NOMENCLATURA DE LOS MENCEYATOS, CANTONES, GUANARTEMATOS Y ACTUALES MUNICIPIOS CANARIOS

 

Capitulo VI - V (I)

  

MENCEYATOS DE CHINECH (TENERIFE)

 

 Eduardo Pedro García Rodríguez

 

TRADICION MUSICAL EN EL MUNICIPIO DE ARAFO

Tradición Musical en Afafo.-

La Villa de Arafo tiene en la música su patrimonio cultural más valioso, consolidado desde el siglo XIX en agrupaciones que han venido funcionando de una manera ininterrumpida hasta la actualidad. Una tradición que vendría dada no sólo por la antigüedad de las formaciones sino también por su continuidad, caso de las bandas de música “Nivaria” y “ La Candelaria ” o la coral “María Auxiliadora”.

La historia de las agrupaciones musicales de Arafo comienza el 10 de enero de 1860 con el debút de una banda de música infantil denominada “Numancia”, unos 15 niños con edades comprendidas entre los 8 y los 16 años, dirigida por Luís Otazo Marrero y que amenizarán las principales fiestas locales.

Por su parte, a lo largo de la segunda mitad del XIX se empezaron a formar grupos corales para cantar las misas del mes de mayo, consagrado a la Virgen María , o en la festividad de Corpus Christie. La importancia de estos grupos va creciendo y prueba de ello es que se hizo necesaria la construcción de un coro de madera en el interior de la iglesia con el fin de realzar y hacer más audibles las obras que allí se interpretaran, coro que se construyó en 1888.

La “Numancia” por su parte, continuaba con las actuaciones, destacando su participación en los actos celebrados en Arafo con motivo de la proclamación de la I República en 1873, o en las festividades de Semana Santa y Corpus.

A comienzos del siglo XX un joven músico, que destacaba como intérprete de bombardino, se hace cargo de la agrupación; era Belisario García Siliuto. Con él se cambia el nombre del conjunto, pasando a denominarse “Nivaria”, por considerarse más representativo; se renueva el repertorio, incluyendo bailables y alguna que otra pieza traída de Cuba; se uniforma la banda por primera vez, y se consigue un local de ensayo digno en una casa de la calle La Libertad.

En 1925 cuando un grupo de músicos perteneciente a la Sociedad Filarmónica “Nivaria” causa baja en la misma y pasan a formar una nueva banda de música: la Agrupación Artístico Musical “ La Candelaria ”. Esta formación se presentó en público en el municipio de Candelaria, con tan sólo quince integrantes el 2 de febrero de 1926, día de la festividad de la Patrona de Canarias, tomando de ahí su nombre, bajo la batuta de Juan Hardisson. En Arafo hicieron su debut en mayo con motivo de las fiestas de María Auxiliadora y luego en las patronales, dirigidos por Cándido Mesa, al que luego sustituyó Segundo Ferrera.

Juan Luís Coello Rodríguez se planteó de manera firme crear un coro totalmente arafero, que actuó por primera vez en la iglesia de San Juan Degollado cantando la misa “Te Deum Laudamus” de Perossi en la festividad de María Auxiliadora, el 24 de mayo de 1946, para lo que introdujo voces femeninas del mismo pueblo. Se constituía así la coral polifónica mixta más antigua de la isla. Para las fiestas patronales de ese mismo año decidieron preparar la “Misa Primera Pontifical” de Perossi a tres voces, que ensayaron en tan sólo 22 días, pues no les había llegado la obra con anterioridad; la actuación resultó un éxito, ante el asombro de propios y extraños, dada la complejidad de la misma y la juventud del coro.

La Coral ha conseguido importantes galardones y distinciones, como los cuatro primeros premios consecutivos del Concurso “Paz en la Tierra ”, organizado por la Delegación Provincial del Ministerio de Información y turismo, celebrados en Navidad en el Parque García Sanabria de Santa Cruz. Además obtuvieron el 2º premio en un Certamen Provincial de Coros organizado por la Caja General de Ahorros. Asimismo participaron en diferentes temporadas operísticas celebradas en el teatro Guimerá, invitados por la A.T .A.O., junto a los Coros “Agustín Ángel”; con ellos interpretaron coros de “Aida”, “ La Forza del Destino”, “Nabucco”, “Norma” o “Tannhauser” y ha actuado en prácticamente todos los municipios de la isla.

Las bandas van a obtener un nuevo local de ensayo, cedidos por el Ayuntamiento el año 1955 en el edificio destinado también a Casa Consistorial y escuela. En concreto, a la “Nivaria” se le habilita una sala en el segundo piso y a “ La Candelaria ” un salón en la planta baja. Ambas formaciones permanecerán en esas salas por espacio de 22 años.

Con Amílcar González al frente de “ La Candelaria ” se fueron incorporando nuevos músicos tras una gran labor de academia y el grupo fue ganando en calidad y afinación. Este trabajo fue reconocido durante los concursos de bandas en las Fiestas de la Primavera en Santa Cruz pues obtiene el segundo premio durante los años 1958 y 1959.

