IDIOSINCRASIA
DEL PUEBLO GUANCHE (II)
SITUACIÓN
ESPIRITUAL DEL PUEBLO CANARIO EN EL
SIGLO XXI
Eduardo Pedro García Rodríguez *
[El Viento sopla a favor de la libertad
de los pueblos. Para los últimos charlatanes de la vieja sociedad colonialista
europea, la vieja sociedad del dinero oír hablar de la libertad de los pueblos
les suena a herejía. Les viene sonando a herejía hace más de seis siglos.
Siempre les ha sonado a herejía. Para ellos el pueblo Canario es un ente
abstracto o un término literario casi ficción o un lugar en el trópico, una
finca particular donde tomar el sol, un sostén de su vanidad nacional
imperialista, por tanto, no somos ellos ni queremos serlo.
Somos
un conjunto diferente de clases, casta o raza, de matriotas de nuestra nación,
de creyentes de una u otra religión, de fuerza
de trabajo necesaria y de costos
de producción baratos. Somos forzados contribuyentes de la hacienda española,
consumidores y marginados.
No
hace mucho tiempo discutían si teníamos o no “alma” para justificar si podíamos
o no ser esclavizados… Pero
el viento sopla a nuestro favor. Estamos de enhorabuena. No hará falta seguir
discutiendo mucho tiempo. La Ciencia, la Cultura va derrumbando los muros de las
clases, de las castas, de las razas, de los malos creyentes, de los
contribuyentes o de los marginados, de los civilizados o de los bárbaros...]
No es fácil valorar la situación espiritual del pueblo guanche
actual sin caer en simplificaciones excesivas o malas interpretaciones. Hasta la
fecha no se han realizado estudios profundos sobre la verdadera base ritual y
devocional popular en las islas antes de la colonización española. Quizás
esta situación se deba a dos razones fundamentales y ambas complementarias. En
primer lugar, una dependencia absoluta de las misiones españolas, moldeadoras
de una conciencia evangélica totalmente descontextualizada; y en segundo lugar,
una total falta de comprensión de las raíces históricas y espirituales que
una nación ejerce en la percepción del evangelio impuesto.
Los estudios más difundidos sobre esta materia provienen de pensadores
católicos e investigadores universitarios, quienes, a pesar de sus esfuerzos,
no evalúan la religiosidad dentro de la perspectiva de la especial
idiosincrasia del pueblo canario. Con este modesto trabajo pretendemos tener una
aproximación a las principales características de la religiosidad del moderno
pueblo guanche de las Islas Canarias, esperando que otros pensadores e
investigadores de
Las creencias religiosas están presentes en el pueblo canario desde
tiempos ancestrales ya que ellas están asociadas a la ancestral veneración a
La Gran Diosa-Madre, venerada por la humanidad desde hace más de 40.000 años y
presente en nuestros antepasados por lo menos desde 3.500 años antes de la
llegada de los colonizadores europeos a nuestras islas. Sin embargo la religión
pagana católica-romana, impuesta al país por los misioneros españoles y
portugueses constituye, hoy en día, el substrato a partir del cual se
entretejen las complicadas características de la religión oficial en canarias.
Esta situación traumática conforma el drama nacional vivido por el
antiguo pueblo canario y cuyas consecuencias psicológicas han venido marcando
el carácter inseguro que muestra en general
nuestro pueblo ante cualquier oferta de cambio cultural que proceda del
ámbito europeo. Uno de los mejores planteamientos de la situación psicológica
en que se encuentra el moderno pueblo guanche, nos lo ofrece el investigador
Nathatan Wachtel, en un excelente trabajo publicado en octubre de 2001, el cual
seguimos en las siguientes líneas:
“En nuestra memoria colectiva, la aventura de los conquistadores evoca
imágenes de triunfo, de riqueza y de gloria, y aparece como una epopeya. La
historiografía occidental asocia la conquista de Canarias a los conceptos de
“Renacimiento” y de tiempos de “Modernidad”; la expedición guerrera de
los españoles coincide con la imagen de una nueva era. Pero se trata de una
nueva era en Europa. Desde la perspectiva del Guanche vencido, la conquista
significa un final: la ruina de su cultura. Para “Descubrir” realmente al
pueblo canario, el historiador nacido en la sociedad de los vencedores debe
despojarse de sus hábitos mentales y, en cierto modo, salirse de sí mismo.
Preguntemos directamente entonces a las fuentes canarias.
Derrotados, el choque psicológico sufrido por los guanches no se reduce
a la irrupción de lo desconocido; lo extraño de los españoles se manifiesta
de acuerdo con una modalidad particular: la violencia. La derrota significa en
todas partes las ruinas de las antiguas tradiciones. Incluso para guanches que
prestaron su ayuda a los españoles los cuales fueron utilizados como
instrumento al servicio de los intereses políticos de éstos, vieron como en última
instancia sus aliados se volvían contra ellos y les imponían la ley cristiana.
Por tanto, los dioses sufren un ocaso en todas las islas. El traumatismo de
El proceso de conquista y colonización de Canarias produjo el
asentamiento de una oligarquía foránea formada por un reducto de
conquistadores, clero, colonos y representantes de la corona española que se
dedicaban a la extracción agrícola y humana. Los clérigos de origen hispánico
se asociaron con esta pretendida aristocracia y trataron de trasladar la
religiosidad popular española a nuestra nación, una religiosidad basada en la
inquisición con sus tribunales, juicios y torturas. Así pues el resto de la
población se encontró marginada y comenzó a buscar progresivamente nuevas
formas de vivir su ancestral religión al margen del ámbito católico
hurtándola a la persecución de la inquisición. Así pues, se mantuvo
la persecución abierta o encubierta contra los practicantes de nuestra
ancestral religión, haciendo correr desde los púlpitos bulos tales como que
las Maguadas o Harimaguadas eran brujas que se dedicaban chupar la sangre a los
recién nacidos y que hacían pactos con el diablo católico vendiendo sus almas
etc.
