NOMENCLATURA DE LOS MENCEYATOS, CANTONES, GUANARTEMATOS Y ACTUALES MUNICIPIOS CANARIOS

 

Capitulo VI - II

  

MENCEYATOS DE CHINECH (TENERIFE)

 

 Eduardo Pedro García Rodríguez

 

Pozos de nieve.-

 

La utilización de la nieve, que se acumulaba en las cumbres dentro de cuevas construidas a tal fin, fue de hecho una práctica común durante siglos en Tenerife.

 

En un principio la nieve se extraía de la Cueva del Hielo, cercana al pico del Teide, pero el incremento de la demanda aconsejó construir pozos de nieve en el municipio de Arafo.

 

Los primeros pozos de nieve de Tenerife se construyeron en 1750 en el fondo de la Caldera de Pedro Gil, en el actual municipio de Arafo, a una altitud de 1.500 metros, y sirvieron para suministrar hielo a lo que ahora es Santa Cruz de Tenerife y La Laguna , así como a La Palma y a Las Palmas de Gran Canaria. También se construyeron pozos en la misma zona, muy cerca del volcán de Arafo.

 

El municipio tinerfeño de Arafo tiene una de las mayores concentraciones de pozos de nieve por kilómetro cuadrado de Canaria.

Algunos personajes criollos celebres en Arafo según el investigador Octavio Rodríguez Delgado:

Eduardo Fausto Mesa Hernández (1827-1904), párroco de Tejina, servidor de Tegueste y capellán del Asilo de las Hermanas de los Pobres de La Laguna.

Este humilde sacerdote estuvo la mayor parte de su vida ligado a la parroquia de Tejina, pues la obtuvo en propiedad por oposición cuando aún no era presbítero y, tras ordenarse, permaneció al frente de ella ininterrumpidamente durante 38 años. Durante un corto período fue también cura servidor de Tegueste y los últimos seis años de su vida los pasó como capellán del Asilo de las Hermanas de los Ancianos Desamparados (más conocidas por las “Hermanitas de los Pobres”) de La Laguna. Falleció en esta ciudad en la mayor pobreza, pero sin ser olvidado por sus feligreses de Tejina, que acudieron masivamente a su sepelio y funeral. Fue muy conocido en su época por su profunda fe, bondad y humildad.

Nació en Arafo el 13 de octubre de 1827, siendo hijo de don Diego de Mesa y Marrero y doña Venancia Hernández del Castillo, naturales del mismo pueblo. Dos días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el párroco propio don Antonio Rodríguez Torres; se le puso por nombre “Eduardo Fausto” y actuó como padrino don José Núñez Batista.” (Octavio Rodríguez Delgado, 2013).

Don Eleuterio González García (1838-1907), capitán del Ejercito Territorial de Canarias, comandante militar de Arafo, Lanzarote y Fuertevenhtura, regidor sindico y secretario del Ayuntamiento de Arafo.

Miembro de las Milicias y al Ejército Territorial de Canarias. Al margen de su carrera militar, tuvo una cierta actividad política en Arafo, donde fue vocal de la Junta de Gobierno local, regidor síndico (en dos ocasiones), concejal, interventor electoral y secretario interino del Ayuntamiento. Ingresó en las Milicias Canarias como subteniente, para ascender luego a teniente, recibir el grado de capitán y ascender finalmente a este empleo, con carácter efectivo. A lo largo de su carrera desempeñó, entre otros cargos, los de comandante militar de Arafo, Lanzarote y Fuerteventura; también fue condecorado con una Cruz de Primera Clase del Mérito Militar. Obtuvo su retiro con sueldo, después de haber servido durante más de 41 años y medio

 Este ilustre militar nació en Arafo el 30 de mayo de 1838, siendo hijo de don Esteban González Perdigón y Marrero y doña María Antonia García Batista. El 5 de junio inmediato recibió el bautismo en la iglesia de San Juan Degollado, de manos del cura párroco propio don Antonio Rodríguez Torres; se le puso por nombre “Eleuterio Secundino” y actuó como madrina doña Evarista Perdigón García”. (Octavio Rodríguez Delgado, 2013).

