EFEMERIDES
CANARIAS
UNA
HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO
COLONIAL, DÉCADA 1771-1780
CAPÍTULO
I-VII
Guayre Adarguma *
Su
padre, que era pintor de cuadros religiosos y estofador de esculturas, le inculcó
el oficio y fue su primer maestro, luego ambos se robustecieron con el trabajo
junto al grancanario don Juan de Miranda desde
Don
Luis abre su taller de pintura en 1795. Contrae matrimonio el 19 de enero de1796
con la señorita Francisca Casañas y Castro, en la Parroquia de Nuestra Señora
de la Peña de Francia, fruto de este matrimonio son sus hijas, Antonia Maria,
Maria de los Dolores, Isabel Maria del Pilar, Juana Francisca, Luisa Eduarda,
Manuela Margarita y el único hijo Luis Gonzaga.
Realiza
sus primeros retratos, buenos en cuanto a calidad del dibujo pero mediocres en
la utilización de los colores. Sin embargo, hay que decir a su favor que
destaca en sus primeras obras como buen fisonomista. La presencia de óleos y
miniaturas inglesas y francesas en las casas de su pueblo natal le condujo
pronto al género retratístico. El Obispo de Canarias don Antonio Tavira y
Almazán residió en el Puerto de la Cruz desde diciembre de 1793 a marzo de
1794 en misión pastoral en Tenerife, momento que aprovechó para que don Luis
le retratase, y en 1796 el Comandante General de Canarias don Antonio Gutiérrez
Otero y Santayana (1729-1799), visita el Puerto de la Cruz, momento que
aprovecho y le retrató al óleo y en miniatura, una de estas últimas
desapareció del Museo del Ejercito de Madrid.
Es
el retratista por excelencia de las familias burguesas del Puerto de la Cruz, La
Orotava, La Laguna y Santa Cruz, la cantidad de retratos y miniaturas que pinto
entre 1800 y 1815 constituyen una galería de muchísima calidad e interés, de
las que sobresalen los siguientes retratos, su amigo Bernardo Cologan Fallón
1800, al Capitán de mar Manuel de Armas 1805, al comerciante Bartolomé Miguel
de Arroyo y Ordech, a Cristóbal Andrés de Ponte y Lecaro V marqués de Quinta
Roja 1807, a Fernando Javier del Hoyo-Solozano y Abarca III conde de Siete
Fuentes, a Lorenzo Machado Valcárcel y Lugo, su esposa Margarita de Ascanio
Franchy y Alfaro, a Antonia de Urtusáustegui, a Alonso de Nava-Grimon y Benítez
de Lugo VI marqués de Villanueva del Prado con dos de sus hijos, a su esposa la
Marquesa de Villanueva del Prado con tres de sus hijos 1798, la Marquesa de la
Villa de San Andrés 1799, a Juan Primo de la Guerra-Hayala y Hoyo vizconde de
Buen Paso 1799, a Eladia Xuárez de la Guardia, a María de la O Arroyo, a
Fernando Llarena y Franchy 1811, a Antonio Lecaro-Justiniani y Ponte 1812, a
Alonso Chirino y del Hoyo Solozano 1815, al General marqués Fernando Casa
Cagigal de la vega y Mc Swing 1806, al comerciante Patricio Murphy y Meade, a
Isabel Meade Power, a Juan Bautista Descoubert y Lodart, al Coronel de Milicias
y alcaide del castillo de San Pedro, Francisco Tolosa Grimaldi, al Oficial de la
Armada Juan Nepomuceno Verdugo y Dapero etc. Estos son testimonios de una parte
de realizaciones de su etapa Canaria. Se le atribuyen varios cuadros religiosos
que están en colecciones particulares: unos Evangelistas, un Salvador, una
Dolorosa y un tema bíblico de Moisés Salvado de las aguas y un San Luis Rey de
Francia, (Catedral de La Laguna). Este lienzo, que ocupó el segundo retablo
presidido por el Cristo de los remedios, fue sustituido por una escultura
sevillana de San Luis X, donada por su devoto don Luis Parrado de León. La
pintura religiosa, al parecer, no fue de su agrado aunque realizó algunas
obras, bien por compromisos o por cuestión económica
Marcha
a Las Palmas en 1.799 donde el Cabildo Catedralicio le pidió que retratara al
Obispo don Manuel Verdugo y Albiturría (1.749-1.816), ya que don Juan de
Miranda había diferido del que se había encargado a otro pintor. Varios
retratos de este prelado ha dejado don Luis de la Cruz. Sería también suyo no
sólo el que figuraba en la sala capitular, sino el de la sacristía, que en un
tiempo se atribuyó a don Francisco de Goya. También retrató al canónigo-arquitecto
de la Catedral de Santa Ana, el lagunero don Diego Nicolás Eduardo.
