BANDERAS Y UNIDADES
(22 de Octubre de 2008)
Francisco Javier González
Desde bastante joven
-y ya ha llovido- conocí “banderas independentistas”. Mi
tío Ramón Pérez Suárez y otro lagunero, Erasmo
García, marinos ambos, habían creado una en Venezuela modificando
la que allí tenía el MIC, con el aspa blanca central, pero
distribuyendo los colores azul y amarillo en los cuarteles y
añadiéndole al centro siete estrellas rojas -supongo que
símbolo de clase- colocadas en arco como la bandera de su patria de
adopción, que luego cambiaron para disponerlas en círculo para no
destacar ninguna isla. Esa bandera la izaron repetidas veces en petroleros de
la naviera venezolana Gran Colombiana y terminó en 1956 colgada en la
pared de un taller de inyectores de la industria petrolera en Maracaibo. El
modelo lo copió, años más tarde en Tenerife, Luis Lucena,
estudiante entonces en Aguere, para la RIA y,
más tarde aún, se lo suministré yo con un dibujo a Manolo
Suárez para su Historia de la Bandera. Esa era, en los inicios de los
años 60 una bandera independentista que, a pesar de ser dibujada a color
y pegadas en paredes de la Universidad lagunera, era tan escasamente conocida
como la azul estrellada del PNC de Cuba, por lo que, sin el reconocimiento
generalizado de nuestro pueblo, nunca llegaron a ser la Bandera Nacional
Canaria.
Nacido el MPAIAC,
primer movimiento político que luchaba abiertamente por la independencia
desde dentro de esta patria nuestra, adoptó, el 22 de octubre de 1964,
como su bandera la tricolor heptaestrellada creada
por Antonio Cubillo. Además del MPAIAC, las organizaciones como PTC,
CCT, SOC y las socio-culturales con ellas relacionadas como Solidaridad
Canaria, que en aquel momento, en Canarias, luchábamos por la independencia
y por acabar con la brutal opresión social que sobre los trabajadores
ejercía el poder colonial, con el apoyo de sus esbirros infragodos canarios cobijados bajo el paraguas del fascismo
franquista, la adoptamos inmediatamente, no como símbolo partidario,
sino como la auténtica Bandera Nacional Canaria, culminando así
todo un proceso de expresión anticolonial que arranca desde las Añepas de palma guanches, secuestradas hoy por los
militares españoles en su museo, y pasa por la azul estrellada del Ateneo
lagunero, asumida luego por el PNC, las del MIC y la RIA, y por la primera
tricolor a bandas verticales de la Fiestas del Pino del 61 confeccionadas por Dª. Mª. del Carmen Sarmiento y sus hijos Arturo y Jesús
Cantero que adoptó Canarias Libre.
Fueron luego otras
opciones sindicales -refundidas a posteriori en el SOC-, políticas
canarias como AM, y formaciones de izquierda de un ambiguo autodeterminismo
(PUCC-UNI-MIRAC o ICAN, reconversión canarizada
del PCE) las que reconocieron el carácter nacional de nuestra Bandera,
pero son los movimientos sociales de todo signo quienes la dotan de su
carácter popular, fundamental para consolidar su categoría de
símbolo nacional. Detenciones y multas acompañaron a su
crecimiento exponencial, pasando desde una etapa en que para que durara un par
de horas colgada en lugar público había que acompañarla
por falsos artefactos, o en que el Capitán General González del
Hierro acuartelara a las tropas coloniales españolas por su izado en
1979 en los ayuntamientos de Las Palmas y de La Laguna, a otra en que hizo
fuera impensable una fiesta o una manifestación pública en
cualquier lugar de la geografía isleña, sin la presencia
revolucionaria de alguna de los muchos millares que, por rollos, encargaba el
gomero José Miguel Ramos Noda.
Ya desde los
años 70 -siempre del pasado siglo- se viene celebrando anualmente el 22
de Octubre como “Día de la Bandera Nacional” y, año
tras año, aumentan los colectivos de toda índole que se suman a
esa celebración. En este 2008 ya, desde el pasado día 17 lo
celebraron en Añaza las “Juventudes de
CC”, eso sí, separadas para evitar contaminaciones, y para hoy 22,
son múltiples las convocatorias a actos conmemorativos, desde una
concentración de sacerdotes nacionalistas en el monumento Atis Tirma del Parque Doramas apoyados por el siempre activo Patronato La Sal y
por SC, a diversas caravanas de coches en varias islas, actos en el Colegio
Mayor San Fernando de Aguere y en el Club Prensa
Canaria de Las Palmas, lugares ambos señeros en las luchas ideológicas
de nuestra nación. Esta proliferación de actos, indudablemente
unidos a un incremento progresivo de la conciencia nacional canaria, han hecho
despertar de nuevo las llamadas a la “Unidad Nacionalista”
(entendiendo siempre que “nacionalista” en esta colonia solo es el
que lucha por la creación de la República Canaria soberana),
unidad que, una vez más, es para muchos una especie de panacea,
etérea e indefinida, que va a resolver, nada más lograda, el
problema colonial.