Don Santiago Fariña García (1830-1901), cura párroco de Vallehermoso, Alajeró y Santa Úrsula.

 “La humildad que caracterizó todas sus actuaciones, no consiguió que el paso del tiempo hiciera borrar la existencia del sacerdote que nos ocupa, cuyo celo e inteligencia fueron reconocidos además de por sus paisanos, por cuantos tuvieron la dicha de conocerle, especialmente los vecinos de Vallehermoso, Alajeró y Santa Úrsula, pueblos donde ejerció durante la mayor parte de sus 37 años de intensa labor pastoral, 25 de ellos en la última localidad del Norte de Tenerife.

Don Santiago Fariña García nació en Arafo el 1 de mayo de 1830, siendo hijo de don Ignacio Alonso Fariña y doña Luisa García Vizcaíno. Dos días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por don Antonio Rodríguez Torres, párroco propio de la misma; se le puso por nombre “Santiago León” y actuó como padrino don León Rodríguez. Todos naturales y vecinos de dicho lugar.

Su padre, don Ignacio Alonso Fariña (1800-1876), fue una persona muy apreciada en su localidad natal, pues estuvo durante muchos años vinculado a la parroquia como sacristán y sochantre; además desempeñó los cargos de secretario del Ayuntamiento, regidor y maestro interino.” (Octavio Rodríguez Delgado, 2013).

Don José de Baute Santos (1739-1820), teniente de Artillería, teniente coronel de Milicias, comandante de armas, castellano y alcalñde.

 “Militar de mayor graduación nacido en Arafo, que vivió gran parte de su vida en Candelaria, donde falleció. Comenzó su carrera en Artillería, pero enseguida ascendió a subteniente y teniente de las Milicias Provinciales. Con este último empleo se reintegró al cuerpo de Artillería, como comandante de la media Compañía de Artilleros Milicianos de Candelaria, volviendo luego a las Milicias, en las que ascendió a capitán y alcanzó el retiro con el empleo de teniente coronel. Fue comandante de armas de Candelaria durante más de cuatro décadas, además de teniente castellano del Castillo de San Pedro, castellano de la Batería de Santiago y guarda-almacén de Artillería en dicha localidad, siendo condecorado con la Cruz de la Orden de San Hermenegildo; asimismo, desempeñó el cargo de síndico personero y, en tres ocasiones, el de alcalde de Candelaria y Arafo (cuando todavía constituían un único municipio), que repitió en otras dos etapas, solo del primer municipio. Además, poesía amplias propiedades agrícolas en Arafo, así como algunos pozos de nieve, producto del que fue uno de los principales suministradores en el archipiélago.

 Este ilustre personaje nació en el pueblo de Arafo el 11 de enero de 1739, siendo hijo de don Juan de Baute Santos y doña María de Barrios Rodríguez; fue bautizado el 18 de ese mismo mes en la iglesia de Santa Ana de Candelaria, a cuya jurisdicción pertenecía por entonces dicho lugar, por fray Miguel de Salas teniente del beneficiado, quien le impuso el nombre de “Joseph”, siendo apadrinado por don Bernardo Pérez Marrero, también vecino de Arafo. (Octavio Rodríguez Delgado, 2013).

Don Felipe Marrero de Castro

Nació en el entonces Pago de Arafo en 1756, siendo hijo de don Pedro Marrero de  Castro y Torres y de doña Ángela de Barrios Rodríguez, natural de Candelaria. En 1794

contrajo matrimonio en la iglesia de Santa Ana con  doña Sebastiana de Torres Marrero y  Barrios, hija de José de don Torres Marrero y de doña María de Baute Barrios, naturales y  vecinos del mismo pago; tuvieron cinco hijos, entre ellos el presbítero don Víctor Eusebio  Marrero (1795-1882), cura ecónomo de dicha localidad. Su padre, uno de los hombres más  acomodados de Arafo, fallecido en 1800, le dejó “bodega y caldera de estila”; desde entonces don Felipe se dedicó a elaborar y exportar a América su propio aguardiente, que llamaba  “parra”.