Pero el cenit de ese magnífico palmarés llega en el concurso celebrado el 15 de mayo de 1960 cuando la banda obtiene con toda brillantez el primer premio, interpretando como obra obligada una selección de “Gigantes y Cabezudos” y como libre la obertura “Rosamunda”.

Paralelamente, dos agrupaciones femeninas de pulso y púa, la Agrupación “Aida”, dirigidas musicalmente por Luís Curbelo a quien reemplazaría su hermano Antonio Curbelo y artísticamente por Miguel Pérez Rivero y “Las Mary’s”, ensayada por Juan Ramos y su esposa Carmen Tejera, mantienen una gran rivalidad, con actuaciones en diversos puntos de la isla. También hay que señalar la existencia efímera de diversas formaciones corales, como el coro de niñas que cantaban la función dominical, dirigido por Nelson Rodríguez Fariña entre 1956 y 1957; el coro infantil dirigido a comienzos de la década de los sesenta por Antonio Curbelo, organizado con motivo de la visita del obispo Franco Gascón y que cantó varias misas en la parroquia y el coro de voces blancas de Arafo, fundado por Fátima Marrero en 1975 y que se mantuvo por espacio de tres años. Además hay que señalar que en 1972 se constituyó en Arafo la primera murga femenina de la historia de carnaval, con el nombre de “Las Desconfiadas”.

Otro gran acontecimiento en que intervinieron las bandas, así como la Coral “María Auxiliadora” fue en la visita que los Reyes de España hicieron a Arafo el 24 de junio de 1994 con motivo de la inauguración del Auditorio.

En lo que a agrupaciones de pulso y púa se refiere a mediados de la década de los setenta, Antonio Curbelo organizó una rondalla con alumnos del colegio Andrés Orozco con los que participó en las primeras ediciones de la Romería de San Agustín. De esa rondalla denominada “Guataitigua” surgió en 1985 la rondalla “Ayesa”, dedicada principalmente al montaje de piezas de zarzuela y que recibió varios premios en los concursos de rondallas de los Carnavales de Santa Cruz de Tenerife y que actuó, entre otros lugares, en la catedral de Santiago de Compostela.

En 1995 esta formación se escindió dando lugar a la Rondalla Folclórica “Ayesa”, y la Rondalla LíricaAyesa”.

En 1993 se fundó la Rondalla “Aires de Arafo”. Han actuado en numerosos puntos de las islas y en España.

También con el deseo de promocionar la música folclórica entre los más jóvenes, el Ayuntamiento de Arafo creó en 1993 la escuela municipal de folclore, ampliada posteriormente a canto y bailes regionales. En lo que a grupos de cámara se refiere, destaca la creación en 1990 del quinteto de viento-madera “Añavingo, especializado en música del Renacimiento, Barroco y Clacicismo.

Dejando a un lado las agrupaciones musicales, hay que señalar que desde hace más de veinte años se está impartiendo enseñanzas regladas en el municipio; primeramente, desde 1976, a través de la creación en Arafo de una filial del Conservatorio Superior de Música de Santa Cruz de Tenerife y desde 1995 con la creación del Conservatorio Municipal Elemental de la Villa de Arafo, tras un convenio suscrito con la Consejería de Educación, Cultura y Deportes. El Conservatorio contó con unos 120 alumnos a los que se impartían las especialidades de flauta, clarinete, trompeta, guitarra, violín y piano y que proceden de un gran número de municipios de la isla. En la navidad de 1998 se presentó un disco compacto grabado por alumnos de este Conservatorio Elemental. Este centro cerró definitivamente sus puertas al finalizar el curso académico 1999-2000.

Como contrapunto a la extinción del Conservatorio Municipal, se han potenciado las academias de las dos bandas de música, en las que se imparten enseñanzas de solfeo, lenguaje musical, clarinete, saxofón, trompeta, trombón, tuba y percusión y que prepara a los alumnos para acceder a las pruebas de acceso al Conservatorio Superior de Música de Santa Cruz. Paralelamente se ha creado la academia de canto, dirigida por María Célida Alzola, que ha dado sus frutos con la creación de una coral de voces blancas. Además, Alzola dirige el grupo vocal “Aragüimus”.

El 18 de mayo de 2001 se produjo el descubrimiento de la escultura “Aramus”, homenaje a los músicos de Arafo, obra de la artista arafera Carmen León. En el acto se interpretó el “Himno de Arafo”, música de Agustín Ramos y letra de Teresa de Jesús Rodríguez Lara.

También se formó la agrupación folklórica Risco Azul de Arafo que poco a poco ha ido posicionándose en la música tradicional canaria y que aún en estas fechas está actuando.” (www.arafo.es  MunicipioConoce el municipio)

Sociedad Filarmónica Nivaria.-

La actividad desplegada por las bandas de música ha permitido que la Villa de Arafo sea conocida en toda la geografía insular por su afición a este noble arte; no en vano esa tradición comenzó a consolidarse hacia 1858 ó 1859 cuando como queda dicho un grupo de niños fue adquiriendo las primeras nociones de solfeo para formar luego una pequeña agrupación, bajo la batuta de un adolescente, Luís Otazo Marrero, nacido en Arafo el 25 de agosto de 1843. Por su juventud, tuvo que estar arropado de alguna manera por personas de mayor edad e influencia que le adiestraron, alentaron y ayudaron a conseguir los medios humanos y materiales necesarios para formar el conjunto. Tal vez la figura paterna, Vicente Otazo Ramos, alcalde de la localidad entre 1845 y 1847, capitán retirado de milicias, que disfrutaba de una desahogada posición económica, amén de ser hombre culto ya que era poseedor de una importante biblioteca, fuera el detonante que impulsó a su joven hijo a dirigir este pequeño grupo.

