¿Qué va a ser de Canarias?
Reflexiones en voz alta (X)
Ramon Moreno Castilla
Antes que nada quiero unirme a esta efeméride del Día Internacional del Libro; con la encarecida petición a todos las canarias y canarios, de leer un libro cada semana, preferiblemente sobre la historia de Canarias; que leer da cultura y el saber no ocupa lugar. Además, se toma conciencia como pueblo de quiénes somos, de dónde venimos y a dónde queremos ir...
Dicho esto, retomo el asunto de la histórica pérdida de renta de Canarias, pese a su magnífica posición geoestratégica, y los impedimentos obsesivos de España por "alejarnos" de nuestro continente natural y oponerse frontalmente a todo lo que significa la inequívoca e indiscutible africanidad de Canarias.
Sin embargo, España ha utilizado, como le ha convenido históricamente, la situación geoestratégica de nuestro Archipiélago, a escasos 96 Km. (59,65 millas marinas) del continente (Marruecos), inclusive antes de constituirse como nación a partir de la Conquista de Granada por los Reyes Católicos en 1492. Basta recordar las tesis de Alonso de Cartagena (1384-1456).
En efecto, este erudito castellano parte "de la teoría general de la primacía del continente sobre las Islas que considera accesorias".
Está novedosa concepción la plantea en el Concilio de Basilea (1434); formulación que trasladada al plano de la "adquisición de territorios" de la época, subraya el criterio de que "las Islas periféricas aún no conquistadas pertenecen al Reino cristiano cuya costa sea la más cercana".
Esos fueron los presupuestos que Alonso de Cartagena planteó en sus "Alegaciones"a favor de la soberanía de Castilla sobre Canarias. Para llegar a las Islas formuló una compleja y rocambolesca argumentación, consistente en combinar los "derechos históricos" de la supuesta sucesión del rey de Castilla al último rey godo, a quien perteneció en su día la "provincia" de Tingitania Mauritania, con el de la "proximidad geográfica". Y así vino a concluir que pertenecen a Castilla, "porque las Islas Canarias están mas cerca de África (Tingitania Mauritania) que de Europa (litoral Portugués).
De esta forma fue tomando cuerpo la artificiosa "españolidad de Canarias"; una inconsistente ficción política-juridica, reiteramos, que ya no se sostiene en pleno siglo XXI.
Alonso de Cartagena, por otra parte, no desconocía el criterio de ocupación, sino que le da un sentido dinámico, de tal forma, que crea un claro precedente de las teorías clásicas utilizadas en la colonización europea de África (teorías de los sectores y del hinterland).
A partir del siglo XIX se consolidan las teorías del Derecho Internacional clásico. Así con la Conferencia de Berlín de 1885 la ocupación efectiva alcanza un particular relieve, y si bien posteriormente se alegan otros títulos, la posesión real es el único título incuestionable.
Cómo destacará Bowett, ciertamente no existe ninguna diferencia entre un territorio continental y un territorio insular a la hora de "adquisición o pérdida de la soberanía de uno de estos territorios en cuestión". No obstante, afirma este autor, que dado que las controversias sobre territorios insulares, a menudo versan sobre cuestiones de soberanía, ha hecho que los principios jurídicos que pesan sobre la soberanía de las Islas hayan de ser demostrados dentro de las pautas del Derecho internacional. De este modo indica que en Derecho contemporáneo un título de "adquisición" de un territorio insular no puede basarse en el mero descubrimiento o en un acto meramente simbólico, como la implantación de una bandera "per se". La legalidad del título para que surta efectos dependerá, en consecuencia, de la "ocupación efectiva". Igualmente el Derecho contemporáneo rechaza cualquier título basado en la contigüidad "per se". (Bowett, D.W.: "The legal regime of Islands").
Según Pérez Voituriez (DEP), que fue Decano de la Facultad de Derecho Internacional de la ULL, la teoría de la "continuidad" establece que "cuando un Estado ha ocupado permanentemente un territorio, adquiere derechos para ocupar otras tierras que rodean al ocupado". Mientras que la teoría de la "contigüidad", aplicada específicamente a los territorios insulares, afirma que "la soberanía del Estado ocupante puede extenderse hasta las Islas o tierras cercanas. Los territorios insulares puede ser considerados naturalmente, como dependientes de otros territorios insulares o continentales más vastos". (A. Pérez Voituriez: "Problemas jurídicos internacionales de la conquista de Canarias". ULL 1958).
Ya modernamente, reaparece la conexión de las Islas con el continente, como es el caso de la concepción de la descolonización africana que considera integrante de la unidad continental a las Islas costeras. De este modo, conforme han puesto de relieve Ben Allal y Abdallah, la "noción de contigüidad" vuelve a cobrar actualidad, especialmente a partir de la reunión de expertos sobre el Derecho del Mar celebrada en Abdis Abbeba (Etiopía) en 1978 bajo los auspicios de la entonces OUA, en la cual los Estados africanos pusieron de manifiesto la necesidad de reconocer "la pertenencia de las Islas africanas a África".
Por eso España niega la mayor, y argumenta de forma falaz que Canarias no es África sino Europa; y al mismo tiempo sostiene que Gibraltar si es una colonia inglesa supeditada a un proceso de descolonización. Cuando la historia nos dice que ese enclave no fue conquistado por la fuerza de las armas, como Canarias, sino una sesión de España a Inglaterra mediante el Tratado de Utrecht de 13 de julio de 1713, suscrito por las Coronas de España y Gran Bretaña.
Ha sido la clásica jugada de tahúr con las cartas marcadas. Por un lado se nos separaba de Europa para fortalecer la dependencia con la "Peninsula"; y por otro se intensificaba la relación con África, especialmente después de Fos Bu Crá, con la emigración masiva de camioneros canarios iniciando un primer contacto poblacional moderno en nuestro territorio vecino. Durante el proceso de descolonización africano, en el que Canarias queda relegada (porque "no era una colonia, sino una provincia"); las Islas Canarias figuran como el enclave logístico para el avituallamiento y la preservación de la "provincia del Sáhara". Y con el posterior abandonó de España de ese territorio en 1975 como consecuencia de la famosa "Marcha Verde", y el Acuerdo Tripartito, Canarias se convierte de pronto en "región frontera" de España en África con las consecuencias de todos conocidas.-
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