En
1800 es nombrado por Real Orden subteniente de Milicias Provinciales de la Compañía
de Artillería del Puerto de la Cruz, este mismo año comienza a ser más exacto
en el dibujo, consiguiendo formas remarcadas en líneas todavía muy duras. Se
perfecciona en la captación de los rasgos fisonómicos de los retratados,
posiblemente de sus contactos con el vicecónsul francés don Luis Le Gros,
residente en Tenerife desde 1796-1827, quien fue durante varios años profesor
de la Escuela de Dibujo del Real Consulado de Canarias.
En
1801 los marineros de una corbeta inglesa intentan el desembarco por la playa
junto al castillo de San Felipe, fueron rechazados por los artilleros al mando
del subteniente Luis de la Cruz, El 1 de enero de 1.802 se presentó la obra de
teatro la Tragedia de Zaida, para la cual pintó don Luis cuatro lucidas
decoraciones teatrales. Los actores aficionados, y amigos desde la infancia,
eran don Bernardo Cologan Fallon, su hermano don Juan Cologan Fallon, don José
Pérez, don Diego Barry Júnior, don Pedro Grijalba, don Luis Rodríguez, y don
Ramón Mathielo. Este mismo año es comisionado a Lanzarote como subteniente de
las Milicias de Canarias, para reprimir los disturbios provocados en Teguise a
consecuencia de las elecciones de concejales. El 7 de agosto de 1805 es
ascendido con el grado de Teniente de Milicias Provincial. El 11 de febrero de
1806 es destinado como Teniente de las Milicias Provinciales al Regimiento de
Fusileros de La Laguna
Nombrado
Alcalde Real el 22 de noviembre de 1807 para el histórico año de 1.808. El 27
de junio llega a este puerto un barco desde Bayona (Francia) anunciando el
nombramiento de don José Bonaparte como Rey de España y de las Indias, lo que
suscitó la guerra entre ambas naciones. El Alcalde don Luis de la Cruz y Ríos,
varios días después, mandó retirar de las instituciones locales los retratos
de Napoleón, el emperador de los franceses, la mayor parte pintados por él
mismo. El marqués de Casa Cagigal felicita al Alcalde y certifica los servicios
militares prestados por el teniente de Milicias por las comisiones que se le
encomendaron y la represión de tumultos públicos.
En
abril de 1.809, por encargo del Presbítero don Nicolás Valentín Fernández, párroco
de la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, pinta don Luis de la
Cruz las cuatro historias de la vida de Cristo en el retablo del Gran Poder de
Dios. Dichas historias representan La Transfiguración, Cristo y la Samaritana,
Resurrección de Lázaro e Incredulidad de San Pedro. Basados en grabados clásicos
y flamencos muestran importantes elementos barrocos. Su padre, don Manuel
Antonio de la Cruz (1750-1809), le ayuda pintando un Salvador y unos
Evangelistas en el púlpito. A los pocos días de concluir la obra, el 20 de
Julio, falleció don Manuel Antonio de la Cruz, dándosele sepultura en la misma
Iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia.
El
13 de marzo de 1810 tiene una brillante actuación como teniente de las Milicias
Provinciales contra los sublevados en el motín de los franceses en el cual
perdieron la vida dos ciudadanos de este país José Bressan y Luis Beltrán
Broual, por este hecho es nombrado Alcaide interino del fortín de Santa Bárbara
por el Comandante General don Carlos Lujan. Este mismo año pasa su residencia
familiar a La Laguna, varios meses después concretamente en agosto se refugia
nuevamente en el Puerto de la Cruz por la epidemia de fiebre amarilla. En abril
de 1.811 se traslada a Santa Cruz de Tenerife, y el 12 de marzo de 1812
nuevamente a La Laguna. Ocupa el cargo de Director de la Escuela de Dibujo del
Real Consulado del Mar, comenzando las clases el 6 de abril, aquí nace su hijo
Luis Gonzaga el 21 de agosto de este mismo año. Durante los tres últimos años
de residencia en La Laguna como director de la escuela de Dibujo, se trasladaba
a Santa Cruz de Tenerife a diario en su caballo para retratar en la Comandancia
General a jerarquías militares, estamentos nobiliarios, terratenientes y
burguesía mercantil santacrucera. El 13 de septiembre de 1814, se recibe la
Real Orden por la que su Majestad, don Fernando VII, mandaba volver las cosas
civiles al estado que tenían en el año de 1808, nombrando nuevamente Alcalde
Real a don Luis de la Cruz, quien no llegó a ejercer por estar residiendo en La
Laguna, entrando como alcalde don Matías Romero, por ser segundo en votos.