Con unos rudimentarios instrumentos adquiridos a una desaparecida banda de La Orotava denominada “ La Benéfica ”, comenzaron a ensayar en los aledaños de la Piedra del Barranco, para no causar molestias al vecindario, ante las miradas escépticas de muchos que se congregaban en los alrededores.

El debut no se hizo esperar, y el 10 de enero de 1860 hacía su presentación una banda de música denominada “Numancia”, constituida por unos 15 miembros con edades comprendidas entre los 8 y los 16 años, en la plazoleta aledaña a la iglesia parroquial.

De esta forma comenzó la andadura de esta agrupación, interviniendo a partir de entonces en las principales fiestas de la localidad.

Los vaivenes políticos también incidirán en sus actividades. En 1868, una vez caída la monarquía de Isabel II y constituida en Santa Cruz la Junta Superior de la Provincia , decidieron en Arafo formar bajo la égida de la familia Batista, una Junta Local con el fin de regir los destinos del pueblo. Para celebrarlo, algunos aficionados que componían la banda de música salieron tocando por las calles dando algunas vivas a la libertad[.

El 6 de mayo de 1871 se produjo en el pueblo un significativo acontecimiento: la visita del obispo de la Diócesis Nivariense , José María Urquinaona y Bidot, el cual fue recibido “con música y demostraciones muy significativas del Pueblo en la que puso ser otra actuación de la “Numancia”.

En torno a 1872, Luís Otazo, que había cursado estudios de derecho, fijó su domicilio en La Orotava , lo que no fue obstáculo para que los futuros músicos se trasladaran a aquella localidad para dar sus clases, utilizando mulas, caballos o burros como medio de locomoción. Cuando la banda tenía que realizar alguna tocata, era el señor Otazo el que se desplazaba hasta Arafo, donde efectuaban los ensayos correspondientes[.

No obstante, la imposibilidad de atender debidamente las necesidades del conjunto motivó que la batuta pasara a manos de otro destacado fundador, Eladio Hernández Curbelo, “que continuó la dirección varios años, mejorándola con nuevos elementos y halagando el deseo de uniformarla.

Fue invitada a los actos de proclamación de la I República en 1873, ejecutando himnos liberales, lo que les valió el agradecimiento del entonces alcalde Domingo García por su buen comportamiento. Asimismo era habitual su participación en festividades religiosas como las del Jueves y Viernes Santo, Corpus y Octava en 1875, por las que cobraron 160 reales de vellón; Jueves y Viernes Santo y Corpus de 1876, percibiendo 120 reales de vellón y Jueves y Viernes Santo de 1877, remunerados con 60 reales de vellón y que fueron cobradas por su director Eladio Hernández.

Sin embargo, la primera gran actuación de la “Numancia” que tenemos constancia se produjo el 7 de diciembre de 1883 con motivo de la denominada “Fiesta del cable”, al celebrarse la llegada a Santa Cruz de la línea telegráfica que salía de Cádiz. Como no había banda en la capital, los municipios de La Laguna , Realejo Bajo, La Orotava , San Juan de la Rambla , La Matanza y Arafo enviaron las suyas. Dos de éstas tocaron durante la concurrida ceremonia del amarre por la mañana y por la noche, las cuatro restantes amenizaron un paseo por la plaza de la Constitución , calle Castillo y alameda de La Marina. Asimismo , intervino en la visita pastoral que hizo el obispo de la diócesis Ramón Torrijos y Gómez a Arafo el 2 de mayo de 1889.

Eladio Hernández como tantos araferos en esa época, marchó a Cuba por espacio de dos años, sustituyéndole su hermano José. A su regreso volvió a dirigir, permaneciendo en la banda hasta la década de los noventa. Fue director también durante un corto espacio de tiempo Eufemiano Ferrera Coello, “persona de dotes inigualables, que contaba con la simpatía de todo los vecinos, haciéndose acreedor de los merecimientos de su trabajo personal”. Además de actuar en Arafo, la banda se desplazó a Candelaria el 15 de agosto de 1898 con motivo de la festividad mariana.

El 28 de agosto de 1903, durante las fiestas patronales de Arafo, hizo su debut como director Belisario García Siliuto, joven perteneciente a una importante familia local y que despuntaba como notable bombardino. No obstante, en determinadas ocasiones fue conducida también por el Beneficiado de la Catedral de La Laguna José Tarife, tal y como ocurrió en la misa de San Juan el 29 de agosto de 1905, junto a un pequeño coro local. (Febe Fariña Pestano)

Banda de música Numancia.-

 Dirigida por Belisario García Siliuto (1917).

