Algunas consideraciones generales

sobre la “raza y la cultura española”

 

«» Rukaden Ait Anaga

 Preámbulo: Debe ser un buen preámbulo, un poco o un bastante provocador e hiriente, antes de empezar a decir las cosas como son, para que despierte el interés o cualquier otro sentimiento en los posibles lectores o sujetos objeto de “las disertaciones o discursos que le siguen”.

Así pues, y como después de la Paulinada de la consultita sobre las prospecciones, se ha observado un incremento de “personajillos” que a “golpe de muro o twuit” nos dedican sus insultos, manipulaciones y demás. Esto que sigue, que nació como consecuencia de una godada más de un supuesto blog serio, que es fuente de un supuesto programa de radio serio, todo el esfuerzo empleado en redactar lo que sigue y el de contrastar los datos en que se basa (Fuentes documentales), se lo dedico a todos los cachos de carne con ojos, a todos los que “si tropiezan y caen al suelo se quedan pastando con toda naturalidad”, que se dedican “a darnos lecciones sobre nuestro pasado, orígenes y cultura ”, en un alarde de ignorancia que clama al cielo. Pues eso, Canarias Identitaria y otros dechados de inteligencia racional como él.

Algunas consideraciones generales sobre la “raza y la cultura española”.

Debemos tener claro que lo que milenios después se denominó Península Ibérica, comenzó a poblarse únicamente por vía euroasiática hasta hace unos 130. 000 años a.n.e., a tenor de lo que nos dice la Geología (El estrecho de Gibraltar no estuvo unido- cerrado- en la etapa de Evolución homínida, sino hace unos 6,5- 5 Millones de años, a tenor de los últimos estudios) y los descubrimientos arqueológicos en materia de Navegación Humana, que hacen retroceder hasta esta fecha (130. 000 a .n.e.), las primeras pruebas sobre navegación por el llamado Homo Heidelberguensis:

Fuente: Ministerio de Cultura de Grecia.

 

El ser humano emprendió su primer viaje por mar hace más de 130.000 años. Atravesó una distancia de unos 100 kilómetros , como mínimo. El Ministerio de Cultura de Grecia informó de que en las terrazas naturales de la localidad de Preveli, en la isla de Creta, habían descubierto hachas de piedra de unos 130.000 años de edad. Los instrumentos prehistóricos pertenecen a la cultura del Homo Heidelbergensis, la variedad europea de Homo Erectus, el antecedente directo del Homo Sápiens contemporáneo. Teniendo en cuenta que la isla se separó del subsuelo hace unos 5 millones de años y hoy en día la distancia entre Grecia continental y Creta es de unos 100 kilómetros , el hallazgo puede servir como prueba que los antecesores del Homo Sápiens sabían viajar por mar. Se trata del testimonio de navegación más antiguo del mundo.

 

Podemos por tanto suponer, que a partir de hace 130. 000 años a.n.e., también tenemos la vía del Estrecho de Gibraltar como segunda y principal vía de poblamiento de la Península Ibérica, una ruta mucho más cercana y asequible que rodear todo Eurasia vía Oriente Próximo- Medio, como se demuestra más adelante, al examinar los tipos humanos y culturales del Paleolítico Superior y Epipaleolítico- Mesolítico y Neolítico. Nos circunscribimos a estas etapas de la Evolución Humana porque son más conocidas que las anteriores y se tienen pruebas, más allá de toda duda razonable, de su indudable procedencia Norteafricana (Aunque, pasaran por donde pasaran y llegaran a donde llegaran, indiscutiblemente la Cuna de la Humanidad, del “Homo”, es África)

También es importante tener en cuenta algunas cuestiones semánticas basadas en suposiciones “dadas por hechas”, admitidas sin base empírica real, muletas o definiciones dialécticas que dificultan y desvirtúan la cabal comprensión del desarrollo real de los acontecimientos, sin ninguna base empírica, pero que sirven magistral y sibilinamente a las ya desgastadas y hechas jirones teorías de “la Hispania inmemorial, la raza Ibera o Hispana (Fuera Ibera o Celtíbera o Celtíbero Visigoda), y toda la parafernalia añadida del “Nacionalismo español Imperial y Colonial”. Otro tanto sucede con la denominación oficial de España, que mientras estos “nostálgicos de tiempos pasados” hacen retroceder hasta la Prehistoria, la realidad histórica es que la entelequia mal amalgamada que así se llama, nació con Las Cortes de Cádiz, pues antes, como mucho se llamaba a cada Reino por su nombre, casi coincidiendo con las hoy denominadas “Comunidades autónomas”, y cuando se quería dar idea de conjunto, se aludía a reinos de las españas.

