NOMENCLATURA DE LOS MENCEYATOS, CANTONES, GUANARTEMATOS Y ACTUALES MUNICIPIOS CANARIOS

 

Capitulo VI - I

  

MENCEYATOS DE CHINECH (TENERIFE)

 

        Eduardo Pedro García Rodríguez

 

 

ARAFO- CHINECH (TENERIFE)

 

    Arafo:

    Gentilicio: arafero/s

El nombre de Arafo (De Araffu, n, vb.m.) es un topónimo guanche que significa Deslizamiento, talud. Ú.c.top. (Dr. Ignacio Reyes García).

“Aparece citado documentalmente por primera vez en la documentación colonial en las Datas de Tenerife el 29 de noviembre de 1504 el invasor y futuro Adelantado Alonso Fernández de Lugo concede a Hernando de Fuentes una cantidad de las tierras usurpadas  "en el pago de Guymar, en Arafo que linda con un barranco que se llama Ayavingo".

Asimismo, en 1604, Antonio de Viana en su poema Antigüedades de las Islas Afortunadas se refiere a Arafo como un valiente sigoñé, que siguió a Guetón, hijo de Añaterve, al romper con su padre ya que no aceptó la paz concertada con Fernández de Lugo. Por ello se trasladaron a los dominios de Benchomo, en el menceyato de Taoro.

Cuenta Viana que el noble guanche Arafo participó en la lucha contra los conquistadores, hasta perder la vida en la batalla de Acentejo No hay constancia histórica de la existencia de este personaje, que probablemente se deba a la imaginativa poética de Viana. Pero algunos autores recogen este antropónimo en uno de los capitanes de los guerreros de Benchomo,

En cualquier caso pudiera lanzarse la hipótesis de que el lugar tomó el nombre de Arafo porque estaba gobernado por este achimencey, que bien pudiera ser especialmente el angosto barranco del mismo nombre que quedó anegado por las coladas del volcán de Las Arenas en 1705­ dependiendo a su vez del gran  Menceyato de Güímar, en el que la penetración católica castellana era ya una realidad con anterioridad a la invasión y conquista militar a través del adoctrinamiento llevado a cabo mediante la sencretizacion de la Diosa Chaxiraxi como Virgen de Candelaria a mediados del siglo XV. Este importante suceso, unido a los pactos de no agresión concertados entre Añaterve y los conquistadores a cambio de garantizar la libertad y el derecho de propiedad de los indígenas hicieron que el menceyato formara parte de los llamados bandos de paces, junto con Anaga, Abona y Adeje. Pacto que como era habitual en los invasores, no hicieron honor una ves sometida la isla, el esclavista y capitán  de los mercenarios invasores Alonso Fernández de Lugo, traicionó el tratado que le Mencey Añaterve había suscrito con el masacrador de pueblos el  judeo converso Pedro de Vera, a la sazón gobernador colonial de Tamarant (Gran Canaria).

Lo cierto es que la zona fue una importante ruta de trashumancia guanche, primando la ganadería como actividad dominante frente a una agricultura limitada y en la que se han hallado una serie de interesantes yacimientos guanches desde la Playa de la Viuda hasta el barranco de las Viñas Viejas. El topónimo Arafo ya aparece plenamente consolidado documentalmente para referirse el núcleo originario del pueblo, sito en las zonas de El Aserradero y Perdomo a través de los protocolos del escribano público Sancho de Urtarte (1573-1850), por los que conocemos además los cultivos, medios de vida y naturaleza de sus habitantes.  

La Villa de Arafo ubicada en el sudeste de la isla de Tenerife, en un valle que lleva el nombre del municipio limítrofe, el Valle de Güímar, con el que limita por el Sur, además lo hace por el norte con el término municipal de Candelaria y por el oeste con Santa Ursula y la Orotava.

Este pequeño municipio ha recibido en varias ocasiones distintos premios y menciones por la limpieza y el cuidado de su entorno.