Por otra parte, una buena parte de los creyentes en la Diosa continuaron
practicando sus ritos y creencias sincretizadas bajo formas cristianas, algunas
de las cuales han permanecido hasta nuestros días.
“Saqueos, masacres, incendios, son la experiencia del fin del mundo.
Pero se trata de un fin sangriento de un mundo asesinado. Ningún comentario
sabría expresar mejor el asombro de los guanches que los sentimientos de
algunos poetas quienes con voces desgarradas nos exponen con asombrosa
intensidad dramática la caída de un pueblo:
En
los caminos yacen dardos rotos, los
cabellos están esparcidos. Destechadas
están las casas, Enrojecidos
de sangre tienen sus muros. Gusanos
polulan por calles y plazas, y
en las paredes están salpicados los sesos. Rojas
están las aguas, están como teñidas, y
cuando las bebimos, es
como si bebiéramos agua de salitre. (adaptación
de un canto Nahuatl) |
La obsesión de la muerte, presente a lo largo de todo este canto, se
profundiza a través del sentimiento de que un hecho irremediable ha herido a
los antiguos canarios en su destino colectivo; es su civilización lo que
desaparece entre las lágrimas y la humareda:
El
llanto se extiende, las lágrimas gotean allí en las Hespérides
...¿A
dónde vamos?, ¡oh amigos! Luego
¿fue verdad? Ya
abandonan la ciudad de Telde: el
humo se está levantando: la
niebla se está extendiendo... Lloren,
amigos míos, tengan
entendido que con estos hechos hemos
perdido la Patria Guanche (adaptación de un canto Nahuatl). |
Dijeron
que no eran verdaderos nuestros dioses. Nueva
palabras son estás, la
que hablan, por
ellas estamos perturbados, por
ellas estamos molestos. Porque
nuestros progenitores, los
que han sido, los que han vivido sobre la tierra, no
solían hablar así... Y
ahora, nosotros ¿destruiremos la antigua regla de vida?... No
podemos estar tranquilos, y
ciertamente no creemos aún, no
lo tenemos por verdad, (aún cuando) les ofendamos. (canto
Nahuatl) |
La Conquista, “carga de Achanos[1]”,
aparece así grabada en el tiempo, contenida de alguna manera en el curso de los
siglos. Ahora bien, esta interpretación temporal se duplica con imágenes
espaciales, cuya figura nuclear resulta encarnada por
Este
es el rostro del Magek, del trece Ahau. La
faz de la Sol se romperá. Caerá
desintegrándose sobre los dioses de ahora He
aquí la representación del trece Ahau. Un
signo que da Que
muera el rey de este país. Esto
está en el origen de Del
reino del segundo tiempo. Y
es también la causa de nuestra muerte... ...¡Castrar
a Esto
es lo que han venido a hacer los extranjeros (canto del Chilam Balam). |
Imágenes de la caída y de la rotura de la Sol, fuente de toda vida;
temas de la agresión y de la castración; pruebas de la muerte, de los dioses y
de los guanches: la “revolución” del tiempo es vivida como una catástrofe
absoluta. En este sentido, podemos decir que la invasión y conquista provoca un
verdadero traumatismo colectivo.
Sólo sobrevive el recuerdo de la cultura perdida; el traumatismo se
prolonga después de la invasión y conquista, en la nostalgia referida a las
costumbres abandonadas. Esta nostalgia se experimenta cotidianamente al nivel
elemental, tan importante entre los guanches, en la medida del tiempo.
Después del ocaso de la Diosa-Madre, los españoles imponen su dominación
a los guanches[2].
¿Cómo interpretan éstos la nueva era que así comienza?
Los guanches viven la dominación española -la ausencia del Kebehi, del
Guanarteme, del Faycan, del Guadameñe y del Kanku y las Maguadas- a la vez como
martirio y como soledad. La elegía a la muerte de Benchomo (Viana) describe
llorando y delirando sin saber a que volverse. Porque la sombra que les protegía
ha muerto se ven abrumados por el sentimiento de que una falta que ninguna cosa
puede colmar.
Privados del padre que los guiaba, llevan ahora: una vida errante, de
alzados y dispersa, pisoteados por los extranjeros.
Literalmente, ahora son sólo huérfanos oprimidos. De ahí el estado de
duelo y frustración.
Con el martirio de la separación infinita el corazón se rompe.
Los guanches suplican al Kebehi, y al Guanarteme muertos que abran
nuevamente sus ojos, que extienda nuevamente hacía ellos sus “manos magnánimas”,
a fin de restablecer entre ellos y el mundo la armonía perdida.
Entre los Guanches, el recuerdo transmuta la época de la antigua
civilización en una verdadera edad de Oro, mientras que la dominación española
se concibe como desencadenamiento de todos los males; el tiempo de los colonos
es la inversión simétrica del tiempo de los antepasados. Este tiempo
representaba el orden y la medida;
una
vez destruido, el presente sólo puede ser “tiempo loco”.
