De Ibérica, Iberos
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Rukaden Ait Anaga
La Península Ibérica recibe su “pomposo nombre de una designación aleatoria que se le ocurrió a alguien en tiempo indeterminado”. Si tal denominación se refiere a que en tiempos de la ocupación romana, púnica, o simplemente algún pueblo de navegantes/ comerciantes/ colonizadores de la antigüedad, llamó genéricamente a toda la península, e Íberos a sus habitantes, una vez que tuvo conocimiento o suposición “cabal” de todo aquel territorio, sería un nombre objetivo y que respondería a la realidad. Claro que entonces, esa teoría racial-Cultural ancestral de la raza española, tendría que incluir a gentes tan diferenciadas como los Lusos, Gallegos, Vascos, etc., y habría una comunidad cultural más o menos homogéneo, lo que no se corresponde ni con los registros escritos de la Literatura Clásica, los registros púnicos y greco-fenicios, ni con el registro arqueológico, cosa que la moderna arqueología se ha encargado de constatar. Por lo tanto el nombre no puede aplicarse a toda la extensión territorial, pues en tiempos históricos no se conocía toda y se sabía positivamente la disparidad de Pueblos y Culturas costeras y se desconocían la mayoría de las del interior.
En todo caso, a la parte ocupada por estos pueblos
históricos y nada más, y dada la disparidad de Pueblos y Culturas, tampoco
puede hablarse de unidad racial y cultural, lo mismo que de unidad política.
Curiosamente, es en la parte ocupada por estos
Metchoides norteafricanos (Andalucía y el Levante), la que según la
“historia oficial”, es la cuna de la supuesta raza y cultura Ibera. Es poco
probable que estos vinieran desde “la otra Iberia” en Asia, aunque tampoco
puede descartarse a priori que recibieran alguna influencia, dado que las
diferentes edades de los metales se caracterizaron precisamente por un continuo
trasiego de desplazamientos poblacionales y un prometedor comercio; De ahí a
suponer una inmigración de todo un Pueblo o una parte de él, sin más pruebas
que una similitud lingüística, me parece demasiado arriesgado y sin base empírica.
Por otra parte, las similitudes entre los pueblos de ambas orillas del estrecho,
no puede explicarse solo con el “intercambio comercial”, sino con un
continuo trasiego de grupos poblacionales de Sur a Norte, desde al menos el
Paleolítico Medio, mucho más factible, cercano y asequible, que una emigración
de miles de Kilómetros desde la lejana Asia (Se puede objetar que en su
continua búsqueda de alimento, grupos humanos que salieron de “la cuna
africana”, en su continua dispersión, acabaron llegando hasta los últimos
confines habitables del globo; Pero es solo eso, una dispersión a medias casual
a medias en función de los recursos alimenticios buscados, algo totalmente
distinto a una emigración, es decir algo perfectamente planificado que implica
un contingente humano superior a las dispersas y poco numerosas partidas de
merodeadores- carroñeros- cazadores recolectores simples que caracterizaron las
primeras humanidades)
Por otra parte, es de rigor hacer constar que en toda
esta zona geográfica existían una serie de Pueblos distintos, entidades
territoriales y políticas independientes pero que tenían un cierto nivel de
“creencias y costumbres” comunes, herencia sin duda de su remoto origen común
y las “comunes de aquellos tiempos por el influjo comercial”, circunstancia
que fue aprovechada para crear la entelequia de que constituían un solo pueblo
y una sola cultura y creencias, de un plumazo, haciéndolos entroncar con la mítica
Tartessos, una Ciudad- Estado que controlaba algún territorio, y de la que se
sabe poco más que su existencia historiográfica, una posible ubicación en el
Sur andaluz, y unas ruinas que han aparecido por Doñana, pero solo es una
sospecha y no se tienen pruebas reales de que esta mítica ciudad haya existido
realmente o todo fue una confusión con alguna colonia griega o feno-púnica.
Sin embargo, a pesar de todo esto, se usa como referente más antiguo para
“enaltecer y señalar uno de los orígenes y el nacimiento de la raza española”.
