EFEMERIDES CANARIAS

UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS

PERÍODO COLONIAL, DÉCADA 1781-1790 

CAPÍTULO II-VIII

Guayre Adarguma *

 

 

 

1788. La batería de San Miguel localizada donde actualmente está el Museo Militar Regional en Santa Cruz de Tenerife.

 

Fue proyectada por el Ingeniero de S.M. D. Fausto Cavallero en la margen derecha del barranco de Almeyda, de forma trapezoidal, y se estableció al parecer para prevenir el caso de un desembarco entre los Reductos de San Miguel y Candelaria, pudiendo batir esta playa abierta y el camino que conduce a la población, protegidos sus fuegos de la Batería enterrada de Santa Teresa, cuyo objeto era el mismo de interceptar el paso del enemigo y el de estos barrancos que se hallaban dominados por dichas baterías.

 

En 1788 estaba artillada con dos cañones de a 11 y la guarnecían 1 sargento, 1 cabo y 5 hombres estando previsto su aumento en caso de guerra al Oficial, 1 sargento, 1 cabo y 20 hombres. De esta batería no hemos encontrado planos ni inventarios en la Comandancia de Ingenieros. (José María Pinto de la Rosa, 1996)

 

1788. Escala del navío Bounty en el Puerto de Añazu (Santa Cruz de Tenerife).

 

A primeros de enero de 1788, los vigías del Castillo de San Cristóbal, izan en los mástiles del telégrafo la señal de “vela a la vista”. Efectivamente, frente a la plaza y puerto de Santa Cruz de Tenerife, se destacaban las blancas velas de un navío de gran porte, que pausadamente, arrumbaba hacía la bahía. Sobre las diez de la mañana, el majestuoso buque, -en cuya popa ondeaba la bandera imperial inglesa- dejaba caer el ancla en la rada santacrucera, quedando a resguardo, a la altura de la “playita” de San Antonio.

 

Sus ancoras, posiblemente afirmadas muy próximas al destrozado pecio del cúter Fox, que fue echado a pique 11 años antes, en la fallida invasión a la plaza de Santa Cruz por parte del almirante Nelson, cuyo brazo – junto al cadáver de uno de sus marineros– descansa en el fondo de la bahía.

 

Un bote a remos, aborda al Bounty por la banda de estribor, en él, viajan los funcionarios de sanidad del puerto y el cónsul de su Majestad Británica en Canarias.

 

Una vez obtenido el debido permiso de abordo,  hacen uso de la escala y hacienden hasta la cubierta, donde son recibidos por el Capitán  Wiliams Bleigh, comandante del Bounty. Entre el equipo científico que viajaba a bordo del Bounty, se encontraba David Nelson, jardinero del Jardín Botánico de Kew quien recorrió los alrededores de la ciudad herborizando en los Valles de Tahodio y montañas próximas, mientras la tripulación descansaba y recorría Santa Cruz, el segundo de abordo oficial Fletcher Cristian, -futuro jefe de los amotinados- realizaba diversas gestiones en la plaza  encaminadas a suministrar al buque de diferente efectos para su avituallamiento.

 

El Capitán Bleigh,  recorre las calles de la ciudad interesándose por las peculiaridades del país, y muy especialmente por la economía de la isla  escribe sobre la exportación de los vinos del país, calculando la exportación de los mismos en unas veinte mil pipas. En sus bodegas, se cargaron vinos, víveres, piedras  Chasneras para destilar agua, y posiblemente alguna momia guanche a las que tan aficionados eran en regalar los personajes “ilustrados”  de la época, a los científicos europeos que recalaban en nuestro puerto. Cabe preguntarse sí estos “ilustrados” habría regalado los cadáveres de sus abuelos y tatarabuelos, con la misma liberalidad que los hacían con los de los Guanches. Es más que probable que las momias que así se regalaban, acabasen convertidas en “polvos de momia” pues es bien sabido que, una de las panaceas de la farmacopea europea para curar todos los males, consistía precisamente, en polvos de momias, siendo esta Una de las causas directa por la cual se destruyeron miles de momias Egipcias, Canarias y del “Nuevo Mundo”, debido a los elevados precios que por ellas se pagaban en Europa, dándose el caso de que en Inglaterra, llegaron a emplearlas en las mezclas de piensos para las vacas, y en Canarias, algunos pastores cuando descubrían alguna cueva sepulcral, arrojaban los despojos a las cabras para que estas los lamieran, en la creencia de que así les proporcionaban a los animales una fuente de calcio, Y que  libraban a los mismos de determinadas enfermedades.

 

Volviendo a nuestro buque, una vez debidamente pertrechado, el Bounty se despide de nuestro puerto el día 10 de Enero de 1788. Rumbo a un destino que le llevaría a formar parte de los hitos de la navegación del siglo XVIII, más que por los logros de su misión científica, por el trato despótico e inhumano que su feroz Capitán Wilian Wleigh deparó a la tripulación, propiciando con ello la mentada rebelión.

