EFEMERIDES
CANARIAS
UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO COLONIAL, DÉCADA 1761-1770
CAPÍTULO
-I-
Guayre
Adarguma *
1761.
Fallece en el Convento de
Los Realejos el fraile de la secta católica de S. Agustín, el criollo
Marcos Alayón, era natural de Chinech (Tenerife), sin que podamos
precisar la fecha de su nacimiento, que alcanzó gran fama en el Archipiélago
como predicador y poeta.
Escribió
varios autos sacramentales y especialmente el que imprimió en Sevilla, bajo el
título de El Rey de los Cielos adorado en la tierra. Escribió también un
poema sobre el incendio de Garachico en 1697 y varias poesías que se conservan
manuscritas. Edición: Floresta de Poesía Canaria. Fray Marcos Alayón.- Nota
preliminar de María Rosa Alonso.- La Laguna de Tenerife, Univer- sidad de La
Laguna, 1946. Contiene: "Loa para la noche de Navidad" y "
Juguete de la adoración de los pastores".
Año
de 1761 Entre
con salud
en este
dño de
1761, i
concurri al Cabildo
gral. en
que se
nombran los
Diputados para
el año,
Alcaldes de
Oficios, i
se ofrecieron
algunas competencias,
i protextas
sobre las
elecciones. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1761)
1761
Enero 14, El
14 de
Enero por
la noche
estuvo muy
cerca de abrazarse
(sic) el
Convento de
Religiosas Dominicas
de Esta
Ciudad; pues
se prendio
fuego en
el Tablado
de un
Libratorio que
estaba acabandose
de fabricar
sobre la
Puerta pero
haviendose asomado
por casua[li]dad
á las
12 de
la noche
un familiar
de la
Casa del
Marques de
Villanueva á una
de las
ventanas que
caeen (sic)
á un
callejon del dho.
Convento reparó
en el
extraordinario resplandor
q.e salia
por la
ventana del
Libratorio, i
haviendo conocido
que era
incendio, salieron
de dha.
casa á
avisar al
Mozo de
Monjas, para que
abriera el
compas, lo que
costo trabajo,
porque el
Mozo estaba
á buen
sueño, i
se procuro
hazer saber
á las
Religiosas el
peligro, en
que se hallaban,
tocaron luego
á fuego:
juntose gente,
acudieron unos
á disponer
el modo
de apagarlo,
i otros
á executarlo
cortando tres
vigas del
Tablado, que
estaban ardiendo,
con lo
que cessó
el fuego,
i comenzó
á serenarse, conocieron
el peligro,
i que
las Religiosas,
que ya
estaban disponiendo
el modo
de salir.
No se supo
con certidumbre
la causa
del incendio;
pero se
atribuye á
descuido de
los Oficiales
que trabajaban
alli, con
un brasero
que se
les dio
para calentár
un poco
de engrudo. Este
es un
enemigo con
quien se
debe estár
siempre. á
lerta (sic);
pues quando
llegar á
tomar fuerzas
es dificil vencerlo. (Lope
Antonio de la Guerra y Peña. 1761)
1761
Enero 17. Haviendo
muerto ntra. amada Reyna
D.” Maria
Amelia de ‘Saxonia
el 27 Sept.e del año
pas. de 1760, llego
esta triste
noticia en carta,
que se leyó en Cabildo
de 17 de
Enero de
este, con cuyo aviso
se determinó
participarlo aquel
dia á
las Parroquias
i Conv.tos paraq.e hiziessen seiía,
i á
los V.es
Vicarios, paraque convocassen
á los
Beneficiados i
Curas de
la Isla,
paraque concurriessen
a las
Excequias, que
havian de
ser los
dias 25
i 26 de Febrero
en la
Parroq. de Maria
Ss.ma de la
Concepcion. Como
en efecto se hizieron en
dhos. dias, haviendose
adornado la
Iglesia con
rica colgadura de damasco
carmesi, i
erigidose un
regio tumulo
ante la
Capilla mayor,
en el
que sobre un
negro cogin
de terciopelo
se miraban, i
corona, i
en contorno cantidad
de luces
en blandones i
candeleros de plata,
i todo
el suelo de la
Nave del medio
lo cubria
una negra bayeta
hasta el Coro, en donde terminaban
dos filas
de hachas que salian desde
la Capilla mayor.