..Entonces
todo era bueno, y ellos (los dioses) fueron abatidos. Había
sabiduría en ellos... no había pecado Entonces...había
una santa devoción en ellos. Sanos
vivían. No había enfermedad entonces; no
había dolores de huesos, no había fiebres, no
había viruela, no había ardor de pecho, no
había dolor de vientre, no había Sus
cuerpos estaban entonces rectamente No
es esto lo que han hecho los colonos
cuando llegaron aquí. Han
enseñado el miedo y han venido a mancillar las flores. para
que viviese su flor, han hundido y agotado la flor de otros (Chilam Balam) |
...Mancillada está la vida, muere el corazón de las flores... falsos
son sus reyes, tiranos sobre sus tronos, avaros de sus flores... ¡Asaltantes de
los días, ofensores de la noche, verdugos del mundo!... No hay verdad en la
palabra de los extranjeros.
Es solamente por causa del tiempo loco y por causa de los sacerdotes católicos
que la tristeza ha entrado en nosotros, que ha entrado en nosotros el
cristianismo.
Porque los muy cristianos han venido aquí con el dios “verdadero”;
pero fue el comienzo de nuestra miseria, el comienzo del tributo, el comienzo
del ayuno, la causa de la miseria de la cual ha surgido la discordia oculta, el
comienzo de la expoliación, el comienzo de las deudas colgadas a las espaldas,
el comienzo de la disputa continua, el comienzo del sufrimiento.
Hemos descrito el traumatismo sufrido por nuestros antepasados guanches a
través de los textos, es decir, de un modo bastante empírico. Sin duda, ese
traumatismo podría ser definido en términos más rigurosamente psicoanalítico.
Los temas de
Los guanches tienen la sensación de que su cultura ha muerto y
experimentan una frustración particular, que corresponde a una verdadera
“desposeción del mundo”.
Este traumatismo se perpetúa durante este prolongado periodo colonial, y
hasta nuestros días en la medida que los canarios continuamos viviendo bajo la
dominación española como un estado inferior de sentimiento y humillación.
El resultado de esta última tendencia es medible y cuantificable en la
actualidad, por ejemplo: el 80% de la población canaria declara pertenecer a la
fe católica, pero sólo un 10% de ese total asiste regularmente a los ritos, y
muchos menos son los que participan en actividades católicas, o como miembros
del cuerpo laical. En Canarias existe una tricotomía de católicos educados,
(burguesía y funcionarios españoles) quienes están formados en la fe
cristiana y tienen creencias más o menos ortodoxas, católicos politizados que
tratan de buscar solución a sus problemas con una explicación cristiana de la
lucha de clases, ambos grupos realmente minoritarios y el resto de los supuestos
católicos que visitan a curanderos y santiguadoras, van a los centros de
peregrinación de nuestros ancestros, atribuyen a cruces, escapularios y
estatuillas, poderes sobre naturales, y sin embargo van a las iglesias en
fiestas determinadas y se declaran católicos. Esta actitud de los creyentes
canarios contrasta notablemente con otros países del mundo, donde la percepción
y participación en las doctrinas y creencias católicas son muy diferentes y
mucho más profunda.
Sin embargo esa falta de interés del pueblo canario por participar
dentro de la iglesia institucional católica pagana no implica una indeferencia
religiosa. Evidentemente, los marginados y débiles se vieron -y se ven-
obligados a mantener un sistema de creencias propias y a tener una manera de
pensar que es lo que actualmente conforma la base espiritual del pueblo canario.
Este
planteamiento está ampliamente recogido por el pensador Pollak-Eltz (1994),
planteamiento, que es totalmente aplicable en Canarias, y de quien tomamos los
siguientes párrafos: “La
Iglesia católica es sólo un factor marginal en la religiosidad popular, quizás
debido a su internacionalismo y a su estructura jerárquica. Ella ofrece sólo
el contexto institucional dentro del cual se practica la religión popular. La
esencia del catolicismo no atrae a las clases marginales. Según Emili Pin, los
latinoamericanos creen en Dios, pero la fe es de pobre contenido. Se sabe de
Jesucristo, pero en la vida diaria la gente se ocupa especialmente de los
“dioses menores”: los santos, las vírgenes, las ánimas. Estas prácticas
se deben ver en el marco de la religión popular total, en donde los malos espíritus
ayudan a los hombres. Los brujos y hechicerías juegan también un papel
importante en esta ideología popular. La creencia en los espíritus y el mal de
ojos es universal, los amuletos son usados por muchos como protección y, en
general, los cuentos más increíbles sobre apariciones milagrosas de
Está claro que el pueblo canario, ha mantenido una lucha soterrada por
mantener sus ancestrales creencias y religión, aunque hoy en día, si preguntáramos
por el origen de determinadas prácticas religiosas aparentemente cristianas, no
sabrían darnos una repuesta satisfactoria, simplemente se limitarían a
decirnos, “que así lo hacían sus padres y los padres de sus padres”
y por consiguiente, ello continúan haciéndolo.
Dentro de esta mezcolanza de ritos, creencias e ideas, no existe doctrina
prevaleciente, y sí un relativismo ético con una ausencia casi absoluta de
orden y disciplina. Un pueblo desposeído, ignorante, despojado de sus creencias
ancestrales, maltratado y enfermo mentalmente requería una creencia que
supliera sus necesidades religiosas, recreacionales, emocionales, económicas,
sociales y medicinales. Esto dio a la amalgama, aleación o fusión, de ritos y
creencias, ancestrales con la tradición cristiana católica pagana, de forma
tal que la simbología religiosa se proyectase en tres direcciones:
Primero.- Aceptación por parte del pueblo guanche de símbolos y ritos
cristianos con significado autóctono: Por ejemplo la celebración de las
fiestas en honor de los santos paganos católicos, Juan, Pedro, Antonio y
Benito, estos son santos cuyos ritos fueron reinterpretados por las comunidades
guanches ya que ellos recordaban a los dioses intermediarios locales.