 

Y aún, queriendo rizar el rizo y admitiendo que este nombre derive de Hispania, esta denominación se aplicaría a las provincias romanas que así se llamaron (Ulterior y Citerior) Es decir, los romanos llamaron así al territorio que conquistaron y que como nadie pudo evitarlo, llamaron como les dio la gana; Lo cual, no significa que fuera llamado realmente así por sus legítimos dueños. Por otra parte, no teniendo otras pruebas tan contundentes, debemos entender que el nombre de Hispañia se puede remontar a la época romana, pero no más allá, y que como esta denominación fue dada por los pueblos de navegantes/ comerciantes/ piratas (Fenicios, cartagineses, griegos etc.) a los lugares de la costa peninsular es algo más que una suposición suponer que el nombre que le pusieron a las zonas de desembarco y regiones adyacentes, puede extenderse a toda la zona continental que, ni conocían ni suponían siquiera su extensión ni sabían si estaba habitada y por quienes; Es como si alguien, arribando al puerto de Cádiz y lo bautizara con otro nombre, con posterioridad se pretendiera llamar de esa forma a toda la Península luso española. Y ya que estamos cerca del mar, debemos dar, más a título de curiosidad que de prueba de mis afirmaciones, que en la Obra Latina Ora Marítima, (también conocida en castellano como "Las costas marítimas"), un importante texto sobre geografía descriptiva de la Hispania prerromana, en la que se vllama ofiusa (Tierra de serpientes) al Golfo de Vizcaya o algún punto de la costa de la península ¿ibérica? Parecido (¿Golfo de San Vicente...?)

 

Sobre los nombres modernos y antiguos de las cosas y los territorios, no es preciso extenderse mucho sobre la prepotencia de los “descubridores, conquistadores y demás”; Solo recordar la anécdota de que cuando los enviados de “Su Graciosa Majestad la pérfida Albión” arribaron al territorio hoy llamado Australia y le preguntaron “al salvaje come lagartos de turno”, en perfecto inglés que como se llamaba aquel lugar, cuentan que el “negrito” le respondió en su lengua con la frase “no te entiendo”, que al parecer sonaba a algo parecido a Australia, por lo que “el modesto britano, hablante de la lengua “Shespiriana”, inmediatamente dedujo no solo que por hablarla él debía hacerlo todo el mundo y por tanto, habiéndole entendido el salvaje, aquello indudablemente se llamaba Australia (Y si no, pues a aguantarse, así la llamaban ellos y para eso tenían más barcos y cañones y soldados, y punto).

Es decir, al no formar la Península Ibérica o la mayor parte de ella (la conocida hoy como España) una sola entidad política, cultural, religiosa, etc., aunque fuera algo parecido a una gran Federación o Confederación de Pueblos estable y continuada (Lo que no fue el caso)[1], no puede denominarse con un solo nombre genérico, no solo porque cada uno de estos pueblos llamaba de forma diferente al “Territorio que dominaba”, sino que al no haber una autoridad política que gobernara en todos los territorios e impusiera un nombre común y oficial a todos ellos, cada cual puede llamar hoy día a aquello como le dé la gana, lo cual no quiere decir que se haga mediante datos científicos, sino sobre mistificaciones, suposiciones y sueños ilusorios, aptos para la propaganda política pero no para el estudio serio y riguroso y mucho menos para la enseñanza de este. No habiendo base política ni cultural homogeneizante, no existe unidad nacional que valga.