A todo este magnifico
aparato se
añadia lo
serio del
Concurso, que
lo componia
el M. 1lt.e Cabildo
con 24 Caballeros
Regidores., Corregidor, Ss. nos, Maceros
todos vestidos de
rigoroso luto, Cleros
compuestos de los Beneficiados
i Curas
de la
Isla, Religiones, Militares,
Cabos i demas Pueblo.
Dixose con
la posible solemnidad la Missa,
q.e fue
oficiada por
la Mussica, i se
terminó con una Oracion
funebre que dixo
el M. R.
P. Mtro.
fr. Joseph Wagdin
del orden de Predicadores,
en la
que expreso las singulares,
i christianas
virtudes, que adornaron á
ntra difunta
Reyna. Havia
nacido, esta Señiora en 24
de Nov.e de 1724;
i casadose con
el Rey
ntro. Señor Dn
Carlos III,
siendo Rey
de las
dos Cicilias,
en 9
de Mayo de
1738, pero
ahora que comenzaba esta
Heroyna á Reinar en ntra.
España nos
la quito
la fatal Parca haziendonos ver
q.e tambien
los Reyes mueren. (Lope
Antonio de la Guerra y Peña. 1761)
1761
Febrero
N.
S.r S.e a Tme m.s a.os Canaria y
Febrero 19 de 1761
D.r
D.n Bernardo Loygorri Virto [Rúbrica] (Mª Teresa Cáceres
Lorenzo)
1761
Febrero 21. Conociendo
el M.
1lt.e Cabildo la afliccion
de los Pueblos,
por irse
perdiendo los
sembrados a causa
de faltar
el agua, determinó
hazer un
Novenario al
Ss.” Sacra- mento
en la
Parroq. de Maria Ss
de los Remedios,
i presente esta imagen, se
comenzõ el Sabado 21 de Febrero,
i todas
las noches
salia el
Rossario por las
calles á
que acudia con
devocion todo
el Pueblo.
La Noche passó
por las
calles: la
2.a fue al
Conv.to de Sn Francisco:
la 3,a al
de S.to Domingo: la
1761
22 Marzo. En
los dias
21 o
22 de
Marzo por
la noche
se quemó
en el
Lugar de
Icod la
Casa de
Dn Joseph
Lucas de
Mendranda, i
en ella
una hija
del dho. de
edad de
20 años,
i de su
suegra. Una
criada, que
se arrojó
de una
pared, murió
a pocos dias
despues, i
él, i
su Muger
salieron por
una ventana
á la
que se
arrimo una
Escalera, que
se partio
al bajar
los dhos,
i recibieron algun
daño.
Pocos
muebles se
libraron del
fuego, i
hasta los
papeles se
incendiaron, i
alguna cosa
que se
libertó de
este, cayó
en manos, que
ni aun las
descomuniones bastaron,
para que las
bolvieran.
Atribuyese
toda esta
desgracia á
un Criado,
que haviendose
emborrachado, se
durmio al
pie de
la escalera
con un
hacho de
Tea al
lado, el
que despierto,
i conociendo el
daño que
causaria, cuando vio
la Escalera
incendiada, se
puso en
huida. Los
descuidos de
los Criados son
por lo
comun los
que causan
estos i
otros mayores daños
á sus
Amos. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1761)
1761
Marzo 27. El
27 de
este Mes de Marzo
por la
noche se vio del Lugar
de Tacoronte, del
Sauzal, i de otros el Mar,
que parecia
se havia transformado
en Etna.