 

WILLIAM BLEIGH

 

El Capitán William Bligh, nace en Tynten, (Inglaterra) en el año 1.753, y muere en Londres  en 1817. Después de acompañar al Capitán Cook, en su segundo viaje, (1772-74), se le confirió el mando del Boonty, en 1787 con ordenes de ir a Tahití en busca de semillas del árbol del pan y llevarlas a las Indias Occidentales.

 

Durante viaje descubrió el archipiélago al que bautizaría con el nombre de su buque (1788). Después, el temperamento exageradamente ordenancista de Bligh y su extremada severidad, rayando en lo despótico, vino a provocar el creciente descontento de la tripulación, que por fin el 28 de Abril de 1.789, se amotinó y lo hizo prisionero. El jefe de los sublevados  contramaestre Cristian Fletcher, de acuerdo con éstos, dispuso el abandono de Bligh, en una lancha en compañía de 18 marineros que le permanecieron leales; Bligh, sin armas y pocos víveres, efectuó un sorprendente viaje de más 5.000 millas , que aún hoy despierta admiración y le acredita de gran navegante, pudiendo llegar a Timor y de allí volver a Inglaterra, para embarcar de nuevo en 1790 con la misma comisión de ir a recoger semillas del árbol del pan.

 

William Bligh, fue con el tiempo gobernador de Nueva Gales del Sur (de 1805 a 1808), donde su carácter moldeado con los miedos y temores a su superiores debido a su manifiesto complejo de inferioridad al proceder de un estamento social humilde, motivó que continuase escudándose detrás de actitudes tiránicas. Este talante de  Wligh motivó también el levantamiento de los colonos, quienes lo hicieron prisionero. Al lograr la libertad  volvió a Inglaterra, y en 1811 alcanzó el grado de Almirante.  

JOHN ADAMS,

 

Contramaestre y uno de los jefes de los sublevados del Bounty, nace en 1764, muere en Picairn en 1829. Su verdadero nombre era Alejandro Smith y embarco en el Bounty, en abril de 1789, se sumó al motín contra su comandante Bleigh, por el comportamiento despótico de éste, cuando se hallaban cerca de las islas Otaiti.

 

 Los sublevados se dirigieron a Tahití, pero como no estuvieran de acuerdo en la conducta a seguir y ya algunos comenzaran a lamentar el delito cometido, pese a las circunstancias que les indujeron a él,  dividieron sé en dos grupos: uno fue partidario de permanecer en Tahití, donde fueron capturados por los ingleses, que tras ser sometidos a un consejo de guerra, se decretó para todos la pena de horca, y así se ejecutó; al otro grupo se sumaron varios tahitianos de ambos sexos, 6 hombres y 12 mujeres, dirigiéndose a la isla de Pitcairn, que si bien había sido descubierta por Charteret 1767, se hallaba deshabitada.

 

En la pequeña colonia se produjeron graves disensiones y luchas crueles, en medio de una existencia miserable; el grupo que en 1793 estaba formado por  Adams y tres compañeros y 10 mujeres indígenas y varios niños, se vio al cabo de pocos años falto de dos de los sublevados, uno por haberle dado muerte un marido ultrajado y otro por suicidio al arrojarse al mar en un ataque de locura como consecuencia del hábito de beber en exceso el jugo de ciertas raíces que el mismo había logrado destilar. Adams u su compañero Young consiguieron al fin organizar la vida de la colonia y ello la hizo prosperar.

 

Enseñaron la religión cristiana a sus hijos y pasando el tiempo recibieron la visita del misionero Buffet. En 1814 estuvo allí la fragata inglesa Bretor en viaje a Chile y en 1825 cuando el capitán Beecheg los visitó de nuevo, los habitantes sumaban ya 70 y Adams era llamado el Patriarca de Picairn por el sentido religioso que imprimió a la colonia. (Eduardo Pedro García Rodríguez, 1996)

 

1788 Enero. Los vigías del Castillo de San Cristóbal, en la plaza de Añazu n Chinech (Santa Cruz de Tenerife) izan en los mástiles del telégrafo la señal de “vela a la vista”.


Efectivamente, frente a la plaza y puerto de Añazu n Chinet (Santa Cruz de Tenerife), se destacaban las blancas velas de un navío de gran porte, que pausadamente, arrumbaba hacía la bahía. Sobre las diez de la mañana, el majestuoso buque, -en cuya popa ondeaba la bandera imperial Británica- dejaba caer el ancla en la rada añazera (santacrucera), quedando a resguardo, a la altura de la “playita” de San Antonio.


