EFEMERIDES
CANARIAS
UNA
HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO
COLONIAL, DÉCADA 1791-1800
CAPÍTULO
(I) -II-
-I-
Guayre
Adarguma *
1792
Diciembre 6. El Cuerpo de
Ingenieros del ejército español en Canarias, remite a la metrópoli un
proyecto para la transformación del
castillo de San Pedro en un fuerte con Plaza de Armas.
Inscrito
en el Registro el 7 de Mayo de 1900 al folio 49 del tomo 340, libro 101 del
Ayuntamiento, finca n° 6586, inscripción 1a, con una superficie de
En
1788 estaba artillado con 2 cañones de a 24 y 2 de a 16, siendo su guarnición
de 1 sargento, 1 cabo y 5 soldados estando previsto su aumento en tiempo de
guerra hasta 2 Oficiales, 2 Sargentos, 2 cabos y 45 soldados.
Se
convirtió luego en un fuerte con plaza de Armas semicircular según proyecto
que se remitió a Madrid el 6 de Diciembre de 1792 formado por el Ingeniero D.
Luís Marqueli quedando terminadas las obras en 1795. El radio del semicírculo
es de treinta y seis varas, formando en realidad un arco de círculo y dos
partes rectas; está cimentado sobre roca y batido por el mar al pie de su muro,
elevado 8 mts, a cuya altura se halla la explanada; su parapeto es de mampostería,
y de sillería labrada las caras de sus cañoneras; en la gola tenía
construcciones ordinarias de una sola planta.
En
unión del de San Miguel era el que rellenaba el espacio comprendido entre los
de Paso-Alto y San Cristóbal y por él pasaba la muralla donde se hallaban
emplazadas la casi totalidad de las baterías; formó pues parte del recinto de
la plaza y por R.O. de 22 de Marzo de 1904 (D.O. n° 66) se aprobó el proyecto
de convertirlo en alojamiento de las Tropas de Ingenieros, habiéndose
construido una crujía doble en la fachada principal y recta, y dos más
sencillas apoyadas en el extremo de la primera formando un arco de círculo,
edificándose con una planta
Hasta
el año 1846 que se habilitó la Batería de San Antonio, sirvió ésta como
Batería de Saludos o Salvas.
En
un documento de la comandancia de Ingenieros de 1843, consta que el «Castillo
de San Pedro, estaba situado á 320 varas de la Batería de Santa Isabel.-
Descripción.- Es una batería circular de un radio de 27 varas sobre una cuerda
de 55 varas, capaz de I0 piezas, construida sobre un risco que se abanza en la
misma playa y que baten las olas, y por consiguiente puede batir de costado á
derecha é izquierda la playa y también el muelle del puerto que está en esta
playa á su derecha y á unas 450 varas, cruzando sus fuegos con los del
Castillo de San Cristóbal.-
Material.-
Su fábrica es de mampostería de piedra dura; el paramento esterior;
coronamiento, banqueta, esplanada y Cañoneras, de sillería. Su parapeto es de
merlones elevados con objeto de cubrir su Cuerpo de Guardia, Repuesto y
Almacenes, y hornillo de bala roja.- Estado.- Los merlones tienen removidos los
sillares de los planos y aristas de sus embrasuras por el rebufo de las piezas
por ser en esta Batería en la que hace la Plaza sus saludos, por no haber
ninguna otra á barbeta en que hacerlos, como convendría, y sólo podría
reemplazar convenientemente este servicio la habilitación de la Batería de San
Antonio, que es á barbeta capaz de diez piezas é inmediata al Cuartel de la
Brigada de Artillería; lo demás de la obra y sus edificios que sirven de
almacenes de Artille~ía, están en buen estado y también Ila puerta rastrillo
de su entrada».;
Con
posterioridad a este «se construyeron
unas cañoneras de sillería basáltica; se construyeron y empotraron cinco
bases y cinco cañones montados con sus respectivos marcos de cureña, siendo el
piso de las tres del centro de sillería, de las otras dos de mampostería y el
resto de losas».
En
la Comandancia de Ingenieros de Canarias se recibió un oficio que copiado a la
letra dice así: «Hay un membrete que
dice.- :: Junta Regional de Acuartelamiento de Canarias.- Númo 386.- Excmo. Sr.
