Las dos cuartas partes
Ramón Moreno Castilla
Una vez concluida la exposición sobre el gran engaño masivo, y la
canallesca manipulación de la que fue objeto el pueblo canario, por parte de
España, con la plena integración de Canarias en la Comunidad Europea de
entonces (ver los cinco artículos con el título monográfico de "¡¡El
gran engaño europeo!!")
[1],
hoy quiero referirme a dos "Cuartas Partes" de la legislación
internacional muy importantes para Canarias.
Primero, a la Cuarta Parte del Tratado de Roma de 25 de marzo de
1957, tratado fundacional del Mercado Común de la época; cuyos artículos del
131 al 136 bis a.i. han sido recogidos con otra numeración por los posteriores
Tratados de Maatrich de 1992, de Amsterdam de 1997, y por el de Lisboa, firmado
el 13 de diciembre de 2007 por los jefes de Estado y de Gobierno de los 27
Estados miembros de la Unión, y que entró en vigor el 1 de diciembre de 2009.
Una pretendida "Constitución europea" que modifica los dos tratados
fundamentales, que son el Tratado de la Unión Europea (TUE) y el Tratado
constitutivo de la Comunidad Europea, pasando este último a denominarse Tratado
de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE).
Y segundo, a la Cuarta Parte, Estados Archipelágicos, artículos
del 46 al
Así que, mientras no seamos un Archipiélago Estado, libre y
soberano y, por tanto, sujeto de Derecho Internacional (que está por encima y
tiene primacía sobre el Derecho interno de los Estados y de los organismos
supranacionales, como el Derecho de la UE), nos ocuparemos solo de la Cuarta
Parte del originario Tratado de Roma, Título IV: Asociación de los Países y
Territorios de Ultramar, artículos del 282 al
Máxime cuando, días después del primer artículo citado, apareció
publicado a doble página en un periódico de Las Palmas un extenso manifiesto
en formato de carta abierta dirigida al presidente del Gobierno canario donde
miembros cualificados de la sociedad canaria, "con experiencia en el
desempeño de responsabilidades cívicas en los ámbitos públicos y
privados", denuncian la explosión demográfica; la incapacidad de la
economía canaria para crear puestos de trabajo; los datos de empleo por islas;
la tasa de paro de la población activa; la pobreza y la exclusión social; el
turismo; la educación, con la escalofriante cifra de fracaso escolar; las
modificaciones en la negociación del REF (que en última instancia depende de
Bruselas); y la crisis social y económica.
La larga misiva concluye con que "este fracaso de la integración
plena en la UE en 1989 fue el causante de la pérdida de nuestro acervo político,
histórico, económico y fiscal"; al tiempo que se lamentan del creciente
intervencionismo que ha implantado la política dominante, y que se ha traducido
en una pérdida de peso y protagonismo de los Cabildos insulares. Exigiendo otro
estatus europeo si el REF no mejora; proponiendo que Canarias deje de ser
"región ultraperiférica para ser territorio de ultramar". Parece que
algunos sectores de la burguesía canaria empiezan por fin a darse cuenta de que
el capitalismo español está en contra del capitalismo canario.
Y como esa eufemística denominación de "ultraperiféricos"
es un oprobio y un escarnio al pueblo canario, estamos constituyendo la Junta
para la Integración del Archipiélago Canario en la Cuarta Parte del Tratado de
Amsterdam, para dejar de ser RUP, y acceder a las enormes ventajas de los PTUM.
Artículos
anteriores:
¡¡El gran engaño europeo!! (y V)
¡¡El gran engaño europeo!! (IV)
¡¡El
gran engaño europeo!! (III)
[1]¡¡El
gran engaño europeo!! (II)
¡¡El
gran engaño europeo!! (I)
Artículos
de Ramón Moreno Castilla publicados en El Guanche y en El Canario