El volcán de Arafo, que entró en erupción por última vez en el año 1705, domina un paisaje surcado por el barranco de Añavingo, que tiene una gran riqueza en flora canaria. En la Cuesta del Estanque se encuentra el conjunto etnográfico de Los lavaderos, lugar público con piedras de lavar y molino, declarados Monumento Histórico Artístico en 1984. La población de Arafo está concentrada en casi un noventa por ciento en su Casco Urbano, Barrio del Carmen y Barrio de El Fielato. Su costa esta formada por lo que se conoce como playa baja y rocosa, a destacar la Playa de Lima. Esta playa también da nombre a uno de sus barrios, y a unos ciento veinte metros sobre el nivel del mar tenemos el Barrio de El Carretón y Barranco de Amance,  situado cerca de la costa, junto a la vía que enlaza autopista con la Carretera General de Sur, sobre el malpaís originado por el Volcán de la Arena  (1705). La localidad surgió ligada a la implantación de los cultivos de regadío en la década de 1920. En 1930 aparece con la denominación de Carretón o  Medio   Camino, y la categoría de "casas de labradores". En 1991 contaba con 114 habitantes, y en el año 2007 tenía una población de 83 habitantes.

Y, sobre los 200 msnm- el Barrio de la Hidalga , todo ello le dan forma a un pueblo con un ambiente muy tranquilo y limpio, en el que predomina las vides, que luego darán esos buenos vinos de Arafo. Pero en el que podemos ver muchísimo árboles frutales y gran variedad de flores. La Capilla del Señor de Pino, un antiguo pino sagrado guanche, sincretizado por el catolicismo, situado en el lugar donde acudían los kankus (sacerdotes guanches) por las mañanas a dar la bienvenida a la Sol naciente.

En su costa está ubicado un polígono industrial, entre la Playa de Lima y El Socorro, este ultimo perteneciente al municipio de Güímar.

En Tenerife el vulcanismo histórico ha sido de tipo estromboliano, con erupciones de magmas basálticos que han dado lugar a piroclastos y coladas lávicas. Han sido erupciones temporalmente cortas, con emisiones a pulsos, en intervalos de pocos segundos a minutos. Emitieron magmas fluidos ricos en hierro y escaso sílice, mediante una actividad fundamentalmente efusiva, con abundantes coladas y explosiones moderadas. Al durar tan poco la erupción, las coladas han solidificado cerca de los focos de emisión. De esta manera, el magma ha llegado en pocas ocasiones al mar, por lo que al solidificarse, se ha ido acumulando aumentando la envergadura de la Isla y reorganizando el espacio geográfico afectado.

En terrenos de Arafo tuvo lugar un importante fenómeno de volcanismo histórico, la erupción del volcán de las Arenas en 1705, localizado en la vertiente meridional de la Caldera de Pedro Gil, a unos 1.525 metros de altitud. La actividad se inició el 2 de febrero y finalizó el 27 de marzo de ese año, estando precedida de considerables fisuras en el terreno y de movimientos sísmicos que tuvieron mayor impacto en la zona norte de la isla La espectacularidad de fenómeno fue enorme pues la columna de lava era visible desde La Orotava Las coladas alcanzaron los 12 kilómetros de longitud y amenazaron con destruir los pueblos de Arafo y Güímar, sin embargo no tuvieron consecuencias desastrosas para el valle porque discurrieron por el barranco de Arafo, colmatándolo por completo y recubriendo para siempre importantes fuentes y tierras de labor. E1 fenómeno de Las Arenas junto con los aparatos de Siete Fuentes (que hizo erupción entre el 31 de diciembre de 1704 y el 5 de enero de 1705) y de Fasnia (del 15 al 13 de enero de 1705), hay que englobarlo dentro de una misma dinámica eruptiva, de tipo lineal, desarrollada sobre un eje de dirección NE-SW a lo largo de 13 kilómetros, que constituye el último proceso de construcción volcánica de la dorsal de Tenerife.

En la Cuesta del Estanque se encuentra el conjunto etnográfico de Los lavaderos, lugar público con piedras de lavar y molino, declarados Monumento Histórico Artístico en 1984.

 

Un poco de historia colonial.-

 

Pino del “Señor” en Arafo Chinech

El Pino Santo de Arafo existe desde mucho antes de la invasión y conquista de la isla, es el lugar donde los sacerdotes de la Sol los kankus o cancos acudían cada mañana a dar la bienvenida a la Diosa Magek aspecto visible de la Diosa Madre Chaxiraxi.

 

El culto a la Sol, es la devoción religiosa a la Sol, considerada tanto una Deidad como símbolo de la Divinidad, culto practicado por las civilizaciones más avanzadas espiritualmente en la antigüedad, Mesopotamia, Egipto y Roma le rendían culto, donde los astros eran aspectos visibles de la Divinidad, pensamiento filosófico y sentimiento espiritual compartido por el pueblo guanche, en la que la Sol es el fuego, el cielo diurno, el dador de vida. Así, en la cultura guanche se le llama Magek.