Durante la etapa de don Belisario se produjo una importante renovación del repertorio, pues a los característicos pasodobles y marchas de procesión, se fueron añadiendo bailables propios de la época como la mazurca, el fox-trot, la habanera, el tango y algunos fragmentos de ópera que habían traído emigrantes retornados de Cuba. La banda consiguió un local de ensayo digno en una casa sita en la calle La Libertad propiedad de un hermano suyo, José García Siliuto, persona que influiría grandemente en la vida de la agrupación y que fue presidente de la misma.

A comienzos del siglo XX son ya numerosas las actuaciones fuera del pueblo. Resalta por encima de todas su participación en el recibimiento del rey Alfonso XIII cuando llegó a Santa Cruz el 26 de marzo de 1906 y por la que “mereció especial distinción el nombrado director don Belisario García Siliuto”. Para llevar a cabo esta tocata el alcalde Esteban Núñez se dirigió a su homónimo de Santa Cruz ofreciendo los servicios de la banda para tan destacado acto. El alcalde capitalino cursó una notificación de fecha 20 de marzo con su contestación: “He recibido el atento oficio de V.I. ofreciendo la banda de música de esa localidad para cooperar a los festejos que han de celebrarse en esta Capital con motivo de la próxima visita de S.M. el Rey y me complazco en significarle que acepto con satisfacción su ofrecimiento, dándole por ello las mas expresivas gracias. Al propio tiempo debo significarle que según las noticias que hasta ahora se tienen, S.M. el Rey llegara a esta Ciudad en la mañana del día 25 del mes que cursa”.

En el evento participaron, además de la banda de Arafo, la municipal de Santa Cruz, “Euterpe” de Güímar y la de San Juan de la Rambla. El periódico El Tiempo describe la llegada  de la regia visita de la manera siguiente: “A las 8 y cuarto anunció el semáforo de Anaga y comunicó el del Castillo de San Cristóbal la presencia a la vista del puerto de los dos buques de guerra españoles. Desde ese instante se izaron en dicho Castillo, en la capitanía general, edificios públicos y fuertes el pabellón nacional, mientras varias bandas de música recorrían las calles transmitiendo al vecindario la fausta noticia con alegres pasodobles (…) El desembarco se efectuó a las once y media (…) A gritos y vivas del pueblo se unieron los acordes de la marcha real ejecutada por todas las bandas, los pitos de las bocinas y sirenas, los cohetes y los cañonazos de la batería de Almeida que daba su segunda salva reglamentaria (…) Al legar a la Capitanía general la compañía de Artillería tributó a D. Alfonso los honores de ordenanza y las bandas de música que ya antes le habían saludado en las bocas calles en su marcha desde el muelle a la iglesia y desde ésta a dicho Palacio le recibieron a los acordes de la Marcha Real.

Momentos después S.M. y SS.AA. salieron al balcón de Capitanía para saludar al pueblo. Las ovaciones se repitieron y las bandas de música de nuevo ejecutaron el himno nacional (…) Desde las tres de la tarde comenzó a marchar la multitud hacia la Plaza de Toros, donde había de celebrarse el espectáculo organizado en el Salón Frégoli en honor de D. Alfonso. Las cuatro bandas de música saludaron al monarca con la marcha Real”.

La crónica de los actos de la jornada la podemos completar por medio del periódico El Progreso: “Esta noche de 7 a 8 se celebrara el banquete ofrecido a D. Alfonso y su séquito por la Diputación Provincial en su palacio de la calle Teobaldo Power y a las 10 de la noche el baile de etiqueta en el casino principal. En la Plaza de la Constitución habrá paseo amenizado por las bandas municipales de Arafo, Güímar, y San Juan de la Rambla”[19].

Varios eran los músicos que descollaban en esos años, como el cornetín José Rodríguez, que en más de una ocasión se puso al frente de la banda, el clarinete Joaquín García y el fliscorno Mesa.

Como era habitual, la “Numancia” animó las fiestas patronales de Arafo de ese año, con la particularidad que estrenaron uniformidad el 26 de agosto de 1906 y actuaron por vez primera en un templete recién construido en el centro de la plaza. Fue testigo de esas actuaciones musicales el sacerdote A. Rodríguez Acuña, conocido del también religioso arafero Jesús Amaro Díaz, que sobre la agrupación escribió lo siguiente: “Tocó en los paseos, procesiones, etc. la banda de dicho pueblo; que me sorprendió gratamente por su conocimiento, afinación y buen gusto, que pregona el ingenio de su director mi distinguido amigo D. Belisario García Siliuto”.

En la mañana del 27 de agosto de 1907, intervino en el solemne acto de bendición de la efigie de María Auxiliadora que había sido traída a Arafo. Tocaron con nuevo instrumental y desfilaron desde la plaza hasta la capilla del Señor del Pino, para después acompañar la imagen a la iglesia parroquial, tal y como lo relató un cronista de la época: “A las ocho la banda del pueblo bien uniformada y luciendo un instrumental nuevo, parte del cual iba estrenando, bajó al sitio de referencia y llegando hasta cerca del pabellón de la Virgen , situose convenientemente, brindando a la venerada efigie con sensibles acordes y melodiosas armonías (…)

Al levantar en hombros a la imagen otra salva de cohetes ensordeció al gentío compuesto en su mayor parte de forasteros que desde lejanos pueblos habían acudido al acto, y por en medio de la muchedumbre comenzó el desfile de la procesión, asistida por las autoridades, banda de música, hermandades y grupo de niños y acompañado de los concurrentes…”. A partir de entonces actuaran en los actos que anualmente se celebrarían en el pueblo cada 24 de mayo.