Un bote a remos, aborda al Bounty por la banda de estribor, en él, viajan los funcionarios de sanidad del puerto y el cónsul de su Majestad británica en Canarias. Una vez obtenido el debido permiso de abordo, hacen uso de la escala y hacienden hasta la cubierta, donde son recibidos por el Capitán Wiliam Bleigh, comandante del Bounty. Entre el equipo de científicos que viajaba a bordo del Bounty, se encontraba David Nelson, jardinero del Botánico de Kew quien recorrió los alrededores de la ciudad herborizando en los Valles de Tahodio y montañas próximas, mientras la tripulación descansaba y recorría Santa Cruz, el segundo de abordo oficial Fletcher Cristian, - futuro jefe de los amotinados – realizaba diversas gestiones en la plaza encaminadas a suministrar al buque de diferente efectos para su avituallamiento.

 
El Capitán Bleigh, recorre las calles de la ciudad interesándose por las peculiaridades del país, y muy especialmente por la economía de la isla escribe sobre la exportación de los vinos de la isla, calculando la exportación de los mismos en unas veinte mil pipas. En sus bodegas, se cargaron vinos, víveres, piedras Chasneras para destilar agua, y posiblemente alguna momia Guanche a las que tan aficionados eran en regalar los personajes “ilustrados” de la época, a los científicos y marinos europeos que recalaban en nuestro puerto. Cabe preguntarse sí estos “ilustrados” habría regalado los cadáveres de sus abuelos y tatarabuelos, con la misma liberalidad que los hacían con los de nuestros antepasados Guanches. Es más que probable que las momias que así se regalaban, acabasen convertidas en “polvos de momia” pues es bien sabido que, una de las panaceas de la farmacopea europea para curarla mayoría de las enfermedades, consistía precisamente, en polvos de momias, siendo esta una de las causas directa por la cual se destruyeron miles de momias Egipcias, Canarias y del “Nuevo Mundo”, debido a los elevados precios que por ellas se pagaban en Europa, dándose el caso de que en Inglaterra, llegaron a emplearlas en las mezclas de piensos para alimentar las vacas, y en Canarias, algunos pastores cuando descubrían alguna cueva sepulcral, arrojaban los despojos a las cabras para que estas los lamieran, en la creencia de que así les proporcionaban a los animales una fuente de calcio, que libraban a los mismos de determinadas enfermedades.

 
Volviendo a nuestro buque, una vez debidamente pertrechado, el Bounty se despide de nuestro puerto el día 10 de Enero de 1788. Rumbo a un destino que le llevaría a formar parte de los hitos de la navegación del siglo XVIII, más que por los logros de su misión científica, por el trato despótico e inhumano que su feroz Capitán Wilian Wleigh deparó a la tripulación, propiciando con ello uno de los más celebres amotinamientos de la historia.

 

1788 Enero 21. Fausto Cavallero emite un informe en torno a la defensa de esta parte de la colonia al Marqués de Branciforte, capitán general de la colonia española de Canarias en el noroeste de África en los siguientes términos: ”La defensa de esta Provincia es singular, sin regularidad, semejanza ni combinación con la de otra alguna del Continente pues consta de siete Yslas, distantes entre si desde tres hta Diez y nuebe Leguas, y de la principal de Tenerife, desde nuebe hasta quarenta y cinco yncapaces de mantener sus Abitantes ninguna de ellas sin subsidios y socorros de otras, A más de los que reciben de la Europa en general, De las Américas y la abundantisima pesca que hazen en la Costa de Africa, y sin duda es uno de los tres ramos principales de su sustento. De esto se ynfiere la yndispensable necesidad de surtirse anticipada mente con todo lo preciso para 4 meses, siempre que aya fundados recelos de próximo rompimiento con Potencia Marítima; Y que quando llegue este Caso, destine S.M. tres fragatas ó Javeques con tres Bergantines ó Balandras de su Real Armada, que contribuyan y Auxilien el citado surtimiento de boca y guerra, permaneciendo constantemente á la ornden este Comdte. Gral., para el continuo remplazo de sus Consumos y frequentes providencias que ocurran conforme á las que reciva de S.M. le notiben las que pueda adquirir de ir designios del enemigo, y le comuniquen los Gefes particulares de las mismas Yslas. Con este ymportante auxilio y las Dotaciones detalladas, podrán allarse en el estado de Defensa que admiten sus circunstancias y las de nuestro Exto, quando llegue el enemigo a amenazarlas ynterceptando sus comunicaciones con fuerzas superiores a las de dha pequeña esquadra (suponiendo no venga otra Armada ntra mas poderosa que la enemiga por si hubiera Seguridad de que este auxilio se verificase. a tpo. seria supérfluo todo el gasto extraordinario que se propone por parte del Exto.); y como desde este punto quedarán totalmente independientes, destituidas de Socorro, ni aun de noticias una de otra, Será forzoso que sus Governadores Obren por sí, segun les dicte su ynteligencia y progresos que observen del enemigo. Aunque sugetos á la anterior instrucción del Cmdte. Gral., quien hallaráse en la de Tenerife sin posibilidad de dirigirles, Auxiliarles, ni saber el estado de sus Yslas que las mandan Oficiales de conocida experiencia, constante actividad, amor al Rey y á la Patria, y las demas circunstancias que se requieren para hazer una gloriosa defensa, rechazando al enemigo asta donde alcancen sus fuerzas, y en este Caso -desengañados de la ymposibilidad- exigir onrrosas Capitulaciones, si la tenacidad del Enemigo se empeñase á sacrificar en la Empresa más de lo q. valdría la conquista, Pues en este caso sin duda pudiera llegar a vencer nuestras fuerzas dotadas respecto que para hacerlas ynsuperables, requieren numeroso ejercito capaz de Cubrir la basta extención de 250 Leguas de Costa que contienen sus Circunferencias, pro cedentes de 697 Leguas de superficie, sobre 90 de Largo y 52 de ancho, formando ynfinidad de Calas, Surgideros, Radas y Plaias suficientes para desembarcos y con posible ynternacion, aunque desde la mayor parte de ellas sea mui difícil.» Santa Cruz de Tenerife 21 de Enero de 1788 Fausto Cavallero.- Rubricado [Adjunto al informe sobre el estado de las defensas presentado al Marqués de Branciforte].

