Movimientos cruciales (V)
Rukaden Ait Anaga
“….como la sutil brisa del Alisio…”
[¡Basta ya! No más luchas entre nosotros. Madurar y hacer
engrandecer, descolonizar y liberar a Nuestra Patria o Matria y a Nuestro
Pueblo, es tarea de todos, por lo que hemos de cuidar y mimar si es preciso a
los nuestros, no combatirlos…]
En
mi anterior comunicación (Movimientos cruciales V), ponía un ejemplo e
intentaba que se entendiera que la Unidad puede o no ser cuestión de
“Programas”, pero lo que sí estoy absolutamente seguro, es que es cuestión
de “Prioridades y buena actitud (Si dijera patriotismo -como pienso- tal vez
sería malinterpretado o no se me entendería bien lo que quiero decir)”,
antes que de ninguna otra cosa.
Por
una vez y sin que sirva de precedente puesto que yo no soy “ejemplar o ejemplo
de nada (Je je, el más adecuado para eso…)”, en el ejemplo que ponía como
hecho demostrativo de que la Unidad es posible, estábamos incluidos yo (El
burro delante pa’que no se espante), con un antiguo militante del CNC, y paradójicamente,
como comenté, nada negativo que comentar y mucho positivo que celebrar, así
que si alguien tan imperfectamente humano con ideas políticas como el que
suscribe, es capaz de sentarse a hablar tranquilamente, en un ambiente
distendido y sin “saltarle al cuello” (Figuradamente) al otro en medio del
debate para traerlo a mis posiciones (Que las tengo al margen de
organizaciones), me parece a mí que cualquiera puede hacerlo también.
Tenemos
fama los canarios, según la “propaganda
turística oficial” de ser un Pueblo amable y tranquilo que acoge al
visitante cordialmente aunque no sea como nosotros (Costumbres, idiosincrasia,
pensamiento, etc.), y ese debe ser el espíritu y la actitud que debe imperar
entre nosotros. Me parece a mí que es lo correcto entre Compañeros,
Compatriotas y Hermanos del mismo Pueblo, y es lo que se espera de “Homo
Sapiens Sapiens de la Raza de Metcha Al Arbi o Affalou, o Güanches si Uds. lo
prefieren”. No creo que sea acertado (Nuestra Historia es testigo de ello, en
el pasado y en el presente) que dos Compatriotas y Hermanos, Compañeros de las
mismas o parecidas luchas Socio- Políticas, se sienten a hablar sobre el Interés
de la Patria, y cada uno lance a su Jurria contra el otro para vencerlo y cuasi
obligarlo a pasarse a su bando con sus Tabores. Yo entiendo que es una actitud
que se nos presenta como “clásica de la lucha política” y no es verdad, es
algo más innato al ser humano, el imponer más que el convencer al otro. Es,
además de lo más fácil, la forma que tenemos de sustraer a los demás, la
ocasión de que tal vez trituren nuestro argumentario, pues inconscientemente
asumimos que aunque este nos convenza a nosotros, con él no seremos capaces de
convencer a los demás. A las pruebas me remito; Cada Partido u Organización
cuenta con un electorado dado, que puede oscilar arriba y abajo un poco, pero
que no presenta una curva ascendente ostensible y mantenida en el tiempo.
En
mi anterior comunicación antes mencionada, decía yo que en un momento dado,
antes de la fundación del CNC “había
roto con Antonio (Cubillo)” y que todavía “me
encochinaba al recordarlo”. Todavía hoy sigo manteniendo que aquello fue
un error, con la diferencia que, precisamente hoy, y después de haber cometido
(Yo mismo) el mismo error que el Camarada Antonio, he logrado entender que:
1º-
Nadie nacemos “aprendido”, sino que tenemos que aprender por nuestra cuenta
y casi siempre de nuestros errores más que de nuestros aciertos.
2º-
Un “mal día lo tiene cualquiera”, y tras haber reunido y seguir reuniendo
(Me temo), una buena colección de ellos, me temo que tal circunstancia no era
para romper unilateralmente.
3º-
No por ser más radical que nadie se tiene más razón; A veces hasta se puede
perder por ello.
Pero
llegar a estas conclusiones me ha llevado mis años, porque solo veía el
aspecto político- programático- operativo de la cuestión, totalmente alejado
de la experiencia que los años nos van dando a todos, esas duras lecciones que
no nos queda otra que aprender; Esas que, como dijo el otro, “te
hacen pensar aunque eso te dé fatigas…” y que hacen posible que uno vea
las cosas al lado del burro y no sobre sus costillas.