Este Phenomeno tan
extraordinario amendrentó
a todos los
vezinos de dhos Lugares, que
creyeron era
ya el
fin del
Mundo, i
que aquellos
barrancos de fuego
los venian
á tragar,
i ocurrieron
á las
Iglesias á confessar sus
culpas, i
pedir missericordia
a Dios:
Pusose patente
á S.
M. en
este conflito, i
los Curas
exortaron á sus
feligreses al
dolor de sus
pecados, i
seguimiento de
las virtudes,
hasta que
llego el dia,
i desaparecio
todo el
Phenomeno, que continuo
alguna otra
noche, aunque
diminuto. Haviendose
hecho refleccion
sobre los
motivos, que pudieran
hazer tomar
á las
aguas del mar
esta apariencia de
fuego, le
daban muchos los
que se
querian entrar
á Fhisicos. Unos decian
que era una
especie de
telitas que se
crian en
el agua,
que los
Pescadores llaman
ardentia, i
muchas ocasiones
se hallaban
rodeados; te ella, de modo
que les
parecia estár entre
las llamas,
i que
arrojaban chrispas,
pero tan
inocentes; que su tacto no
tenia el minimo ardor:
Otros
que era alg.
Ballena ó
pez grande,
que se
avia o muerto, i
su aceite
podrido i
extendido en
la superficie
del agua
se via
de aquel
modo; otros
que era el Ep,
de la
desova de los
pezes, i
que esta unida en un
trozo de mar
se divisaba de aquel modo;
i otros
que seguian otros diferentes
systemas. En
fin los
Pueblos q.e conocieron,
que aquello
era solo
apariencia bolvieron
á sus
desordenes, i
demostraron quan
poco permanentes son sus
conversiones.
1761
Marzo 31. […] Aun
los animos
no estaban bien
sossegados del
susto a
antecedente, quando sobrevino otro, que aunque en la
realidad era mas
temible, solo
lo fue
por lo
que habia precedido:
esto fue un
temblor de
tierra que se sintio
el 31 del
mismo mes
de Marzo
á las
once i
media de la
mañana, que duraria
un minuto;
i se
notó que
el mar
se havia apartado mas
de lo
ordinario, lo
que hizo
creer haver
havido alguna
revolucion grande
en la
tierra; pues
fue lo
mismo que
se notó el
lo del
año de
55. Haviendo
entrado embarcacion, se
supo que
el mismo dia
se havia
sentido un
temblor fuerte
en la
Peninsula de
España, i
con expecialidad
en sus
costas, aunque
no recibieron
daño grave,
por lo
que de
los Reynos
de Castilla,
Leon, i
Aragon passaron
Diputados á
Madrid á
asistir al
Te Deunz, que
en accion
de gracias,
se cantó
en un
Convento de Religiosos
Franciscanos. En
Lisboa fue
mas fuerte,
cayeron algunos
edificios arruinados.
(Lope
Antonio de la Guerra y Peña. 1761)
1761
Abril 16. Se
embarcó para
passar á
España con el
destino de
retirarse á
su celda
en la
Villa de
Avilés el Ilt.mo
Sr. D.”
fr. Valentin
Moran del
R.1 i
Militar orden de
Maria Ss.ma
de la
Merced Redencion
de Cautivos
por hallarse con
algunas enfermedades
habituales. Fue
muy propenso á
hazer limosnas,
i mirar
por los
pobres. S.