 

Fue uno de los principales promotores de la creación de la parroquia de Arafo, así  como uno de los fundadores de la Hermandad del Santísimo Sacramento de la misma, de la  que fue su primer mayordomo recaudador (1796) y hermano mayor (1799). Fue asimismo el primer depositario de las limosnas que pedían los recaudadores de la Cofradía de las Benditas

 

Animas del lugar de Arafo, desempeñando dicho cargo durante 14 años (1799-1813), hasta su  muerte. Además actuó con frecuencia como testigo en testamentos otorgados en la parroquia  de Arafo.

 

Pero también destacó en la vida municipal, pues como ya hemos visto en 1798 fue  elegido con 16 votos como primer alcalde real de Arafo, volviendo a ocupar la Alcaldía otros  dos años (1805 y 1810); y en 1802 ejerció como personero. En 1807 fue elegido comisionado  del Ayuntamiento de Arafo, junto a don Ángel Rodríguez de Mesa, para pasar en representación del mismo al cabildo abierto de La Laguna ; y volvió a asistir, junto con don  Juan Hernández Santiago, al cabildo abierto celebra do en la misma ciudad en 1808.

 

Don Felipe Marrero de Castro testó y falleció en su casa de Arafo en 1813, a los 57  años de edad; recibió sepultura en la iglesia parroquial de San Juan Degollado. Le sobrevivió doña Sebastiana de Torres, quien falleció en el mismo domicilio en 1850, a los 87 años de edad. (Octavio Rodríguez Delgado)

 

Don Antonio Pérez Delgado

Nació en Arafo en 1748, siendo hijo del ayudante d e Milicias don Manuel Pérez

Delgado, natural de Güímar, y de doña María Jacinta Marrero, que lo era de Arafo. Contrajo  matrimonio con doña Joaquina Polegre García, natura l de la Villa de La Orotava e hija de don  José Luis Polegre y de doña Isabel García; tuvieron nueve hijos, nacidos en Arafo, y fueron  bisabuelos de don Andrés Orozco Batista (1888-1961), abogado, alcalde de Santa Cruz,  diputado a Cortes y Ministro de Industria y Comercio.

 

Fue uno de los principales promotores de la independencia religiosa de Arafo, siendo

elegido en 1783 apoderado del vecindario para realizar todas las gestiones necesarias para lograr la creación de la parroquia, cometido en el  que continuó hasta alcanzar el objetivo  fijado en 1795. Perteneció a la Hermandad del Santísimo Sacramento de la parroquia de San  Juan Degollado, de la que fue primer hermano mayor  (1796). Asimismo, como ya hemos  dicho, fue elegido diputado del primer Ayuntamiento

de Arafo (1798) y, posteriormente,  desempeñó en el mismo los cargos de alcalde (1801)  y personero (1804).

 

Don Antonio Pérez Delgado falleció en Arafo en 1808, a los 60 años de edad, recibiendo sepultura en la iglesia de San Juan Degollado. Le sobrevivió doña Joaquina

Polegre, quien murió en la misma localidad en 1844, a los 74 años de edad “poco más o menos”. (Octavio Rodríguez Delgado)

 

Don Juan de Torres Marrero

Nació en el Pago de Arafo en 1726, siendo hijo de don Francisco de Torres Marrero y

de doña Micaela Hernández. Compró muchas propiedades en su pueblo natal y fue uno de los promotores de la construcción de la atargea de Añavingo, por lo que poseía varias horas de agua; destacó asimismo como labrador acomodado, fabricante y exportador de aguardiente.