 

La  Sol es considerada el símbolo de la vida al que es necesario asegurar la fuerza para luchar contra los enemigos de la noche y, que de esa forma, pueda alumbrar cada mañana, así venimos desde hace milenios rogando cada mañana para que cada día se reproduzca este autentico milagro que es la vida, con esta sencilla pero al mismo tiempo profunda plegaria:

 

 

¡¡Uh!! Magné Mastáy  Achen tumba Manéy.

Tanemir uhana gek magék  Enehana benijime harba

Enaguapa acha abezan.

 

Cuya traducción al castellano es la siguiente:

 

¡¡Oh!! Madre del cielo  Madre de la tierra.

¡Oh! Madre del cielo, Madre del crecimiento  de la hermandad,

Madre de lo nuevo’.

Gracias poderosa Sol / por salir un día más

para alumbrar la noche.

 

Desde el siglo XVIII existía en la base del antiquísimo pino, (probablemente colocadas por los dominicos que en el siglo XVII tuvieron un asiento en Arafo denominado “La Granja”) tres cruces que daban nombre al lugar, conocido como “El Calvario”. En la segunda mitad del siglo XIX, según recoge la leyenda,  un vecino depositó a los pies del centenario pino la imagen del crucificado. Ante este hecho se decidió construir una pequeña capilla alrededor del tronco del Pino Santo.

 

Es curioso ver como el pino crece desde dentro de una capilla.

 

En esta ocasión el clero católico al principio prefirió sincretizar el árbol como un “calvario” colocando en su base las tres pequeñas cruces de madera, posteriormente, al contrario de otros pinos santos que fueron dedicados a imágenes femeninas, este de Arafo optaron por ponerlo bajo el “amparo” de una masculina, pasando así a ser “El Pino del Señor”.

 

La cruz es uno de los símbolos de la Diosa Sol en las religiones que la veneran desde mucho antes de ser usado por los romanos, de quienes lo tomaron los cristianos. Esta asimilación de Cristo con la deidad de la Sol no fue difícil.

 

Este tema de “Cristo-el-verdadero-Sol” ya había sido prolijamente proclamado por Clemente de Alejandría (150-215) en muchos de sus escritos. Orígenes siguió los pasos de Clemente, su maestro, y proclamó a Cristo ser “el Sol”, “el verdadero Sol”. Cipriano llamó también a Jesús “el verdadero Sol”. Por causa de esto, el Obispo Zeno de Verona elaboró extensivamente sobre Cristo-el-Sol, como el verdadero Sol, como el Sol Eterno.

 

El sol invicto, que había conquistado a todas las demás religiones, había vencido finalmente a su rival principal, el cristianismo, uniéndose con él, fusionándose con él...

La creencia mesiánica, al ser unida a todos aquellos cultos de adoración al Sol,[1][5] se transformaría en un fuerte cuerpo que poco a poco arrolló, asimiló y sincretizó todos los obstáculos restantes, bien por fuerza, o por “asimilación y compromiso”.

 

Asentamiento agustino en Arafo. La alquería y oratorio de “Los Ramos”

 

 “En 1509, el conquistador don Gonzalo Mejías cedió la data que poseía en Arafo, con agua y tierras, al Convento agustino del Espíritu Santo de La Laguna. Después de recibir esta donación, los frailes construyeron su alquería con oratorio en el sitio actualmente conocido como “Lo de Ramos”. En 1745, ya se veneraba en la ermita de San Juan Degollado de Arafo una imagen de San Agustín, probablemente donada por los agustinos, que enseguida alcanzó gran devoción en el vecindario, como quedó de manifiesto en 1751, al producirse el prodigio o “milagro” de San Agustín en el Barranco de Añavingo.

En el siglo XVIII, casi todas las tierras de Arafo, además del diezmo y primicias para el sostenimiento de la parroquia, estaban gravadas con tributos a diferentes conventos de la isla, entre ellos el agustino de La Laguna. A partir de 1836, con motivo de la Desamortización , el Estado se incautó en Arafo de las extensas fincas rústicas pertenecientes a dichos frailes. En 1849, la Dirección General de Fincas del Estado aprobó la redención del censo agustino de 18 y media doblas que gravaba las tierras de Arafo, por la suma de 1.227 reales y 20 maravedíes de vellón. Y en 1993 se inició la construcción en “Lo de Ramos” de una capilla dedicada al Apóstol Santiago, así como una zona recreativa que se inauguró en 1998”. (Octavio Rodríguez Delgado, 2013).

