Canarias por un proyecto económico

 

 

«» Fructuoso Rodríguez Morales

 

[…Ejercer como territorio colonial el derecho a su soberanía nacional y tener libre elección de desarrollar nuestras propias industrias y relaciones comerciales y si así lo decidiéramos incluirnos en la Nueva Ruta de la seda que desde Rusia y China están construyendo para un mundo de relaciones comerciales en igualdad de oportunidades y no para ser sometidos al expolio como es el actual…]

 

 

El próximo 23 de enero del año en curso, Alternativa Nacionalista Canaria convoca una concentración en apoyo al derecho de autodeterminación de los pueblos… ¡me alegro!, me alegro y si las circunstancias me lo permiten, asistiré.

 

Ya estaba preocupado que ante tanta vida activa de la política del Estado español, de esa nación de naciones, aquí en Canarias no se movieran (por lo menos en apariencia), ni las hojas de las palmeras.

 

Hay algo que yo (si me lo permiten), quiero poner sobre la mesa, y es, el poco o ninguno, proyecto económico que sobre el futuro de nuestro pueblo se dirime en la opinión pública de nuestra gente. Es fácil, muy fácil, ver en la red (blogs, facebook, móvil, etc.) comentarios, fotos y opiniones sobre la cultura amazigh, o sobre nuestros antepasados los guanches; cosa muy lógica debido principalmente a la criminal disponibilidad de las instituciones españolas de acabar con todo lo que hable del pasado africano de nuestro pueblo. No quiero decir yo que disminuyamos la intensidad de esta ansias de conocimiento de nuestras raíces, sino que -además de-, intensifiquemos la aportación de datos y conocimientos sobre el modelo económico que anhelamos para nuestro futuro.  Y esta preocupación me viene porque soy de esas personas (que no son pocas), que creen que estamos a las puertas de una debacle financiera y económica sin precedentes y que sólo el conocimiento previo y disponibilidad para cambiar las cosas que hagan falta podrán amortiguar en lo posible el fuerte choque sísmico al que nos vamos a enfrentar.

 

No es una fuente, son innumerables datos que se agolpan uno detrás de otro y que nos dicen que estamos a las puertas de una gran catástrofe económica superior a la crisis del 2008. El sistema financiero occidental se derrumba, la bolsa, el modelo de casino que nos han impuesto no hace sino aguas por todos lados. China pierde puntos en su bolsa y cierra momentáneamente para evitar el descalabro, el Ibex español alcanza cifras negativas  históricas, las materias primas devalúan su valor y el petróleo, en su caída, alcanza cifras inimaginables hace unos años atrás.

 

Un referente que los analistas globales utilizan para calibrar la temperatura de la economía global son los datos del Baltic Dry Index, que como el blog “El robot pescador” nos dice:

 

 “(…) el Baltic Dry Index, es un índice de los fletes marítimos de carga a granel seca de hasta 20 rutas clave marítimas del mundo. El índice es un cálculo diario de la media del precio del transporte por mar de las principales materias primas sólidas y a granel, como carbón, mineral de hierro, granos, azúcar, etc. Refleja la cantidad de contratos de envío de mercancías que se cierran en las principales rutas marítimas mundiales.

Por lo tanto, es un indicador adelantado del mercado y se revela como un eficaz termómetro de la evolución de la economía mundial. De la economía real, tangible, aquella que está  relacionada con el intercambio físico de mercancías y no con la especulación financiera. Cuando la economía mundial entra en crisis, se reducen los contratos de transporte de materias primas y en consecuencia el Baltic Dry Index desciende. Por lo tanto, es un indicador directo de la situación real de la economía”.

 

Bien, estamos en enero del 2016 y los datos del Baltic Dry Index nos dicen que la bajada en puntos es aún superior al preámbulo de la crisis del 2008, rebasando la cifra de los 400 puntos, concretamente encontrándose en  385 puntos, lo cual nos puede estar alertando de que nos encontramos a las puertas de una nueva recesión global.

 

Somos muchos los que siendo conscientes de que nos encontramos a las puertas del infierno, nos preparamos para resistir lo mejor posible una catástrofe de estas características, concretamente, en el valle de Güímar, existe un  colectivo que se hace llamar así mismo “Colectivo el Cañizo”, quienes cansados de reuniones que no llevan a nada, han decidido emprender el camino del pragmatismo y han pasado a la acción recuperando tierras agrarias, sembrando en fase experimental diversidad de semillas entre las que se encuentra el trigo. Experimentan con la Inducción magnética, tratando de obtener electricidad de un generador eléctrico casero, cosa de la cual yo he sido testigo, y he visto con mis propios ojos como consiguen que un molino casero, al cual se le ha añadido unos componentes magnéticos, gire, con lo que se consigue el principio básico para generar electricidad.

 

Sin embargo, estas medidas que servirían para resistir a pequeños grupos, no son lo suficientemente potentes para salvar a un pueblo como el nuestro de una posible devastación del actual sistema financiero. Son medidas mucho más globales y potentes las que como pueblo necesitamos, medidas como el erradicar el actual sistema económico basado en la especulación, eliminar al FMI y al Banco Mundial con las actuales bases filosóficas y crear otro Fondo Monetario que incida en la dignidad del ser humano; la creación de un banco nacional, salirnos del euro y de esta UE de la oligarquía. Que la banca de especulación que surja (para aquellos que quieran jugar a la ruleta) no tengan acceso al capital de los ahorradores como así lo dictaminó la Ley norteamericana Glass Steaguall. Ejercer como territorio colonial el derecho a su soberanía nacional y tener libre elección de desarrollar nuestras propias industrias y relaciones comerciales y si así lo decidiéramos incluirnos en la Nueva Ruta de la seda que desde Rusia y China están construyendo para un mundo de relaciones comerciales en igualdad de oportunidades y no para ser sometidos al expolio como es el actual.

 

Hace ya algunos años, me llegó una revista (me la envían asiduamente) donde venía un llamado del subcomandante Marcos donde llamaba a la rebelión. “somos pocos”, -decía-, pero no hay tiempo para convencer a nadie más. “Los que no han despertado aún, que continúen durmiendo, nosotros nos rebelamos o desapareceremos”.

 

…y es así. No hay tiempo para despertar a nadie más.

 

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