Director General de Fortificaciones y Obras del Ministerio del Ejército, en
escrito de fecha 8 de Agosto último dice lo siguiente.- Visto el contenido del
escrito de V:E. de fecha 2 de Noviembre último reiterado en 9 de Enero, 28 de
Abril y 30 de Junio siguientes, proponiendo la venta del Castillo de San Pedro
situado en Santa Cruz de Tenerife, actual acuartelamiento del Grupo Mixto de
Ingenieros n° 3, al Ministerio de Obras Públicas, como consecuencia de la
construcción de la Vía de Enlace entre los diquesmuelles Norte y Sur del
puerto de dicha plaza en la cantidad de
(José
María Pinto de la Rosa, 1996)
1793.
Un barco de descarga que arrumbaba hacía Añazu (Santa Cruz), volcó a la vista
del puerto Mequínez n Chinech (Puerto de la Cruz, Tenerife). De los miembros de
la tripulación solamente lograron salvarse dos marineros, uno se aferró a la
quilla del barco, el otro logró alcanzar a nado el Limpio Grande donde fue
auxiliado por los tripulantes de un
barco extranjero (posiblemente inglés), quienes a pesar de la oscuridad
nocturna divisaron al náufrago y lo socorrieron.
1793.
El obispo de la secta católica Tavira le confesaba al rey español
que la población en la colonia canaria era abundante y que por ello
resultaría violento cortar el flujo migratorio. La solución estaba en vetar
salir a los casados y autorizar a los solteros. Pero esto también trajo
inconvenientes. En los textos del obispo Tavira y de los vicarios se habla de
falta de hombres, de tierras sin cultivar, de excesivo número de mujeres «vagas»,
de aumento de la prostitución, de ausencia de Casas de Misericordia donde
acoger a los necesitados, etc. Un panorama desolador y que sólo tenía
circunstancial y momentánea solución dejando que la gente se fuera...; pero no
los casados porque esto dislocaba a las familias. Las gentes se van, las
familias quedan sin cabezas rectoras, las mujeres permanecen solas cargadas de
hijos. Las gentes se van, las islas quedan sin pobladores que cultiven sus
campos y las defiendan de los enemigos.
1793
febrero 3. D.
Alfredo Diston, nació en la localidad costera de Lowestoft en el condado de
Suffolk (Inglaterra) el 3 de Febrero de 1793 hijo de John Smith Diston y
Elizabeth Roman Philips, llegó al Puerto de la Cruz en el año 1810, contratado
por Mr. Archibaldo Little, escocés que había llegado al Puerto de la Cruz en
el año 1774 formando sociedad con James Barry, su pariente Mr. John Pasley y su
hermano James Little este ultimo residente en Londres, fundan la casa comercial
Pasley & Little and Co. dedicada a la exportación al Reino Unido y América
del norte de los vinos malvasia y vidueño del Valle de la Orotava. D. Alfredo
vivió con dos dependientes de su misma nacionalidad llamados William Young y
Charles Hiditch, de diecisiete y treinta y cinco años respectivamente. Llevaba
la administración y atendía a los viajeros que venían recomendados a esta
casa comercial. En 1818 aproximadamente es nombrado Director local de la entidad
comercial, unos años más tarde se hizo socio principal, El 1 de febrero de
1836 D.Alfredo se casa con Dña. María de la Soledad Orea y Luna en la
Parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, hija del comerciante
realejero residente en Cádiz D. Gonzalo de Orea y Machado de la Guerra y de Dª.
Francisca Luna Vargas y Médicis, natural de Lucena Córdoba. De este matrimonio
entre D. Alfredo y Dª. María Soledad, nacieron cuatro hijos, en 1837 nace María
Soledad, 1840 Plácida, 1843 Alfredo, y 1844 Francisco de Paula.