Los vínculos de Arafo con el Convento dominico de Candelaria. La hacienda y la capilla de “La Granja de los Frailes”.

Hasta el siglo XIX, gran parte del término de Arafo estaba gravado con tributos pertenecientes a distintos conventos y órdenes religiosas establecidas en Canarias. En este sentido, destacaban las extensas propiedades pertenecientes a dos conventos, el agustino de La Laguna y el dominico de Candelaria, que influyeron notablemente en el devenir histórico de dicha localidad y en su trayectoria religiosa.

Nos vamos a centrar en el asentamiento dominico de Arafo, en la conocida como “ La Granja de los Frailes”, que pertenecía al Convento Real de Nuestra Señora de Candelaria. Contaba con unas amplias instalaciones y en ella vivían los medianeros, así como temporalmente los frailes que administraban dicha hacienda. Poseía una capilla u oratorio de considerables dimensiones, preparada para albergar a la imagen de la Virgen de Candelaria, en la que se veneraba un antiguo cuadro que la representaba, hoy expuesto en la Basílica.

 En 1620 los frailes dominicos de Candelaria compraron terrenos en Arafo a don Tomás Pacheco Solís, con el fin de trasladar allí el santuario de la Virgen, por temor a los ataques de piratas que se acercaban hasta las costas del Valle atraídos por sus tesoros; asimismo, se acordó construir la capilla mayor del nuevo convento a costa de los bienes de propios del Cabildo. Aunque no se realizó la traslación prevista, ignoramos si por aquel entonces se llevó a cabo la proyectada edificación o si ésta se retrasó; lo cierto es que en las ruinas de “La Granja” se conservan las paredes de una capilla de gran tamaño, para tratarse de un simple oratorio, pues tiene 150 m² . (Octavio Rodríguez).

 

 Una de las singularidades más destacadas de Arafo es haber sido residencia temporal del prócer y padre de la matria canaria don Secundino Delgado Rodríguez, quien habito la casona desde 1902, ubicada en la Esquina de los Carros, y hoy conocida como Casa de Secundino Delgado, en el lugar conocido como Plazuela del Llano o esquina de Los Carros, esquina calle Eduardo Curbelo, por ser el punto del que partían los vehículos de tracción animal que comunicaban este pueblo con los vecinos y con la capital. Este es el motivo de que la zona fuera uno de los enclaves comerciales de Arafo.

En este mismo lugar se encuentran los chorros del agua: como punto de abastecimiento doméstico para los habitantes del municipio, puesta en funcionamiento en enero de 1929 que se surtían con la galería de los Huecos.

La casa, probablemente del siglo XVIII, es un ejemplo de arquitectura rural absorbida por la trama urbana. El carácter singular se lo da su disposición perpendicular a la calle que la convierte en un hito urbano al ser el telón de fondo de la perspectiva de la vía.

El conjunto arquitectónico consta de dos cuerpos diferenciados. La casa y una pequeña construcción de una planta colocada en la trasera que debe ser más reciente. Entre ambas se encuentra un patio. En la parte posterior existe una huerta.

También se caracteriza por tener dos cuerpos diferenciados, la nave delantera de dos plantas y un cuerpo trasero a media altura que es prolongación del tejado de la cubierta que era destinado a cocina. El edificio está totalmente adaptado a la topografía del terreno, basada en la construcción tradicional por métodos racionales.

En 1999 comenzó el expediente para su restauración y declaración como BIC.

Mediante Decreto 158/2006 de 31 de octubre, es declarada Bien de Interés Cultural, con categoría de Sitio Histórico, delimitando su entorno.

El Cabildo de Tenerife llevó a cabo la restauración de la Casa Secundino Delgado, El coste de los trabajos supuso una inversión superior a los 232.000 euros.  El proyecto consistió en rehabilitar el edificio principal en su estado actual ya que es una pieza importante del casco histórico de Arafo, además de haber sido declarado en octubre de 2006 como Bien de Interés Cultural con la categoría de Sitio Histórico. Esta fase contempla las obras necesarias para la finalización del cuerpo destinado a biblioteca y el patio delantero y lateral del mismo. En la sala dedicada a biblioteca se intervinieron en la cubierta, el pavimento, los revestidos y pinturas, la carpintería y la instalación eléctrica, en ella se ubicará el fondo bibliográfico de Arístides Ferrer, fondo que es muy importante no solo para el pueblo de Arafo sino también para todos los investigadores de la Historia colonial de Canarias.