Los días 7 y 8 de septiembre el conjunto se desplazó a Arico con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de Abona; el primer día interpretaron varios pasacalles y el segundo amenizaron un baile en la plaza de la localidad.

Durante la celebración de una festividad de Santa Cecilia, probablemente el año 1910, se produjeron una serie de desavenencias entre varios componentes de la agrupación, que provocó la dimisión de Belisario García Siliuto como director. No obstante, participaron en las fiestas de Santa Ana, que tuvieron lugar en el vecino pueblo de Candelaria, el 26 de agosto de 1911, bajo la batuta de Juan Hernández Batista, que en la prensa quedó reflejado de la siguiente manera: “Con suma lucidez se celebró en este pueblo el miércoles próximo pasado la fiesta de Santa Ana (...) Al llegar la Banda de aficionados de Arafo, recorrió las principales calles tocando bonitas piezas (...) La misa fue cantada y tocada con mucha maestría por la Banda , dirigida por el inteligente don Juan Hernández Batista, con varias tocatas alusivas al acto religioso.

Por la tarde dicha banda amenizó el paseo con escogidas piezas en la plaza, viéndose esta muy concurrida. Después del toque de oraciones, y acabadas las Completas, fue llevada en andas la bonita Imagen de Santa Ana por las principales calles de la población, siendo escoltada de algunos Hermanos del Santísimo, acompañados de la banda y numeroso público...”.

Pero indudablemente, la “Numancia”, sin su director titular, atravesaba unos momentos críticos. Al acercarse las fiestas patronales y no estar en condiciones de actuar, el primer edil Tomas de Mesa decidió intermediar en el asunto. Requirió los servicios del Sr. Arnay, que era inspector de consumos del municipio de Santa Cruz de Tenerife, solicitando de su alcalde le diera quince días de licencia a efectos de preparar los ensayos[. Arnay vino a Arafo y la banda pudo tocar el 28 y 29 de agosto. Al poco tiempo después, Belisario García Siliuto se incorporó de nuevo al frente de la misma.

El conjunto también acudió en 1911 a las fiestas de Nuestra Señora del Socorro, celebradas en Güímar y en dos ocasiones al municipio de Fasnia, primeramente por espacio de tres días, conmemorando la Virgen del Rosario. El programa de actos se publicó en el rotativo La Gaceta :

“ Fiestas en Fasnia (Virgen del Rosario) Día 30 de septiembre (...)

A las doce, recibimiento de la banda de Arafo, que desde la carretera ira tocando alegres marchas hasta la plaza de S. Joaquín. A las cuatro de la tarde tocara en dicha plaza la referida banda y habrá otros números que proporcionaran un agradable rato. A las siete de la noche solemnes completas, y terminadas estas, saldrá procesionalmente la imagen de Nuestra Señora, amenizando este acto la citada  banda (...)

Día 1º de Octubre

A las seis de la mañana tocaran diana los simpáticos músicos de Arafo (...) Por la tarde paseo con música y animados bailes populares. A las ocho de la noche saldrá en procesión la venerada imagen del Rosario, acompañada de las autoridades del pueblo, de la banda (...)

Día 2 de octubre

Última tocata de la banda de Arafo, despedida de la misma y varios bailes populares…”.

Dos semanas mas tarde viajaron nuevamente a ese pueblo, contratados por el presidente de la comisión fasniera, Martín Esquivel.

Fueron recordadas las fiestas candelarieras de 1912, al producirse algunos disturbios en la plaza en los que se vieron involucrados el alcalde, el párroco de la villa mariana y la banda de música y que la prensa trató durante varios días: “Siguiendo esta nota, el señor Carballo en unión del expresado señor Cura, su consorte político, armó con motivo de las recientes fiestas de Candelaria, un lío monumental con la banda de música de Arafo, acusando luego al alcalde y al pueblo de Candelaria”. Días mas tarde el mismo periódico señalaba que: “…público y notorio es el hecho de haber pronunciado el Sr. Alcalde ante una numerosa concurrencia en la plaza de Santa Ana, que no permitiría que dicha banda tocase en esta jurisdicción mientras llevara la representación oficial de este Ayuntamiento…”. Aunque luego será el cura párroco el objeto de las críticas del rotativo: “Fue el Cura, señor Trujillo, quien armó el lío musical con la Banda de Arafo, con ocasión de las fiestas aquí celebradas recientemente. Y esto puede comprobarse con una carta que al alcalde de este pueblo escribió el Director de la expresada Banda”.

