22 DE OCTUBRE DE 2011. OTRA VEZ LA BANDERA

 

 

Francisco Javier González.

 

Otro nuevo 22 de Octubre nos trae la conmemoración de nuestra bandera nacional en el aniversario de su creación. Como el pasado año, se presenta la disyuntiva de manifestación unitaria o dos manifestaciones que expresen los diferentes planteamientos políticos que coexisten en el independentismo canario que, en realidad, no son más que la plasmación de los intereses de las clases que optan a hegemonizar el movimiento libertador canario. Las diferencias se pusieron de manifiesto crudamente en las manifestaciones nacionales de Aguere en 2009 y Las Palmas en marzo del 2010, lo que llevó a que en el pasado 2010 el “Día de la Bandera” se resolviera  con una manifestación autodenominada como “unitaria” y otra en Aguere que concentró a las posiciones situadas claramente en la izquierda nacional. Este año la intervención mediadora de Intersindical Canaria planteó para el 22O la necesidad del imprescindible respeto a la libertad de expresión y al uso de símbolos de cualquier tipo o partido dentro del campo nacional-popular canario incluyendo las banderas rojas que simbolizan y distinguen a la clase más oprimida y explotada por el colonialismo español y el caciquismo burgués criollo. Esa posición y la consensuación del manifiesto de convocatoria dio amparo y pie a una manifestación unitaria en Añaza y en otras islas, salvo Tamarán. Allí, en uso de su libertad de acción, tres organizaciones de la izquierda nacional canaria (Azarug, Inekaren y UP) plantean una separada bajo el lema de “Por una Canarias Libre y Socialista” con un manifiesto que, aún reconociendo el esfuerzo unificador del consensuado en Intersindical, incide más en las específicas reivindicaciones de clase.

Las posiciones extremas en el independentismo canario son, por un lado, las interclasistas que plantean postergar la lucha de clases a la consecución de la independencia y, por otro, las que contemplan la independencia solo como una vía necesaria para alcanzar una sociedad socialista. Mi posición siempre ha sido que Canarias es una nación colonizada y que, por lo mismo, la doble explotación que sufrimos por mano del Estado Español y por mano de su propia lumpenburguesía criolla dependiente, precisa de la unidad del planteamiento político liberador nacional y social, lo que se expresa bien con el lema de “Libre y Socialista”. Soy consciente de la necesidad de presentar un frente común ante el colonialismo que integre ambas posiciones. Es más, solo alcanzaremos la independencia si conseguimos que todo el campo independentista se enfrente unido al colonialismo español, pero eso nunca puede significar renunciar a nuestras posiciones de clase ni a hegemonizar el campo nacional-popular, máxime si tenemos en cuenta las características de nuestra burguesía que la convierten en el apoyo más firme de la continuidad de la dependencia que, para ellos, es más rentable y segura que la independencia. En esta etapa de la lucha las dos posiciones extremas no son antagónicas aunque el interclasismo no comprenda que la burguesía criolla, que ostenta hoy el poder “regional”, forma también una parte -y esencial- del aparato de dominio español. El interclasismo independentista y la izquierda nacional se necesitan mutuamente para combatir al colonialismo, el enemigo común. Juntos sí, pero no revueltos.

Como pienso que, pese al avance que ha significado la intervención de Intersindical Canaria, estamos en situación similar a la de años anteriores y que el debate de fondo va más allá de una simple manifestación el próximo 22 y que, además, sigue abierto, me limito en esta ocasión a reproducir a continuación los pensamientos que en torno a este día del 22-O expresé hace tres años dando de nuevo así un sentido homenaje a mi camarada y amigo Elio Rodríguez Figueroa[1] que siempre tuvo claro quienes en esta nación nuestra están por la independencia  y quien es el enemigo, tanto de clase como de un horizonte futuro de libertad y democracia.

 

[1] Banderas y unidades

 

Gomera a 18 de octubre de 2011

 [*]  Artículos de Elio Rodríguez-Figueroa publicados en El Guanche