Contrario a Napoleón y entusiasta y partidario de don Fernando VII
(1.784-1833), solicitó permiso al monarca, por medio de carta el 10 de agosto
de 1814, para hacer su retrato. El 2 de noviembre el Ministro de la Guerra don
Francisco Ramón Eguía comunica por medio de Real Orden el permiso del monarca
para que pueda viajar a Madrid. El 2 enero de 1815 presenta la Real Orden y pone
el cargo como profesor de dibujo ante el Real Consulado por trasladarse a
Madrid. Aquí termina su etapa Canaria y comienza la Peninsular.
Embarca
el 21 de abril por Santa Cruz con destino a Sevilla, donde deja a su esposa doña
Francisca Casañas e hijos, don Luis sale con destino a Madrid el 14 de junio,
lleva cartas y recomendaciones para un protector valioso don Cristóbal Bencomo
Rodríguez, clérigo lagunero a quien el Rey Fernando VII había designado su
confesor y luego Arzobispo de Heraclea, tuvo suficiente influencia en los
consejos de la corona como para obtener la Real cedula de 16 de septiembre de
1816 por la que se creaba la Universidad de San Fernando en La Laguna, comisionándose
al Marqués de Villanueva del Prado don Alonso de Nava y Grimon y Benítez de
Lugo y don Pedro José Bencomo Rodríguez, chantre de la Catedral de Canarias y
hermano del protector.
Consigue
conocer al Rey Fernando VII, al cual retrata, así como a su hermano el infante
don Carlos Mª Isidro (1788-1855). El 24 de noviembre solicita el cargo de
pintor de cámara, y el 25 de enero de 1816 es nombrado pintor de cámara sin
sueldo, por estas fechas alquila vivienda y traslada a su familia desde Sevilla
a Madrid montando un pequeño estudio de pintura donde es conocido como
retratista de cortesanos y altas jerarquías. El 22 de mayo del mismo año
dirige nuevo escrito al monarca solicitando el ascenso de categoría, pero no
obtuvo respuesta y el 22 de enero de 1819 reitera la petición por la vacante
tras la muerte del pintor don José Camarón, y por tercera vez lo intenta el 18
de junio de 1820 tras la muerte del miniaturista Johann Bauzil, nunca obtuvo
respuesta de las Casa Real.
Las
obras efectuadas en esta etapa peninsular se caracterizan por un mayor dominio
del colorido, de la técnica y el virtuosismo. El cambio obedece a la
contemplación directa de las obras de grandes maestros como la forma de
retratar de don Vicente López Portaño (1772-1850), y la seducción ante las
obras del genial don Francisco Goya y Lucientes (1746-1828), ambos pintores de
la corte.
Envió
a Tenerife retratos de don Fernando VII y su hermano el infante don Carlos María
Isidro (Instituto Cabrera Pinto de La Laguna) y de la segunda esposa de don
Fernando VII, la portuguesa doña María Isabel de Braganza.
En
1818, don Fernando VII lo envía a Alemania para que forme parte del cortejo que
acompañó hasta Madrid a la reina doña Josefa Mª. Amalia de Sajonia, su
tercera esposa.
En
Madrid quedan aun mejores retratos de personas de la realeza, como las de don
Fernando VII en el archivo de palacio y de la reina doña Josefa Mª. Amalia de
Sajonia (Colección Rumeu de Armas Madrid), los de la pareja don Fernando VII y
su última esposa, doña María Cristina de Borbón, paseando por los jardines
de la Granja (Diputación de Oviedo), dos autorretratos ante un caballete con el
Rey (Marqués de Espeja y Academia de la Historia de Madrid), superándolos sólo
el estupendo autorretrato que posee el Museo del Prado (en depósito en el Museo
Municipal de Santa Cruz de Tenerife), el retrato de Dama desconocida del Museo
del Prado, a Cristóbal Bencomo Rodríguez arzobispo de Heraclea de la colección
Medina (La Laguna), a la Infanta Isabel pasado el tiempo, la Reina Isabel II, a
la Infanta Carlota, a Mª. Francisca de Asis y Braganza esposa de Carlos Mª.
