Psicopatología social

 

 

Ramón Moreno Castilla *

Como quiera que entre los días 26 y 28 de abril se celebrará en Montevideo, capital de Uruguay, el IV Congreso de Psicología ULAPSI 2012, quiero hacerme eco de la participación en el mismo de PSYPOLCA (Psicología Política Canaria); y de un acto celebrado el pasado fin de semana en la ciudad de Aguere. Ambos acontecimientos relevantes por cuanto tienen mucho que ver con la falta de respuesta del pueblo canario a su denigrante e ignominiosa situación colonial.

La primera de las comunicaciones con las que la citada institución participa en dicho congreso está elaborada por José Tomás Bethencourt Benítez, en la que hace hincapié en "lo perverso del colonialismo, un delito de lesa humanidad, que en lo económico expolia, en lo cultural aliena y en lo psicológico enferma". Asimismo, es sumamente interesante la "Descripción psicológica de la sociedad canaria. Consecuencias de la colonización"[1], un espléndido artículo firmado por Cristian J. Cruz Febles y Omaira A. Darias Reyes, miembros de PSYPOLCA, publicado en la Revista Electrónica de la Universidad de San Luis (Año IX, 26-junio/julio 2011).

Argumentación que coincide con el diagnóstico que el ilustre compatriota doctor Manuel Díaz hizo del pueblo canario, en una charla-coloquio pronunciada en el Colegio Mayor San Fernando de La Laguna, a la que lamentablemente no pude asistir, pero de la que me informaron puntualmente. El doctor Manuel Díaz, cirujano cardiovascular y exprofesor universitario, desglosó de forma magistral y pedagógica, ante una interesadísima audiencia, los cinco ejes de su disertación, que tituló "El futuro de Canarias: hacia la República Federal Canaria; historia del colonialismo, psicopatología social de los pueblos colonizados; nacionalismo institucional canario; desarrollo económico de Canarias y geopolítica".

El ilustrado ponente insistió en el hecho de que esos temas son neutros, en el sentido de que no se habla de tendencias políticas, y por tanto pueden ser asumidos por cualquier canaria o canario, con independencia de su ideología política. España, dijo el profesor Díaz, "ha compartido su colonia con la Unión Europea, dando lugar al neocolonialismo, que hay que añadir al colonialismo histórico, pero con los mismos fines de explotación colonial de Canarias". "¡Ni somos europeos ni ultraperiféricos! ¡Somos centrales de aquí!", remachó el conferenciante, criticando certeramente el mensaje subliminal propagandístico que se hace llegar a la población, en el cual, hasta las "restingolitas", material magmático expulsado por la erupción submarina de La Restinga, en El Hierro, son europeas; mensaje que implica la diabólica intención de desorientar al receptor, tanto geográfica como políticamente.

Con respecto a la psicopatología social de los pueblos colonizados, que es lo que interesa destacar ahora en el contexto del congreso en cuestión, el doctor Díaz describió la citada enfermedad como una patología cuya sintomatología produce un pueblo indolente, abúlico, transculturizado, donde el miedo prolongado produce un daño patológico, dado que el miedo produce ignorancia, ya que no se puede pensar libremente, y la "ecuación incultura más miedo es igual a inmovilidad". El cirujano Manuel Díaz diseccionó perfectamente las dimensiones de la conducta humana en cuatro apartados: psicología, sociología, filosofía y psiquiatría política de la conducta; definiendo a su vez las dos dimensiones de la psiquiatría política de la conducta: la psiquiatría del colonizador (prepotencia, altanería, etcétera) y la psiquiatría del colonizado (indolencia, pasividad política producida por el miedo y la ignorancia, estado de enajenación mental, etcétera), en lo que coincide con el psiquiatra Frantz Fanon, que describió esta patología como "el síndrome del colonizado".

O sea, el doctor Manuel Díaz está en plena sintonía, en la misma longitud de onda y en idéntica frecuencia con los postulados de Bethencourt Benítez expresados en la comunicación citada, en la que, además, resalta que las Islas Canarias son precisamente una de esas colonias que, en este caso, España continúa saqueando desde que fueron invadidas en el siglo XV, sometiendo a la esclavitud al pueblo originario del Archipiélago, los guanches. El colonialismo, señala, es perverso en sí mismo (ver "El manual del colonialismo", EL DÍA, 7 de agosto de 2011);[2] de ahí que organizaciones políticas y movimientos sociales emancipatorios de naciones todavía colonizadas hayan prestado tradicionalmente mucha atención a la emancipación nacional y social de sus respectivos pueblos, descuidando o ignorando la liberación psicológica de los mismos. En la referida comunicación se alerta de la necesidad de atender convenientemente el proceso psicológico liberador, tal como han venido defendiendo autores como Erich Fromm, Frantz Fanon, Ignacio Martín Baró o Albert Memmi.

Por todo lo anterior, y dado que esta tierra sigue siendo al día de hoy una descarada colonia de España en África (ver "Nacionalismo vs. colonialismo", EL DÍA, 27 de abril de 2008)[3], me permito añadir que en el plano político, en Canarias se está librando una auténtica batalla campal al entrar en colisión el "nacionalismo español" encarnado y defendido a capa y espada principalmente por el PP, el PSOE y CC y sus acólitos, y el "nacionalismo canario", que defendemos los auténticos y verdaderos patriotas partidarios de que Canarias se constituya cuanto antes en un Estado libre y soberano, miembro de pleno derecho de la comunidad internacional. ¿Quién vencerá?

 

rmorenocastilla@hotmail.com

[1]Descripción psicológica de la sociedad canaria. Consecuentas de la coloniazación

[2]El manual del colonialismo

[3]Nacionalismos vs colonialismo

[4]Publicado de El Día, 21-04-2012