Precisamente el acto
que, en el Club Prensa Canaria, organizan conjuntamente UP y ANC, está
dedicado a la memoria de un veterano luchador, de esos escasos que mantienen
sus ideales una vida entera, que ya, envuelto en nuestra bandera y, con otra
roja en el corazón, emprendió el camino sin retorno a los Montes
Claros -a las estrellas le gustaba decir a él- el camarada Elio
Rodríguez Figueroa, compañero primero de lucha en el PC de mis
tíos Luis y Antonio, miembros de las iniciales “Juventudes
Comunistas” fundadas con él y su heroico hermano Layo -hijos ambos
del inolvidable D. Luis Rodríguez Figueroa- en el garaje de su casa
lagunera, incautada después por el fascismo español para
“Cuartel de Antigas”, y luego de Ramón en la aventura
americana, y compañero también inapreciable para mí en la
lucha dentro de la patria, con una mirada verdaderamente marxista y, por lo
mismo, abierta, como afirmaba en uno de los muchos debates que sostuvimos: Primero, ser Marxista,
¡faltaría más!.....Yo no acostumbro a ocultarme bajo
seudónimos (respeto a quien lo hace). Me llamo Elio Rodríguez
Figueroa, soy marxista-leninista desde hace 71 años, tengo 85
(contestaba así, hace unos 6 años, a una reflexión firmada
por “Tixama”)…….. ¿Qué debemos hacer? Lo que han
hecho otros pueblos en su lucha por la liberación, con la lógica
de un precepto marxista: las experiencias no se exportan, se interpretan
(“Reflexiones sobre lo que dice el compañero Francisco
Javier”. El Guanche) Esto lo planteaba en oposición a mi
posición de que los independentistas debíamos aprovechar siempre
los procesos electorales, mientras que él planteaba la actuación
de las que llamaba “Unidades de Tagoror” para la resistencia pasiva y el
desbordamiento democrático y, en última instancia, la
movilización popular generalizada.
El camarada Elio planteó
una Plataforma Unitaria, innominada, con unas bases que quedaron planteadas en
su escrito “Notas de Trabajo para
la Construcción de una Alternativa Nacional y Popular Canaria” desarrollada
en 10 puntos que se pueden consultar en su página de “El Guanche”
cuya introducción y 3 primeros puntos reproduzco:
La desbandada, las traiciones y la división de
la izquierda, el encanallamiento político, y la falta de una
expresión política de los intereses populares, permiten que las
fuerzas más reaccionarias campen por sus anchas en Canarias.
Esta situación no debe perpetuarse. Mujeres y
hombres provenientes de distintas militancias y experiencias, pero conscientes
de esta necesidad, apostamos por iniciar el proceso que permita la
construcción de esa fuerza transformadora.
La experiencia nos lleva a ser sensatos y prudentes. A
no lanzar siglas a la aventura, sin un largo proceso de sedimentación de
ideas y de métodos. A no medir los pasos por las exigencias electorales.
A abrir un debate inteligente, generoso y de largo alcance. Un debate del que
surja una poderosa organización, de sólidas bases populares, para
la emancipación social y nacional del pueblo canario.
Una organización:
1. Democrática, flexible y horizontal,
entendida más como una red que como una jerarquía piramidal.
Integradora, transparente y plural, construida sobre la ética personal y
política.
2. Partidaria del socialismo, de la propiedad
colectiva y de la propiedad pública. Que apueste por un potente sector
público canario frente a la dependencia de las grandes corporaciones
transnacionales.
3. Que defienda los derechos de las trabajadoras y
trabajadores frente a la explotación sin control y la voracidad
empresarial.
Elio era consciente de
quienes, en esta patria nuestra, tenían clara esta perspectiva y quienes
eran los aliados firmes del colonialismo, así en “Respuestas a
Notas de Trabajo” aclara: “Cualquier
acción coherente pasa por construir por los "cimientos";
independencia coherente con los intereses del pueblo de Canarias, los cuales no
son compatibles con aquellos que comparten sentimientos españolistas,
puesto que ello es compartir la doble explotación; como colonia y como
clase trabajadora, por españoles y sus secuaces, sean las
máscaras supuestamente nacionalistas o de izquierda, léase PSOE o
IU; ATI y sectores colaboracionistas de CC.”
Hoy, y en su recuerdo,
mantengo mi posición clara: La izquierda nacional canaria tiene que ser
el alma matriz de esa organización para la liberación que Elio
nos reclama desde las estrellas y, con ella, construir esa Unidad Nacional
Popular, contrahegemónica, que nos lleve a la
independencia y al socialismo.
Gomera a 18 de octubre de 2011
Viene del artículo “22 de octubre de 2011. Otra vez la bandera”
[*] Artículos de Elio
Rodríguez-Figueroa publicados en El Guanche