 

1788 Marzo 3.  Nace en La Orotava el escultor Fernando Estévez del Sacramento, uno de los imagineros más relevantes del tardo barroco canario. Fue coetáneo del genial tallista grancanario Luján Pérez, del que fue discípulo. Las obras de Estévez están repartidas por gran parte de las iglesias de Tenerife. Entre ellas podríamos destacar la réplica de la virgen de La Candelaria que se encuentra en la basílica de la patrona de Canarias en la localidad tinerfeña de Candelaria.

 

1788 Junio 30. En informe que el Tribunal de la Inquisición española establecida en la colonia de Canarias dirige a la Suprema de la metrópoli,  en relación con los odiados Sambenitos expone: “Los únicos lienzos que hemos visto, y hay en esta Ciudad (Las Palmas), están en la Catedral, en la fachada de la puerta principal, donde al salir, precisamente encaran con ellos todos los que salen. Actualmente está haciendo nueva la mitad de dicha Catedral, cuya obra están por cerrar, y después la han de blanquear toda, y mudar el coro, cuya razón nos parece se podría alegar para quitar dichos lienzos, que ya están ajados. Uno de los lienzos que hay en dicha Catedral, junto con otros rumores del Pueblo, dio motivo á un pleito muy ruidoso por los años de 30 de este siglo....”

 

Hemos copiado los párrafos principales de esta curiosa carta, porque además de las noticias que contiene, denota claramente el espíritu de forzada tolerancia, que ya reinaba en ambos Tribunales, el Supremo y el inferior. Se buscaba solo un medio de suprimir decorosamente práctica tan injusta é irritante, y cuando se encontraba alguno, era aceptado desde luego. Por eso se disimuló con los Beneficiados de la Laguna y Telde, y con los Frailes dominicos, y se aguardaba al blanqueo interior de la Catedral, para sepultar en un eterno olvido aquel padrón de ignominia, que lo era ya más para los verdugos, que para los infelices procesados. El suelo les faltaba, y se hundía á toda prisa bajo sus pies.

 

1788 Agosto 17. La corona de la Metrópoli decide crear en la colonia un centro de aclimatación de especies vegetales, las cuales una vez aclimatadas y libres de posibles plagas serían enviadas a la metrópoli. Se encargó del proyecto el criollo Alonso de Nava-Grimón y Benítez de Lugo, VI Marqués de Villanueva del Prado, en el último tercio del siglo XVIII quien llevó a cabo la Real Orden de 17 de agosto de 1788 de Carlos III- para averiguar si éste era el lugar idóneo para la ubicación del Jardín de Aclimatación que se preveía construir en Tenerife con el fin de connaturalizar distintas especies exóticas. En su hacienda, situada en el malpaís de San Clemente, llevó un control de los plantíos con semillas de distintas especies comprobando si podían crecer de igual forma que en su países originarios, si bien finalmente descartó esta posible ubicación, ya que, lo mismo que sucedía en Eguerew (La Laguna), donde también llevaba a cabo investigaciones botánicas paralelas, ambos tenían un clima más frío que el del puerto de La Orotava, donde los resultados fueron más fructíferos y donde finalmente se construyó dicho jardín. A través de la correspondencia que mantuvo asiduamente con el criollo lagunero Antonio Porlier y Sopranis, que en 1787 era ministro de Gracia y Justicia del gobierno español, sabemos del fracaso del plantío que creó en Eguerew (La Laguna) y en 1788 las investigaciones demostraban que era mejor establecerlo en Santa Úrsula, comarca de Acentejo porque [...] goza de un buen temperamento por estar cerca de la costa, y en donde se tiene la experiencia de haber prevalecido ya algunos árboles de América. Aquí he hecho otro plantío igual al que dejé en La Laguna, y luego pienso pasar a otros dos parajes a propósito, en que practicaré la misma operación, bien que el plantío principal, y a cuyo cuidado asistiré yo continuamente, lo estableceré muy en breve, entre la Villa de La Orotava y su Puerto.