El narcisismo y el racismo llegaron a tal extremo,
que incluso se llegó a afirmar, en aras de la negación del origen netamente
norteafricano de estos “iberos” peninsulares, que procedentes como dije, de
Asia, vía norteafricana, eran incluso los antepasados del Pueblo Mazigio que
ellos llamaban despectivamente (El término bereber es despectivo pues significa
bárbaro) Bereberes; El disparate llegó incluso a amalgamar a los vascos en
todo esto como alguna emigración netamente mazigia que se estableció un poco
al noreste de la zona que tradicionalmente habían ocupado en zonas más cálidas.
Todo para crear la entelequia política mal amalgamada llamada España desde las
Cortes gaditanas, para lo cual era necesario crear unos orígenes más o menos
comunes del que surge la “Raza Española, ocupante de un territorio peninsular
y de territorios norteafricanos (Los apetecidos por la expansión colonial española,
desde parte del actual Marruecos hasta Canarias, sin incluir el “Oranesado”,
en la actual Argelia, que fue pedido a los Aliados por el dictador español a
cambio de su entrada en la IIª Guerra Mundial contra las potencias del eje Berlín-
Roma- Tokio, y que era colonia francesa)
El “problema vasco”, que no es tal desde mi punto
de vista, en ebullición desde la aparición del “nacionalismo” vasco, también
ha sido enfocado, desde todas las partes, con más fundamentación política que
otra cosa. Tradicionalmente situados en la “zona celta de adscripción euroasiática”,
“el régimen” los hace descender “a groso modo” de una mezcla de
bereberes con celtas, mientras que desde el nacionalismo vasco los hace
descender de un pueblo autóctono del “País Vasco histórico”. Yo no voy a
entrar en ese debate, entre otras consideraciones porque no tengo la suficiente
información, pero si tenemos en cuenta que parte del territorio “histórico
vasco” estaba en contacto con “la zona de influencia Oraniense/ Capciense
(Norteafricana)” y que en la IIª Guerra Púnica Aníbal Barca dejó
guarniciones Númidas para que guardaran el camino de regreso, aseguraran la
fidelidad de los pueblos de la zona y su aprovisionamiento de metales, soldados,
etc., tenemos clara la “influencia bereber en un territorio básicamente
celta”. Al menos es lo que creo más razonable que decir que o vinieron de algún
sitio sin decir de dónde, o decir que son autóctonos y no poder explicar
“los parecidos raciales, culturales o del tipo que sean” y la existencia de
rastros y restos arqueológicos “aparentemente diferentes y anteriores a lo
vasco”. Es algo que deberán aclarar ellos “por allá arriba”.
A
grandes rasgos, y según la historiografía clásica, podemos establecer la
siguiente relación de Pueblos o Entidades Políticas y Culturales:
·
Arévacos: Pueblo celtibérico que ocupaba el territorio
entre el sistema Ibérico y el valle del Duero, lindando al oeste con los
Vacceos. Mencionados junto a Titos y Belos desde la primera guerra celtibérica,
Numantia y Tiermes.
·
Ausetanos:
Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico (que posiblemente fuera de
origen celta o galo) situado alrededor de la actual Vic, en las estribaciones de
los Pirineos. Sometidos por Aníbal, fueron aliados de los cartagineses
combatiendo junto a Indíbil, pero tras su derrota en la II Guerra Púnica, se
sometieron a Roma.
·
Autrigones:
Pueblo situado al oeste de las actuales provincias españolas de Alava y Vizcaya
hasta parte de Burgos, Logroño y Santander. No parece que hayan acuñado
moneda, aunque algunos autores les han atribuido las cecas de Uirouias, Uarkas y
Sekisamos.
·
Bastetanos:
Pueblo semitizado y asimilado por Estrabón a los bástulos aunque diferenciados
por Plinio y Ptolomeo entre Bastetanos en el interior y Bástulos en la costa.