Entonces, recapitulando, tenemos que hasta el 130. 000 a .n.e., las gentes llegaban a la actual Península luso española, solo desde Eurasia, y que posteriormente, con el uso de una muy rudimentaria navegación, comienzan a llegar también vía Estrecho de Gibraltar, la ruta más usada a partir de entonces, si tenemos en cuenta la extensión territorial que cada contingente ocupó o en el que influyó de alguna manera, a tenor de las influencias culturales y raciales que se han descubierto basadas en evidencias arqueológicas, no en suposiciones interesadas, creadas para vender una ideología política trasnochada e inverosímil.

A lo largo de tanto tiempo transcurrido, se han producido múltiples aportes raciales y culturales, eso es evidente, pero ahora vamos a comenzar, remontándonos en la lejana Prehistoria, a dilucidar si puede hablarse con propiedad de “raza española, de su posible origen y si es superior a otras.” Espero que sea interesante y sobre todo didáctico.

De Orce y Atapuerca a Barranc Blanc (Valencia)

Cuando todavía no he cesado del todo el debate (Para los irreductibles) en torno a si se consideran humanos o no los restos de Orce, queda demostrado que sí que lo son, lo que unido a otras evidencias encontradas en otros lugares del planeta, nos obliga a hacer retroceder el umbral de fechas que hasta ahora nos había servido de guía estimativa, para intentar hacernos una idea de la Edad y Etapas Evolutivas de la Raza Humana.

 Es evidente, que hace unas décadas e incluso siglos, ni se tenían las técnicas modernas de las que se sirve la moderna Arqueología, ni se habían hecho los descubrimientos a los que me refería antes, lo que unido a la torpe y errónea visión “eurocéntrica”, donde el racismo y los clásicos discursos políticos encaminados a sostener las tesis racistas que justificaron el Colonialismo, todo lo cual contribuyó a la elaboración de una “teoría general”, con una escala de fechas más aproximativas que reales (Como se ha demostrado más tarde), encorsetadas y rígidas que producían más sombras de las que eliminaba. A esto se añadía la duda de si algunos tipos humanos eran, en efecto humanos o simplemente animales en el camino de serlo, debate que no ha cesado y que ha trascendido de hecho, ya que ahora no solo se consideran del “Género Homo” a todos ellos, sino que el debate ahora se centra en si se incluyen chimpancés y gorilas (Especialmente los primeros) y algún otro hasta ahora, animal.

 

Pero estas contradicciones, incluso negaban la capacidad de cruzarse a estas “humanidades” anteriores al “Homo Sapiens Sapiens Moderno”, en el caso de Neandertales y Cromañones, peregrina teoría que la Genética moderna se ha encargado de echar por tierra, recurría a ella para explicar por ejemplo, el poblamiento australiano y “el primitivismo” anatómico de sus protagonistas, como descendientes de Cromañones y algunos supervivientes de H. Erectus o alguna etapa intermedia similar. Es decir, mientras por un lado se negaba la posibilidad de cruce entre Neandertales y Cromañones (Dos tipos “Sapiens” y relativamente “modernos”), se recurría “a eso mismo (El Cruce entre razas)” en el caso australiano, pero con razas más antiguas y menor evolucionadas. Todo esto, sin atender a las evidencias que la veterinaria y la simple contemplación de la realidad objetiva. ¿Se pueden cruzar las diferentes razas de perros y lobos entre sí? ¿Por qué si todas las razas que nos precedieron eran del mismo Género y genéticamente “compatibles” no habrían podido cruzarse? Por prejuicios racistas, ya que considerado el Neandertal casi como un animal, no podía decirse que la moderna humanidad europea, conquistadora del mundo, no podía descender de seres inferiores como él, y menos de otros todavía más inferiores; En todo caso, “eso se dejaba para negros, rojos y amarillos, lo que explicaría su inferioridad al Hombre Blanco Europeo, porque incluso los hombres blancos del Norte de África, se explicaban como remotas migraciones de los primitivos habitantes europeos, por lo que sí, eran blancos, pero racial y culturalmente inferiores por su primitivismo, por lo que no se podían equiparar a ellos.”