 

Con el fin de evitar cualquier tipo de precauciones artificiales para proteger las plantas que debían connaturalizarse, era partidario de dejar los tiestos donde había plantado las semillas al aire libre; este sistema de investigación fue un fracaso en el plantío de Eguerew (La Laguna), caso contrario que en Santa Úrsula, donde su clima más benigno permitió que brotasen al poco tiempo de sembrarse las semillas de [...] tagaré y de chembé de la costa de Coromandel y un tallito del árbol llamado tíndalo, pero éste comienza ya a desmerecer conocidamente, las de chembé que son en gran número se conservan bastante bien, y de las de tagaré sólo permanecen dos plantitas que se aumentan considerablemente entre una mayor porción de éstas que se perdieron a pocos días de nacidas; sin embargo, de que instruido por el ejemplar de La Laguna he tomado aquí la sencilla precaución de resguardar los tiestos en paraje abrigado por las noches, y aún durante el día cuando el tiempo está muy riguroso. Los otros estudios botánicos de importancia datan de las primeras décadas del siglo XX de la mano del matrimonio entre Jorge Víctor Pérez Ventoso y Constanza Carnochan Hogdson, que tenían su residencia en La Quinta, donde este afamado médico portuense, aficionado a la botánica, transmitió a su mujer su interés y preocupación por los conocimientos en esta materia. Constanza Carnochan formó parte del Instituto de Estudios Canarios como miembro de número y fue de las diversas personas que, preocupadas por el fomento del estudio e investigaciones de carácter histórico y científico, contribuyó desinteresadamente desde el mismo momento de la fundación del Instituto en diciembre de 1932 con un donativo en metálico. Dentro de las diferentes secciones en que quedó configurado el Instituto al año siguiente, integró como vocal la Sección de Ciencias Naturales, repitiendo en dicha sección en el período 1934-1935; e igualmente como vocal de la Sección Guía Cultural de las Islas, creada en 1934.

 

La labor botánica que realizó tanto en su finca de la Quinta Roja como en La Orotava era tan elogiable que en la sesión de 29 de junio de 1934 del Instituto de Estudios Canarios dio cuenta de los experimentos que estaba realizando en aquélla, ofreciendo 4.000 cedros que tanto ella como su difunto esposo habían salvado de una extinción segura. El mismo interés ponía porque el jardín de su casa estuviese bien cultivado, de ahí que fuesen renombradas sus hermosas rosas malmaison, tal y como lo expresó Osbert Ward en 1903 a su paso por Santa Úrsula, donde a la izquierda de este pueblo se abría un camino que descendía hasta un promontorio verde donde comenzaba una avenida de eucaliptos que conducía al viajero a La Quinta de Santa Úrsula, una de las residencias de la Marquesa de La Quinta. Este jardín formaba parte de la casa de estilo victoriano en la que vivió el matrimonio y hasta tal punto llegaba esta fama que muchas de las que allí cultivaba fueron utilizadas en diversas ocasiones como elementos decorativos de eventos de carácter religioso celebrados en el municipio, como fue, por ejemplo, la celebración del domingo de Pascua de Resurrección en abril de 1938, donde para los cultos de dicho día se engalanó la iglesia parroquial con flores que ella regaló a las falangistas para el adorno del templo. No olvidemos tampoco que el propio entorno de La Quinta destacaba por la profusión de la flora autóctona, cuidadosamente protegida, y en la que crecían, entre otros, tanto la palmera canaria como los dragos y los enebros, lo mismo que otras especies introducidas en la isla como el eucalipto o la acacia australiana.

 

 Además de traducir al inglés varios artículos de botánica de su marido (A selection of botanical and other papers, 1925), escribió un folleto de carácter divulgativo (Teneriffe and some of its attraction. Taylor and Francis. London, 1927), con el fin de dar a conocer a la sociedad inglesa la historia de Tenerife, pero sobre todo de resaltar la profusión de la vegetación en las distintas zonas de la isla. No solamente contribuyó a fomentar y difundir la flora isleña con sus frecuentes viajes a Inglaterra, sino que lo hizo fundamentalmente a través de su permanente campaña de reforestación, sobre todo del cedro (Juniperus cedrus) en Las Cañadas del Teide, pues creía que las zonas altas eran las más adecuadas para plantar este árbol.

