Congreso Nacional de Canarias (CNC)
IV Congreso
«» Jaime Afonso Díaz
Epílogo
(I
Ante la incapacidad del Congreso Nacional de Canarias de acumular fuerzas
entorno a su propuesta franca de soberanía, surge desde su militancia más
joven la Alternativa
Nacionalista Canaria, ANC, a quienes les gusta la idea de ser independientes
pero no les agrada exponerse, pasando a practicar el
facilismo, a hacer lo más fácil, como la colonizada Coalición Canaria,
y de forma simplista se ven como su izquierda, sus afueras. Retírense un poco más
de tal apuesta colonialista, desentiéndanse de su hacer demagógico y
oportunista que acrecienta la dependencia. Capacítense, para expandir la no
dependencia a los límites de lo posible, para propagar la apuesta soberana,
ejercer nuestro derecho.
ANC, en su programa dice tener
doscientas propuesta para mejorar, pero son incapaces de mejorar ellos mismos,
de proponerse un solo cambio. Sin autocrítica, parecen actuar en algún estadio
del desarrollo evolutivo del ser bueno al que la gente no ha llegado. Se ven a sí
mismos como el retoño heredero de la canariedad, a la vez que demuestran su
incapacidad para abrir un proceso político participativo, sostenible e
irreversible. Fracaso tras fracaso, va camino de perpetuar una dirección dócil.
Nadie dimite ni renueva la oferta independentistas que mejore su capacidad para
ejercitar el músculo social, sin dar la oportunidad democrática a sus bases de
renovarse.
Sin táctica motivadora, solo con un
pequeño libro que tratan de documento, con razonamientos de una serie de
desmanes muestran nuestra impotencia y sumisión, como si eso nos motivara. Están
faltos de ideología revolucionaria que es lo que verdaderamente motiva, no solo
valen los datos, hay que poner sentimientos, logros, expectativas y arrancar
emociones, porque los datos se pierden.
Sin método y de dirección clara que nos lleve a la Soberanía, hacen el
juego al Sistema con sus mediocres denuncias, a falta de la ideología, tratan
de coincidir con la de los pueblos oprimidos, vasco, etc.,
al que solo copian o se arriman en votaciones que los benefician, en
lugar de formarse, de cambiar ellos mismos adquiriendo nuevos conocimientos y,
sobre todo, motivación y humildad, que es realmente lo que mueve al ser.
Entonces, sabrían cambiar a los demás, pero su incapacidad hace que den
vueltas y vueltas a las distintas preocupaciones, hasta llevarnos a la
desmoralización general.
Actúan como pueblerinos, no saben lo que deben y no deben hacer, viven
tal contradicción con miedo a ser socialmente rechazados. Saben que alejarse
del Sistema implica correr riesgos, pero también saben que el colonialismo
tiene características de enfermedad mental, fobia, tipificada como delito por
la O.N. U. Ahora tratan de hablar del
pasado franquista para no sentirse culpables, ni herir. Corregir es sumamente
difícil, tanto, el defecto como la forma de presentar la acción sin
experiencia liberadora.
No ven la necesidad de cambiar su autopercepción y percepción de los
otros, engatusados, hacen de cuchilla amellada de la tijera que hace junto a
Coalición Canaria, a los otros partidos, favoreciendo los resultados
electorales de la cuchilla afilada, la derecha que corta el bacalao, jugando el
papel de partido satélite de Coalición Canaria.
No motivan a la sociedad interesada en ser sujeto activo de nuestra
historia, porque en su lugar, se muestran interesados en tener un concejal, más
que sea, se comportan como niños que van detrás de una bolsa de caramelos,
como decimos, los engatusan para que no aborden la Lucha
de Liberación Nacional, perpetuando nuestro trauma, por participar en la
reforma del colonialismo que favorece el capitalismo y ellos mismos.
La participación electoral no es más que una apuesta por mejorar los
restos moribundos del colonialismo en Canarias. No nos emociona su participación,
en solitario, en unas elecciones que no pueden tener más que resultados
coloniales, dándole así, visos de legalidad al Régimen. Sus resultados los
descalifica porque no pueden cambiar el Status de dependencia del Reino de España
paranoico, por mantener el neo-colonialismo desde sutiles propuestas pequeño-burguesas
que intoxican a la población, cuando combaten el hecho colonial solo de pico y
forma “folclórica”, unos en pos
de tranquilizar su conciencia y otros por calentar sillas y engordar mientras
hablan de tópicos y falacias, sin saber coger la escoba que barra la corrupción,
la colonización.