Isidro, a Felipe Eduardo de Borbón, a Carlota Luisa de Godoy y Borbón, a
Francisco Tadeo Calomarde secretario de estado, Baltasar Magro Viejo, Manuel
Rivas relojero de cámara, Luis León Huertas marqués de Villafuerte, Isidoro
de Urtaiz y Castro, al Infante Francisco de Paula, a la Infanta Luisa Carlota
El
género con el que don Luis de la Cruz y Ríos cosechó indudables éxitos fue
el del retrato miniatura engastado en broches, cajitas, tabaqueras, etc.
llegando a dominar esta técnica con brillante maestría. Se le conoció con el
sobrenombre de "EL CANARIO". Fue elogiado por don Vicente López Portaño,
pintor oficial de la corte (1772-1850). El marqués de Lozoya lo catalogó como
el más destacado miniaturista español comparándolo con ingleses, franceses, y
holandeses. Quedan muchas y hermosas miniaturas de retratos en el Palacio Real
de Madrid, como los hijos de don Francisco de Paula y Luisa Carlota, que fueron
sus protectores.
El
Papa Pió VII (1.800-1.823) el 26 de octubre de 1818 lo invistió Caballero de
la Orden de la Espuela de Oro y conde del Sacro Palacio. El 9 de octubre de 1825
el Rey de Francia Carlos X (1824-1830) concede a don Luis, el Gran Cordón é
ingreso en la Orden de San Miguel de Francia con rango de Caballero. El 19 de
julio de 1.827, el Rey don Fernando VII le concedió él titulo de pintor de cámara
y secretario honorario, no dándole el sueldo efectivo sino el de vista de
aduanas en Sevilla con un sueldo de 7000 reales permaneciendo hasta marzo de
1929 que retorno a Madrid, en abril de 1832 se establece nuevamente en Sevilla.
El 21 de mayo de 1.833 le nombra administrador de la Puerta de Mar de Cádiz con
un sueldo de 14.000 reales de renta anuales y también le concedió el 16 de
junio, la Cruz de Isabel la Católica por meritos patrióticos contraídos en
1808 siendo alcalde del Puerto de la Cruz.
El
12 de octubre de 1833 en la calle los Tiros de Sevilla muere su esposa doña
Francisca Casañas y Castro. El 4 de Julio de 1834 la Reina Isabel II asciende a
don Luis con el grado de Teniente Coronel de las Milicias Provinciales en clase
de retirado. El 25 de noviembre de 1838 pasa a residir en Málaga como profesor
de dibujo. Fue su discípulo don Carlos de Haes (1.829-1.898) creador del
realismo paisajístico en la pintura del siglo XIX; a su vez, fue discípulo de
don Carlos de Haes, don Marcos Baeza Carrillo (1858-1915). En 1852 se le ofreció
la cátedra de pintura en la Academia de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife,
creada con fecha 31 de octubre de 1849, la cual quedó inaugurada el 6 de mayo
de 1850, pero renunció. Muere en Antequera Málaga a los 77 años de edad, el
20 de Julio de 1.853.
Hoy
merecería que se le conociera mejor a este miniaturista y pintor Canario, no sólo
en sus Islas, sino como artista del siglo XIX español.
(Bernardo
Cabo Ramón, en:
http://bernardocabo.blogspot.com.es
1776
Junio 23. La dignidad de Marqués
de Guisla Guiselín es otorgado, por Real Decreto al criollo Juan Domingo
de Guisla y Boot Salazar de Frías y Abreu, Caballero de Santiago y Regidor de
la Isla de Benahuare (La Palma,) por Carlos III.
1776
Julio 27. En la isla de Benehuare (La
Palma) las primeras elecciones tienen lugar las primeras elecciones de diputados
y personero resultando electos para diputados don Anselmo Pérez Brito y don
Santiago Auvert, y para síndico personero don Juan Jacinto de Silva.