En 1915, los diarios locales recogieron su actuación en Güímar con motivo del Socorro: “La bajada de la venerada imagen, nuestra Sra. del Socorro (…) fue un acto a la par que imponente, una verdadera demostración de fe. (…) Entre el numeroso público, no sólo de esta villa sino de los pueblos vecinos, y amenizado todo por la banda municipal del pueblo de Arafo…”. Concurrieron al acto de recibimiento de un grupo de niños “exploradores” de La Laguna y Puerto de la Cruz que visitaron Arafo el 10 de julio de 1916, siendo luego agasajados en el “Club Central”. Por esa época la agrupación es rebautizada con el nombre de “Nivaria”, al considerarse que se representaba mejor a la isla de Tenerife, y hacia 1917 renovaron su uniformidad. En 1918 Belisario García Siliuto adquirió en Francia gran cantidad de instrumentos, aprovechando la depreciación del franco francés, por un coste máximo de ciento cincuenta pesetas.

Las fiestas en honor de Nuestra Señora María Auxiliadora se fueron convirtiendo en una de las principales de todo el calendario. Cada 24 de mayo, la banda participaba en la misa con un coro de aficionados, en la procesión y amenizaba el paseo de tarde en la Alameda de La Libertad con un concierto. Del año 1919 conocemos el programa que interpretó, compuesto en su primera parte por el pasodoble “Gallito”, de Lope; “La viuda alegre”, fantasía de Uralde y el popurrí “Cantos Canarios” de Martín; para concluir en la segunda parte con los valses “Flor de un día” de San Miguel; la fantasía “Lucrecia Borgia” de Donizzetti y el pasodoble “Alegre trompetería” de Lleó.

Los efectos de la emigración se hicieron notar en la “Nivaria”, pues en febrero de 1921 fue invitada por el Ayuntamiento de Santa Cruz a participar en un concurso de bandas organizado con motivo de la conquista de la isla por los castellanos, pero no acudió porque “debido a haberse ausentado para la Isla de Cuba la mayor parte de los individuos que formaban la Banda de Música de este pueblo, no es posible que pueda asistir a los festejos que se celebran en esa Capital en el próximo mes de Mayo la referida banda…”.

En todo ese período la penuria y escasez de fondos apremiaban al conjunto, por ello pidieron del Ayuntamiento en 1923 una ayuda para la compra de instrumental, concediéndosele una subvención de cincuenta pesetas. Incluso, tres años después, el presidente Luís Marrero Romero  dirigió una instancia al Consejo de Ministros solicitando una gratificación para la sociedad.

Pero no sólo problemas económicos acuciaban a la “Nivaria”. En 1924 sufrió una crisis importante al darse de baja un cierto número de músicos que no transigían con determinadas actitudes de las personas que regían los destinos de la misma, así como con el descontrol administrativo imperante. Esos hombres formaran luego la Agrupación Artístico Musical “ La Candelaria ”. Sin embargo, la banda continuó con un apretado programa de salidas en el verano de ese año, como las que tuvieron lugar a las fiestas de Nuestra Señora de la Luz en Arico, de Nuestra Señora de las Mercedes en el Porís de Abona y de la Virgen del Rosario en Fasnia.

A comienzos de 1926 regresó  a Arafo Heliodoro Rodríguez, que ensayó y dirigió en varias ocasiones a la “Nivaria”, como por ejemplo en las salidas que hizo a Güímar y al Porís de Abona, debido a ausencia o enfermedad de Belisario García Siliuto.

Sobresalió su actuación como cornetín solista en la obra “Mariceli” interpretada en un certamen en La Laguna. A pesar de permanecer en el municipio solamente dos años, contribuyó a mejorar la agrupación con su experiencia y conocimientos adquiridos en América. Mas tarde sería director de bandas de música en Cuba. 

Pero la reacción ante la fundación de otra banda en 1926 no se hizo esperar y por ello solicitaron del Ayuntamiento el derecho de tocar en exclusiva en el nuevo kiosco de la plaza: “Acto seguido manifestó el Sor. García Siliuto que como Director de la Banda de Música “Nivaria” de esta localidad y en nombre y presentación de dicha Sociedad, propone a la Corporación se le conceda durante el plazo de diez años la parte alta del kiosco que se halla situado en la alameda de la Plaza de San Juan con la condición de que la mencionada Banda amenice los pases que durante la estación de verano se verifiquen en dicha alameda los domingos, excepto los días que tenga que salir la Banda a verificar tocatas a otros pueblos…”.

El consistorio, a cuyo frente estaba Antonio Torres Campos, futuro presidente de la banda, concedió el privilegio de usar la parte alta del mismo durante diez años, “con la condición de que desde dicho sitio amenice con sus tocatas gratuitamente los paseos que en la mencionada alameda se verifiquen los domingos pertenecientes a la estación de verano durante los años de concesión del repetido kiosco siendo además de cuenta de la expresada sociedad la conservación y reparación de la parte alta del kiosco de referencia, quedando nulo y sin efecto este acuerdo siempre que la Banda sin causa justificada deje de cumplir lo estipulado”. Precisamente, el templete se inauguró el día grande de las fiestas patronales, en el que la banda puso en atriles el siguiente programa: “Agüero”, pasodoble, de Franco; “Raymond”, overtura, de Thomas; “La viuda alegre”, fantasía, de Lehard; “Mignon”, overtura de Thomas; “Si yo fuera rey”, overtura, de Adams para concluir con el pasodoble “Por España”, de Miranda.