Breve reseña biográfica de don Secundino Delgado Rodríguez.-

 

"En vano buscará el español una mordaza para nuestras bocas y  una losa para nuestros corazones".

 

Secundino Delgado Rodríguez, nace en  la calle San Lucas,  Añazu (Santa Cruz de Tenerife) en Chinech (Tenerife) Archipiélago Canario, en 1871, hijo del herrero Nicolás Delgado del Castillo y de María Rodríguez Hernández, fue amante esposo y padre ejemplar, obrero industrial, tabaquero, periodista escritor y político anarquista-independentista.

Cuando comienzan a surgir en Tenerife las primeras organizaciones obreras y asociaciones de trabajadores, a pesar de que poco a poco se irían politizando, la función de estas primeras asociaciones era fundamentalmente asistencial y benéfica, también ocuparán un lugar importante el interés por la formación y educación de los trabajadores, en un contexto donde la inmensa mayoría de la población colonizada y  analfabeta.

 

Una de las tantas crisis económicas provocadas por el monocultivo impuesto desde la  metrópoli, en esta ocasión la crisis de la cochinilla provoca que una gran parte de la población canaria se vea obligada una vez más a emigrar hacia América, siendo los puntos preferentes de destino Cuba y Venezuela. Así Secundino Delgado, como muchos canarios, emigra a Cuba en 1885, buscando mejores condiciones de vida, que como a tantos canarios les era negada en su propio país, consecuencia del colonialismo y su sistema caciquil imperante.

Desde los inicios del siglo XX, canarios residentes en América que captaban la opresión caciquil del sistema social colonial imperante en estas Islas, pensaban la viabilidad de un Estado canario independiente de España, al igual que los, por aquellos momentos, emancipados de Cuba, Puerto Rico o Filipinas.

En Cuba colabora con los “rebeldes” independentistas en la guerra contra el ejército español de ocupación, y donde pronto será un "elemento peligroso", para los servicios de información del ejército colonial. Acusado de coparticipar en un atentado con explosivos en el edificio del Palacio del Gobierno en La Habana, ha de salir de Cuba y regresar a Tenerife, su isla natal, a principios de mayo de 1896.

Secundino Delgado luchó toda su vida, a través de los ideales del progresismo y de la independencia nacional que adquirió en Cuba, por su pueblo canario con el objeto de que despertara de aquel largo letargo de injusticias que le obligaban a emigrar o a malvivir en una sociedad injusta y clasista.

De su peregrinar por América, el boletín anarquista Sol Negro, en 2006 nos ofrece unas interesantes anotaciones las cuales reproducimos para una mayor inteligencia del lector:

“Este impenitente lector de escritores anarquistas tendrá en El Esclavo la primera publicación en la que participa, junto a emigrados cubanos, en Tampa (Florida, USA) y cuyo contenido era netamente obrerista y anarquista, a decir de Federica Montseny (Breve historia del Movimiento Anarquista en Estados Unidos de América del Norte. Cultura Obrera, s.f.) y del historiador canario Manuel de Paz Sánchez (Secundino Delgado y la emancipación cubana. El Pirácrata, 2001). El Esclavo, ante el proceso por la independencia de Cuba, señaló claramente cuál era su posición:

Destruyamos, pues, al tirano gobierno español, pero no pongamos otro en su lugar que nos va suceder igual; tomemos posesión de toda la riqueza y organicémonos bajo la base de la libertad y de la igualdad y seremos relativamente felices, sin burgueses ni proletarios, sin amos ni esclavos, pues todos seremos libres productores”.

Igual que hicieran otros anarquistas, ya en el interior de Cuba —isla a la que Secundino había emigrado siendo muy joven, huyendo de la miseria en la que el pueblo vivía en Canarias tras finalizar el ciclo económico de la cochinilla y posiblemente también para eludir el servicio militar— se implica en la lucha contra la ocupación española de la isla caribeña, tras regresar de EE.UU. En 1896 fue despedido de una empresa de guaguas, en la que trabajaba como herrero, al descubrir que Secundino tenía un pujavante (una especie de espátula alargada y plana para rebajar el casco de la caballería y poder asentar correctamente la herradura) en el que tenía el lema “Mueran los burgueses, viva la anarquía”. Tras una breve estancia en Canarias junto a su familia (se había casado en Nueva York con una norteamericana, con quien tuvo dos hijos), se estableció posteriormente en Venezuela, lugar en el que había ya una notable colonia de emigrados canarios. Allí, junto a Brito Lorenzo y Guerra Zerpa, funda El Guanche, primera publicación que defiende la independencia de Canarias de España. A diferencia de El Esclavo, El Guanche apuesta por el interclasismo, aunque Secundino Delgado sigue rezumando obrerismo libertario en sus escritos. Así, en su segundo número, bajo el título de “El Ideal”, entre otras cosas se expresa:

“Y tú, pueblo trabajador, que, desde que naciste, gravaron los pícaros en tu frente tu deber, habiéndose guardado en sus faldones el derecho que te corresponde, organízate, forma círculos de artesanos, ponte en relación con los proletarios de todas partes, instrúyete robando algunas horas al descanso y después que sepas cuál es tu derecho y quién te lo robó, rebélate, que ese derecho te corresponde.

Tu emancipación y el mejoramiento de tu Patria no lo esperes de esos sabios de librea que asisten a las Cortes para hacer la venia al amo.

Es el mismo pueblo el que debe moverse, protestar contra las exageradas contribuciones, los abusos del caciquismo, las arbitrariedades de los exóticos gobernantes, etc.

Si las leyes de aquella monarquía nos coaccionan, en Canarias, no debemos respetarlas, ya que entorpecen el progreso y apagan la luz del pensamiento libre, no las respetemos y, si es necesario, seamos hostiles”.

El Guanche no tuvo excesiva trascendencia, dándosele más importancia en los tiempos recientes que en el que fue editado. No obstante, a causa de su publicación, Secundino Delgado sufrió prisión en Venezuela. Ante el peligro de la anexión inglesa de Canarias, El Guanche decide cerrar su publicación. No es un cambio de potencia dominadora lo que se quiere y, ante la coyuntura, prefiere unas Canarias españolas.

Secundino se establece durante 1900 en Canarias, junto a su mujer y sus hijos.

Profundizando en su estrategia populista, tomando como trampolín la Asociación Obrera de Canarias, decide formar un partido para presentarlo a las elecciones municipales. A decir de Manuel Hernández (“Secundino Delgado. El padre del nacionalismo canario” en La enciclopedia de canarios ilustres, CCCP, 2005), el Partido Popular fue la concreción de las ideas que Secundino ya había expuesto en El Guanche, con sus propuestas interclasistas, y por la influencia del Congreso sindical venezolano de 1896. El PP sacó un concejal en Santa Cruz de Tenerife, de cuyas actividades curiosamente nunca se ha hablado… Secundino, poco después, funda el periódico ¡Vacagüaré…! desde el que arropa la demanda de autonomía con la que se dirigía el PP, dejando de lado los planteamientos independentistas, mientras continúa haciendo guiños al obrerismo. Aunque se está haciendo esperar una edición facsímil de ¡Vacagüaré…! podemos acceder la mayor parte de sus contenidos por el trabajo de Manuel de Paz (“Nuevos documentos sobre Secundino Delgado”, Revista del Oeste de África, nº 9).

La publicación de ¡Vacagüaré…! se verá interrumpida por el encarcelamiento de Secundino, a causa de la intervención del General Weyler, quién había sido Capitán General en La Habana. Llevado a Madrid, compartirá celda de la Prisión Modelo con el anarquista Pedro Vallina ―amigo del famoso libertario Fermín Salvochea―, que lo recordará en sus memorias dedicándole varias páginas (Memorias de un revolucionario, Solidaridad Obrera, París, 1958). Salvochea se interesa también por Secundino, consiguiendo mejoras en su presidio, llevándole comida y moviéndose para divulgar su situación, buscando su excarcelación.

Se llevaron a cabo gestiones para su liberación especialmente por el consulado de los Estados Unidos, que representaba los intereses de Cuba en España dada su nacionalidad cubana. No obstante fue internado en la Cárcel Modelo de la capital de España, donde permaneció casi un año sin recibir el auto de procesamiento, motivo de la detención, ni ser sometido a juicio.