Hace
los trámites necesarios y manda a buscar a su hermana Elizabeth a Escocia que
vivirá con el matrimonio para cuidar a sus hijos como institutriz A D. Alfredo
Diston le debemos hoy toda una serie de recopilaciones sobre los hábitos y
tradiciones de los isleños, una gran cantidad de acuarelas, aguadas y plumilla
a trabes de los cuales nos trasmitió la vestimenta de los distintos pueblos
Canarios, en una época en que las costumbres estaban cambiando y los vestidos
tradicionales iban desapareciendo por la influencia de las modas foráneas, así
como en botánica, geología y paisaje. Realizo varias acuarelas y dibujos
dedicadas a D. Archibaldo Little, para Sabino Berthelot y Philip Barker Bebb que
fueron utilizadas en el libro que ambos escribieron en 1836 “Historia Natural
de las Islas Canarias”, también para Charles Piazzi-Smyth que estuvo en el
verano de 1856 poco más de dos meses en Tenerife en una expedición científica,
y luego escribió un libro “Report on the Tenerife Strnomical Experiment of
(Bernardo Cabo Ramón, en:
bernardocabo.blogspot.com.es/12puerto-de-la-cruz-sus-gentes
1793
Abril 4. En el archivo de
Acialcázar, legajo Milicia n° 2, existe un documento del año 1793, firmado
por el Ingeniero Militar Don Luis Marqueli, que copiado á la letra dice así:
«EXEMO
SR.- He aventurado las adjuntas reflexiones y dictamen, fiado en el conocimiento
practico que tengo de estas Yslas, bien que careciendo aun del indispensable de
nuestras actuales fuerzas en Población, Tropa, Armas y Municiones, que solicité
entre otros en mi oficio del 11 de Febrero del corriente año, el qual me havia
de servir de regla y goviemo para graduar y proporcionar en el dia la defensa
efectiva de estas Yslas, y por tanto sino la correspondiente, á lo menos la que
pudiera caver á cada una de sus fortificaciones, atenta su capacidad, actual
estado y mayor o menor importancia. Y por sospechar inevitable la guerra en las
presentes circunstancias, si no yá á la hora de esta comenzada; y asimismo
también por lo que V:E. se sirve decirme en su oficio de 27 de Marzo próximo
pasado de comunicarle mis pensamientos, los expone mi buen zelo y obediencia, y
los dirige á V:E. por si en su alta comprehensión y pericia militar,
merecieren atención y pudieren ser de alguna utilidad á esta Provincia, en
cuya conservación y en el honor de su defensa y de las Armas del Soberano, nos
hallará V:E. siempre á mi y á mis subordinados, los primeros en todo y para
todo cuanto V:E. se sirviere mandarnos y disponer de nosotros como Oficiales,
como Facultativos, y como buenos Vasallos que tienen á dicha servir bajo las
inmediatas y apetecida órdenes de V:E. Dios guarde á V:E. muchos años.-
Santa
Cruz de Tenerife a 4 de Abril de I793.- Excmo Señor.- Luís Marqueli.-
Excmo:St:D.
Antonio Gutierrez.
Exemo.
Sr.- Con fecha de 2I de Enero de I788, pasó mi antecesor el Ingeniero en
Segundo D. Fausto Cavallero, á esta Comandancia General un Discurso sobre la
defensa de estas Y slas que comprehende quanto se puede desir acerca de ella,
unido al estado de la Tropa, Artillería y Municiones necesarias en cada Ysla y
sus Fortificaciones, que detalla por menor y al qual me remitiera desde hoy, si
no considerase que atentas las numerosas poseciones de infinita mas importancia
que tiene la Corona en ambos mundos, se hace muy dificultoso, por no decir
imposible, llegue a verificarse jamás la Dotacion de esta Provincia en los términos
que dicho estado expresa, y supone indispensables a su defensa, y que esta en
las circunstancias presentes de rezelo de un próximo rompimiento o repentina
guerra, debemos en todo caso adaptarla a los recursos que actualmente existen en
nuestras manos y de que podemos disponer; procurando sacar de ellos el mayor
partido posible. Por tanto fundándola sobre la naturaleza de la situación y
terreno de estas Islas, genio y caracter de sus habitantes, su amor al Pays y al
Soberano, y demás medios adecuados que suministren las actuales armas,
fortificaciones y pertrechos, expondré a V:E. algunas reflexiones acerca de lo
que juzgo convenir y adaptarse en tiempo de guerra a todas ellas en general, y
las particulares de defensa que corresponden a cada Ysla, ó de que es
susceptible, segun su actual estado, individualizando algo mas las realengas,
asi por su mayor importancia y población, como por sus mayores recursos, para
poder resistir a invasion enemiga y dejar mas bien puesto el honor de las armas
de S.M.