Pero también  actuaron varias veces ese año fuera de Arafo. Intervinieron en las celebraciones de San Antonio en Granadilla, los días 13 y 14 de junio; en las de San José en El Escobonal los días 31 de julio y 1 y 2 de agosto y en la subida de la Virgen del Socorro en Güímar el 8 de septiembre. La tocata mas destacada fue la que tuvo lugar el 12 de septiembre de 1926 en La Laguna durante la celebración de la denominada “Fiesta de las Regiones”, organizada por el Orfeón “ La Paz ”. Ese día, a las tres de la tarde desfilaron por la ciudad las bandas de La Orotava , Puerto de la Cruz , Icod, La Laguna y “Nivaria” de Arafo, hasta llegar al campo “Hespérides” donde fueron presentadas cuarenta y nueve parejas de niños con los trajes provinciales mientras las bandas ejecutaban aires populares de las diversas regiones.

Amenizaron los actos principales de las fiestas patronales de 1927. El día grande interpretaron desde el kiosco de la plaza el siguiente programa: “ La Lidia ”, de Arbelca; “El paraíso perdido” de San Miguel; “Poeta y aldeano” de Supe; “Molinos de viento”, de Luna; “ La Playera ” de Munardiz, para finalizar con el pasodoble “Nobleza y caridad”.

Con el inicio de los años treinta, se acercaba el final de  Belisario García al frente de la banda, lo que no fue impedimento para que acudieran a Santa Cruz en sus fiestas de mayo de 1930, publicándose un artículo en el periódico La Prensa , en el que se citaba a los antiguos directores, así como que sus componentes no percibían remuneración: “Lo verdaderamente prodigioso es considerar como ha vivido durante todos estos años la banda “Nivaria”. Sin retribución de ninguna clase, ni el director ni los músicos que la componen (..) llegando sus desvelos y desinterés en ocasiones, a tener que contribuir voluntariamente con su aportación económica, para el pago de uniformes y para cubrir otras atenciones precisas (…) Los únicos ingresos de esta banda son los que le producen las tocatas que se le piden; ingresos bien modestos, dada la escasez de las ocasiones de lograrlos que se les presentan…”. También se reflejaba el carácter autodidacta de éstos: “Detalle interesante también es que ninguno de los músicos que ha pasado por la dirección de la banda ha salido del pueblo a estudiar, formándose a costa de ímprobos afanes, los conocimientos musicales precisos para el desempeño de tal cometido por sí solos…”. Dedica unas frases a Belisario García Siliuto: “… que lleva 32 años al frente de la banda, es un elemento entusiasta al que se debe el auge alcanzado en estos últimos años por la agrupación. En una lucha tenaz, venciendo innumerables dificultades, el señor García Siliuto ha logrado, no sólo sostener organizada la banda, sin interrupción, durante todo este tiempo, sino también mejorar su instrumental, uniformes, composición y la calidad de sus elementos en un interesante trabajo de selección, con una atención continua, y sin regatear en el empeño esfuerzos ni sacrificios”. Con respecto a los integrantes, añade el articulista que: “Consta la banda actualmente de 32 músicos, y podía tener hasta 40 y más si no fuera por la falta de instrumentos, pues hay muchos educandos, con sus estudios terminados, esperando a que se produzca alguna vacante para ingresar.

Todos los músicos son muchachos que se dedican habitualmente a las faenas del campo, terminadas las cuales su enorme afición los lleva a asistir a los ensayos sin faltas un solo día, dándose frecuentemente el curioso caso de verse el director obligado a suspender algunos de éstos ensayos por quedarse dormidos dos o tres músicos agotados por las faenas de la jornada”.

La actuación en Santa Cruz se celebró el 10 de mayo, y también fue profusamente descrita en los periódicos: “El sábado último, con ocasión del concierto celebrado en la Rambla XI de Febrero a cargo de la banda “Nivaria” del pueblo de Arafo, dio esta notable agrupación musical una de las notas más simpáticas y atractivas de los pasados festejos. Desde que comenzó a ejecutar las primeras obras del programa, el público gratamente sorprendido por su perfecta interpretación, manifestó  su admiración y complacencia premiando con grandes aplausos el final de cada una de las piezas. Correspondiendo a estos aplausos, repetidos cada vez con mas ardor e insistencia, bisó la banda varias de las obras, ejecutando otras fuera de programa; prolongándose el concierto mas de una hora sobre las anunciadas.

Al terminar, y siempre acompañada por numeroso público que le aplaudía, la banda bajó por la Rambla de Pulido y calle de Imeldo Serís, y, sin dejar de tocar penetró en el teatro Guimerá donde se celebraba el baile de trajes en honor de los aviadores, organizado por la comisión de festejos. En el teatro, los músicos araferos fueron acogidos también con grandes manifestaciones de simpatía, ejecutando varios bailables, que fueron muy aplaudidos. Al terminar estos, el público tributó a la banda forastera una cariñosa ovación, siendo sus elementos obsequiados por los miembros de la Comisión de fiestas en el ambigú del teatro. Sinceramente nos complacemos al recoger nota tan simpática y atractiva, que tan bien habla de quienes supieron darla”.