1776 Agosto. En la rada de Añazu n
Chinech (Santa Cruz de Tenerife) arrió anclas el “Resolution” comandado por
el gran marino y explorador inglés,
el Capitán Cook. El Resolution -
antiguo navío mercante que como el Bounty
fue acondicionado por el almirantazgo inglés, para viajes de exploración. Esta
expedición era la tercera que acometía el insigne marino, explorador y
naturalista, durante el transcurso del mismo el Capitán Cook, hallaría la
muerte en un enfrentamiento mantenido con los nativos de la isla de Tahíti, El
Capitán Cook, tenía encomendado en este su tercer viaje el encontrar un paso
marítimo por América del Norte desde el Pacífico. Cook, aprovechó la escala
en la isla para visitar a su amigo y paisano el comerciante Mac Kay en su casa
de campo, situada en la carretera de Santa Cruz a Eguerew (La Laguna), en un
lugar próximo a la Curva de Gracia, casona que aún hoy podemos contemplar
desde la carretera general aunque “ahogada” por un collar de modernas
urbanizaciones. En la recova de Santa Cruz, por esas fechas no abundaban los
frutos frescos excepto limones de los cuales hicieron un gran acopio los cuales
fueron consumidos durante el viaje a las islas de Pacífico.
Durante
el viaje no se dio ningún caso de escorbuto, lo que determinó que la armada
británica obligara el consumo de este fruto en todas las naves de su flota. El
4 de Agosto Cook emprendió su último viaje desde nuestro puerto, para
encontrarse con su destino.
1776
Octubre 30. La Casa Fuerte de Adeje
cede al Ayuntamiento de Santiago del Teide (Tenerife) los terrenos denominados
los Baldíos, que pasaron posteriormente a ser cultivados por los vecinos a
cambio de pagar un canon al Ayuntamiento, constituyendo para éste durante casi
dos siglos su principal fuente de ingresos.
1766
Octubre 30. La merced de Marqués
de la Casa Hermosa es concedido, según Real Decreto al criollo
Francisco Mesa y Ponte Pagés Castilla y Machado por Carlos III.
1777.
La Aldea-Tejeda-Artenara. La roturación de las tierras realengas por parte de
los poderosos provoca el amotinamiento de los vecinos de estos pueblos.
1777.
Fallece el criollo Capitán de milicias,
Mateo Manuel Oramas de Saá y Meneses (1701-1777), esposo de
Andrea Elena del Castillo y Barrios. Importante personaje de la vida local en su
época, tanto en lo político como en lo económico, pues fue Alcalde Real de
San Juan de la Rambla en Chinet (Tenerife) en diversas ocasiones y estaba en
posesión de numerosos bienes. Vivió, al igual que sus descendientes, en la
casa con balcón de celosía de la plaza de la iglesia.
1777. En la catedral
de Winiwuda (Las Palmas) se producen algunas desavenencias,
entre el general marques de Tabalosos, en sus funciones de presidente de
la Real Audiencia de Canarias y el inquisidor Ortiz de Funes por motivo de los
lugares y asientos que les correspondían en la iglesia mayor. El jefe militar
pretende desalojar a los inquisidores de la capilla del altar mayor, lugar
ocupado por dicha institución desde tiempos inmemoriales. El monarca español
Carlos III resuelve que, tanto en el supuesto de juntarse en la catedral como en
cualquier otra iglesia de la ciudad de Las Palmas, se siga el orden protocolario
de la catedral de Sevilla «pues a ella se acomodo la Audiencia de Aragón y a
esta la de Canarias». Esta ceremonia consta en el testimonio que se manda
expedir al secretario de la inquisición de Sevilla «Yo secretario del Santo
Oficio de la Inquisición de la ciudad de Sevilla, doy fe y verdadero testimonio
a los señores que la presente lo vieren como todas las veces que los señores
inquisidores de esta ciudad y arzobispado van a la iglesia mayor de esta ciudad
a oír las honras se sientan en la capilla del altar mayor de la dicha Santa
Iglesia en la parte de dentro junto a la reja al lado del Evangelio, en donde se
les ponen sendas sillas de terciopelo sobre una alfombra grande tendida y a los
pies sendas almohadas de terciopelo (...)». En este litigio, el soberano
exige al general marques de Tabalosos que respete la costumbre con el fin de
paliar el malestar que arrastra el tribunal del archipiélago desde inicios del
siglo XVIII. Obviamente esta medida no es resolutiva de la situación, pues a
medida que avanza la centuria las voces que claman por la total abolición de la
Inquisición se hacen oír cada vez con mas fuerza hasta que logran la total
extinción de la misma en 1834. (María Dolores Álamo, 1999)
1777. Se aprueba la fundación de la Real Sociedad Económica de
Amigos del País de San Sebastián de La Gomera. – El Obispo de la secta católica
en la colonia de Canarias, Ponz visita la isla.