 

No siendo la “arqueología española” ajena a todo este embrollo por la escasez  de datos de entonces y a la visión racista del asunto, el Poblamiento de la Península Ibérica “se simplificó bastante”, eludiendo casi de puntillas en el proceso todo lo que no fuera “cromañoide”, admitiendo al Neandertal a regañadientes, pero nada más. A partir de aquí se elabora una teoría más política que científica para explicar “los orígenes raciales de la raza hispánica”, que todavía no termina de “cuajar” dentro del corsé que se le quiere imponer, antes por cuestiones “imperiales” y ahora por cuestiones “europeístas”, antes claramente diferenciadoras de las (Razas) europeas y ahora especialmente comunitarias, dentro de una comunidad racial, cultural y de mutuos intereses (Se supone); Es decir, que antes se potenciaban las diferencias y ahora interesa pulirlas o hacerlas desaparecer, simplemente porque el discurso político ha cambiado.

 

Contra todo esto intenta luchar la Ciencia Arqueológica moderna, apoyándose en los avances técnicos y científicos de otras disciplinas y ramas de la Ciencia, que permiten la revisión de los hallazgos y el reestudio de los yacimientos en conjunto, y también en “filones” como los de la Sierra de Atapuerca.

 

A la luz de los nuevos descubrimientos, incluso la barrera de los 130. 000 años como prueba empírica de navegación prehistórica, es cuestionada (Al menos de momento), lo que nos sitúa en un contexto de revisión general de lo que se había admitido hasta ahora y de lo que no se había querido admitir. Así pues, llegamos a Barranc Blanc (Rotova, Valencia), donde “nace el Ibero- mauritano”, el hombre blanco europeo que atraviesa el Estrecho de Gibraltar, conquista el Norte de Áfrico y ocupa Canarias”, según Vernau y todos los académicos interesados en reafirmar “la españolidad” de los territorios coloniales norteafricanos apetecidos por las dos últimas dictaduras españolas y mantenido bajo otros gobiernos, incluido el Oranesado (Bajo dominio francés)

 

Para erigir todo este edificio ideológico racista y fascista, el descubrimiento de Luis Pericot en el año 1951, en la cueva del Barranc Blanc (Rótova, Valencia): “En un nivel que está perfectamente definido como Epigravetiense (equivalente al Magdale-niense de comarcas más septentrionales-Francia-) apareció un fragmento de frontal humano que presenta todas las características de la tosca y primitiva variedad africana del Cro-Magnon y coincide con los cráneos Güanches. Se trata, pues, de un lazo insospechado entre los pobladores de Canarias y uno de los elementos de la población española del Paleolítico superior, a la vez que la prueba de que una sola raza se difundió entonces por ambas orillas del Mediterráneo y que el Estrecho de Gibraltar fue surcado por esas gentes, lo que permite sospechar que ya entonces pudieron llegar a las Canarias”.

 

Es decir, que según la “teoría oficial” para la que incluso se organizó un Simposio Internacional del Hombre de Cromañón, los Güanches y los mismos “hispanos primitivos” serían emigrantes franceses, o alemanes, o rusos, o más genuinamente orientales o africanos, lo que no deja de ser una contradicción ideológica pues el Hombre de Cromañón no es ni originario de Francia ni muchísimo menos de la península ibérica.

 

En lo único que esta teoría del homo ibero-mauritánico acierta, es en la probable antigüedad del poblamiento de las Islas Canarias, situándolo en el Paleolítico Superior, aunque yo soy más partidario de la etapa Epipaleolítica/ Mesolítica, coincidiendo con las piezas microlíticas del útiles encontrados en Canarias y sobre todo, con el proceso de “Mirlado” o momificación artificial. El profesor italiano Fabrizzio Mori, descubre en el Sureste, libio (Uan Muhuggiag, en el VI-V Milenios a.n.e. Metchoides o proto Metchoides Aterienses de rasgos marcadamente negroides y cultura protoganadera o ganadera), varios cadáveres mirlados o momificados artificialmente, no solo antes que en Egipto, sino con técnicas más refinadas y avanzadas ya que en el Valle del Nilo, en aquella época predinástica, los enterramientos funerarios no incluían la momificación artificial, y si alguna momia había eran debidas a causas naturales (Sequedad del tereno y características climáticas); Es de Uan Muhuggiag, Sureste de Libia/ Suroeste de Túnez (Por otros indicios, linguisticos, culturales, etnográficos, etc.) de donde los Metchoides Guanches[2] trajeron esta costumbre funeraria hasta las islas.