Entre ambos pueblos ocuparon la costa y parte del interior de Andalucía
sur-oriental, desde Baria (Almería) hasta Bailo (Cádiz), comprendiendo cecas
tan importantes como Addera, Sexi, Malaca o Carteia.
·
Belos: Pueblo
celtibérico situado en el sur del valle medio del río Ebro, en torno a los ríos
Jalón y Jiloca, siendo Segeda la cabeza del territorio. Aliados de Roma contra
Viriato, pero en
·
Berones: Pueblo de origen indoeuropeo (céltico) asentados
en un territorio equivalente a la actual Rioja y S. de Alava, en el valle alto
del Ebro, al N. de Celtíberos y S. de Cántabros y con capital en Vareia (Uarakos).
Sus monedas tienen una metrología propia, emplean los símbolos celtiberos añadiendo
marcas de valor e incorporando emblemáticas armas arrojadizas (Cateia).
·
Carpetanos: Pueblo situado en la Meseta sur, entre el Tajo y
Guadiana que no parece que acuñaran moneda (Sólo Toletum emite de forma
coyuntural con Pompeyo y el latín). Sin embargo, alberga importantes cecas
celtibéricas en su territorio (Konterbia Karbica, Sekobirikes e Ikesankom
Konbouto).
·
Cessetanos: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico
situado al N. de los ilercavones, ocupando todo el campo de Tarragona hasta la
cuenca de Barberá y la zona costera desde el Coll de Balaguer hasta el río
Llobregat. Su capital era Kese, sustituida después por Tarraco.
·
Contestanos: Pueblo ibérico situado al E. de los
bastetanos, que habitaba la zona levantina al sur del río Sucro (Júcar).
·
Edetanos: Pueblo ibérico situado al S. de los ilercavones y
al N. de los contestanos, es decir, habitaba la zona levantina entre los ríos
Udiva (Mijares) y Sucro (Júcar).
·
Iacetanos: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico,
pero de origen étnico desconocido, no parecen ser vascones, ni íberos ni
celtas. Situados al S. de los Pirineos en los alrededores de Jaca, entre
Vascones e Ilergetes. Desde el siglo I a.C. estuvieron bajo influencia vascona.
·
Ilecarvones: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico
situado en la desembocadura del Ebro, al N. de los edetanos y S. de los
Cessetanos, en el actual Maestrazgo. Citado
por primera vez durante la IIª Guerra Púnica cuando Asdrúbal acampó en su
territorio para asegurarse su fidelidad, participó en las guerras sertorianas
al lado de los contestanos y en las guerras civiles en el bando cesariano. Etnia
de origen indoeuropeo y con una iberización posterior, normalmente confundida
con la ilergete.
·
Ilegertes: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico
con capital en Iltirta, situado en el valle del río Segre, desde las
estribaciones de los Pirineos hasta iltirta / Ilerda (actual Lleida), que
en su expansión ocupó la sedetana Kelse y la suessetana Bolskan.
Su primera capital Atanagrum continúa sin identificar. Fue uno de los pueblos
sometidos por Aníbal durante su marcha hacia Roma, sus jefes Indíbil y
Mandonio se rebelaron primero contra Aníbal y luego contra los romanos.
·
Indigetes: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico
situado en la costa catalana norte. Su capital debió ser Indika (identificada
con Untikesken).
·
Lacetanos: Frecuentemente confundidos con Iacetanos y
Layetanos, los lacetanos estaban situados al O. de los ausetanos, en el actual
área de Solsonés y parece seguro que la ceca de Ieso (Guissona) perteneciera a
este pueblo tradicionalmente considerado como ibérico.
·
Layetanos: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico
situado al N. de los Cessetanos y S. de los Indiketes, en la costa catalana
entre Barcelona y Blanes, ocupando el actual Vallés y el Maresme. Región
famosa por sus vinos, citada como tal por Plinio y Marcial.