Taponan las grietas del sistema, como “Si Se Puede”, para que no
reviente. Es la ética del poder que no tiene ningún tipo de Ética “todo
vale en pos del poder”, no se respeta nada “quítate tú pa` ponerme
yo”, reivindican privilegios de gobernante, de forma ingenua y colonizada,
incapaces de movilizar al pueblo, ni a la clase trabajadora, porque no motivan
al no luchar abiertamente por el Derecho
Político. Tengan en cuenta el infinito potencial libertador y patriótico
de los trabajadores para movilizar a favor del Derecho
a decidir de la canariedad, sin permitir que el colonialismo la perturbe en su
desarrollo. Renieguen del oportunismo e ideología pequeño-burguesa.
Si no es ingenuidad y deseos de protagonismo, es arribismo y, en última
instancia, es el mismo dependentismo que dicen combatir, bajo otra forma, dejándose
llevar de la mano, aislados, a elecciones en buscan de las migajas del Reino de
España, al que tratan de no contrariar, hablando ex cátedra, casi a escondidas
del independentismo.
Cuando la Clase Trabajadora explotada vive en abierta disputa con el Integrismo
Colonial, la “única salida”
es la Socialdemocracia revolucionaria que apuesta por la democracia y
descolonización, por la igualdad de los seres humanos para evitar que unos se
conviertan en instrumentos de otros.
El cambio socio-político lo propicia una revolución democrática que
quedó pendiente, por lo que te proponemos empezar a nivel personal y de tu
entorno más inmediato, con el compromiso de adquirir nuevos valores democráticos
y nuevas costumbres a alentar desde las asambleas locales, que desestimen las
utopías coloniales: de izquierdas y de derechas, y de la pugna: razón/emoción,
para salir de esas veredas que desvían
del que hacer de la ruta soberanista de liberación, que no puede ser otra que
la del movimiento pro-derechos ciudadanos.
La experiencia, del cambio que no cambió nada, la da el PSOE a la salida
del franquismo, y es que Franco murió pero nos dejó aprendidos. Fue una
ingenuidad pretender que no se reprodujera el mismo tipo de sociedad que se decía
combatir.
Nos habían educado en valores fascistas que perduran hasta hoy, pues no
se ha corregido, por tanto, con ilusiones de cambio no se deja de ser lo que se
es por más que lo desees o por más ilusiones que tengas autocalificándote a
tu gusto de esto o de lo otro.
La transición del régimen fascista al monárquico solo sirvió a “la
casta” para mantenerse, ampliarse y perpetuarse en el poder, el resto se
sabe excluido del reparto de la tarta social. Nos preguntamos si fue un mal
menor votar, no, no es un error votar, pero “pasemos
página” de la gente tibia.
No somos homogéneos políticamente, ni mucho menos, cada uno es un
mundo. Unos tuvieron unos padres muy estrictos y totalitarios, y otros muy
permisivos o ausentes por ser republicanos, porque
emigraron o por el trabajo agotador. Por eso nuestra infancia también
fue distinta, unos fueron más contestatarios y otros más conformistas.
Hoy nuestro encuentro se fundamenta en el entendimiento entre Adultos
contaminados por el gobierno y su
prensa que influye en la gente de forma mórbida cuando trata de mantenernos
como Niños, lo que requiere dialogo
para reparar los efectos de esta desinformación que nos mantiene en la no-acción
por los prejuicios y miedo del pasado.
Hay que delegar los cargos y no apoderarse de ellos según los principios
más elementales de la democracia. Nadie se puede enquistar con una continua
presentación a los cargos, de los que se apoderan, apoyándose en una
militancia amorfa y sumisa.
Mientras las opciones nacionalistas e internacionalistas, no tengan: método, ni dirección clara que nos lleve a la soberanía, la gente debe seguir capacitándose, empoderándose, y no esperar nada de los resultados de estas elecciones que en verdad, salga quien salga elegido, si es manipulador, demagogo, trepas o escalador del poder, defenderá intereses coloniales.
La Socialdemocracia revolucionaria, ha aprendido a ser moderada, a
alejarse de las utopías coloniales desde que denunciamos en la OA, Organización
de Países Africanos, la situación de indefensión ante los caprichos de España
y sus partidarios de perpetuar la dependencia a su política de intereses
mezquinos que son contrarios a los
intereses de la canariedad, de los habitantes del Archipiélago, del
Pan-insularismo.
Empezamos a abrir un proceso
por la democracia y descolonización, que no iba a venir de un plumazo, sino de
pequeñas luchas diarias, una vez que definimos y acordamos los objetivos, y nos
hayamos capacitado para lograr los medios necesarios de superar el miedo al
fracaso, al desastre.
Hartos, exigimos a los dirigentes políticos y económicos de tener una Ética Democrática irreprochable.
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