Estas fiestas se celebran coincidentemente con el solsticio de verano, y
a partir del año nuevo guanche, (21 de junio) y por tanto, están ligados a
rituales de fertilidad de las cosechas, los rebaños y los hombres, celebrados
por los canarios desde la más remota antigüedad.
Segundo.-Se ha venido conservando rituales guanches con significado
cristiano.
En este caso encontramos entre otras la fiesta de los “diablos”
o “diabletes” que se celebra en diversos pueblos de Canarias, siendo
especialmente significadas las de
los lugares donde se usan máscaras o cabezas de machos cabríos, o carneros.
Estas máscaras personifican a espíritus que visitan a los seres humanos para
ayudarles ya que tienen poderes especiales, además la celebración representa
un rito de iniciación para los hombres. El significado cristianizado es la
representación de la batalla entre el bien y el mal.
La influencia católica pagana impone la aceptación de nuevos ritos o símbolos
con nuevos significados, por ejemplo: “La Quema de Judas” o “Haragán”
es característica de este tipo de sincretismo: En principio significaba la
muerte del traidor a Jesucristo, con el transcurso del tiempo se ha constituido
en instrumento de juicio popular a personalidades políticas. Como sucede
actualmente en Municipio de Gran Canaria de Santa Lucía, o en la localidad
tinerfeña de Taganana, entre otras muchas de las islas. Está claro que el
concepto religioso ha pasado a un segundo plano, quedando como forma satírica
de expresión del pueblo.
Las principales características que condujeron al pueblo guanche al
sincretismo religioso se pueden resumir así:
a) Según Padilla (1978). El catolicismo popular es un culto dirigido
esencialmente a los santos y no a dios. Es denominado por algunos estudiosos
como “cristo-paganismo”, y constituye la fusión de dos sistemas,
incompatibles bíblicamente como lo son el monoteísmo y el politeísmo, para
crear un nuevo sistema sin conflicto, basándose en las semejanzas entre los
dos.
b) El sincretismo es una forma religiosa netamente utilitaria, ya que no
tiene fines de adoración sino obtención de beneficios.
c) Sobre esta cuestión nos
dicen: (Canclini 1992; Ferrari 1976) El catolicismo español que sirvió de
sustrato al sincretismo se caracterizaba por sus elementos festivos:
Procesiones, cantos y bailes, sus aspectos supersticiosos, ya que la magia era
un elemento importante de los españoles poco educados; y su fanatismo, ya que
provenía del sistema de la Inquisición, y con toda la crueldad que ya había
mostrado en la península ibérica siguió suprimiendo a judíos y masones, y en
Canarias a los guanches insumisos (Pollak-Eltz, 1994)
d) No existe en Canarias sistemas religiosos enteros de origen guanche,
sino elementos autóctonos sincretizados con conceptos cristianos. Los guanches
fueron forzados a ser bautizados, pero luego se dejaban a su libre albedrío en
el aspecto religioso, especialmente los que moraban fuera de los poblados
habitados por los colonos, bandos de paces y alzados.
e) En las creencias del pueblo guanche existe un monoteísmo enmarcado en
un politeísmo.
Donde actúa un ser supremo (La Diosa Madre-Chaxiraxi-Tara-Tanit, Magek,
Diosa Celeste, Diosa de Abona, Abora, de La Luz, etc.,) todopoderosa y un panteón
de intermediarios (Magek, Achuguayo,Chayuga,
Alcorak o Acoran, Achamán, Aranfaibo, etc.) con poderes sobre naturales,
guardianes de lugares específicos, antepasados (Maxios) deificados o espíritus
de la naturaleza, animales, árboles, cuevas, rocas o lugares cuya función es
asistir a los hombres en sus necesidades. Conceptos éstos que son fácilmente
asimilables con la visión católica, tal que: Dios Padre = Ser Supremo, Santos
= Intermediarios = espíritus protectores.
De ahí la fácil asimilación por parte del pueblo guanche de parte del
credo católico.
f) Según recogen los cronistas los guanches que fueron obligados a vivir
en poblados europeos, fueron más controlados por los sacerdotes católicos y
por ello conservaron pocos elementos autóctonos. La iglesia católica interpretó
el adoctrinamiento del guanche como su reducción y asimilación inmediata al
mundo de la cristiandad; como una negación, como un desconocimiento del otro.
g) La invasión y conquista de las Islas Canarias, duró casi un siglo,
lo cual llevó a las poblaciones una gran incertidumbre durante tan prolongado
tiempo, aparte de la gran cantidad de hombre,
mujeres y niños que fueron diezmados durante tan cruenta lucha hubo una
ingente cantidad de seres humanos que fueron sustraídos de las islas por los
europeos y vendidos como esclavos en los mercados de Valencia, Sevilla y
Barcelona en España, el resto, con el desmoronamiento de su sistema religioso,
económico y social, tuvieron que soportar una larga etapa de abandono. Esto
llevó al pueblo guanche a una merma de su religión y a que la población
guanche asumiera responsabilidades religiosas sin la formación básica que
impartían los Amusnaus, Guadameñes, Faicanes,
kankus y Maguadas. Como señalan algunos estudiosos del tema, “el
lenguaje religioso de la cristiandad europea sólo estaba en la superficie del
guanche”, había habido una transferencia externa pero no una conversión
sincera, y esta fue la oportunidad para desquitarse e incorporar expresiones
rituales guardadas de generaciones anteriores.