·
Lusitanos: Conjunto de pueblos que habitaban en la Lusitania
(zona comprendida en los valles del bajo Duero, bajo Tajo y bajo Guadiana) entre
los que se encuentran los Igaeditanis, Taporis, Aravis, Banienses, etc. que no
parece que acuñaran moneda. Sin embargo, alberga algunas cecas en su
territorio: Dipo y Brutobiga (latinas), Ebora (provincial) y Salacia que destaca
por su escritura indígena sud-lusitana.
·
Lusones: Pueblo celtibérico situado en el valle medio del río
Ebro, en torno al sistema Ibérico y más concretamente al Moncayo, siendo
Turiaso la cabeza del territorio.
·
Oretanos: Pueblo asentado en la Mancha y partido por la
frontera creada por Roma entre la Ulterior y la Citerior. Limitaban con túrdulos
por el SO, bastetanos y contestanos por el SE y E y carpetanos al N. Su capital
Oretum no acuña moneda, pero destaca Cástulo como ceca de enorme importancia.
·
Sedetanos: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico
situado originariamente en el valle central del Ebro, con capital en Seteisken
y lindando por el N. con Suessetanos e Ilergetes, que se extendieron por el
O. hasta los montes de Castejón y la Muela, por el S. ocuparon el valle del
Huerva hasta los Monegros y la sierra de Alcubierre y por el E. llegaron al
Matarraña. Su territorio fue el escenario del enfrentamiento de Indíbil y
Mandonio con los romanos.
·
Suessetanos: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico,
pero de posible origen céltico, localizado en la comarca aragonesa de las Cinco
Villas y en los valles de los ríos Aragón e Irati, que formó parte de la
tropa que fue con Indíbil a unirse a los cartagineses en 211 d.C., pero
en el
·
Turdetanos: Considerados los sucesores de los tartesios
habitaban en todo el valle de Guadalquivir. Limitaban con Bástulos y Bastetanos
al S. y E. y Carpetanos y Oretanos al norte. Pueblo muy culto del que no
ha quedado casi nada, que tuvo cecas muy importantes como Obulco, Carmo,
Corduba, etc.
·
Titos: Pueblo celtibérico situado tradicionalmente en el
valle medio del Jalón y citado siempre en relación con los Belos. Quizás
pueda atribuírsele la ceca de Titum, que haría mención a la etnia
·
Túrdulos: Asimilados a veces a los Turdetanos, se ha
propuesto que los Túrdulos sean los Turdetanos punicizados, semitizados.
Habitaron en tres áreas diferenciadas, por un lado están los Túrdulos
orientales en el territorio alrededor de Obulco, después los gaditanos con sus
cecas libiofenicias (Lascuta, Asido, Urso, etc.) y finalmente los Túrdulos Betúricos
que habitaron el territorio de la Beturia comprendido en entre los antiguos ríos
Betis y Anas, es decir, entre los actuales Guadalquivir y Guadiana.
·
Vascones: Pueblo no indoeuropeo de origen desconocido,
afincado inicialmente en las estribaciones del Pirineo occidental hasta Oiaso
(Irún), si bien su colaboración con los romanos pudo dar lugar a su expansión
durante los siglos II y I a.C. fundamentalmente hacia el sur y el este, a costa
de Suessetanos y Iacetanos, entre otros.
·
Vettones: Pueblo situado al este de lusitanos, en los valles
centrales del Duero y Tajo, que no parece que acuñaran moneda, si bien una ceca
celtíbera (Tamusia) parece estar localizada en su territorio.
(Estos son los principales, luego había
toda una serie de tribus, emparentadas o no tanto con estos, a lo que debemos añadir
las Ciudades-Estado independientes y las colonias de pueblos del mediterráneo)
Todos
estos Pueblos acuñaron moneda propia, lo que nos indica que eran independientes
política, cultural y económicamente. Además, no hay referencia alguna a ningún
Pueblo llamado o íbero o español o siquiera hispano.
Tradicionalmente se ha adjudicado una adscripción un tanto aleatoria a los dos grupos principales en que se ha dividido a los Pueblos, del conjunto de Pueblos de la península al Sur de los Pirineos.