Mientras está preso, Secundino publica varios cuentos en La Revista Blanca, la publicación anarquista que dirigían los padres de Federica Montseny y que, todavía en los tiempos de la II República la misma cabecera los reeditaba. Fue Salvochea el que avisa al canario Nicolás Estévanez, quién había sido capitán del ejército español en Cuba y había renunciado a esta condición en 1871 por la represión a los independentistas cubanos, y, posteriormente, Ministro de la Guerra durante la breve I República Española. Estévanez, un radical republicano federal, se había acercado al anarquismo, colaborando en algunas de sus propuestas, como la de la Escuela Moderna de Ferrer, para la que escribió un libro (Resumen de la Historia de España, Editorial Benchomo, 1999), y posteriormente se verá involucrado en el atentado que Mateo Morral (bibliotecario de la Escuela Moderna barcelonesa) realizó contra el rey Alfonso XIII en el día de su boda. El escándalo que se monta en Madrid, cuando es conocida la prisión de Secundino, obliga a su excarcelación. Será a los anarquistas de La Revista Blanca a los primeros que visite tras su liberación y los que le den dinero para que se las remedie.”

Estamos pues ante la presencia de un insólito canario que jugándose su bienestar y prosperidad, por sus ideales prefirió denunciar el mal que aquejaba a las islas y a los isleños, muy a sabiendas de lo que estaba arriesgando en semejante empresa.

Conociendo el peligro de un enfrentamiento a la dura administración colonial española, repetía frecuentemente " Qué importan los sacrificios si algún día llega a alumbrar nuestra Patria el Sol de la libertad".Aquel grito que lanzaba Secundino era apremiante y necesario, y que podía haber hallado eco en la década de los años 30, si otras circunstancias políticas trasformadas en guerra civil de los españoles no hubieran truncando aquel buen deseo ya suficientemente arraigado entre los canarios. Desde los inicios del siglo XX, canarios residentes en América que captaban la opresión caciquil del sistema social imperante en estas Islas, pensaban la viabilidad de un Estado canario independiente de España, al igual que los, por aquellos momentos, emancipados de Cuba, Puerto Rico o Filipinas.

Fue el padre indiscutible del nacionalismo canario (como en Cuba fue apóstol de su independencia otro canario: José Martí Pérez, el “hijo de la Isleña”). Aquella frase que se le acuña, “...todo por y para la libertad de los pueblos y de los hombres”, es de aplicación en las Canarias del siglo XIX y principios del XX. Aquel grito que lanzaba Secundino era apremiante y necesario, y que podía haber hallado eco en la década de los años 30, si otras circunstancias políticas trasformadas como queda dicho en guerra civil de los españoles no hubieran truncando aquel buen deseo ya suficientemente arraigado entre los canarios.

El periódico La Prensa de Tenerife, publicó en su número de fecha 28 de junio de 1936, una magnífica de apología de carácter editorialista sobre Secundino y su ideal para estas islas, cuyo artículo, que aparece sin firma pero reflejando una justa semblanza de nuestro patricio, dice: " Secundido Delgado representó en Tenerife, durante toda una época, el patriotismo más fervoroso y exaltado. No había cuestión de interés para el país que él no recogiera, entregándose de lleno a su defensa o repulsa según la índole que presentaba, sin medir en la lucha la calidad e importancia del enemigo, ni el alcance de las propias fuerzas. Todo por Canarias, todo por Tenerife, pudo ser el lema de su blasón, de vivir las épocas heróicas de la caballería. Pero vivió Delgado en otros tiempos mucho menos hidalgos, en los que su esforzado temple, aún por los que más le admiraban y querían, se tachaba de "quijotismo" y sufrió incomprensiones sin cuento y solo, enteramento solo, hubo de soportar, al cao, las consecuencias de una ruda persecución. Con su generoso afán con su soberbio fervor patriótico, llegó a América, al expatriarse, Secundino Delgado, y luchó sin descanso hasta hasta la muerte. Como su permanencia en Canarias, al llegar a Caracas, primer punto de su residencia en tierras de América, participó en asambleas, mítines y reuniones de la colonia isleña; preogonó el entusiasmo de sus ideales y fundó como portavoz de sus empeños, una revista quincenal "El Guanche", en colaboración con otro canario, José Guerra, desde la que dio el grito de independencia que habría de ser cifra de los fervores y afanes de toda su vida. Violentas, rudas, implacables, fueron sus campañas desde las columnas de "El Guanche", logrando en poco tiempo formar una importante legión de adeptos a su idea; pero, cediendo a presiones del Ministro de España en Caracas, el presidente de Venezuela, general Crespo, hubo de decretar su expulsión del teritorio y Delgado hubo de marchar a Curazao, donde prosiguió su cruzada generosa, con el mismo entusiasmo y el mismo ciego afán. Más tarde hubo de regresar a Tenerife, y ya aquí, en el rescoldo de la hoguera, se ocupó de avivar llamas dormidas, publicando en unión de Cabrera Díaz, Tomás Morales y Díaz Carballo, su famoso "¡Vacaguaré!". Grito de rebeldía y liberación guanche, que hizo suyo, como lema del empeño formidable a que dedicara todos los anhelos de su vida. No logró la libertad del terruño adorado y, en cambio, perdió la suya. Por orden del general Weyler, a la sazón ministro de la Guerra, Secundino Delgdo fue detenido y encerrado en la Cárcel Modelo de Madrid. Poco después murió y lo curioso es que su nombre, casi olvidado en Tenerife, al que todo lo sacrificó, incluso su vida generosa, se recuerda con cariño y admiración en América, y de modo especial en Venezuela, donde realizó su más intensa y vibrante campaña, y en Cuba, donde todavía viven algunos colaboradores de su formidable pero incomprendido empeño." (Blog, Nación Canaria)