Esta
“confesión pública”, ha sido posible, sobre todo, por haber cambiado la
actitud; El enemigo no son las Jurrias y Tabores de mis Hermanos organizados
bajo el paraguas de unas siglas, aunque a veces (Cuando a uno se le calienta la
lengua), pueda tener “las ganas de repartirles unos variscacillos”, pero ni
estaría bien (Son los míos) ni seguramente obtendría otro resultado que el
que ellos sacaran también los garrotes y macanas, momento en que las huestes
invasoras y sus descendientes se frotarían las manos entusiasmados y nos
arrebatarían el terreno que tanto nos ha costado reconquistar. Así pues, el
problema de la Unidad es un problema de actitud general y no de programas ni de
siglas: Es algo personal de cada uno, y como algo individual de cada Canario/ a,
debe ser cambiado a nivel personal, individual, en un proceso de evolución
humana y política imprescindible.
Un
proceso interior, sin aspavientos, declaraciones y golpes de pecho, en que con
la sutileza del Alisio, empecemos a considerarnos y considerar al resto de los
nuestros, por encima de siglas, Jurrias o Tabores, poco a poco como Camaradas/
Compañeros/as, Hermanos/as que luchamos todos por el Objetivo Común de
alcanzar la Descolonización e Independencia de Nuestra Patria/ Matria. Y que
por lo tanto, el enemigo está en otro lugar, por lo que guardaremos las macanas
y garrotes para hablar entre nosotros. Y si nuestra evolución humanística y
política no fuera todavía tan avanzada como para evitar “algún
desencuentro”, en nuestras tradiciones existe lo que se conocen como “desafíos”,
retos justos para fajarse dentro de unas normas de nobleza como las que han
caracterizado siempre a nuestro Pueblo, y luego tan amigos no, más amigos que
antes, pues habrá mantenido cada uno su posición con nobleza, reconocerá su
error (Errare Humanun est- Y de bestias perseverar en el error-) o se someterá
al dictamen ecuánime de los Hermanos/ as y Camaradas, y habrá ganado no el
vencedor (Del Debate) sino Canarias, Nuestra Patria o Matria y nuestro Pueblo.
Como dicen los cristianos, aplicable en este caso, “a
Dios rogando……”.
Para
finalizar esta, he de confesar también, que me costó mucho entender que,
aunque en ocasiones tengan puntos de vista diferentes a los míos, aunque a
veces me pueda calentar con cualquier cosa o cualquiera, mis Compañeras/ os,
Hermanas/ os, Compatriotas todos, no son ni mis enemigos ni los enemigos de
“la Causa”. No nos engañemos, el enemigo es la metrópoli y quienes les
apoyan. Si un hermano/a o compañero/a estuviera, en un momento dado errando, es
mi obligación hacérselo entender de una forma correcta y respetuosa (Sin la
macana o el garrote), de la misma forma que me gustaría si fuera al revés. Que
muchas veces, las prisas y nuestra limitada capacidad para expresarnos y
expresar ideas y conceptos totalmente abstractos (Aunque tengan concreción
real), no siempre tenemos o conservamos la cabeza fría, y en medio del debate
(Sobre todo si es algo acalorado- Acalorado no significa violento), a veces no
somos tan precisos o tan claros como a nosotros nos parece, lo que puede
desencadenar incomprensión que nosotros interpretamos como simple “cerrazón
o ganas de llevar la contraria”, por lo que deberemos acostumbrarnos apuntar
cuidadosamente lo que queremos decir y como queremos decirlo, para que no se nos
olvide nada y en lugar de avanzar en la lucha de Liberación Nacional, tengamos
que abochornarnos otra vez, y
podamos acabar con “la espalda contra la pared frente a los nuestros”.
¡Basta
ya! No más luchas entre nosotros. Madurar y hacer engrandecer, descolonizar y
liberar a Nuestra Patria o Matria y a Nuestro Pueblo, es tarea de todos, por lo
que hemos de cuidar y mimar si es preciso a los nuestros, no combatirlos. Hacer
ver un error al Hermano/ a, depende casi siempre, no de la evidencia ni del tamaño
o la raíz del error, sino de nuestra capacidad de comprensión, de ponernos en
el lugar del otro y de nuestra capacidad para explicar y hacer ver las cosas
(Convencer no me gusta y suena mal), no de la cerrazón o irracionalidad de su
actitud. No tiene más razón el que más grita o el que adopta la posición más
radical; Puede tener sus razones, pero no todas, y por encima de lo veraces que
puedan ser los argumentos esgrimidos y la Libertad de Pensamiento y Opinión y
de de las razones propias, está el Interés General (Y futuro) de la Patria o
Matria y del Pueblo Canario. “Por muchas razones que se crean tener, nunca se
tendrán todas, pues las cosas son siempre según el cristal con que se miran, y
todos tenemos las nuestras…”
…¿Es
que la sangre de aquellos, en
la de estos se extinguió y
el Amor a ti con ellos? ¿No
vendrán nuevos destellos, La
Dignidad se perdió?... (Fragmento
de Mi Patria de
Secundino Delgado) |
Desde
la Antigua Fortaleza, Rukaden Ait Anaga.
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