Sobre el concepto de
"colonia" y "colonialismo" (y
V)
Jorge
Ancor Dorta *
La
teoría del colonialismo interno está conectada a estudios previos sobre la
relación entre el colonizador y el colonizado, así como sobre relaciones de
poder entre naciones y culturas. Andre Gunder Frank[1],
uno de los fundadores de la “teoría de la dependencia”, ha analizado las
complejas relaciones entre naciones colonizadas y la metrópoli.
La
metrópoli es el centro político, financiero y económico, y el “satélite”
se refiere a la comunidad subdesarrollada en la periferia o colonia. Gunder
Frank afirma que la relación entre la metrópoli dominante y la colonia se basa
en la forma en la que la sociedad dominante establece sus propias instituciones
sociales, económicas y políticas dentro de la propia colonia.
En
el colonialismo interno, al igual que en el colonialismo externo, la relación
entre colonizador y colonizado es una relación desigual de explotación, aunque
el grado de violencia empleado por el colonizador suele ser más sutil y de baja
intensidad a través del establecimiento de la denominada “infraestructura de
dependencia”.
La
infraestructura de dependencia es un concepto clave para entender el
colonialismo. Se define como las estructuras internas del país colonizado que
sostienen el sistema de explotación colonial. Dichas estructuras internas
incluyen la organización industrial y política, los patrones de desarrollo y
comportamiento, así como la estratificación de las clases sociales.
Entre
las características propias de este tipo de infraestructuras de dependencia se
incluyen el incremento y la protección de las ventajas competitivas de las
empresas foráneas -muchas veces con poder monopolístico u oligopolístico-
sobre las locales[2],
el dominio foráneo de los sectores más dinámicos de la economía, así como
la formación de elites y clases sociales clientelares en las sociedades
colonizadas.
Demetrio
Carceller, empresario catalán afincado en Canarias, propietario de
DISA, Cerveza Damm, consejero de Gas Natural en representación de
Repsol, en la que participa, junto con Juan Miguel Sanjuan y Jover a
través de la constructora Sacyr -constructora con claras conexiones al
aparato del Estado y que ha recibido una avalancha de obra pública y máximo
exponente del capitalismo corrupto y clientelar- además de en Ebro Food
y CLH. Su grupo empresarial también ha crecido a la sombra del
colonialismo y del franquismo. |
Como
señala Suzanne Bodenheimer[3],
las clases clientelares tienen una “posición dual como socios de los
intereses de la metrópoli al tiempo que elites dominantes en sus propias
sociedades”, y suelen incluir, no solo a la burguesía, sino al aparato burocrático
y otros sectores de las clases medias cuyos intereses están ligados a los
intereses coloniales y foráneos. La infraestructura de dependencia es por tanto
“el equivalente funcional al aparato colonial tradicional”, pero mucho más
internalizado e institucionalizado y por tanto “mucho más difícil de
vencer”.
[1]
Frank,
Andre Gunder. “The development of underdevelopment”. Monthly
Review, 18 (1966): 17-31
[2]
Uno de los efectos de la Reserva para Reinversiones de Canarias es precisamente
ese; el proteger la posición competitiva y monopolística de las grandes
empresas españolas en Canarias.
[3]
Susanne Bodenheimer, "Dependency and Imperialism: The Roots of Latin
American Underdevelopment," in
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Fuente: menceymacro.blogspot.com
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