 

Por tanto, y como hasta el presente no se tienen noticias de procesos de mirlado de cadáveres, ligados a poblaciones ganaderas o protoganaderas en la Península Ibérica, hemos de aceptar que es una costumbre netamente norteafricana, que luego fue exportada al Este y al Oeste, en épocas más o menos conocidas, especialmente en Egipto, pero de la que no aparece ningún rastro hasta épocas posteriores y siempre por causas naturales (Es solo en épocas más modernas cuando aparece esta costumbre funeraria), demuestra que la costumbre (Del Mirlado) nació en una zona, se propagó hacia las zonas “más cercanas” a donde se desplazaron aquellas gentes o a donde llegó un fuerte influjo “cultural o civilizador”, pero no a las regiones más alejadas que este alcanzó tras cruzar el Estrecho de gibraltar.

 

Costumbre funeraria que se remonta al 5º- 6º Milenios a.n.e., por lo que no puede adjudicarse o encuadrarse en el Paleolítico Superior, lo mismo que el fragmento de cráneo de Barranc Blanc (Rotova, Valencia), aún perteneciendo al Homo Cromagnón, no puede decirse que proceda ni de la Cornisa Cantábrica ni de Francia u otros lugares del norte, simplemente porque allí comenzó a estudiarse primero al Metchoide que no Cromañón, y existían más cantidad de restos hallados, puesto que el resto de “pruebas empíricas e indicios” que los acompañaban, lo encasillaban como netamente Metcha Al Arbi, portador de la Cultura Oraniense y procedente del Norte de África. Solo que por entonces, no existía esta “denominación” porque no había interés político en que existiera, esa ni ninguna que cuestionara “la superioridad del hombre blanco europeo”  y su “derecho divino a llevar la civilización por la fuerza, incluso a otros hombres blancos de otras latitudes, racial y culturalmente primitivos” (Aún hoy hay reticencias en abandonar términos como iberomauritano, iberosahariano, etc, a favor de los verdaderos nombres, Aterienses, Methoides, etc.)

 

Contemplando lo que otras disciplinas científicas (Además de la Anatomía y los huesos), y sobre todo la lógica extra académica de estos propagandistas nos dicen, si tenemos en cuenta que la barrera física y psicológica que son los Pirineos, para gentes que tenían un muy rudimentario vestido y utillaje, en pleno Paleolítico y en pleno periodo glaciar y post glaciar, resultaba toda una epopeya, por lo que no es arriesgado suponer que no serían grandes los contingentes que lo atravesaran, en verano, y de cuando en cuando. Eso deja al poblamiento del Centro- Sur peninsular como más factible atravesando el Estrecho de Gibraltar, en épocas en que ya se conocía la navegación, por más primitiva y rudimentaria que fuese, como poco a poco empieza a admitirse ya, cada vez más despojados los estudiosos y científicos de los oropeles que el discurso político les obligó a “vestir”.

 

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20 de Octubre del 2014.

 

Continuará ----»


[1] Es curioso el hecho de que en la zona peninsular influenciada por las Culturas norteafricanas, Oraniense primero y Capciense después, las entidades políticas y territoriales fueran de mayor entidad, constituyendo federaciones y confederaciones (Como constataron los pueblos de navegantes y romanos), mientras que en la zona norte, donde predomina la influencia de poblaciones euroasiáticas, las entidades político territoriales son, en comparación, minúsculas y enzarzados en continuas querellas, saqueos y demás. Muy curioso este “matiz civilizador” de las poblaciones procedentes de Eurasia.

[2] Los primeros en llegar al Archipiélago, la “Cultura de Sustrato”.