 

Fue Mayordomo de la ermita de San Juan Degollado de Arafo (1782-1795), dejando  de su paso por el cargo una impresionante obra, que fue reconocida incluso por el Obispo don  Antonio de la Plaza , pues con su esfuerzo sostenía  y fomentaba la ermita. Durante su fructífera mayordomía se amplió el templo hasta adquirir su dimensión actual, con el fin de elevarlo a parroquia; además el Sr. Torres “se obligo a costear de su propio Caudal, todos los hornamentos Basos Sagrados, y demas necesario para el servicio del Altar”. Luchó incansablemente por la creación de la parroquia de  Arafo, para lo cual en 1783 fue nombrado apoderado del vecindario; y en ese mismo año otorgó un tributo de una botija de aceite para la  lámpara del Santísimo, sobre un pedazo de viña, con algunos pies de higueras, en “Veñima”.

 

Fue asimismo uno de los fundadores de la Hermandad   del Santísimo Sacramento en 1796… (Octavio Rodríguez Delgado)

Don Aureliano González Pestano (1940-2012). Oboe solista profesional, profesor del Conservatorio y director de la Banda de Música de La Guancha.

Fallecido recientemente, Liano fue uno de los músicos profesionales más destacados de Arafo, pues ocupó la plaza de primer Oboe u Oboe solista en la Orquesta Sinfónica de Tenerife, así como en la selección de ella que actuaba en el Teatro Guimerá en las representaciones de ópera, en la Banda Municipal de Santa Cruz, en el Quinteto de Viento de Tenerife, en la Banda del Patronato de La Laguna y en el Quinteto de Viento de dicha ciudad. Fue también miembro fundador y primer oboe de la Orquesta de Cámara de La Laguna. Además, estuvo contratado como profesor auxiliar del Conservatorio Superior de Música de Santa Cruz de Tenerife y durante un corto período fue director dela Banda de Música “La Esperanza” de La Guancha.

Nació en Arafo el 7 de febrero de 1940, siendo hijo de don Aureliano González Pérez y de doña María Pestano Hernández. El 21 de julio siguiente recibió el bautismo en la iglesia de San Juan Degollado, de manos del cura párroco don Hildebrando Reboso Ayala, actuando como padrino don José Hernández Batista”. (Octavio Rodríguez Delgado, 2013)

Antiguo Ayuntamiento.-  

 

Constitución del primer Ayuntamiento de Arafo según el historiador hijo adoptivo de Arafo don Octavio Rodríguez Delgado:

 

“En 1738 los araferos iniciaron los trámites para erigir en  parroquia la antigua ermita de San Juan Degollado.

 

En 1783 retomaron la iniciativa y, tras  hacer imposiciones con destino a la fábrica parroquial, así como de aceite para sostener la  lámpara del Santísimo, reiteraron la solicitud ante el tribunal de Justicia; en los años que  siguieron ampliaron la iglesia hasta su capacidad actual. Una vez concluidas las obras, el  templo fue reconocido y bendecido por el Beneficiad o de Güímar y Candelaria, don Florentín  Núñez y Torres, el 8 de agosto de 1795. Luego, por  decreto del Obispo don Antonio Tavira y  Almazán, fechado a 17 de octubre de ese mismo año,  fue erigida la parroquia de San Juan  Degollado, segregada de Candelaria e indirectamente de Güímar. El 24 de ese mismo mes se  nombró primer párroco en la persona del sacerdote güimarero don Antonio Rodríguez Torres;  el 8 de noviembre se celebró la función de colocación, con la que dicha parroquia comenzó a regir; y el 3 de diciembre inmediato el citado Obis po emitió el decreto de mandatos que debían regular la vida parroquial y en el que se creaba la Hermandad del Santísimo  Sacramento.

 

A raíz de la creación de la parroquia, en 1797 los vecinos de Arafo solicitaron a la  Real Audiencia de Canarias la creación de su propio Ayuntamiento, con nombramiento de un  alcalde real o pedáneo, dependiente del alcalde mayor de La Laguna , un fiel de fechos, un síndico personero y un diputado. Los principales argumentos eran el contar con suficiente  población (unos 650 habitantes), poseer parroquia y la considerable distancia que los separaba  del pueblo de Candelaria, del que dependían por entonces, que les ocasionaba graves inconvenientes.

