones estas Bazinas cumple con las funciones de mausoleos,
monumentos para reyes y héroes y como observatorios astronómicos cuando están
situados en determinadas elevaciones geográficas. Este fue el caso de un héroe
legendario mazigio caudillo de los Âyth Wâryaghar, llamado Sidi Mahan (Majan)
cuando murió lo enterraron en el punto más alto del macizo de Yabal Hmam,
(Montaña de Palomas) le dedicaron un Igurramen (Murramen) que llamaron Mahan
Dadda (Majano del Abuelo). Igual sistema de enterramiento fue empleado con la
heroína mazigia Tim Ghinat o Al Kahina.
Retomando el tema de los grabados del Tassili, éstos fueron descubiertos
para los europeos en 1933, por el
Teniente Coronel de
Los canarios participamos en los estudios de algunos de los yacimientos.
En 1992 el Museo Canario organizó una expedición con destino a los
afloramientos rocosos de Lemgasen a unos
Los artefactos líticos, cerámica, grabados alfabetiformes, idolillos,[1]
definen el horizonte más reciente de la isla de
Titeroygatra y Erbania o Erbani, participan igualmente de paralelos
imazighen ambientados en lo que pudiera ser el mundo indígena protomazigio. Los
grabados rupestres de Ecero o Hero, los podomorfos de Chinet, Erbania y
Titoreygatra, y los alfabetiformes líbicos nos conectan aún más con lo mundo
mazigio, si bien los de tipo meandros, espirales, etc., tienen paralelos en la
fachada atlántica europea (Galicia y Portugal, Irlanda e incluso en las
fachadas atlánticas del Norte y del Sur de América.)
En cuanto al origen de los primeros pobladores de nuestras islas, si bien
las fuentes historiográficas son unánimes
al afirmar que los primitivos habitantes procedían de Áfrika, son bastante
parcos en detalles, limitándose los más explícitos a decirnos que, por lo
que frisan sus costumbres, y tanto en el hablar como en contar tienen, son
como los de los moros. La mayoría de los investigadores modernos
“oficiales” vienen situando los primeros asentamientos humanos en las islas
en torno al siglo I d.C., si bien algunos van paulatinamente retrocediendo en el
cómputo de tiempo, y los más avanzados los sitúan en torno al siglo I a.C.,
fecha que, como veremos, están totalmente alejadas de la realidad. Creemos que
el poblamiento de las islas hay que situarlo como mínimo a comienzos del
Milenio II. a.d.n.e. Recientemente, va tomando forma una hipótesis en la que
trabajan varios investigadores de reconocido prestigio científico, sobre la
arribada y poblamiento de las islas por fenicios o libio-púnicos entre los
siglos VI y V antes de la era Cristiana, a los que posteriormente seguirían
varias arribadas de otros pueblos procedentes del noroeste afrikano,
contrariamente a las teorías comúnmente aceptadas
hasta la fecha, las cuales vienen admitiendo como
inicio de los primeros asentamientos el siglo II de la era Cristiana,
asentamiento promovido según estos autores por Juba II de Mauritania.
Modestamente, compartimos el planteamiento de la presencia humana en las
islas (especialmente en las orientales) desde hace más de 4.500 años. Las
arribadas más recientes se producen durante los siglos
VI y V a.d.n.e.. Nos basamos para sostener esta afirmación en las
observaciones de campo que desde el año 1996 venimos llevando a cabo en la isla
de Tenerife, donde numerosos yacimientos de grabados rupestres nos muestran
elementos gráficos de indudable origen libio-púnico y mazigio, los cuales son
fácilmente contrastables con otros existentes en el continente, debidamente
datados y documentados.
Fuera de las rutas marítimas del Mediterráneo, el mar se hacía
tenebroso, la navegación antigua estaba marcada por leyendas de monstruos que
devoraban a las naves y marinos. Según las narraciones de la época los
peligros eran prácticamente insuperables. Estas leyendas eran sostenidas
por los pueblos navegantes especialmente los fenicios cartagineses y gaditanos,
para mantener en secreto las rutas comerciales y las consiguientes
fuentes de materias prima, que explotaban
así de manera exclusiva.
No obstante, la necesidad de abrir nuevas rutas comerciales, a la búsqueda
de nuevas fuentes de materias prima o por descubrir nuevas tierras, incitó a
algunos pueblos navegantes a emprender nuevas aventuras marítimas desafiando
los peligros supuestos y reales que implicaba el adentrarse en mares
desconocidos. Una de estas empresas fue acometida por el faraón Neko o Nekao,
quien según Heródoto (IV,42) decidió
circunvalar Áfrika, tras abandonar la excavación de
un canal que había proyectado entre el Nilo y el Mar Rojo, hacía el
Los egipcios mantenían excelentes relaciones comerciales con un pueblo
conocido como «Los reyes del mar», los fenicios. Así, el faraón Neko confió
la primera circunvalación del continente afrikano de que tenemos noticias a la
pericia de los fenicios. La expedición debía rodear el continente con el
encargo de regresar por el estrecho de Gibraltar, una aventura tan arriesgada
que hubiese hecho desistir a cualquiera que no fuesen los fenicios. El mismo Heródoto
dice que el persa Sataspes, con una tripulación egipcia, fue incapaz siglo y
medio más tarde de hacer el viaje en sentido inverso, a pesar de que era su único
recurso para conmutar la condena a
muerte que le había impuesto Jerges, la cual finalmente, se ejecutó sin
admitir excusas a su fracaso.
Diferentes tipos de naves fenicias
El viaje sufragado por el faraón Neko duró tres años; los fenicios debían
saber ya lo que se esperaba de ellos puesto que llevaron los medios necesarios
para sembrar la tierra y recoger la cosecha; efectuaron un recorrido
exclusivamente costero con dos escalas invernales, una, posiblemente al sur de
Mozambique, y otra, en Senegal. Heródoto que no conocía la esfericidad de
Narra Heródoto que esta exploración había sido confirmada por los
cartagineses, lo que puede referirse al famoso viaje de Hannón, contemporáneo
de la época en que escribía el historiador griego.
Canarias, Enero 2012
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Información complementaria:
Las Canarias Orientales y vecina costa africana en el Holoceno
[1]
Es interesante resaltar que tanto los Ídolos como las “pintaderas” de
las Islas Canarias, muestran restos de pintura de almagre rojo, color
sagrado y representativo de