M le señal6
quatro mil
ducados añales
de las
rentas de
este Obispado para
mantenerse con
decencia. fue
electo por su
sucessor el
Sor Dn
Francisco Xavier
Delgado i
Venegas Canonigo
Magistral de
la Sta
Iglesia de
Cordova. (Murio en
su Conv.to de Avilés
en 9 de
Enero de
1766.) (Lope Antonio de la
Guerra y Peña. 1761)
1761
Abril 22. Desembarcaron
en el
Lugar i
Puerto de Sta
Cruz tres
Ministros R.s
El uno
Dn Pedro
Cathalan Veedor de
la gente
de Grra.
y contador pral.
en estas
Islas por muerte
de Dn
Lazaro de
Abreu honorario
del Consejo
de Hacienda.
i Dn
Magin llo Thesorero
gral, de
R.s Rentas,
cuyo empleo
tenia Dn
Mathias Rodriguez Carta.
i el
otro Dn
Alonso Isidro
Narvaez, Vivero Administrador
de R.s
Rentas de
Aduanas, Tercias, Orchillas,
en lugar
de Dn
Lorenzo Vasquez
de Mondra- gon. (Lope Antonio
de la Guerra y Peña. 1761)
1761
Abril 22. Había arribado
a Tenerife el nuevo administrador general de rentas reales que, revestido del más
excesivo celo, se daba prisa a ponerlo todo en opresión. Altérase la tarifa
para los aforos. Establécense nuevas reglas para los comisos. Desciéndese
hasta las más extrañas minucias. Muévense diversos asuntos. Nótase en todos
los ramos una austeridad, un rigor y una suma justicia, de que no son capaces
los hombres ni el comercio, el cual padeció por ello graves quebrantos.
Quéjanse
sucesivamente los mercaderes, los cónsules, los dueños de navíos. Acuerda la
ciudad, por representación del regidor don Fernando de Molina y Quesada, que
don Alonso Narváez manifieste en el ayuntamiento las facultades con que se
halla para tantas innovaciones y escrutinios; y Narváez, como por desquite,
pide a la ciudad la moneda forera y que dé cuenta de todos otros cualesquier
derechos confundidos. El comandante general, constituido en la dura necesidad de
sostener al administrador, sigue una contestación larga y molesta con el
cabildo. (Viera y Clavijo, 1991)
1761
Septiembre. El comerciante
escocés George Glas ascendió al Teide a principios de septiembre de 1761.
Refiere que nadie hace el viaje excepto los ingleses y unas pocas gentes pobres
de la isla que se ganan la vida recogiendo azufre. Los colonos españoles
acomodados no tenían curiosidades de este tipo. Señala que no hay lugar en el
mundo más apropiado para observatorio que la Estancia. Este comerciante y
aventurero inglés escribió: Descripción
de las Islas Canarias, incluida la historia moderna de sus habitantes, y una
relación de sus usos y costumbres, comercio, etc., en su edición de Londres,
de 1764. Existe otra edición en Londres, en dos volúmenes, después de la
muerte de Glas, editados por Pope and Swift en 1767. Existe una edición
traducida al castellano por Constantino Aznar de Acevedo y editada por Instituto
de Estudios canarios, Tenerife 1982.
“«De
Nación Inglés» lo llama Lope Antonio de
1761.
Tanto en los memoriales de la colonia, como en las crónicas del canónigo y
historiador, el criollo icodense José de Viera y Clavijo, como en las Memorias
del también criollo don Lope Antonio de
1)
El paro endémico
2)
Los bajos sueldos
3)
La carestía de los productos básicos (trigo,
aceite etc.).
4)
La negativa situación de la agricultura, de la industria y del comercio.
En
la agricultura se observa que la propiedad se encuentra concentrada en unas
pocas manos, que no existen capitales para invertir en ella, y que sus rentas
son tan bajas que apenas permiten la subsistencia. Por su parte la industria no
existe debido a la falta de mano de obra especializada y capitales. Y el
comercio está reducido al muy menguado del vino. ¿Soluciones? No faltan.
Controlar
la emigración, regularla. Que en cada barco de 200 toneladas embarquen sólo 25
personas. Siguen otras medidas: aumentar el servicio militar y verificar la
“reforma” agraria basada en repartir las tierras baldías y asentar en ellas
a la gente. Esta última medida propuesta fue aprovechada por empleados de la
metrópoli, burguesía terrateniente dependiente y criollos como excusa para
apoderarse de las tierras comunales, sumiendo así más si cabe en la más
absoluta pobreza al campesinado de la colonia.