Por ejemplo, los Lusitanos, que en la imagen
aparecen como pertenecientes al grupo Celta, se sabe que la Cultura Oraniense
formada por Metchoides norteafricanos y posteriormente Capcienses neolíticos,
ocuparon la zona portuguesa hasta el actual Muge más o menos, donde existen
abundantísimos rastros arqueológicos (De obligada referencia Internacional
para el estudio y comprensión del Paleolítico Superior/ Epipaleolítico/ Mesolítico),
por lo que serían “iberos y no celtas”; Es más, en caso de que hubieran
recibido influencia de alguna tribu celta con posterioridad y salvo que hubieran
sido exterminados totalmente u obligados a emigrar, (Cosa que no puede afirmarse
con pruebas empíricas, al menos todavía) deberían adscribirse al grupo celtibérico,
lo que demuestra que “aún queda mucho por estudiar y sobre todo admitir” en
todo este asunto.
Civilizaciones mediterráneas en
la Península Ibérica.
Paralelamente a todas estas comunidades humanas
independientes, en la era de los metales, ya en época “protohistórica e histórica”,
las costas mediterráneas comienzan a ser visitadas por comerciantes/ piratas[1]
fenicios y griegos (Principalmente focenses) que fundaron colonias más o menos
litorales y se adentraron un poco en el interior, explorando y entablando
relaciones comerciales con las gentes que allí vivían. En esta tarea les
siguieron Cartago y Roma, legando incluso a la conquista militar y el
sometimiento de amplios territorios peninsulares.
Todos estos movimientos y actuaciones, además
bastante prolongadas en el tiempo, implican no solo aportes raciales múltiples,
sino que llevan aparejados aportes Culturales, ambos ajenos al ambiente
multirracial y multicultural que vimos en la imagen anterior; Esto
significa más mezcla y mestizaje en los que se diluye la “supuesta pureza
racial y cultural claramente visibles en la mencionada imagen anterior”.
Con Cartago por los colonos y miembros del ejército, númidas, libios, gétulos,
etc. Y mientras continuamos avanzando hacia el presente, nos encontramos que el
proceso continúa.
Roma y las invasiones “Bárbaras”.
Roma también aportó lo suyo en todo este proceso,
no solo el aporte cultural innegable, sino que al traer tropas, principalmente
mercenarios norteafricanos aunque también de otros rincones del imperio,
funcionarios, colonos, familias romanas, etc., también hubo una innegable
aportación genética.
Como todos sabemos, el final del Imperio Romano se
debió a las llamadas “invasiones bárbaras”, Pueblos que por razones varias
acabaron cayendo sobre los dominios romanos, dicen unos que debido a cambios
climáticos y otros a la presión de los Hunos (Al parecer la construcción de
la Gran Muralla les privó de sus zonas de “pillaje tradicional” y
emprendieron el camino del Este, empujando a todos los que se encontraban a su
paso, que a su vez empujaban a otros)
El caso, fuera como fuese, es que tribus y Pueblos
enteros se abalanzaron sobre las “nuevas tierras”, apropiándoselas y
estableciéndose en ellas. Más mestizaje y aportes raciales y culturales, y no
vale decir que como venían de la zona euroasiática, a “grosso modo”
poblaciones indoeuropeas como las celtas, eran “más de lo mismo”, pues eso
mismo podría aplicarse a las razas de perros (Descienden del lobo) o a las
humanas, pues actualmente todos los seres humanos pertenecen al género Homo Sapiens Sapiens (Salvo la pervivencia de Cromañones en Canarias y
otros pequeños y pocos enclaves), por lo que todos los demás
nacionalismos, razas, clasificaciones y demás deberían refundirse en una única
categoría general.
La Conquista Islámico- Mazigia.
La expansión norteafricana del Islam, también llegó
allende el Estrecho de Gibraltar, ocupando casi la misma zona que en el mapa
anterior vimos que ocupaban los “iberos”, y a excepción de la mayor parte
de la actual Cataluña (Aproximadamente).