 

Una vez cumplidos todos los trámites, por disposición del Tribunal Superior de la Real

Audiencia de estas islas la jurisdicción de Arafo quedó dividida y separada del Lugar de

Candelaria, lo que le fue comunicado al Alcalde Mayor de la ciudad de La Laguna , quien  concedió su aprobación a la creación de este Ayuntamiento. En virtud de ello, el 2 de enero de 1798 se reunieron todos los vecinos de Arafo en la  plaza de la parroquia para elegir los 24  “comisarios de electores”, que a su vez debían proceder a la elección de los cuatro cargos del  primer Ayuntamiento de esta nueva jurisdicción.

 

Al día siguiente, 3 de enero de 1798, hace casi 200 años, se reunieron los mencionados

24 comisarios en la misma plaza, bajo la presidencia del alcalde mayor del cabildo de La Laguna , y eligieron al primer “Ayuntamiento de justicia” de Arafo, que quedó compuesto por los siguientes miembros:

 

Alcalde real: Don Felipe Marrero (16 votos).

Diputado del común: Don Antonio Pérez Delgado (14 votos).

Síndico personero: Don Juan de Torres Marrero (todos los votos).

Fiel de fechos: Don Domingo González (18 votos).

 

La elección del alcalde fue impugnada, sin éxito,  por estar destacado en esa época  como miliciano en la plaza de Santa Cruz. En la tarde de ese mismo día los primeros cargos públicos de la historia de esta localidad, los miembros de la primera corporación local, juraron  sus cargos ante el alcalde mayor de La Laguna. Arafo alcanzaba así su autonomía, tras depender durante siglos de los pueblos de Güímar y Candelaria. No obstante, continuó dependiendo del antiguo cabildo lagunero y de su alcalde mayor hasta alcanzar su plena  independencia en la segunda década del siglo XIX, como consecuencia del reordenamiento  municipal promovido por las Cortes de Cádiz de 1812, aunque aún en dos ocasiones se volvería al régimen anterior.

 

Durante los primeros años las juntas del Ayuntamiento se celebraban en la iglesia de San Juan Degollado, único edificio público de todo  el término. La toma de posesión de las  corporaciones anuales tenía lugar en la plaza anexa a este templo, ante todo el pueblo, y en el  transcurso de las ceremonias de relevo los alcaldes salientes entregaban el “bastón de Justicia” a los entrantes.” (Octavio Rodríguez Delgado).

Breve reseña histórica de la actual sede de la corporación arafera.-

Tras la aprobación de la Constitución de los españoles de 1812 cuando la organización administrativa municipal sufra una transformación importante, con la aparición de una nueva política local. La nueva jurisdicción se basaría en las parroquiales y anteriores pedanías.

Con el real Decreto de 23 de julio de 1835, se constituyeron las primeras corporaciones municipales y pueblos dotados con alcaldías, diputados y síndicos, pasaron a convertirse en Ayuntamientos y Arafo entre ellos.

Las sucesivas transformaciones políticas y económicas de la colonia fueron modificando las características de las Corporaciones Locales hasta la Constitución de 1978, donde los municipios viven un relanzamiento, beneficiados con mayores presupuestos y dotaciones.

La sede del Ayuntamiento de Arafo había sido itinerante, en principio eran la iglesia parroquial o el propio domicilio del alcalde de turno, más tarde serían casas alquiladas generalmente a personas influyentes. En 1935 se aprueba una moción del alcalde Luís Marrero en la que se propone la construcción de nuevos edificios para Casas Consistoriales, Juzgado y cuartel de la Guardia Civil sin embargo la Guerra Civil de los españoles paralizaría el proyecto.