Con
los datos disponibles parece posible sostener que a partir del Reglamento de
1718 institucionalizando la obligación impuesta por la metrópoli en 1678 de
enviar cinco familias canarias por cada
cien toneladas exportadas, es cuando se hace presente de modo regular la sangre
canaria en las colonias españolas en América. Es sólo una apariencia, porque
dicha aportación ha sido continua desde el XVI. El siglo XVIII sería sin duda
el curso de tiempo testigo de un mayor porcentaje emigratorio organizado. La política
internacional está muy presente en los vaivenes del fenómeno. Un peligro
internacional en tierras un tanto desguarnecidas va a influir en la política
migratoria.
La
penetración española en Florida desde Carolina y Georgia; la seguridad y
control del seno mexicano; la presencia extranjera no española en Texas y
Luisiana; la irrupción desde el Santo Domingo Occidental sobre el oriental hispánico;
el contrabando en las costas de Venezuela o en la banda Oriental rioplatense,
obligaron a la metrópoli a pergeñar una política repobladora encaminada a
reforzar localidades ya pobladas o a fundar nuevas que sirvieran de barrera a
este despliegue colonizador de otras potencias europeas. Los criollos y colonos
de las Islas Canarias, siempre clamando por obtener ventajas comerciales,
figuran en los planes y proyectos de la citada política como cantera humana. Un
Reglamento, de 1718, y una entidad,
1761
Julio 3. No es de extrañar
que, en el largo período de catorce años, el general Urbina llegara a
persuadirse que era dueño absoluto de las vidas y haciendas de sus
administrados.
Cuando
llegó la noticia de su relevo, fue grande el júbilo de los criollos isleños y
hasta los mismos ayuntamientos creyeron llegado el momento de reconquistar una
parte de su antiguo predominio y de sus mermadas jurisdicciones. Las fortalezas
devolvieron los presos que guardaban en sus calabozos, los procesos
desaparecieron y las perseguidas familias respiraron al fin con libertad.
Era
el nuevo general don Pedro Rodríguez Moreno, quien llegó a Santa Cruz el 3 de
julio de 1761. El estado del país era entonces muy angustioso. La escasez de
lluvias, mal ya crónico en algunas de estas islas, la plaga de langostas que en
espesas falanges llegaba periódicamente desde el fondo del Sáhara y la falta
de iniciativa en las corporaciones y sociedades, anunciaban una triste
decadencia cuya extensión y consecuencias no era fácil adivinar. Agravaba esta
situación la nueva guerra que Carlos III había aceptado contra la Gran Bretañia
en 2 de enero de 1762, ligado como estaba por el Pacto de Familia. Esta
declaración venía en las Canarias a perturbar, como siempre, grandes
intereses. especialmente en esta ocasión en que se esperaban de Inglaterra
algunos buques cargados de trigo, mientras el rey ordenaba el embargo de toda
embarcación inglesa que llegase a nuestros puertos.
Para
remediar estas necesidades dispuso el rey que inmediatamente se compraran seis
mil fanegas de grano y se enviaran a la provincia en tres naves, fletadas con
este solo fin, de modo que la población no dependiera del cargamento que se
esperaba de una nación enemiga. Llegado este socorro se vendió el trigo al
precio corriente, sin tener en cuenta sus gastos y flete, lo que fue de gran
alivio para los isleños. Pero a estos cuidados se agregó muy pronto el temor a
un ataque de parte de los ingleses, cuyo poder en los mares había aumentado
considerablemente en aquellos últimos años.