Es
constante que ninguna de las siete Y slas que comprende esta Provincia (excepto
tal vez la de Canaria) produce todo lo de primera necesidad para su anual
subsistencia y qe necesitándose por lo mismo unas á otras. Siempre que durante
una guerra no tuviese el Comandante Gral. á sus órdenes una o dos Fragatas con
dos o tres Bergantines armados para el crucero de unas islas á otras y
resguardo de los Barcos Isleños del tráfico, interceptando este los Corsarios
enemigos, ellos por si solo podrian poner en el mayor apuro á qualquiera de
estas Yslas. Síguese de esto que siendo las de Fuerteventura y Lanzarote el
granero de los demás, convendrá ante todas cosas (dejándolas los precisos
granos para su anual siembra y consumo), almazenar en las demás,
particularmente en las realengas, los sobrantes, puesto que algunas de ellas,
como esta de Tenerife apenas produce lo suficiente para mantenerse la tercera
parte del año.
Es
igualmente constante que sin los referido Buques que tubiesen el mar de unas
Yslas á otras desembarazado por la misma situación local de ellas que distan
de esta principal de Tenerife desde cinco hasta cincuenta y cinco leguas, podria
verificarse el ataque y rendicion, vervigracia de las mismas yá mencionadas de
Lanzarote y Fuerteventura por mas distantes, sin que el Comdte. Gral., lejos de
poder socorrerles, tubiese de estos la menor noticia.- Insta, otrosi, la
providencia de dichos Buques armados en atención á nuestra pesca sobre la
costa de Africa, pues otro tanto que la inclinación de estos naturales los
obliga su propia pobreza á alimentarse de aquel pescado salado, el qual se ha
hecho para ellos años hace, alimento de primera necesidad.
Omito
referir las demás ventajas en general de esta estación y particulares aun a
los mismos buques, pues nadie ignora que gran parte de los que navegan á América,
procuran avistar estas Yslas.
Estando
esta Provincia dividida en siete partes distantes unas de otras, como se ha
dicho, infiérese que pudiendo ser insultadas algunas de ellas por Corsarios ó
atacadas formalmente por determinada expedición, sin que puedan recibir pronto
socorro, no solo deben estar provistas de lo necesario á su defensa en Armas,
municiones, víveres etc, si que también es forzoso sean mandadas por Oficiales
de conocida inteligencia, resolucion y conducta, muy practicos del Pays y
territorio de su mando si ser pudiese.
Dévese
encargar en todas ellas la mayor vigilancia en sus vigias y Atalayas, la con-
tinua correspondencia y puntuales avisos de todo, al Comdte. Gral., y que señalados
en todas ellas igualmente (segun su extension, calidad de costa y surgideros, y
naturaleza del terreno inmediato) uno ó mas puntos de reunión, se formen
Cuerpo Volantes prontos á transferirse al punto atacado, á los ventajosos para
cortar el camino al enemigo y á todos aquello, por último, que bien sostenidos
y defendidos con tenacidad, puedan estorbarle su internación en la isla.
Resulta de lo dicho que si no se puede impedir un desembarco de expedicion
formal que intente resueltamente la conquista de estas yslas, puede siempre
inutilizarse por medio de estas y otras operaciones de Campaña y guerrilla,
bien concertadas, mas adaptables aqui que las mas de las correspondientes á
Plazas Maritimas, que á la verdad no existen, pues ni aun como tal puede
reputarse esta de Santa Cruz de Tenerife.