La actual sede del consistorio, fue comenzada a construir durante la década de los 30 (1930), en un principio para ser ocupado por las escuelas de instrucción primaria. En 1943, el Ayuntamiento se trasladó a una habitación de la primera planta. La segunda se concluyó a finales de 1950, aprovechando los dineros obtenidos por el arbitrio de tabacos, siguiendo los planos del Arquitecto Félix Sáez Marrero. A raíz de ello se habilitaron dos salas de ensayo para las bandas de música. Hacia 1977, el inmueble dejó de usarse como escuela, al ser trasladada a un nuevo complejo ubicado en el Barrio del Carmen y durante algunos años fue compartido tanto por el Ayuntamiento como por la Filial del conservatorio Superior de Música de Santa Cruz. El progresivo aumento de las oficinas consistoriales motivó que fuese utilizado íntegramente como Casas Consistorial, destinándose otros lugares para ensayo de las Bandas y Conservatorio.

El Edificio de la Obra Social del Movimiento, actual sede de las ciertas oficinas municipales como correos policía local, Oficina Técnica entre otros, fue subvencionado por esta entidad y construido en un solar de propiedad municipal, según proyecto de Félix Sáenz Marrero, entre las calles de Los Voluntarios y José Antonio. En principio el edificio estaría destinado para depósito y oficinas de las diferentes entidades sindicales, así como las viviendas de los maestros o personal del Ayuntamiento, aunque el Gobernador Civil colonial de turno consideró que era un edificio demasiado pretencioso para un pueblo como el de Arafo y por ello se readaptó como sede de tres escuelas y viviendas para maestros, cediéndose provisionalmente la planta baja al Frente de Juventudes. Su edificación se inició en 1952, aunque la falta de financiación lo dilató hasta 1959.

La represión fascista caciquil en Arafo a partir de la guerra civil de los españoles.-

 

Algunos autores proclives a las clases dominantes son hartos generosos con el termino “distinguida familia” de este o aquel lugar como sinónimo de cacique, así no es infrecuente que conocidas familias de criollos caciques dependentistas que se han distinguido por trayectoria histórica como reconocidos explotadores y masacradotes de las empobrecidas clases populares tanto campesinos como obreros, son tratadas por estos autores como benefactores del pueblo, cuando la realidad es que siempre ha sido una casta social y política que a ninguneado al pueblo y lo ha sometido a sus intereses.

 

“Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 se resolvieron en Tenerife de forma favorable a los caciques. En 16 municipios (el 50% del total39) no tuvo lugar la elección, resultando elegidos los candidatos por el artículo 29 de la ley electoral de 1907, lo que indicaba que, a nivel local, seguían en pie las viejas estructuras políticas de la Restauración canovista. Según denunció el órgano republicano El Progreso,

 

“en muchas localidades se recurrió a todos los procedimientos para evitar que elementos de izquierda participaran en las futuras corporaciones municipales. Se entorpeció la proclamación de los candidatos de izquierda y así pudo ser factible que la proclamación de concejales se efectuara por el artículo 29, repartiéndose los puestos, a espaldas del pueblo y contra la voluntad de gran parte, por lo menos, de éste, los caciques que sobrevivieron al período dictatorial enchufándose discretamente al poder primorriverista, para ahora volver a sojuzgar a los pueblos y a maniobrar con sus destinos y caudales”.

 

… Esto sucedió en Adeje, Arafo, Arico, Arona, Buenavista, Garachico, Granadilla, La Guancha, La Matanza, Realejo Bajo, San Juan de la Rambla, San Miguel, Santiago del Teide, El Sauzal, Los Silos, El Tanque y La Victoria. En el Puerto de la Cruz, también por el artículo 29, resultaron proclamados 17 concejales socialistas (en las elecciones municipales de 1922 ya resultaron elegidos, por el artículo 29, 7 concejales socialistas). En la Orotava se proclamaron por el artículo 29 los candidatos del segundo distrito (BOP, 13 de abril de 1931). En el Realejo Bajo hubo elección en el 2º distrito, en Icod el Alto.