1777.
Tamaránt (Gran Canaria).
[…]
Es muy sintomático que fuera el motín de 1777 en la Aldea de San Nicolás,
junto con la demanda de tierras realengas por parte de los grandes propietarios,
los dos factores convergentes que hicieron al Consejo de Castilla proceder al
repartimiento de tierras realengas en las islas. Esta es la idea de la R.
Provisión de 1787, por la que se ordenó a la Audiencia que las distribuyera,
enviando los resultados al Consejo para su confirmación. Un análisis muy breve
pone de manifiesto las controversias suscitadas en torno a la roturación.
Oposición de la ciudad y de los ganaderos a parcelar el Monte Lentiscal y las
tierras realengas, dé una parte; pero también, oposición de los grandes
propietarios.
…Si
se hubiera distribuido en moderadas porciones (las datas concedidas) a vecinos
pobres que pudieran cultivarlas, de que hay muchos en este país y aún en las
cercanías del mismo Monte, destituidos de industrias y manufacturas, se
hubieran excusado las concesiones crecidas que se han hecho sin tanta utilidad a
vecinos acomodados y las controversias que se han ocasioñado", dice la
Audiencia (21).
Como
consecuencia de la R.O. del Consejo, la Audiencia abre un expediente para su
ejecución. Vale la pena seguir los pasos del expediente, porque no se pondrá
en práctica sino hasta 1804-1805 para la Montaña de Doramas y, asombrémonos,
hasta 1818 para el Lentiscal.
En
1788 la Audiencia abre una información para que opinen todos los cabildos y las
Sociedades Económicas, al tiempo que ordena el deslinde y medición de aquellas
zonas de la Montaña Doramas desprovista de arbolado y aptas para el cultivo,
diligencias todas ellas evacuadas con rapidez. A la vez, abre otra información
para que concurran aquellos labradores que se crean con derecho a participar en
el sorteo de las suertes, de conformidad con lo dispuesto en la R.C. de mayo de
1770. El retraso en realizar el repartimiento es producto de la cerrada oposición
del Ayuntamiento y la Económica de Las Palmas, oposición que origina una
conflictividad latente en el seno del campesinado. Pero ¿qué motivos aducen
ambas instituciones?
Destaquemos
los siguientes:
a)
La postura del concejo se manifiesta en largas excusas hasta que por fin evacúa
el informe solicitado. En 1794, el personero en nombre del cabildo indica que lo
que debería procurarse. En primer término restituir todos los terrenos a la
antigua demarcación la del deslinde general realizado en 1706 con objeto de
pedir al rey el disfrute de las tierras de realengo por el cabildo durante diez
años. Ello suponía un desprecio hacia la Orden emanada del Consejo y hacia las
peticiones del campesinado, así como el desconocimiento de la causa originaria
del motín de 1777 en La Aldea. En segundo lugar, cercar los montes y proceder a
su repoblación en conformidad con el plan propuesto en 1788 por el corregidor
Vicente Cano.
b)
La opinión de los Amigos del País es coincidente, insistiendo como perentorio
en la necesidad de conservar los montes en razón de la escasez de lluvias y su
repoblación. haciendo referencias al dictamen del corregidor Cano.
Junto
con los informes acción el concejo prohíbe la entrada de ganado en Lentiscal y
Doramas y acota zonas para proceder a la repoblación. Pero esta decisión
perjudica a los ganaderos y a aquellos campesinos que viven en los limites del
realengo y que necesitan alimentar en el pasto común su pequeño hato de ganado
menor necesidad imprescindible para complementar su nivel mínimo de ingresos.
La respuesta llega en 1799: los vecinos del pago del Palmital y Solapones se
amotinan, rompen las cercas de los terrenos acotados y destruyen las diligencias
verificadas contra los infractores por entrar ganados. Motín en el que detrás
están, como instigadores, los grandes criadores.