Siendo
estos Ysleños amantisimos de su Patria y Soberano y de su naturaleza dóciles,
sóbrios y guerreros, muy ágiles y quebrados en trepar y correr por estos
montes, y transferirse con suma presteza, como todos aqui sabemos, de unos
puestos á otros, salvando las mayores alturas y atravesando los barrancos mas
profundos con ayuda de sus Lanzas ó Garrotes que manejan de todos modos con
singular destreza, al paso que revestidas dichas lanzas con hoces, ó como aqui
llaman rozaderas, son en sus manos armas mucho mas temibles que la bayoneta y el
sable, dévense aprovechar todas estas buenas qualidades y aplicarse á la
defensa, en cuyo supuesto todos los Ysleños que no tuviesen armas de fuego ó
no supiesen manejarlas bien, deberán estar armados de sus Lanzas con rozaderas
y será muy combeniente no solo agregar cierto número de ellos á los Cuerpos
Volantes y de retén que es preciso formar y tener prontos en cada Ysla, si
también que se podrá sacar de ellos el mejor partido (como yá en varias
ocasiones de ha verificado) poniendo partidas de los mismos en emboscada ó á
cubierto en las quebradas del terreno, otras de altura espaldona etc., en los
parajes amenazados de desembarco, el que inutilizarán seguramente, si se
arrojan á tiempo con sus dichas armas sobre el enemigo antes que acabe de
formarse, en la Playa y pueda adelantarse.
Deven
estos naturales y aun mas que ellos mismos, los Gefes que los mandan (háblase
aqui particularmente de las Yslas mas quebradas en que se incluyen las tres
Realengas) estar persuadidos que dirigiendo la gente inutil con sus mejores
efectos, ganado y víveres á parajes internos, escondidos y dificiles de
la Ysla, y disputando entonces con mas desembarazo y menos cuidado el terreno al
enemigo -al que será fácil si los persigue con viveza inducir y atraer en
gargantas, desfiladeros y emboscadas donde pocos pueden estar segura y
plenamente á muchos- podrán llegar á molestarle fatigarse y debilitarle en términos
que abandone -y tal vez con precipitación- del todo la empresa, no siendo
natural que quiera aventurarse con la dilación de la conquista á los muchos
accidentes que traen de suyo, y á que estan expuestas las empresas y
expediciones marítimas.
Lo
que se acaba de decir y que parece no poder extender a las islas de Lanzarote y
Fuerteventura por mas llanas y abiertas de boca. con todo servir de norma en su
tanto para hacer en su defensa quanto sea dable, pues dejando con esto en su
debido lugar el honor de las armas de la Nación y dando tiempo á que les
llegue, tal véz. algun socorro. si fuere por último forzoso someterse, será
mas fácil por lo antecedentemente dicho proponer y conseguir partidos
honrrosos. Lo que importa es que no haya brazos inutiles y que todos se empleen
á porfia con igual ardor y la mas sana y determinada voluntad en la defensa común
de la Patria, á que estan mas obligados estos isleños, por los fueros y
exempciones de que gozan con esta condicion.
En
la formación de los Cuerpos Volantes y de Retén, no deben comprenderse los
paisanos domiciliados en los pueblos de la costa, pues havrán de permanecer
armados en ellos y siempre dispuestos á defenderlos de qualquier Corsario, á
dar en lance forzoso la alarma y aviso a los inmediatos, para que acudan en su
socorro y ocupar de pronto los puestos que reforzados puedan estorbar al enemigo
la internación.
La
Población de estas Yslas, me es en el dia desconocida: en otros tiempos havia
la suficiente para su defensa, pero la autorizada por el Juzgado de Indias
continua transmigración de Pasageros de aIforja á la América. De que ya hacen
de algunos años a esta parte particular ramo de Comercio los Buques que de este
Puerto de Sta. Cruz se dirigen á ella. al paso que con harto dolor se hecha
sobrado de ver en el abandono de millares de familias, y por tanto en las
costumbres públicas y en el cultivo de los campos no puede menos de hacerse
también sentir en las actuales circunstancias en grave perjuicio de la causa
común y defensa de esta Provincia, que al fin quedará despoblada si no se
ataja, como siempre ha deseado, tan nocivo y enorme abuso.
Ignoro
igualmente si existen Cañones de Batallón y de Campaña de que fuera,
utilizimo y aun preciso proveer en cada Ysla los Cuerpos Volantes.
De
qualquier modo deberáse inquirir los que de pequeño calibre tengan en sus
Casas ó Almazenes los Comandante y dueños de Embarcaciones que habrán de
franquearlos para la defensa común.