Este ilustre canario, amante de su matria como nadie, nacionalista de pro, tenía claro que había que acabar de una vez con las rencillas y discordias que gentes sin amor por Canarias fomentaban en las Islas para provecho de sus intereses personales y de dominio. En este ideal nos dejó escrito: "...despreciad con valor la prensa venal y asalariada que fomenta la discordia entre las Islas, nuestra Patria, con el fin de dividir al pueblo para que el lobo devore con paciencia y gusto su víctima...La emancipación y el mejoramiento de esta Patria, no lo esperemos de esos sabios de librea que asisten a las Cortes para hacer la venia al amor....¡¡ Ah !!, el día que se nos caiga la venda, estas siete joyas volverán a ser como el nombre que llevaban..." (Eduardo Pedro Garcia Rodríguez, 2013)

La Agrupación femenina de pulso y púa “Aída” de Arafo (1957-1967)

Desde finales de los años cincuenta hasta bien avanzados los sesenta del siglo pasado existieron en Arafo dos agrupaciones femeninas de pulso y púa, pioneras en Canarias: “Aída” y “Las Mary’s”, ambas fundadas por la maestra doña Carmen Tejera Rodríguez y su esposo el músico don Juan Ramos Rodríguez, aunque luego siguieron rumbos diferentes y mantuvieron una sana rivalidad.

Medio siglo después de su disolución, el 11 de febrero de 2012 se le tributó un merecido homenaje a ambas agrupaciones en el Auditorio “Juan Carlos I” de la Villa de Arafo, organizado por la Rondalla “Ayesa”, con el fin de recordar con cariño su paso por los escenarios, pues ambas ya ocupan por derecho propio un lugar de honor en la rica historia musical de esta villa.

Vamos a hacer un breve repaso por la trayectoria de la agrupación “Aída”, la primera que se fundó y, probablemente, la agrupación femenina de pulso y púa pionera en Canarias. En sus 10 años de historia, de 1957 a 1967, comenzó siendo un quinteto para enseguida aumentar hasta ocho miembros, posteriormente reducirse a un trío y, finalmente, consolidarse como un conjunto de unas diez componentes”. (Octavio Rodríguez Delgado, 2013).

Un siglo de devoción a la virgen Maria Auxiliadote en la Villa de Arafo (1907-2007)

 “La bellísima imagen de la Virgen María Auxiliadora llegó a la Villa de Arafo en 1907, siendo recibida con entusiasmo por el pueblo y bendecida solemnemente el 27 de agosto por el cura párroco don Hildebrando Reboso, en el transcurso de las Fiestas Patronales de dicho año, actuando como padrinos el citado alcalde don Tomás de Mesa y su esposa doña Eloísa Ferrera; en dicho acto destacó la intervención del Padre Martel, de la Congregación Misionera, en su última actuación en Tenerife.

 Desde entonces, en Arafo se venera con fe a María Auxiliadora, pues no en vano ésta fue la primera localidad canaria que acogió tal advocación de la Virgen. Los araferos acogieron con cariño a esta imagen, que se colocó inicialmente en uno de los altares laterales del templo parroquial. Tras su adquisición, el citado Anselmo Núñez le quiso construir una capilla en la Cruz del Llano, pero no llegó a hacerse realidad. No obstante, el párroco Reboso Ayala dedicó su larga vida a inculcar el amor por esta Virgen, que dejó como herencia a su sucesor, don Vicente Jorge Dorta, quien también regentó durante 53 años la Parroquia de San Juan Degollado.” (Octavio Rodríguez Delgado, 2012).  

 

Abril de 2013

 

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