Creo,
y es lógico sostener, que la coincidencia entre cabildo y Económica obedece a
una alianza de intereses de la oligarquía detentadora del poder, los
propietarios, frente a las peticiones e intereses del campesino sin tierra. Y
esto es así, porque la actitud del cabildo y la Económica no consistirá en
esa defensa cerrada de los montes cuando, algunos miembros de su clase obtienen
datas en tierras realengas. Es el caso de la concedida en Doramas a Cristóbal
Mujica en 1795. (Antonio Bethencourt Massiu et al, en: Millares Torres. 1977)
1777. Septiembre. Los corregidores -representantes de los intereses de la
Corona española- intervinieron en La Aldea de San Nicolás con el fin de
expulsar a los campesinos de las
tierras que venían labrando desde tiempos antiguos aduciendo que eran de
patrimonio regio. Los aldeanos respondieron con un abierto alzamiento,
sustanciado ante el Consejo de Castilla, éste decidió mantener a los mauros
colonos en la posesión de las tierras roturadas.
1777
Mayo 14. Se hace constar la misteriosa
desaparición de documentos relacionados con la administración del templo de la
secta católica de la Concepción en la Villa de La Orotava, este templo así
como la del registro del tercer barco con permiso real de la metrópoli para
obtener beneficios en las colonias de América gracias al cual se obtuvo el
dinero para concluir la fastuosa obra.
1777 Mayo 21. El obispo de la secta
católica Juan Bautista Servera funda en Winiwuada n Tamaránt (Las Palmas de
Gran Canaria) el Seminario Conciliar, único centro de enseñanza de la Isla. Se
ubicó en el colegio de los Jesuitas y la dirección le fue encomendada a Manuel
Verdugo, años más tarde obispo de Canarias. La solemne apertura de curso tuvo
lugar el 17 de junio de 1777 con dieciseis alumnos, que luego completarían su
formación en Sevilla (España), según acuerdo firmado en
1797 Septiembre 5. Se produjo un
intento de invasión de navíos ingleses por Puerto Santiago (Tenerife).
Éstos
fueron rechazados a base de pedradas que tiraban los vecinos de Valle de
Santiago desde los altos de Acantilados de los Gigantes.
1777
Septiembre 23. El título
de Conde de la Vega Grande de Guadalupe
es concedido, por Real Decreto al criollo
Fernando Bruno del Castillo Ruíz de Vergara y Castillo Cabeza de Vaca y
Cairasco de Figueroa, por el monarca Carlos III. D. Fernando Bruno del
Castillo-Ruíz de Vergara, I Conde de la Vega Grande, era hijo del célebre
historiador Pedro Agustín del
Castillo y Ruíz de Vergara (Alférez Mayor de Canarias, Regidor Perpetuo y
Decano de su Ayuntamiento, Alcaide del Castillo de la Luz de Las Palmas,
Corregidor y Capitán de Guerra de la Isla, Patrono del Convento de San Pedro Mártir)
y de su esposa Jerónima del
Castillo y Cabeza de Vaca. Casó con Luisa
Amoreto Manrique, de la importante familia sureña de los Amoretos. En esta casa
nobiliaria es de destacar la figura de Agustín
del Castillo y Bethencourt, IV Conde de la Vega Grande, último Alférez Mayor
de Tamaránt (Gran Canaria) y Caballero de Calatrava. Nació en Winiwuada n
Tamaránt (Las Palmas de Gran Canaria) en 1805. En su persona se ejemplifica el
proceso de aburguesamiento de la terratenencia colonial decimonónica. Se esforzó
enormemente en para superar las formas caducas de explotación de la tierra y
adaptar la economía rural al triunfante espíritu capitalista. Fue miembro de
las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País de Santa Cruz de Tenerife
y de Las Palmas de Gran Canaria. Siendo comisario regio de agricultura, promovió
diversas actividades económicas como la cría del gusano de seda y la caña de
azúcar. Como uno de los más significativos líderes del Partido Canario, tuvo
una gran influencia política durante el período 1843-68: ejerció como Senador
Vitalicio e influyó notablemente en la concesión de los Puertos Francos y en
la división provincial de 1852. Agustín
del Castillo muere, en 1870, en la misma ciudad que le vio nacer.
1777 Octubre 18.
Estando en Canarias con el cargo de Teniente del Rey D. Matías de Gálvez,
padre de Bernardo de Gálvez, Coronel y Gobernador de La Louisiana, recibió aquél
la orden de reclutar un batallón para aquel país.