h) Según recoge Clarac de Briceño, (1992) cuando los pueblos pasan por
una serie de contrastes sucesivos como pasa en la vida de la Nación Canaria, al
ser objeto del constante desprecio por parte de los españoles, el desenvolverse
en una estructura social profundamente dependiente, el estar continuamente
sujetos a los vaivenes de unos procesos económicos basados en monocultivos y la
influencia anglo-sajona, llevó a la formación de una población sin un asidero
real en el aspecto espiritual, por lo que al encontrarse acorralada recurrió al
denominado mecanismo de defensa tradicional.
i) En particular se señala al curanderismo, invocación de espíritus
para producir curaciones, como una de las expresiones rituales guanches a las
cuales se recurrió y que aún permanece vigente y fortalecidas con otras
influencias foráneas. El curanderismo es la creencia frecuente en los poderes
curativos de algún hombre o mujer, quienes mediante un don especial tienen
poderes sobrenaturales para sanar cualquier dolencia física (Sacerdotes
Samarines). Esta característica se encuentra en los pequeños pueblos y zona
rurales de las islas y en las grandes ciudades en forma de “cultos
curativos” ampliamente difundidos. (Navarro 1992)
En relación a este tema del sincretismo y la religiosidad popular, el
investigador venezolano Elí González presenta una estadística de
espiritualidad venezolana la cual creo que es aplicable a Canarias, no sólo por
la similitud de la colonización y catolización de ambas naciones por los españoles,
sino que además, la influencia canaria en la República hermana es notoria: ...estudio
2023 fiestas en todo el país y llega a la conclusión
que de los 154 temas encontrados, 94,2% pertenecen a la religión católica
popular,
Por otro lado existe en Canarias un culto tanto a los santos
“oficiales” paganos del catolicismo, y a los llamados “Santos
populares”. El culto de éstos últimos es mucho más interesante de analizar
porque constituyen una gran variedad, y además, en la mayoría de los casos,
sus vidas contrastan con el estereotipo de lo que sería el santo católico
tradicional.
Éste ultimo aspecto es bastante sorprendente, y difícil de explicar en
términos de la lógica humana. Pero es totalmente compresible cuando el fenómeno
se produce en una sociedad como la canaria o en la mayor parte de ella, cuando
se sabe marginada, humillada y sumida en la pobreza, entonces, al saberse
marginada se sabe diferente y por tanto, se disparan en los individuos los
mecanismos de autoprotección creando su propia realidad espiritual, sus santos,
ritos y creencias con quienes se sienten identificados ya que comparten las
mismas miserias y desencantos en un mismo plano, y por consiguiente, buscan el
desquite frente al sistema ofensivo y avasallador impuesto por el colono.
Estos despropósitos no son privativos sólo del catolicismo popular, en
los últimos tiempos se viene propugnando por parte de destacados sectores de la
iglesia católica oficial la santificación de determinados personajes que en la
historia reciente fueron culpables y convictos ante la opinión pública mundial
del asesinato de ciento de miles de personas. Y en tiempos un poco más
antiguos, personajes similares entre los que podemos destacar a los reyes Isabel
de Castilla y Fernando de Aragón, genocidas y masacradores inmisericordes de
pueblos y culturas, y que quizás por ello tuvieron bien ganado el epíteto de
“católicos” pretenden elevarlos a los altares, posiblemente como premio por
los millones de muertos que inmolaron en nombre de un dios católico, y en aras
de su codicia en los continentes africano, americano
y asiático.
De cualquier manera, sea la necesidad de contar con espíritus mediadores
como sor maría de Jesús (La Sierva de Dios), San Pedro de Bethencourt (El
hermano de los pobres, quien en realidad se llamaba Pedro González), cuya
figura y cueva refugio actualmente está siendo hábilmente utilizado por la
iglesia católica como fuente generadora de beneficios económicos, el criollo
José de Anchieta (apóstol del Brasil), sea la necesidad de acudir a los
curanderos estos ritos religiosos en expansión apuntan hacia un otorgamiento de
“poder” a un pueblo oprimido y desgastado, que no ve en la religión
oficial, ni en las doctrinas políticas que la potencia colonizadora aplica en
nuestro país, la salida a sus males. Al mismo tiempo, por sus características
ellos ofrecen un escape mental a los innumerables problemas diarios de las
gentes, incluyendo problemas médicos. “La complejidad adquirida
por estos cultos a través del sincretismo muestra la flexibilidad,
elasticidad y capacidad de adaptación que poseen, y hacen que la fortaleza y el
velo sean muy fuertes para que una persona adentrada en estas prácticas pueda
ver el evangelio”. (Torres H. 1993)
Como repuesta a éste cúmulo de incertidumbre espiritual en el pueblo
canario, resurge La Iglesia del Pueblo Guanche, la cual ha venido perviviendo en
lo más profundo del ser colectivo de la sociedad, sincretizada en las
diferentes fiestas y romerías populares entre las cuales podemos destacar las
de la Rama en Agaete; el Poleo en Icod; la Romería del Socorro en Güímar, o
la de la Luz, la Virgen de los Pastores (Betilo de la Diosa Tara-Tanit); la
Diosa Magek o la Diosa Chaxiraxi (Diosa-Madre, universal) sincretizada como
Virgen de Candelaria; la
“virgen” de Abona; la de Tajao. En el Wesñesmen, fiesta nacional guanche
dedicada a la Diosa
Chaxiraxi y sincretizada también con la Virgen de Candelaria, el año
nuevo guanche también sincretizado con la fiesta católica de San Juan. La
cristianización de árboles santos guanches como el Pino Santo de Terure (Tara)
(Virgen del Pino) en Gran Canaria; el Pino Santo de la isla de
Que las enseñanzas y críticas históricas sirvan de mejores criterios
para enmendar los errores del presente. Esperemos, al menos, que no se
reproduzca, con nuevo enmascaramiento, la teoría de “que los cristianos
guanches sólo vendrían a gozar de los beneficios de la salvación, después de
muertos.” (Antonio Pérez Voituries, 1977, t, II:380)
El Viento sopla a favor de la libertad de los pueblos. Para los últimos
charlatanes de la vieja sociedad colonialista europea, la vieja sociedad del
dinero oír hablar de la libertad de los pueblos les suena a herejía. Les viene
sonando a herejía hace mas de seis siglos. Siempre les ha sonado a herejía.