Hablar de “conquista árabe” es inexacto, pues
aunque la dirigencia fuese, en efecto en parte árabe (Procedente de Arabia),
también había elementos norteafricanos arabizados, que pertenecían a las
antiguas élites pre islámicas; También hay que tener en cuenta, que los
colonos y miembros de los ejércitos eran igualmente Mazigios norteafricanos
islamizados a la fuerza, por lo que el término justo sería conquista islámico-
mazigia. Durante 800 años de continuos mestizajes y aportes técnicos y
culturales, se renovó la primitiva sangre Metchoide (Oraniense y Capciense) con
la de sus descendientes más modernos (Libios, Númidas, Getulos, etc.), proceso
que duró hasta pasado el Siglo XV, en que fue tomada Granada y una parte de la
población obligada a marcharse, mientras la mayoría, convertidos al
cristianismo fue autorizada a quedarse, lo que significa que
“extraoficialmente” siguió habiendo mestizaje, mezcla de genes y culturas.
De los Reinos de las Españas a
las Cortes de Cádiz en 1812. Nace El Estado Español.
El periodo histórico que sigue,
conquista y saqueo de Canarias, parte del actual Marruecos y el Sahara
Occidental y América central y del Sur, sin entrar en valoraciones políticas,
circunscribiéndonos al tema que nos ocupa, no hace sino reafirmar la tendencia
histórica de mestizaje racial y cultural. Los conquistadores de estos extensos
territorios, la inmensa mayoría mercenarios y soldadesca, aventureros de toda
laya y ralea, no tenían familias con las que viajar a estos lugares; Esto
quiere decir que tenían que emparejarse con “mujeres autóctonas”. La
“herencia racial” se transmite por el ADN Mitocondrial “de la madre”,
por lo que estos “matrimonios impuestos y o de conveniencia”, no aportaron
nada a las “razas autóctonas” de los lugares conquistados en África y América,
todo lo contrario, pues los descendientes de estos cruces, no solo seguían
siendo (Africanos y o americanos) “racialmente puros”, sino que
perteneciendo por nacimiento a “clases más altas que los naturales”, podían
mezclarse con los nuevos dueños de aquello (Los blancos y civilizados “españoles”),
aportándoles todavía más mezcla racial y cultural a la que ya tenían.
Qué sorpresas nos depara el
Conocimiento, que de verdad nos hace libres, por ejemplo de la mentira de que
los actuales canarios somos producto del mestizaje con ellos, cuando la realidad
es que muchos de ellos llevan nuestra sangre, que es muy distinto, por lo que
puestos a enorgullecerse de la sangre que se lleva en las venas, ya saben, la de
sorpresas que nos depara la vida; Yo me enorgullezco de la mía, ¿Ellos de cuál?
Después del Siglo XV, este
continuo mestizaje continuó tanto en los territorios “de ultramar”, como en
territorio peninsular, hasta nuestros días, invasión napoleónica de por
medio, pero paradójicamente, es en tiempos relativamente bastante modernos
cuando hay una “emigración interior” de Sur a Norte principalmente, que
incrementa el mestizaje entre la zona “africana con la celta o indoeuropea”
procedente de las invasiones Celtas y de los Pueblos bárbaros, con lo que de
“europeo que quedara por allá” se ha ido diluyendo paulatinamente.
Definiciones semánticas.
Podemos decir que el Nacionalismo
es la exaltación o apego a todo lo que representa o pertenece a un Pueblo o
Nación, y Chauvinismo la exageración y exaltación torticera de todo lo que
representa a un Pueblo o Nación y de los oropeles de adorno que se “fabrican
ex profeso” para ello.
Cuando se nos intentan colar
expresiones, términos o sucesos históricos convenientemente maquillados para
que transmitan un mensaje distinto al original o simplemente otro distinto que
refleja una realidad diferente al relato veraz de los acontecimientos de Pueblos
y Comunidades humanas, estamos ante el Chauvinismo; Es decir, un discurso extra
científico convenientemente cambiado, maquillado y encauzado dentro de una
estrategia (Política) encaminado a dar una idea distinta a la realidad con el
fin de conseguir unos objetivos políticos concretos.