 

1788 Octubre 16. Modelo de título de Capitán a guerra según la ordenanza de la metrópoli del año 1634 y adición de 1736. Divergencias de criterios entre los Comandantes de Armas y lo militares profesionales. 

 

Antes de que el Gobierno Militar de Gran Canaria fuese desempeñado por los Coroneles de Milicias encargados del mando del Regimiento Provincial de las Palmas esta funcion corria a cargo de los Corregidores de capa y espada que se nombraban para el gobierno civil y administrativo de la isla, a los cuales por via castrence se expedia el título de Capitán á Guerra en el que se Expresaba:

 

«...que como tal disponga en las varias ocasiones que se ofrecieren, lo que tuviere por conveniente al servicio, en la forma que lo disponen los demás Capitanes á Guerra; teniendo entendido que como tál ha de conocer de las causas de todos los oficiales de las compañias del nuevo establecimiento de Milicias en primera instancia con apelacion a mi Consejo de Guerra y poner gran cuidado en que la gente se exercite en buena disciplina Militar; advirtiendo que no solo no a de permitir pecados públicos escandalosos, sino que en caso de incurrir en algunos, los ha de castigar sin excepcion de personas, pues á este fin para proceder en cada, y parte de lo que viene referido, le concedo tan cumplido poder y facultad, como se requiere: con prevencion que por lo que toca á los Regimientos de Milicias, que se han formado ó formaren, segun Ordenanzas del treinta y uno de Enero de mil seyecientos treinta y quatro, deberá estar a lo que en ella y en la Adicion de veinte y ocho de Febrero de mil setecientos treinta y seis se manda, sin entrometerse á la jurisdiccion que tengo concedidas a los Coroneles ó Comandantes de los referidos Cuerpos de Milicias; y por que a de estar a la orden del Capitán General é Intendente de la Provincia, en cuya jurisdiccion se comprehende la referida isla de Canaria, se governará en las ocasiones que ocurriesen, dandoles cuante de lo que se ofrezca y guardando las órdenes que le dieran: y asimismo mando a los Consejos, Justicias y Regimientos, ya los Capitanes y demás Oficiales de la Gente de socorro isla le hayan y tengan por su Capitán a Guerra » A esta clase de Reales Despachos se le ponia el Cúmplase, por el Capitán General del archipielago y se tomaba razon en la Veeduria de Guerra. (Archivo-Biblioteca de Darias-Padron).

 

Entre los Comandantes de Armas de la Islas y los militares profesionales españoles, existían algunas divergencias de criterio segun puede verse en los siguientes oficios, cuyos originales se hallan en el archivo de la Comandancia de Ingenieros de Canarias:

 

El Coronel Governr.de las Arms de la y sla de Canaria, me dice lo qe V.m. verá por su oficio de 2 del corrte., que acompaño pa qe ympuesto V.m. en lo qe expresa, me diga lo qe se le ofrezca y parezca en el asunto con debolución del mismo oficio.- Dios gua. á V.m. ms. as.- Sta. Cruz 12 de Octubre de 1788.- El Marqs de Branciforte.- Sr. D. Fausto Cavallero.

 

Copia del citado oficio.- Excmo. Sr.- No Habiendo Hallado en los Papeles de mi antecesor el Plano qe S.M. manda en el Art. 3 Tit 2. Tomo 3 de las Rs. Ornz. ni podido hazermelo dar del Ing. D. Antonio Conesa, por averme enterado este facultativo de la ymposibilidad, por no aver en este destino los instrmos. necesarios pa su construcción; No puedo menos qe suplicar á V.E. en cumplmo. de mi Obligon., se digne pasar la orn. necesaria a esa Direccion de Ings., para qe se me entreguedho Plano, pr lo mui ympor- tante qe puede serle al Rey el qe Yo me halle desde luego ympuesto en las Ventajas y defectos de estas fortifics y sus recintos.- Dios gs á V.E. ms. as.-

 

Las Palmas de Canaria y Ocrbre 2 de 1788.- Dn Cristl. del Castillo Ruiz de Vergara.- Al pié.- Excmo. Sr. Marqués de Branciforte.

 

Excmo. Sr.- Debuelvo a V.E. el citado del Coronl.Gobernr. de las Arms de Canaria y con las siguiens. reflexions. obedezco la orn de 12 del corrte. en qe me manda le diga lo qe se ofrezca y parezca en el asunto.- Es cierto que en el tomo, arto. y tituto que se cita de la Rl. Ordnza. manda S.M. que el Governr. de la Plaza se le dé el Plano de ella y sus contornos al tiro de cañón; y también en el tomo 4 art.3 tit.8, es obligacion del Ing.de una Plaza el entregarle al Govenr. que debe archivarlo para que no se extravie ni saquen copias y que quede á los que le sucedan en el mando. Es asi que no se halló en el Inventario y Papeles del Difunto Governr., ni consta que se le aya entregado; Luego nuestros antecesores, no entendieron dichos articulos ó no es Plaza la de Canaria ni Governr. de los que expresa la Ordenanza, los que la mandan.