Para
prepararse a la defensa hubo juntas patrióticas en Las Palmas y La Laguna, a
las que concurrieron las autoridades y aquellas personas más ricas e
influyentes del país, nombrándose comisiones permanentes que entendieran en
las diversas cuestiones de subsistencias, ambulancia, municiones, armas,
trincheras y fortalezas. En aquellos críticos momentos fue cuando se dio a
conocer la impericia del general, anciano tímido, irresoluto e indolente, que
no salió del pueblo de Santa Cruz durante el tiempo de su gobierno. Por fortuna
la paz se ajustó en noviembre de 1762, y Moreno, que había solicitado con empeño
su traslación, vio al fin cumplido su deseo con la llegada de su sucesor.
Millares T. 1977)
1761
Julio 3. Al
amanecer llegó
al Puerto
de Sta
Cruz un Navio
de Guerra
Español, que
conducia al
Excmo Sr Dn
Pedro Rodriguez
Moreno Mariscal
de Campo
de R.s Exercitos
Gov.or i
Comand.te GraI.
de estas
Islas: desembarcó
á las
9 de
la mañana,
i se
hospedó en
el Castillo
pral., en
donde su
Castellano Dn
Roberto de
la Hanty le
mantuvo explendidamente
17 dias
hasta que se le
compuso la
casa que
dexó su
antecessor en
aquel Lugar:
El 7
de Septiembre
por la
mañana subio
a esta
Ciudad á
pagar la
visita al
Cabildo. Salieronle
a recibir
a caballo muchas personas
de distinccion,
i en
la Calle
de la
Carrera se
apostó el Regimiento
de IX
Ciudad puesto
en dos
filas hasta
la Casa
del Cor.1
D.n Francisco
de Castro,
que se
le tenia previnida
(sic) por
el Cabildo.
i en
la que
la mayor parte
de los Regidores
le esperaba,
i otras
muchas personas
de distinccion.
Luego que
llegó dho.
Exc.mo Sor
marchó el
Regimiento por
frente de
la Caxa,
haziendo todos sus
Oficiales la
Espontonada á
S. Exc.”
que miraba
de un Balcon.
Costeo el
Cabildo unos
explendidos convites,
i refrezcos, que
dispusieron los
Diputados Dn
Juan Bautista
de Castro,
i .n
Juan Franco
de Castilla,
á los
que asistieron
los prales.
sugetos; i
el dia
10, habiendo
pagado la
visita al
Cabildo, i
no otras,
por hallarse
enfermo de una
pierna, se
bolvió á
Sta Cruz
acompañado de
muchos Caballeros de
esta Ciudad.
Ya
en 12
de dcho.. Mes
de julio se
havia embarcado
para España
en el
Navio de
Guerra, en
que vino
el Sor
Moreno, su
antecesor el
Excmo. Sor
Dn. Juan
de Urbina, del
Orden de
Santhiago Comendador
en 151
del Campo
de Criptana,
que Governó
estas Islas
por espacio
de 13
años i
diez Meses,
i en
el tiempo de
su comando
se fabricó
el Puente
de Surita
en el
camino de
Sta Cruz
á costa
de los propios
del Cabildo:
El muelle,
que quedó
casi acabado,
i un
Almahacen de
polvora en
el Lugar
de Sta
Cruz.
Los
primeros años
de su
Govierno fue
moderado en
sus procederes;
pero ya
en los
ultimos años
quiso governãr
con tanto despotismo,
que hazia
quanto se
le antojaba
le sucedio
el Sr
Dn Domingo Bernardi,
que llego
el 3
de dho.
mes de
Julio por
lo que
el Comando
de Moreno
fue de
tres años cabales.
Y retirado
g su
casa en
Zaragoza murió
en ella
año de
1769. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1761)
1761
Julio 24. Fue admitido
en Cabildo de Gran Canaria Santa Ariza.
D.