En el caso que nos ocupa, el de
esa entelequia llamada “españa”, hemos visto someramente y muy resumido (No
voy yo a ser quien les escriba “su” Historia y la justifique con Fuentes y
demás. Que me paguen para ello), el relato de los poblamientos y los momentos
históricos y pre históricos en que se produjeron. Ni aparecen por ningún
sitio los iberos como Pueblo ni entidad política alguna, lo mismo que ni los
hispanos ni los españoles.
Ya dije anteriormente, que la idea
de “españa, lo español como unidad política, humana, cultural, etc.”,
nace con las Cortes de Cádiz, en plena invasión napoleónica, y por una
necesidad real, acuciante. Hasta ese momento, los poderes económicos y políticos
de Castilla no habían considerado necesario dar ese paso pues controlaban
bastante bien la situación, ayudados por los “poderes económicos locales”
en cada uno de los reinos de las Españas, las tropas, etc. es decir, como nadie
cuestionaba la autoridad real y la de los poderes político- económicos que
medraban a su sombra y le sostenían, no les hizo falta dar ese paso.
Pero con un ejército extranjero
controlando la mayor parte del territorio y unas Instituciones que se habían
entregado y colaboraban con él, las autoproclamadas Cortes de Cádiz, formadas
por gentes “con dos dedos de frente y no por sanguijuelas lastradas por la
endogamia”, se dieron cuenta que la única forma de salir airosos de aquel
trance histórico, era apelar a las clases populares, dotarles de un contenido
ideológico que amalgamara un poco las hasta ahora inamovibles “clases
sociales bajas”, apelando a un “sentimiento o sentimentalismo nacional o
nacionalista” desconocido hasta entonces, envuelto en toda una serie de
“cambios sociales”, que al final no fueron tales.
Admito que en las circunstancias
en que nació este intento, rodeados y bombardeados por las tropas francesas,
fue una buena idea y bastante fue con que naciera y se aplicara con relativo éxito;
Pero también es verdad que desde entonces podían haber transformado el
chauvinismo con se actuó entonces, y transformarlo en un nacionalismo español
con algo más de fundamento que, repito, la chapuza chauvinista que se hizo a
toda prisa en aquellas azarosas circunstancias. No ha sido así, se dejó todo
como estaba y se han seguido elaborando discursos de exaltación chauvinista,
aptos solamente para la propaganda política, pero sin base alguna. Y en ello
siguen, todo vacuo, vacío, sin fundamento sostenible alguno.
Conclusión.
España ¿Africana o Europea?
Naturalmente, el discurso españolista dirá que europea, incluso con algún
“estudio genético” para sostenerlo, pero ya hemos visto el relato veraz y
desapasionado de cómo se ha producido el poblamiento/ os de ese lugar, y
sabemos, más allá de toda duda razonable, como se transmite la “herencia
racial” (ADN Mitocondrial de la madre), por lo que a mí no me convencen ni
los discursos fanatizados de chauvinistas ignorantes, ni los estudios genéticos
a medida (Los firme quien los firme) que pretenden justificarlos.
Tampoco hemos sido testigos de
unidades políticas y culturales más o menos continuadas a lo largo del tiempo,
sino todo lo contrario, pues cada reino histórico, conservó su idioma, leyes
(Fueros), costumbres, etc. hasta la actualidad, por lo que hoy se puede hablar
solo de “entidad jurídica”, mientras Castilla pueda seguir ejerciendo su
control militar sobre el resto de reinos y comunidades. Solo puede hablarse de
unidad religiosa pues siglos ha que fue impuesta a sangre y hoguera, pero ni
existe el español como raza, ni como cultura, ni mucho menos como idioma, pues
se trata del castellano (De Caastilla),impuesto también como la religión.
Por tanto, a la pregunta de si
españa es de raíces africanas o europeas, la respuesta es que africanas. Pero
entonces ¿A qué se debe ese racismo recalcitrante y exacerbado que trasciende
la mera idea nacional, y hace que cualquier “mierdecilla” se crea superior,
racial e intelectualmente e incluso como ser humano, negando toda condición a “lusos,
moros, negratas o sudacas”?