Para ellos el pueblo Canario es un ente abstracto o un término literario casi
ficción o un lugar en el trópico, una finca particular donde tomar el sol, un
sostén de su vanidad nacional imperialista, por tanto, no somos ellos ni
queremos serlo. Somos un conjunto diferente de clases, casta o raza, de
matriotas de nuestra nación, de creyentes de una u otra religión, de fuerza
de trabajo necesaria y de costos de producción baratos. Somos
forzados contribuyentes de la hacienda española, consumidores y marginados. No
hace mucho tiempo discutían si teníamos o no “alma” para justificar si podíamos
o no ser esclavizados.
Hoy discuten si somos o no “bárbaros” para decidir si permanecemos
en el mundo de los supervivientes o nos condenan al mundo de los siervos. Los
españoles en particular y los europeos en general siempre nos han considerado
como parte de su finca: de su territorio tribal, de su colonia sometida, de su
feudo, de su mercado potencial. Han prestado mucha atención en lo que internamente
nos ha separado, dividido y
enfrentado. Han mutilado nuestros sentimientos, han saqueado los sepulcros
de nuestros antepasados y comerciado con sus cadáveres, nos han hipotecado el
alma, han saqueado nuestras riquezas hasta el total agotamiento hasta el punto
de que los bienes de que nos dotó la naturaleza, la Sol, el aire, un poco de
agua y otro poco de tierra, están siendo esquilmados hasta la ultima
posibilidad, nos han convertido en modernos esclavos para disfrute de sus socios
europeos a cambio de unos pocos euros que engrosan sus arcas, nos están
convirtiendo en el prostíbulo de Europa para disfrute de camioneros y
ferroviarios, enmascarando el hecho con la etiqueta de turismo de masas,
facilitan el acceso de nuestra juventud a los macros conciertos alienadores de
las mentes juveniles y a las drogas duras para así contar con un pueblo dócil,
incapaz de pensar en su situación servil siendo por consiguiente mucho más
manejable para los “lúcidos” colonos.
¡Vuestros dioses son distintos, claman sin cesar! ¡Vuestra Patria no es
la misma! ¡Sois de raza distinta! ¡Pertenecéis a cultura absolutamente
diferenciada!
Para los últimos charlatanes de la vieja Europa, hablar pues de la
libertad del Pueblo Canario es una infamia.
Pero el viento sopla a nuestro favor. Estamos de enhorabuena. No hará
falta seguir discutiendo mucho tiempo.
Curiosamente los miembros de la especie humana no nos diferenciamos genéticamente
absolutamente en nada. Es más, nuestras diferencias con otras especies son en
algunos casos muy pequeñas. Nuestros genes son unos pocos más que los de la
mosca o gusanos y los mismos aproximadamente que los del ratón. En la medida
que vamos descifrando el “libro de la vida” vamos constatando que un
patrimonio común, objetivo, real, medible, analizable... que relega
sencillamente a cortina de humo las diferencias que los que se creen elegidos
por los dioses y en nombre aún de los dioses, nos quieren seguir manteniendo
para someternos aún más. Este Patrimonio Común de los seres humanos es
compartido en gran parte con el resto de especies animales, vegetales y
probablemente hasta con algunos materiales inertes. El ADN humano, por ejemplo,
es al menos en un 98% idéntico al de los chimpancés
y otros primates cercanos al hombre.
Frente al concepto de pueblo diferenciado que puede desarrollar su
identidad, dentro de una sociedad especifica y gracias al trabajo colectivo
transformador de todos los miembros de la misma, se nos propone la globalización,
el ente “fuerte y superior” que se erige en único superviviente posible por
encima del conjunto humano al que pertenece. Sólo cabe añadir que además se
creen autorizados por “designio divino”.
Practican una política al más puro estilo darwinista (los fuertes sobre
los débiles, es decir los saqueadores sobre los saqueados), estos saqueadores
“globalizadores” pueden hacerse mucho más eficientes con la selección
“tecnológica” que empieza ya a ser realizable en el transcurso del siglo
XXI.
No es por designio divino. Es sencillamente por un acto de
fuerza con el que unos individuos se apropian de los recursos, de los
medios, de los conocimientos, del trabajo colectivo del conjunto del pueblo
sometido. Por este acto de piratería y saqueo el
Patrimonio común del pueblo explotado pasa a convertirse en Patrimonio
privado del Estado explotador. Así se acumula poder y así se amasan tesoros.
Este acto de fuerza implica autoridad y vasallaje es el común denominador del
camino que hasta ahora hemos recorrido. Pero este común denominador nunca ha
sido capaz de detener totalmente otro común denominador mucho más fuerte
porque corresponde a una conducta innata en los pueblos oprimidos: la conducta
colaboradora y solidaria es el mayor Patrimonio que tenemos los Canarios para
seguir luchando por nuestra libertad, gracias a nuestro esfuerzo solidario y
colectivo. En este sentido podemos decir que la mayor inmoralidad (entendida
como un acto antinatural) de la sociedad de las mercaderías es nuestra
deshumanización progresiva dirigida por los poderes coloniales.
