PAULINO RIVERO – MOHAMED VI

R.A.N.  ó  Maquillaje del Gobierno Español  (II)

 

    

Antonio Rodríguez de León *

 

     La II Reunión de Alto Nivel, se celebró en 1993, fechas muy conflictivas en los caladeros canarios saharianos, por esas fechas Marruecos tenía en su agenda dar la estacada definitiva al sector pesquero español, cuyo objetivo era que el puerto de Agadir sustituyera al puerto de Las Palmas de Gran Canaria, como base pesquera. Como era habitual, a las reuniones previas de renovación del Acuerdo Pesquero, las patrulleras de vigilancia marroquí procedían al hostigamiento, al saqueo y a los apresamientos a los barcos con bandera española. Hay que señalar que Marruecos tenía estudiada la estratégica de combinación entre los Tratados de Pesca y el del Comercio Agrícola, éste nunca se firmaba si antes no cerraban el de Pesca.

 

     El periodo entre la segunda y tercera Reunión de Alto Nivel, 1993-1995, se intensificaron las coacciones insistentes a las tripulaciones españolas por parte de las patrulleras, con la excusa de inspeccionar las redes y la pesca en bodegas se extralimitaban en los registros  que realizaban en los camarotes de la tripulación, al final del registro siempre buscaban una supuesta irregularidad, ó el barco quedaba  apresado, era obligada la entrada al puerto de Villa Cisneros, ó Dakhla como lo llaman ahora. Estos apresamientos de barcos sancionados en puerto, eran utilizados por Marruecos en todas las negociaciones previas a los acuerdos de pesca. Y los acuerdos de pesca, la moneda de cambio era el sector de pesca canario, a cambio de mayores exportaciones  agrícolas a Europa. Nadie quería meter el dedo en la llaga que iba dejando la intervención en las negociaciones, del bicho de la carcoma, introducida en todas las negociaciones sector, bicho anti-canario introducido por el propio Gobierno Canario. Mientras, los Gobiernos de España declaraban públicamente, una y otra vez, que las relaciones comerciales entre España y Marruecos son de especial preferencia, a pesar de que en cada negociación se producía nueva puñalada. El Convenio de pesca de 1995 fue gestado en la III Reunión de Alto Nivel, cuando se publicaron sus consecuencias para Canarias, se formó un gran revuelo popular. Gran manifestación tomatera en la Plaza de la Feria. El representante de pesca decía una cosa, el representante de los tomateros decía otra.

 

     Cada uno iba a lo suyo, mientras, la sociedad canaria solo conocía una cuarta parte, la Confederación de Empresarios conocían la mitad del contenido, la otra mitad era ocultada por el bicho de la carcoma. El representante sindical de Pesca intuía las verdaderas intenciones que maniobraba la carcoma pesquera. Fue silenciada su voz no por orden de la carcoma, sino por los representantes de la Confederación de Empresarios Canarios, dirigidos por el representante hortofrutícola.

 

     El Convenio de Pesca de 1995 no impidió a Marruecos mayores exportaciones agrícolas, dejando a su representante con el culo al aire, cosa que no es de extrañar. El Convenio contenía las cosas habituales, reducción de tripulaciones, de números de barcos, aumento de coste de licencias y mayores inversiones españolas en suelo marroquí, final de pesca para barcos con bandera española, obligación a nacionalizar las empresas con base en el Puerto de Agadir, reconocimiento de la Unión Europea de la soberanía marroquí sobre una zona económica exclusiva de 200 millas a lo largo de todo su litoral atlántico, (incluidas las aguas españolas en Canarias). Este era un precio muy grande que pagaba el sector de pesca español, especialmente el de pequeños empresarios andaluces, al que añadiremos la ruina total de empresas portuarias que sólo vivían de los avituallamientos y reparaciones de los barcos.

 

     Marruecos consiguió lo que quería, nacionalizar toda la flota de pesca española, con base de operaciones el puerto de Agadir. Era la puntilla traicionera al sector pesquero canario gestada inteligentemente por la carcoma de pesca. Pero Marruecos pagó su precio, no a España, no a Canarias, solo en beneficio que esa carcoma, ha logrado en toda la historia de negociación de acuerdos de pesca entre España y Marruecos ó La Unión Europea y Marruecos, desde 1979, hasta 1999. Veinte años robando a Canarias el 100% del sector pesquero. No crean que el bicho de la carcoma ha muerto, sigue en Canarias, aún le quedan reservas, hasta que alguien del Gobierno de Canarias reconozca públicamente el contenido de la verdadera  flota canaria y como se hace el reparto de cuotas que reciben en ayudas y subvenciones por cada barco "canario" por parte de la Unión Europea.

 

     Si quieren conocer la mordida de la carcoma de pesca, solo tiene que desplazarse a Marruecos y averiguar quiénes comparten con la familia real toda la red comercial del negocio de exportación pesquera descargada en el puerto de Agadir. Entonces conocerán a la carcoma pesquera de Canarias, que, con ayuda en sus inicios desde el poder central y posteriormente alimentada por el propio Gobierno Autónomo, e introducidas en la Cámara de Comercio y la Confederación de Empresarios de Canarias, eran dueños de informaciones privilegiadas para servirse a si mismo y ofrecer información propia, al poder político de Marruecos. Quemaron las naves por otras nuevas que están en Agadir, pero la ropa de la carcoma sigue guardadas aquí. Despejado el panorama del sector pesquero y una vez bien amarradas con plenas garantías financieras, trasladaron la mudanza prevista para nuevos acuerdos de pesca para después de l año 2000.

 

     Llegaron la IV y la V Reunión de Alto Nivel, 1997-1999. Habría una sexta, como era habitual, correspondería al año 2001. Pero sucedieron graves acontecimientos diplomáticos; Perejil, fronteras en Ceuta y Melilla y la problemática concesión petrolífera a Repsol. De todas esas problemáticas que pusieron en serio peligro las relaciones diplomáticas, solo haré referencia al seguimiento de las licencias que el Gobierno que Aznar concedió a Repsol en el 2001, sin medir las consecuencias interpretativas que, con el Derecho Marítimo Internacional, se pondría al descubierto la realidad política canaria.

 

¡Bendito Petróleo!, que sin ti, seguiríamos ciegos, sordos y mudos.

 

Presidente de la Plataforma por el Mar Canario

 

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