También
ignoro si tenemos Hornillos para poder hacer uso de la vala roja fueran
utilisimos y podrian distribuirse á dicho efecto en los Castillos y Baterías
que mas bien defienden los buenos fondeaderos, y la apróximacion y entrada de
los Puertos principales de estas Y slas. Bolviendo ahora la atención a cada
isla, diré con relacion á lo hasta aqui expuesto, lo muy preciso de cada una
de ellas, pues debo suponer que los Jefes de Armas, sabrán tomar por sí muy de
antemano las medidas mas oportunas y las disposiciones mas convenientes y
eficaces en defensa de su honor y de su Ysla de su cargo.
Fuerteventura
La
Ysla de Fuerteventura (que es de Señorio) es la mas llana y extensa de todas,
pues tiene 36 Leguas de largo: fomentada, cultivada y poblada, pudiera ser una
Ysla rica y utilisima, pero su corta población unida á la natural desidia de
sus moradores, no la hacen en el dia interesante mas que por razón de su
fertilidad en granos, que van á sembrar y segar en gran parte, vecinos de las
demás islas; tiene con todo para su defensa, dos Torres y un Regimiento de
Milicias. Dichas Torres situadas, una en la parte del Norte y la otra al Sur de
la Ysla que cubren dos pequeños puertos ó casas, pueden proveidas de Artillería
gruesa, dar abrigo y defender á los barcos del tráfico perseguidos por
Corsarios pero no impedir desembarcos, especialmente en la extensa despoblada
costa del Sur por todas partes accesible, así que las Milicias unidas á los
demás habitantes en estado de tomar armas, deben poner en caso de un formal y
crecido desembarco, su mayor cuidado y esfuerzo en fatigar al enemigo y
disputarle y defender las avenidas á la villa de Betancuria en lo interior de
la Ysla, á donde con anticipación deberán acojer sus ganados y efectos: la
misma despoblación y miseria de esta Ysla, junto a su falta de agua, es gran
parte de su defensa para cansar con mas facilidad al enemigo y hacerla abandonar
quanto antes, mayormente, si no se halla en poseción de su inmediata la de
Lanzarote.
Lanzarote
La
Ysla de Lanzarote (también de Señorio) se halla en el dia bien cultivada y en
un estado floreciente y puede por tanto, por mas poblada y con mejores
Fortificaciones que la de Fuerteventura, hacer mas vigorosa y larga defensa. Los
puertos de Naos y del Arrecife defendidos por los fuertes de San Josef y s.
Gabriel, y montados con Artillería gruesa, pueden impedir ó retardar bastante
por aquella parte, qualquier desembarco. Y respecto á los que puedan intentarse
en la costa del Oueste y la del Sur, particularmente desde la Punta de Montaña
Roja hasta la del Sarcillo, no faltan (á mas de la Torre del Aguila) puestos
adecuados a donde reunida la gente de armas al primer aviso ó señal, pueda
disputarse al enemigo el terreno con ventaja y dificultarle su penetración á
la Villa. Distando de esta solo un quarto de legua al Castillo de Guanapai ó de
Sta. Bárbara situado sobre una eminencia ventajosa, deberá acogerse en él
caso de invasión, la gente inuti con sus mayores efectos y para su mayor
defensa y resguardo de los ganados, se deberá aprovechar y fortificar
provisionalmente y de pronto lo mas bien posible, una cavidad que se halla
delante de él llamada Caldera, la qual forma una retrincheramiento natural que
en la ocasión puede ser muy útil y ventajoso.
Hierro
La
Ysla del Hierro (de Señorio igualmente) por lo escarpado de su costa, falta de
Puertos y por su pobreza y corta entidad, no tiene fortificaciones ni las
necesita; así que bastaría armar sus Milicias para alejar qualquier somada
Corsaria que intentase insultar algun barco refugiado al abrigo de dicha Ysla.