"para
cuidar y levantar un Batallón para La Louisiana... Notició esto al comandante,
el que se opuso, diciendo que si los Gálvez querían hacer su fortuna a cuenta
del Rey no lo permitiría, ni libraría dinero de la Tesorería a este
fin". "Presentose dicha orden al Cabildo y éste atendiendo
circunstancias no tuvo por perjudicial se levantase dicho Batallón para La
Louisiana, en donde se repartirían terrenos a los que vayan y se podrá formar
una colonia de canarios que puedan ser útiles a la labranza y
manufacturas". (Memorias de Lope Antonio de La Guerra)
1788.
Otro proceso hubo, secreto como todos los relacionados con el clero católico,
cuyo atento exámen llenaría hoy de espanto, á todo hombre honrado, que tu
viese ocasión de leerlo. había en
la parroquia de los Remedios de la Laguna (Tenerife), un Beneficiado de 47 años
de edad, persona hasta entonces de reputación intachable. Este Beneficiado
tenia, entre otras, una hija de confesión, soltera, de 25 años, de una familia
criolla respetable y poderosa, cuya joven estaba al cuidado de su abuela.
Hacia
algunos años que el Beneficiado dirigía espiritualmente á su penitente, en
cuya casa tenia entrada libre y una grande amistad. No sabemos cual fue el
motivo de que cambiara de director, pero es lo cierto que, habiéndola oído en
confesión el Padre misionero José Leonisa de Málaga, que recorría,
predicando, la Isla de Tenerife, le acon-sejó se delatara espontáneamente al
Santo Oficio, si quería salvar su alma. Siguió la jóven el consejo, y en
carta escrita por ella, cuyo original está en el proceso, relató los hechos más
estupendos, que concebir puede la imaginación más extraviada.
Resulta
de su carta, en la que se ratificó ante el Comisario de la Laguna, que, valiéndose
el Beneficiado de supuestas revelaciones, la llegó á persuadir, que el único
medio de purificar su alma a. era mortificándose el cuerpo; pero con la precisa
condición, de aplicarle él mismo la disciplina. En efecto, á una señal
convenida salían ambos del salon, se encerraban en un cuarto, apartaban la luz,
y se entregaban fervorosamente á esos actos de penitencia. Unas veces, por
martirizarla más, cuenta ella, que le daba mordiscos y puñadas, y la obligaba
á que le es cupiese el rostro; y otras le ataba la lengua con un cordel, y
tiraba á su antojo de ella. Esto es, lo que juzgamos prudente reseñar,
omitiendo los innumerables detalles que en su interrogatorio refiere, y que
ofrecen el cuadro más triste y repugnante de la degradación humana.
Tal
abuso de confianza, conducta tan infame, parece que debiera haber sido
castigada, con todo el rigor de las leyes inquisitoriales; ahora bien, admírense
nuestros lectores, el reo fue condenado a una reprensión secreta, á que no
volviese á confesar de aquella manera, y á un mes de ejercicios, que cumplió
en el convento de Santo Domingo de Las Palmas. La aprobación de esta sentencia
por la Suprema, lleva la fecha de 10 de Marzo de 1790.
De
modo, que una pobre mujer es acusada de viajar por el aire, montada en el mango
de una escoba, y sale á la vergüenza pública por las calles, en un asno, y se
le aplican, medio desnuda, doscientos azotes; un hombre dice, que vale más
estar bien amancebado, que mal casado, y se le destierra perpetuamente; á otro
se le manda diez anos á galeras, porque nace en Inglaterra., y profesa la
religión reformada; y á otro, en fin, se le quema: vivo, porque no quiere
abandonar la fe de sus padres; y á un hipócrita embustero, corruptor de la
juventud, pervertido y cínico, que valiéndose de su carácter, y de total
confianza que inspira su misión sacerdotal, abusa de lo más sagrado y
respetable que existe en el mundo, á ese hombre, vil escoria de la sociedad, no
se le condena, sino á una reprensión, y un mes de ejercicios.
Esa
era la justicia de ese infame Tribunal; ese el criterio de sus jueces,
encargados de velar por la moral pública; esa la equitativa balanza de sus
fallos.
Ante
todo era necesario ocultar el delito, y salvar al criminal. y ¿por qué? Porque
el reo era sacerdote. La sociedad y la familia quedaban desagraviadas, con
prevenirle que no volviese á confesar de aquella manera. Si fuéramos á
continuar la relación de esta clase de procesos, nuestro trabajo seria
interminable. Basta lo dicho, para comprender el estado social de aquella época.
(Agustín Millares Torres; 1981)
*
Guayre
Adarguma Anez Ram n Yghasen.
---»
Continuará