 

El que no es Plaza ni recinto de ningun orn, está a la vista; y el que sus Governs. no tienen despacho de tales, ni lo son para tiempo de guerra, consta por todas resoluciones de S.M. desde 18 de Sptbre. de 1750, que a consulta de! Consejo se le declaró el mando de las Armas a D. Franco Matos, como Coronel de Milicias de aquella Capital, pero con la prebencion de que en tiempo de guerra hera la voluntad del rey que el cmte. Gral. nombráse persona de su satisfaccion para que las mandara, aunque fuese de menor graduacion y caracter, y asi lo mando. Al Difunto Conde de la Vega Grande, ynmediato antecesor del actual (con grado de Coronel de Exeto.) se le confirió el Mando Militar el 19 de Mayo de 1766 con la misma prebencion de que asi él como los demás Coroneles de Milicias sus sucesores, Lo exercerán solamente en tiempo de paz, por que en el de guerra es la voluntad de S.M. que el Comdt.Gral. nombre persona de su satisfacción que mande, aunque sea de menor caracter:, segun está resuelto por RI.resoIucion del año paso de I750. El actual D. Cristóbal del Castillo desde 12 de Julio del presente año es ynmediato sucesor del antiguo Coronel y Govr. de las Armas en los mismos Términos qe el Conde de la Vega Grande; Luego dhos Gefes de esta especie de Milicias solo son Gvs. ó Comandante de aquellas Armas en tiempo de paz, pues asi lo ha dispuesto el Rey a consulta de su Sabio Consejo, sin duda con los mas sólidos fundamentos para el mejor acierto.

 

De consiguiente, nuestros antecs. han creido cumplir con la yntención de S.M. reservando los Planos que manifiestan las Ventajas y defectos de ntras. fuerzas, para entregarlos con la debida precaución á las Personas que se nombren en tiempo de guerra, que es quando han de servir, recayendo en Oficiales experimentados como es Máxima ymportantisima.- Es qto puedo exponer a V.E. en cumplto. de cta. orn. asegurando con yngenua realidad que todo mi ynterés en el asunto es el mismo que V.E. debe tener y asi estoi pronto a obedecer lo qe V.E. determine.- Ntr. Sr.ge. a V.e. ms. as. Sta. Cruz de Tenerife 16 de Octubre de 1788.-

 

Exemo. Sr.- Fausto Cavallero.- Al pié.- Excmo. Sr. Marqués de Branciforte.

 

(En: José María Pinto y de la Rosa. 1996)

 

1789. Gáldar, Tamaránt (G. Canaria).En tiempo de suma escasez los vecinos intentan impedir el embarque de granos por el puerto de Gáldar.

 

1789. Conil, Titoreygatra (Lanzarote). Los vecinos intenta evitar el relevo del gobernador de armas en la isla.

 

1789. La administración local del lugar de Mazo en Benahuare (La Palma) estaba bajo la autoridad de un alcalde, un personero y un diputado del común. Por estas fechas ocuparon la Alcaldía, entre otros, los vecinos Domingo Yánes (1773), Antonio Yánes (1774), Josér González Sicilia (1775), Pedro de la Cruz (1776), Francisco Alonso Vergara (1778), Pedro Amaro (1779), Pedro Reyes (1790 y 1792) o Juan Amaro de Paz (1794). El último alcalde que tuvo el pueblo, antes de convertirse en Ayuntamiento independiente, fue Antonio Vergara que desempeñó sus funciones hasta el 1 de enero de 1813, día en que tomó juramento y entregó la vara de justicia a su sucesor.

 

 1799. Telde, Tamaránt (G. Canaria). La escasez y precios desorbitados de los granos desembocaron en un conflicto.

 

1788. Podemos mencionar las diligencias practicadas en ese año por la Inquisición española en Canarias contra el general, marqués de Branciforte y contra el regente de la Real Audiencia de Canarias, López Altamirano. Al jefe militar se le acusa, entre otros delitos, de retener y leer obras prohibidas como las de Voltaire, sin jactarse de manifestarlo públicamente; de actuar de forma poco respetuosa en la celebración de la misa pues —según nos informa el expediente— «tiene una pierna sobre otra, lee papeles, mira a todas partes y no reza nunca el rosario, ni siquiera un Ave María». El inquisidor fiscal una vez practicada la prueba testifical, informa al Consejo de la Inquisición del relajamiento de costumbres que existe entre los isleños «al burlarse de las censuras y usar de libros prohibidos», todo ello según sus palabras porque «por una parte el comandante general y por otra el regente son dos que pervierten al pueblo con su modo de hablar y desprecio del estado eclesiástico y tribunal de la Inquisición». En consecuencia, el fiscal solicita a la Suprema la pena de excomunión para el marques de Branciforte, pero se ordena la suspensión de la causa. La misma resolución se adopta para el caso del regente a quien también se le acusa de «tener y leer libros prohibidos». (María Dolores Álamo, 1999)