Esta conducta depredadora, no es un don divino sino también el producto
de un complejo mecanismo de sometimiento manejado por el sistema opresor,
mediante el control de una serie de resortes sociales. En realidad hace mucho
tiempo que los canarios hemos aprendido a convivir con regímenes de terror, de
miedo, de oscurantismo, religiones apocalípticas, estado de absoluta dominación
y vasallaje, los cuales conducen a verdaderas atrofias en el pensamiento y en el
comportamiento de los seres humanos. Es la dominación por el terror. Es el
estancamiento social por la esclerosis.
No es de extrañar pues que el nuevo Cesar, en nombre de su dios, con la
mano en el pecho, no pare de infundir terror apocalíptico a los canarios, que
aparezcan nuevos “señores de los anillos” y que los nuevos fármacos
intenten dirigir cada vez más el comportamiento de los ciudadanos canarios. Las
sociedades de explotación han intentado siempre manipular y aniquilar toda
conducta social que tienda a su liberación.
De una sociedad ganadera y agricultora, libre, digna y orgullosa de sus
ancestros y de su religión, con una justicia social que los colonizadores
tardaron más de cinco siglos en experimentar en su país de origen, y por
cierto, sin grandes resultados, nos han convertido en una sociedad de servicios,
preparada solamente para servir a ferroviarios, camioneros,
taxistas y jubilados europeos, y nos llevan por el camino de ser el mayor
prostíbulo de Europa en África.
A los canarios nos está costando desembarazarnos de la enorme carga de
pensamiento de servilismo idealista, místico o religioso católico pagano que
durante siglos ha impregnado todos los aspectos de nuestra existencia. Por otra
parte, nuestra acción transformadora cotidiana ha estado siempre dirigida a
encontrar la solución más eficaz de los problemas reales de subsistencia. Con
el conocimiento empírico (resultado de continuadas probaturas, comprobaciones,
rectificaciones, nuevas probaturas etc.,) durante el último siglo (XX), hemos
conseguido avanzar. Pero en el campo del pensamiento (de la comprensión y
explicación de estas soluciones encontradas con dificultad y esfuerzo tenaz)
solamente con el advenimiento de
Aquella planta medicinal de efectos curativos, fruto de centenares de años
de búsqueda, de pruebas, de comprobaciones, de continuadas repeticiones... que
son conocidas por la comunidad y que
realmente supone un gran patrimonio del conocimiento humano (empírico) deja de
ser “mágico” o misterioso en el momento que somos capaces de analizarlas en
el laboratorio y de descubrir los elementos que la componen, sus características
o sus propiedades. El poder de los dioses de las grandes religiones y los
privilegios de los hechiceros y sacerdotes católicos, entonces, se derrumban.
Esto que es tan sencillo y tan evidente, y que estamos aplicando
constantemente en cualquier asunto de nuestra vida (rigor en el análisis de los
problemas y eficacia en las soluciones) parece no ser aplicable cuando lo
trasladamos a los problemas de nuestra sociedad colonizada.
Los servidores del poder colonial: los intocables y corruptos políticos,
los hombres de gobierno, los analistas sociales, los economistas, etc., que
siguen en la nebulosa del misticismo y de la brujería. Nos siguen dando recetas
morales, éticas, políticas o religiosas. Las recetas “económicas” son
cada día más parecidas sobre todo en el aspecto de su ineficacia: es claro que
su margen de maniobra dentro de las leyes intocables coloniales en defensa de su
propiedad privada, y del saqueo continuado no les permite mayores discrepancias.
Cuando la ineficacia es ya de una evidencia escalofriante y la quiebra total es
el resultado de sus recetas, entonces uno se pregunta si su objetivo era
realmente salvar o matar al enfermo.
Curiosamente, terminan siempre arropados por sus brujos (la religión católica
pagana) llamando al pueblo para que se apriete el cinturón y repartiendo gas
lacrimógeno, porrazos plomo en vez de pan. El pueblo les llama por sus nombres:
estafadores, vividores y ladrones. Quien quiera entender que entienda.
Yo desearía proponer a mis conmatriotas que abandonásemos a los
hechiceros, a estos adoradores del oro en su nebulosa (mejor poniéndolos a buen
recaudo) y que reconvirtiéramos los
falsos problemas morales, éticos, políticos o religiosos en problemas tan
reales y objetivos que bien podríamos acotarlos como problemas matemáticos.
Probablemente el nuevo poder imperial que ha resultado de la sociedad
capitalista, que propone la exterminación de los sobrantes por medio de la
guerra, el hambre, las enfermedades (sólo los fuertes se librarán del horror
de la guerra, comerán y se curarán). Para mantener esta situación de
preeminencia algunos estados no dudan en explotar al máximo las colonias ahora
denominadas “regiones ultra periféricas” y a los países en vías de
desarrollo.
Es evidente que la sociedad capitalista y colonial, basada en el
beneficio inmediato a partir de la explotación sin cordura y hasta su
agotamiento de los recursos que administra obtenidos por un acto de expolio o
saqueo, este es el caso en Canarias, por ejemplo, de los grandes monopolios
energéticos que supeditan el progreso del pueblo a su capacidad de poder pagar
o no sus desorbitadas facturas, e impidiendo el desarrollo de nuevas
posibilidades energéticas (fotovoltáicas, eólicas, o geotérmicas) que nos
darían independencia y autonomía. La sociedad de la mercancía que ha
convertido todo el Patrimonio de los Canarios y a los propios canarios en
mercancías para el beneficio privado, no quiere dar ninguna solución a la
extremada pobreza que sufre el pueblo Canario. Ante este panorama,
cualquier negativa a luchar por los medios necesarios para la liberación
política, económica, social, y religiosa de Canarias, solamente puede provenir
de hombres enfermos, o suicidas.