 

 

Icod, La Laguna, La Matanza, Orotava, San Juan de la Rambla, El Rosario, San Miguel, Santa Ursula, Tacoronte, Garachico, Candelaria, La Matanza de Acentejo, Tegueste, Vilaflor y la Victoria de Acentejo (El Progreso, 19 de mayo de 1931). (José Manuel Rodríguez Acevedo)

 

Arafo, a pesar de ser un pequeño pueblo, caracterizado por su estructura agrícola, no deja pasar el carro del progreso y de los sentimientos progresistas que con la llegada de la II República a la metrópoli han alcanzado a la colonia canaria.  Junio de 1931, marcará una fecha esencial para el devenir de aquellos araferos que desde posiciones progresistas y de izquierda deciden materializar sus inquietudes.

 

El 3 de febrero de 1933 constituirá una fecha esencial para la izquierda arafera, cuando el Ayuntamiento pasa a ser gobernado por una Comisión Gestora, presidida por D. Antonio Mederos, pero que incorpora a dos destacados republicanos: Alfonso Ferrera Rodríguez y José Marrero Flores. Por tanto, por primera vez en la historia del municipio dos militantes de la izquierda arafera asumen responsabilidades de gobierno.

 

En Abril de 1933 celebrará el país elecciones municipales, en las que el Partido Republicano Tinerfeño de Andrés Orozco, obtendrá una victoria, alcanzando todas las concejalías del Ayuntamiento.

 

El 16 de febrero de celebran elecciones municipales, y con ellas el triunfo absoluto del Frente Popular (coalición integrada por tres grandes partidos, El Partido Socialista Obrero español, El Partido Comunista de España y por Izquierda Republicana). Estos resultados llevan a que el 21 de marzo de 1936 sea nombrado Alcalde de Arafo D. José Marrero Flores a quien acompañaban como concejales Álvaro Fariña Rodríguez, José Ferrera Nuñez, Rutilio Marrero Curbelo, Jorge Hernández Mesa, Antonio Rodríguez Nuñez, Carlos Pestana Lóbrega, Juan Batista Batista, Armando Delgado Araujo y Enrique Ferrera González. Arafo cuanta con una Corporación de Izquierdas, y con un Alcalde que fue luego represaliado duramente por el régimen franquista…[izquierdaunidadearafo.blogspot.com/.../historia-de-la-izquierda-en-arafo.].

 

La actuación del franquismo en Canarias durante la guerra civil y la posguerra fue un genocidio, una guerra de exterminio, unos asesinatos masivos realizados de forma consciente bajo una dirección política y con el objetivo de destruir las organizaciones populares que ponían en cuestión el poder y los privilegios de las castas gobernantes. Pero estas acciones no las realizaron sólo el Caudillo y sus ministros, sino que contaron con la colaboración de amplios sectores de las clases dirigentes locales, que nunca han reconocido que hubieran cometido nada ilegítimo, ilegal e injusto. A eso se debe en gran parte el hecho de que la memoria histórica de aquellos años terribles sea sistemáticamente silenciada. (Ramiro Rivas García)

No todos fueron iguales. No se puede sostener la tesis de que los dos bandos hicieron lo mismo, con esta afirmación tan solo se persigue legitimar por igual a los golpistas y a los que defendieron la República democráticamente establecida.

Las razones que movían a los facciosos no eran tales, la Republica del Frente Popular no estaba conspirando, la clase obrera no estaba armada ni existía ningún problema terrorista, esto no era más que una excusa. Simplemente la clase dominante tradicional no podía aceptar el reformismo republicano lo mismo que la Iglesia no podía aceptar la corriente laicista promovida por la República, y el Ejército los apoyaba.

Los golpistas empezaron la represión desde los primeros momentos, los primeros fusilamientos fueron ordenados por Franco en la tarde del 17 de julio de 1936 en las guarniciones del continente.

El historiador Pedro Medina Sanabria nos ofrece una serie hechos relativos a la resistencia del sector progresista de Arafo, en su interesantísimo y documentado Blog, pedromedinasanabria.wordpress.com/, del que reproducimos algunos artículos que tratan de la represión fascista caciquil en Arafo.

Los municipios donde se repitieron las elecciones el 31 de mayo fueron Arico, Güímar.

 

 

Mayo de 2013

 

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