Nicolás de la Santa Ariza fue Teniente Coronel del Regimiento Provincial de La
Orotava, y a su instancia se le concedió el retiro con el sueldo que deseaba,
pero con pensión sobre la Encomienda, siempre que aya bacante que lo permita en
R.O. de 16 de Septiembre de 1773. En la misma real resolución se le decía que
si le convenía, sería nombrado gobernador del Castillo de San Francisco de
Risco. Debió dar su conformidad, porque posteriormente fue designado para esta
comisión, como hemos visto. Era Teniente Coronel de Milicias Canarias por Real
Despacho expedido el 20 de Diciembre de 1759, en vacante que dejó en el
Regimiento de La Orotava por su ascenso a Coronel don Juan de Franchi. Con
anterioridad era la Santa Ariza Sargento Mayor en el mismo Cuerpo.
Fue
de la Santa Ariza nombrado Corregidor de Gran Canaria en 1761, y autorizado para
jurar el cargo en manos del Regente de la Real Audiencia, que lo era a la sazón
el Doctor Don Gonzalo Muñoz de Torres, juró defender el Misterio de la Pura
Concepción y despachar los pobres sin derechos y demás Ordenanzas. Fue
admitido por el Cabildo de Gran Canaria el 24 de julio de 1761, y desempeñó el
corregimiento a satisfacción del país hasta el 9 de Junio de 1768, en que
entregó el bastón de mando a su sucesor D. Francisco Ayerbe Mateo y Aragón.
Agradecida la ciudad a su gestión, el lO de Mayo de 1768 elevó al Rey un
Memorial y se dice en él que durante su corregimiento había conducido a la isla
«sin la mínima discusión, antes sí
con omnímoda paz y tranquilidad. Amplió y concluyó el paseo nombrado del Señor
San Joseph: construió en parte y reedificó en el todo, las Murallas que sirven
de freno á el Barranco, ría temporal que divide los dos barrios de que se
compone esta Capital, destrosada y arruinada la maior parte de su Puente en la
Havenida que sobrevino el dia seis de Henero del año pasado de setecientos
sesenta y seis, supliendo en estas fábricas y en dos deslindes que presenció
de los Montes y Montañas desta Ysla, el primero peculiar de su Corregimiento y
el segundo en virtud de mandato del Tribunal desta Real Audiencia, indecibles
afanes é incomodidades y gastando parte de sus rentas. Y haviendo regido esta
República en todas sus funciones políticas y económicas con total aceptación
de sus Magistrados y Tribunales, limpiándola de Vagamundos, Ladrones y
Malentendidos, logró á su salida no motejarle y sí aplaudirle sus hechos y
procedimientos, así nobles como pleveios...» Suscribieron este laudatorio
informe municipal, el Teniente General de la Isla, Licd. D. Miguel de la Torre
González y Sardina, los Regidores D. Diego Botello Huesterling y D. Antonio
Zerpa Padilla y Romero, con el escribano Mayor del Consejo D. Francisco Javier
Hernández de Yilches. (Datos proporcionados por el historiador D. Dacio Y.
Darias Padrón), y que constan en su archivo-biblioteca. (En: José María Pinto
y de la Rosa. 1996)
1761
Julio 27. De
madrugada se
incendió el
Convento de
Religiosas Dominicas
de la
Villa de
la Orotava.
Las Religiosas
se libraron
todas de
la voracidad
de las
llamas; pero
lo descuidadas que
las cogio
el incendio
no dioles tiempo para
sacar sus
muebles, i
áun algunas
salieron ya
medio desnudas,
i cada
una fue
á hospedarse
á la
casa en que
conocio pudieran
favorecerle. Al
dia siguiente
el Ve
Vicario las
hizo recoger
í todas
en la
casa de Dn
Juan Bautista
de Franchy,
que estaba
desocupada, á
excepcion de
algunas que
por enfermas
quedaron en
casa de
sus Parientes.