En el tradicional concierto del 29 de agosto de 1930 con motivo de las fiestas patronales de Arafo, tocaron en la primera parte el pasodoble “Suspiros de España”, de Roig, una selección de “Un ballo in maschera” de Verdi, y la obertura “La princesa encantada” de Langlois; en la segunda, el poema musical “Una noche en Toledo”, de Camarero, el popurrí “Cosas de la calle” de Domingo y la marcha popular “Nobleza y caridad” de Mateo. También ese año se tributó a su director Belisario García Siliuto un caluroso homenaje en el Casino “Unión y Progreso”, recibiendo como recuerdo una artística batuta. En 1931, la “Nivaria” renunció a todos los derechos que sobre el uso de la parte alta del kiosco le correspondía, mediante un oficio de fecha 24 de agosto que dirigió García Siliuto al alcalde: “Ante la imposibilidad de poder darse cumplimiento por la Banda de música “Nivaria”, de mi dirección, al acuerdo adoptado por la Corporación de su digna y acertada presidencia con fecha 27 de marzo de 1926, por el cual se cede a favor de esta expresada Banda, la parte alta del kiosco existente en la antigua Plaza de San Juan, hoy de la República , a cambio de ciertos servicios por parte de esta Agrupación; de conformidad con el parecer de todos los elementos que la componen tengo el honor de poner en conocimiento de Vd., que desde esta fecha, renunciamos en favor del Municipio todos aquellos derechos que por virtud del mencionado acuerdo se establecen y tenemos concedidos, quedando asimismo en beneficio de la Corporación Municipal , los atriles existentes en dicho kiosco y pertenecientes a la “Nivaria” al igual que la escalera de acceso”.

Ese año la banda comenzó a acudir a las fiestas de Guía de Isora durante el mes de septiembre en honor a Nuestra Señora de La Luz[. Los músicos  se trasladaban en barco desde el Puertito de Güímar hasta Playa de Alcalá, permanecían unos cuatro días en la localidad sureña y pernoctaban tanto en casas particulares como en fondas habilitadas al efecto. Desde entonces han surgido importantes lazos de amistad entre músicos e isoranos, que se han mantenido y acrecentado a lo largo de todo el siglo.

También actuó el 12 de abril de 1932 en Santa Cruz de Tenerife en la conmemoración del primer aniversario de la proclamación de la II República. La “Nivaria” formaba parte de la delegación arafera que concurrió al evento: “Seguidas de un inmenso gentío, a las ocho de la mañana de hoy recorrieron las calles de la ciudad, amenizando los festejos, varias bandas de música, cornetas y tambores del elemento civil y militar (…) Multitud de banderas iban al frente de la representación de cada  pueblo de la isla, ejecutando distintas bandas de música variadas obras de repertorio (…) Las representaciones de los pueblos hicieron su entrada en la plaza de la Constitución por el siguiente orden: Arico, Arafo, Adeje, Arona (…) Las numerosas bandas de música que concurrieron al acto, ejecutaron el himno de Riego que la multitud escuchó descubierta (…) a las cinco de la tarde tendrá lugar en la Rambla XI de Febrero entre la Plaza de la Paz y la calle de los Campos, un gran concierto musical a cargo de las distintas bandas de música”. A instancias del Gobierno Civil, el Ayuntamiento de Arafo les retribuyó con doscientas pesetas por gastos de traslado. La agrupación disponía además de una pequeña orquestina que actuaba en bailes y verbenas. Así, con motivo de la fiesta del Trabajo, la orquesta “Nivaria” amenizó una fiesta en el Teatro-Cine de Candelaria.

Uno de los últimos conciertos de Belisario García Siliuto fue el que tuvo lugar el 29 de agosto de 1932, día de San Juan Degollado; tocaron la marcha “General Riquelme”, de Terol; el intermedio “La pescadora de Ubiarco”, de Tena; la sinfonía “El reloj de Lucerna” de Marques; la polka “Mari-Celi”, de Corto; el intermedio “Cortejo Arabe”, de Torregrosa” finalizando con el pasodoble “Los Voluntarios”, de Jiménez. También se desplazaron a Fasnia el 2 de octubre con motivo de las celebraciones del Rosario; ejecutaron un concierto en la plaza y por la noche la orquesta de la banda amenizó el baile celebrado en el Casino.

Al retirarse García Siliuto, le sustituyó el 19 de diciembre de 1932 un joven de 28 años que debutó como clarinete el 2 de febrero de 1919 y que ya había empuñado la batuta en varias ocasiones: José Pestano Núñez[. Con él se produjo una profunda renovación del repertorio aprovechando los conocimientos adquiridos en la Banda del Regimiento de Infantería, incorporando al mismo piezas de música clásica y zarzuela, tocando partituras inéditas en compás de 6 por 8 y añadiendo nuevos instrumentos a la formación, como fue el caso de la flauta. Además, la sociedad se inscribió como tal en el registro civil con fecha 28 de diciembre de ese año. (Octavio Rodríguez).

Imagen: Banda Nivaria, tomada de: BienMesabe.org

Junio de 2013.

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