CARTA DE “UN AMIGO GUANCHE” Si
me viste con la cara inclinada, no
es que mirase mis pies solamente, sino,
que lloraba a mi Diosa Chaxiraxi,
humillada no por los remiendos que llevo, sino Mi
piel quebrada no se quiebra por el frío, se
quiebra por la fatiga y sangra por las ranuras como
la tierra se abre para llorar su humillación. Mi
piel está cubierta por bronceado y puro metal cósmico y
es sostén de mi pueblo. No
es que guardo mi pelo debajo de mi guapilete Guanche sino que lo guardo para que mi cerebro no se resfríe como se les resfrío a tus amigos españolistas y luego Mi
estirpe de Guanche seguirá siendo gigante en la historia. Si me conociste y no pudiste estar conmigo, es porque para Aunque
me sigas por el mundo, nunca encontrarás a
este Guanche altivo y orgulloso de su pasado grandioso. Mi
paso y mi mirada jamás están perdidos, miro el horizonte de
triunfadores, doy el paso seguro a la gloria de mis antepasados, porque
sí ¡soy Guanche!. El
Guanche sólo es dueño de la Matria, sin embargo a
robaron los conquistadores y ¡Cómo la han administrado!. No
han sabido manejar a este pueblo ¡Gran Diosa!. No
es que el Guanche sueñe con el mañana, sino muestra a
tu gente el recuerdo de su futuro pasado, que tú no lo puedes
descifrar, porque ignoras demasiado. Sí hoy me ves con la cabeza agachada, no es que imploro
a la Diosa Chaxiraxi, que perdone a tu gente que
llevó a la ruina a mi matria y a mi gente. El
gigante dormido va despertar para aplastar a
los gusanos que se comen nuestro pan. Mi espalda no tiene arrugas, porque no está mi espalda es la No
puedes hablar conmigo ¡no!, porque no sabes mi
idioma, tampoco entender, lo que yo pienso y quiero, ya
que ni los científicos pueden descifrar nuestra
escritura y pensamiento. Que
está escrito en la puerta de la Sol, menos tú. Mi
mano curtida, sólo toca a aquel que viene en
son de amistad, con aquel que trabaja para el progreso de
mi pueblo y mi patria, no con aquel que se vanagloria de
nuestra tristeza y nuestra humillación. Mi
pueblo nunca ha muerto de hambre, ni ha buscado en basureros, son algunos de nuestros hermanos que No
sólo soy hijo de Canarias, soy el Ser Nacional. Seré
victima de la miseria, no porque yo quiera, sino
porque estoy oprimido, no
soy libre de lo que quiera hacer, sino
porque no me permiten aplicar mi ley, imiker,
amkerkas, amendul Si
esta ley no entiendes aquí va la traducción “no
seas ladrón, no seas vago, y no seas mentiroso”. Cuántas
veces me has mirado y cuántas veces te he mirado, pero, tus miradas las hacías quizás, recordando como tus abuelos, a
mis antepasados que han ultrajado. No quisiste darme la mano, porque quizá pensaste que al Guanche, tachaste de mentiroso o cualquier cosa, como alguna vez que no prospera Canarias porque
en Canarias hay muchos canarios y son analfabetos. Mis
manos han sostenido con su obra esta Matria, han defendido
esta Matria de tus enemigos naturales, Mi
cuerpo ha sudado sangre en los socavones para arañar
la tierra y sacar divisas que otros como buitres se
las han comido y despilfarrado, ¡Qué pena! Mi
miseria es obra de tu gente ¡Qué pena! Mi
ignorancia no es fortuita, lo es por obra de
aquella mala gente ¡Qué pena!. Mi
hambre es culpa de la opresión que sufrimos ¡Qué pena!. A
aquel que cree que me levanta la cara, o aquel a quien le
pongo el tamarco y le entrego la añepa de mando no
puede levantar mi cara porque no le interesa mi cara. Eso
sí, soy tan fuerte y orgulloso de mi raza
que, no
necesito que alguien me compadezca, ni necesito intermediario
que me esquilme. Que
bueno me dices... eres un canario y la Matria necesita
de tu hombría... para dejar tus miserias. Si
yo tuviese el mando de esta sociedad, la conduciría con
mis leyes cósmicas. Y no necesitaría de mis opresores. Los
menceyatos, mi pueblo, mi patria no
conocieron hambre ni
miseria, todos tenían su lugar y no sufrían humillaciones. Hoy
Canarias sufre hambre y miseria. Mi
raza es la heredera de aquella organización Del Tagoror milenario, de la tierra conjunta. Del trabajo que
adora a la Diosa Chaxiraxi, la Diosa Sol Magek. Su
pasado glorioso y su testigo Achuguayu inigualables. El
Guanche no necesita intermediarios ladrones y explotadores. La
matria del Guanche, del Canario, está latente. Vive en cada corazón Guanche. Su alma y su espíritu están presentes. Si quieres estar unido con el Guanche, piensa como él, sigue sus pasos y no quieras ser guía, Porque él no es vago, ni mentiroso, ni ladrón. Si
quieres tienes mi mano, tienes mi idioma imazighen, yo te lo doy Te guiaré por los caminos del progreso, porque solo un Guanche a su hermano de raza, Porque sólo el Guanche es resplandor, el
ave fénix del resurgimiento de este pueblo oprimido El
Guanche es el artífice del resurgimiento de Canarias[3]. |
*
Separata del libro inédito LA DIOSA
MADRE EN LAS ISLAS CANARIAS
de Eduardo Pedro García Rodríguez.
CAPITULO-XIX
Septiembre
de 2013.
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