No se
sabe de
que se
prendìo el
fuego, i
se atribuye
á descuido
de las
que pegaron
un reguero
de Truenos,
i tambien
(lo que
no es
creible) á
que algunas
de ‘las
mismas Religiosas
de intento
lo pegaron.
Solo
escaparon de
su voracidad
quatro, ó
cinco celdas
separadas de
lo restante
del Convento;
i de
la Iglesia
se sacó
á S.
IV. i
algunas Imagenes;
pero no
ornamento, ni
otras alhajas.
Los dias
inmediatos al
Incendio entraban i
salian en
la dha.
casa de
Franchy todos
lo que
querian, i
en ella
se dice
que tambien
huvo principios
de otro incendio,
i que
se juntó
mucha gente
á apagarlo.
Una Religiosa
se salio
á deshora,
i vino
á las
Dominicas de esta
Ciudad, que
la recibieron
con fraternal
gusto, no
obstante que
se dudó
mucho, si
podian admitirla;
pero el
buen deseo
facilito todo.
Dn Juan
de Niebla
Ve Beneficiado
de la Parroq.
de los
Remedios de
esta Ciudad
passb por
orden del
Provisor á
poner en
orden dha.
casa de
recogimiento, i
con efecto
en los
Meses de
octubre y noviembre quedaron
medianamte acomodadas
en dha,
Casa, i
otras de
su contorno,
en las
q.e les
quedaron Oratorio,
Libratorios, Torno, i
demas Oficinas
necessarias para
poder subsistir. (Lope
Antonio de la Guerra y Peña. 1761)
1761
Octubre 25. Fallece la
española Josefa Guaro, esposa del Capitán Genral virrey de la colonia Juan de
Urbina, la enterraron en
el Oratorio
de P.
Jesuitas de esta
Ciudad de La Laguna con
todo el
aparato posible.
(Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1761)
1761
Noviembre 11. En
Cabildo gral
de XI
de Noviembre
de este
año se
eligio para
Castellano del
Castillo pral.
á D.n
Christoval del
Hoyo Marq.s
de la
Villa de
Sn Andres,
i Visconde
de Buen -
passo, i
para el
de Sn
Juan Al
Cap. Dn
Antonio Thomas
de Castro;
pero, habiendo
pensado dho
Marq.s en
renunciar, lo
escribin assi
Exr.mo Sor
Comand.te gral. Dn
Pedro Moreno,
i aunque
despues vario
de dictamen
de renunciarlo,
dho. Comand.
te no
quiso admitirlo,
i dexó
en él
al Then.te
Cor. D.”
Roberto de
la Hanty,
que le
havia obsequiado
en su
Recebim.to
Es
lo que
me ha
parecido notár
de este
año de 1761,
en el
que ha
havido una
cosecha muy
escasa de
Trigo, i
otras Mieses;
por lo
que se
estan haziendo
preparativos para
traer trigo
del Norte
con caudal
del Posito,
i de
Otros Particulares.
Mi salud
ha sido
buena, no
obstante que
me han
molestado algunos
dolores de
Muelas, por
lo que
en 13
de Enero
me hize
sacar una
á hierro,
i a
otras he
hecho lo
bastante paraque
se me
rompan i
caigan, i he
comenzado á
tomár algunos
polvos de
Tabaco. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1761)
1761 Noviembre 25. Murio en esta Ciudad de La Laguna Dn Bentura de Salazar i Frias Conde del Valle de Salazar hijo de Dn Christoval de Salazar i Frias Conde del Valle de Salazar, i de su legitima Muger Dña Juana de Valcarcel. Fue algunos años castellano del Castillo pral. de Sn Christoval: deja dos hijos uno Dn Antonio, que sucede en el Titulo, i otro Dn Martin (1). Enterraronle en la Capilla de Jesus Nazareno del Convento de Sn Agustin, de que era Patrono, i se le hizieron los acostumbrados Oficios funebres. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1761)
*
Guayre
Adarguma Anez Ram n Yghasen.
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Continuará