Páginas atrás mencionaba de pasada que los pueblos
antiguos que entraron en contacto con los que habitaban el interior de la península
¿ibérica?, tenían una opinión bastante negativa de la “calidad humana de
estos”, desde fenicios, griegos, cartagineses y romanos, hasta los mismos
franceses, los de Napoleón y los “100. 000 hijos de San Luis”, enviados por
el Rey galo para sofocar las “veleidades antimonárquicas” de algunos españoles
y auxiliar a su colega absolutista español.
Esta opinión generalizada, que ya el mismo Aníbal
Barca comentaba con desagrado y menosprecio, de la forma de vida miserable en
que vivían, aún las clases dominantes del “interior peninsular”, a pesar
de que poseyeran riquezas; Forma de vida y comportamiento miserable en general,
insolidarios, envidiosos y más partidarios del robo, el saqueo y el traicionero
asesinato que del pacífico trabajo y trato humano. En definitiva, una forma de
vida que les hacia vivir de la espada, tanto para defender la vida y posesiones
como para “ganarse la vida”. Es “este conjunto de características”, lo
que los mismos “españoles” denominan y reconocen como “la españa
negra”, de la que habitualmente evitan hablar y que, de tarde en tarde, surge
a golpe de titular periodístico.
Esta carga negativa y peyorativa de unos orígenes
oscuros y poco honorables y gloriosos, ha provocado entre los llamados
“nacionalistas españoles” un complejo de inferioridad que les impele a
fingirse más europeos que la mismísima Diosa Europa, por aquello de que “es
más (Lo que sea), aquel que finge serlo, que el que lo es de verdad”; Por
otra parte, esta cualidad extremista es propia de estas gentes desde los albores
de los tiempos, encontrándonos con situaciones tan curiosas, como que un obispo
cristofascista español, se atreva a corregir y enmendar a su superior absoluto,
el Papa, que es único mortal que supuestamente “es infalible” (Que no se
equivoca nunca)
Esto y su tradición judeocristiana, etnocéntrica y
racista, hace que desprecien y renieguen de sus raíces y orígenes
norteafricanos y quieran “parecerse” a los blancos, rubios y altos nórdico-
germánicos indoeuropeos, aunque fueran los que se cargaron todo el mundo
grecorromano, del que paradójica y contradictoriamente, reivindican haber
heredado su superior civilización y cultura.
Para encausar todas estas
paranoicas apetencias de linajes antiguos y gloriosos que no poseen, y
justificar una unidad histórica, nacional, racial, religiosa y cultural que no
han existido nunca, desde los
tiempos de Primo de Rivera y especialmente tras la Guerra Civil, el nacionalismo
militarista y pro-germánico (La Raza Aria) español, intento crearse un pasado
a la medida de sus carencias y de sus apetencias territoriales en África,
poniendo la incipiente Ciencia Arqueológica moderna, al servicio de la Política
fascista y colonialista, algo que por lo demás no era ni es nada nuevo.
En conclusión, ni existe España
como unidad histórica, ni racial ni cultural, por lo que estos nacionalistas
españoles, se hinchan de chauvinismo como globos de feria llenos de gas, pero
basta “soltar el nudo que los mantiene henchidos de prepotencia”, es decir,
contrastar lo que afirman con el conocimiento real de las cosas, para que se
desinflen y se transformen en “simples y lánguidos colgajos más dignos de lástima
y conmiseración” que de otra cosa.
Anteriores:
· De mistificaciones y mistificadores (I)
· De mistificaciones y mistificadores (II): nacionalistas españoles
·
De
mistificaciones y mistificadores (III): Sobre la raza y la cultura española
Otros
artículos de Rukaden Ait Anaga
20 de
Octubre del 2014.
Continuará
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[1]
Los relatos antiguos que se conservan de estos viajes y expediciones, dado
el comportamiento de estos navegantes, no queda suficientemente claro que
eran en realidad.