Gomera
En
la isla de la Gomera (asimismo de Señorío) puede el enemigo desembarcar en
varias partes, particularmente en todos sus desagues ó barrancos al mar; pero
por lo quebrado de su terreno le es muy dificultoso penetrar en ella; por tanto
haciendo las vigías su deber será fácil á poca gente ó al Cuerpo Volante,
rechasar con tiempo al enemigo que hubiese saltado en tierra y acelerar su
embarque. El único puerto de algún provecho que hay en la Ysla y aun este de
poco fondo, es el de la Villa; defiendelo el Castillo Pral. y el de Buen Paso
que necesitan reparaciones y de artillería gruesa, particularmente el último
que por su situación mas avanzada al mar defiende bien su entrada, no pudiendo
fondear las embarcaciones sin aproximarse á dicho Fuerte, por cuya razón deberá
ponerse de pronto en el mejor estado de defensa posible y construir en la misma
Bahía una batería provisional que dificulte aun más, qualquier desembarco,
aprovechando en caso necesario del parapeto que en otros tiempos se levantó con
igual fin y objeto, si es que en el dia no se halla enteramente arruinado.
Palma
La
Ysla de la Palma, perteneciente a S.M. tiene las debidas fortificaciones de su
Puerto principal, donde está situada la ciudad de S. Miguel de la Palma,
capital de la Ysla, en muy mal estado; por tanto y mientras no llega el caso de
mandarse proyectar y executar algunos Fuertes de más consideración, conviene
en las actuales circunstancias repararlos al pronto del mejor modo posible, y
atender con especialidad al Castillo de San Miguel adecuadamente situado para
defender el Puerto y desembarcadero, y al importantísimo puesto que ocupa el
Castillo de Sta. Cruz del Cabo ó del Barrio, muy deteriorado en el dia y quasi
inservible; á dicho efecto se hace preciso construir en sus costados dos Baterías
provisionales para flanquear la una el Castillo Pral y linea de marina
intermedia, y para defensa la otra, de la porción de costa y playa inmediata de
su izquierda, la qual para quedar bien asegurada y de no poder entrar el enemigo
en la ciudad por aquella parte ó extremo de ella, conviene á más construir
otra Batería provisional enterrada en el paraje nombrado el Tejar ó las
Salinas.- Para encontrar la otra extremidad del Pueblo, se ha de formar
provisionalmente otra Batería sobre lo alto de la punta de Bajamar llamada de
los Guinchos, que cruzando sus fuegos con los de San Miguel, podrá estorvar un
desembarco en aquella Playa que defienden y habilitando al propio tiempo con una
trinchera (que ya hubo en otro tiempo} y algunas piezas de artillería la
Portada que llaman de la Caldera, situada bajo el mismo risco de la Concepcion,
la qual corta el camino que de la Plaia de Bajamar se dirije a la Ciudad, aun
quando se verificase en dicha Plaia un desembarco, seria imposible (bien
defendido dicho desfiladero y paso preciso} introducirse el enemigo por este
lado en la Ciudad, atento a lo elevado y escarpado de los riscos que le
circundan.- En los simples parapetos ó Baterías existentes al frente de la
Ciudad, y entre los mencionados Castillos de San Miguel y Sta. Cruz del Barrio,
que son las nombradas Sta. Maria de Saboya, S. Felipe y S. Pedro, convendrá
habilitándolas, colocar alguna artillería.- A la parte del Sur de la Ysla, y
en los desembocaderos de los barrancos de la Angustia y Tenisque, hay dos Baterías
de S. Miguel y de Juan Graje (esta última en el dia arruinada} las cuales
per-tenecen a particulares, y aunque hay fondeaderos limpios frente de ellas, y
en su inmediacion el Puerto que nombran de Naos de facíl desembarco, es
dificilisimo internarse desde ellos en la Y sla respecto a su fragosidad por
aquella parte: si con todo ya mayor abundamiento, se quisiesen en ella
corrientes dichas Baterías, se podrá prevenirá sus dueños las pongan en el
debido estado de servicio.- Para la demás defensa del todo de la Ysla, me
refiero a lo dicho en general de todas, pues su montuosidad y aspereza la hace
impenetrable si se disputase el terreno con tezón al enemigo.