 

1788. La Batería de San Francisco en la plaza de Santa Cruz de Tenerife, estaba artillada con 2 cañones de a 16,2 de a 12 y 1 mortero de a 9; componía su guarnición 1 Sargento, 1 Cabo y 5 soldados, previsto su aumento en tiempo de guerra al Oficial, 1 Sargento, 2 Cabos y 42 soldados.

 

Lo mismo que la Batería de San Telmo y sólo se diferencia en que está cerrada por la gola con un muro aspillerado donde tiene el Cobertizo y Cuerpo de Guardia. Es capaz de cinco piezas y defiende la llamada Playa de los Negros.

 

Inscrita en el Registro de la Propiedad el 7 de Mayo de 1900 al folio 37 del tomo 340, libro 101 del Ayuntamiento, finca n° 6582, inscripción la, con una superficie de 417,00 m2 , lindando al N. con camino del Lazareto y nueva batería de San Francisco; Sur y Este con la playa y Oeste con el camino del Lazareto. Era de planta trapecial con parapeto de mampostería en la mayor parte de su perímetro: su explanada era de sillería; constaba de tendal, Cuerpo de Guardia y Repuesto, aunque éste estaba mal situado pues era una división del Cuerpo de Guardia.

 

En un informe de la Comandancia de Ingenieros de 10 de Octubre de 1843, se dice estaba situada esta batería «...á 679 varas de la de San Telmo (habiendo intermedio un emplazamiento circular para una pieza equidistante aproximadamente de una y otra bateria), paralela a la playa, con un flanco á su derecha que solo permite servirse una pieza, capaz la bateria de cinco piezas sobre esplanada de loza y su parapeto a merlones.- Cruza sus fuegos con bastante oblicuidad con las baterias de su izquierda, pero a poca distancia de la Bateria de San Telmo hasta esta bateria está la playa sembrada de piedras vivas que hacen casi imposible un desembarco por esta parte aun en buen tiempo.- Por la derecha cruza sus fuegos con el Castillo de San Juan y en cuya unión defiende la caleta intermedia llamada de Negros, que aunque algo mas abrigada que lo restante de la playa, no es fácil un desembarco por su poca estensión y resaca.-

 

Descripción y estado.- Tiene Cuerpo de Guardia, Repuesto y tinglado que ocupa la mitad de su gola y la otra mitad la cierra un muro aspillerado para I6 fusiles y una puerta rastrillo, estando toda ella en buen estado».

 

La actual Batería de San Francisco, de 4 piezas de hierro de 24 cm modelo 1881, ocupa una superficie total de 4.370,00 m2 , de los que están edificados 455,77 m2 y se halla inscrita en el Registro el 5 de Octubre de 1900 al folio 228 del tomo 340, libro 101 del Ayuntamiento, finca n° 6627, inscripción la: tiene 94,00 mts de longitud de magistral con cuatro explanadas y cinco traveses, y las líneas de fuego -exceptuando las de su frente marítimo- se reducen a la del muro de cierre por la gola con una extensión de 75,50 mts, destinada a fusilería con aspilleras y un sólo orden de fuegos. Su cota es de 6,90 mts sobre la pleamar y se iniciaron las obras en 1886 con motivo del incidente entre Alemania y España en el asunto de las Islas Carolinas, para montar piezas de 15 y 21 cms de las existentes en la plaza.

 

Ha sido declarada inadecuada para las necesidades del Ejército por R.O. de 2 de Enero de 1924 (D.O. n° 3) y se dispone su enajenación, continuando de propiedad del Ejército y usufructuada por el Parque de Artillería para Almacén. No se da el plano de ella pues aunque se trata de una obra anticuada y sin valor militar, es posterior a 1850, límite que nos hemos fijado para el estudio que realizamos. (José María Pinto de la Rosa, 1996)

 

 

* Guayre Adarguma Anez Ram n Yghasen.  

eduardobenchomo@gmail.com  

 

Bibliografía

 

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[Nota: Los capítulos están publicados por orden numérico, lo que permite acceder a los anteriores con solo cambiar en la barra de navegación el número del capítulo; por ejemplo:

http://elcanario.net/Benchomo/efemeridescanarias358.htm

anterior: cambiar el número 358 por el 357.] Igual en sentido ascendente.

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