Canaria
La
Ysla de Canaria (Realenga) es muy fértil y pingüe y no necesita quiasi de las
demás para su manutención, antes bien, abastece en parte de legumbres y ganado
a esta de Tenerife. Su principal defensa, en caso de invasión, debe fundarse en
la fragosidad de su interior y en sostener con rigor los puestos ventajosos de
gargantas, desfiladeros y alturas que pueden y deben ocupar sus milicias y
naturales, obligando al enemigo, si desembarcase, á una guerra de montaña é
impedirle la conquista de la Ysla.- Los Fuertes y Baterías que desde el Puerto
de la Luz hasta la plaia de S. Christoval defienden la costa del Este y la
capital de la isla, aunque débiles varios de ellos y en mal estado, pueden con
todo, reparados de pronto y provistos de competente artillería, no solo
asegurar dicha Capital de un golpe de mano, sino también resistir á un crecido
desembarco lo menos lo muy suficiente para dar lugar á sus vecinos de poner en
salvo sus mejores efectos y á las Milicias y demas Ysleños armados, el de
acudir á rechazar al enemigo y disputarle la internación en la Ysla. Para
resguardo pues de la ciudad ya fin de precaver un desembarco en aquella costa,
conviene construir una Batería provisional entre el reducto de Sta. Catalina y
el Torreón de Sta. Ana, por haver en el dilatado intermedio, playa indefensa y
apta á un desembarco. Conviene igualmente construir otra en el reducto
arruinado de S. Felipe, puesto importantisimo por dominar bien la plaia a
derecha e izquierda, y todo el camino ó lengua de arena que une la Ysleta al
cuerpo de la Ysla y á la ciudad á la qual no podrá dirigirse el enemigo sin
apoderarse primero de dicha batería. La nombrada de S. Fernando, perfectamente
situada, deberá repararse cerrandola por su espalda y mudándole la entrada que
en el dia tiene en su frente. El que presenta al mar la ciudad de Las Palmas, no
siendo cruzado por los fuegos de Sta. Ana y Sta. Ysabel, convendria promediarle
con algunas piezas de Artillería colocadas en los sitios de las Carnicerias y
Pilar de Triana donde existen vestigios de haver alli en otro tiempo havido
Batería, pues aunque se dice vulgarmente no ser parage limpio, es constante que
todo se desembarca en dicha Plaia, en la qual se construyen asimismo y botan al
agua varios barcos sin distincion de sitios.-
Pudiendo
el enemigo por el Puerto y Plaia del Comfital sorprender y atacar por la espalda
á las Baterías que defienden la opuesta de que se acaba de hablar, y no
llenando por su situación y altura de mas de 40 varas sobre el nivel del mar;
la Batería de Buenaire, el preciso objeto de alejar con sus fuegos a los Buques
contrarios que los evitan con la mayor facilidad poniendose bajo de ella, es
forzoso y urgente construir una batería provisional en dicho Puerto sobre la
punta llamada del arrecife ó del Cabrón, puesto adecuadisimo para cubrir de
frente la entrada de dicho Puerto y defenderlo todo él y con fuegos rasantes
sus orillas.- En la demás circunferencia de la Ysla se deben atender asimismo
con alguna artillería si fuese posible, la Plaia nombrada de La Laja, situada
caminando acia el Sur a la derecha de S. Christoval, y los Puertos de Melenara,
Maspalomas, Arguineguin y también para abrigo y defensa de barcos del tráfico
de dicha isla a esta de Tenerife, se deberan construir en paraje adecuado, dos
baterías enterradas y resguardadas de tiros del mar, una en el puerto del
Juncal y otra en el de Sardina.- Escusado es decir que la Torre de Gando debe en
tiempo de guerra estar reforzada de gente y provista de artillería gruesa, como
asimismo que el que mande las armas, sabrá conocer toda la importancia del
Monte llamado el risco de S. Francisco que domina la ciudad capital y alturas
inmediatas y que en el caso de un mal suceso ó forsoza retirada, sacará
particularmente dispuesto en dicho Monte nombrado Paso-angosto, todo el
excelente partido y proporcion que ofrece para su defensa é impedir que el
enemigo se introduzca por aquella parte en la Ysla.
El Ingeniero Militar Don Luis Marqueli
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Continúa
en la entrega siguiente.
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Guayre
Adarguma Anez Ram n Yghasen.
http://elcanario.net/Benchomo/efemeridescanarias358.htm;
anterior:
cambiar
el número 358
por el 357.]
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Continuará