MOVIMIENTOS
CRUCIALES (III)
Rukaden
Ait Anaga
Continuando con lo dicho en anteriores
comunicaciones, ¿Recogemos o no recogemos el grito que nuestro Padre de la
Nacionalidad Canaria, el Prócer Secundino Delgado lanzó al mundo? Creo que en
el ánimo y el espíritu de todøs está no solo el recogerlo, sino el de
hacerlo realidad, por lo menos en la gente que conozco.
Como
el pasado ha estado lleno de contratiempos, hechos y actuaciones (O la ausencia
de ellas) que no han desembocado en la creación de un Movimiento Nacional capaz
no solo de aglutinar a toda nuestra gente, a los hermanos y hermanas, camaradas
y compañerøs, sino de crear las condiciones objetivas necesarias para la
concesión de nuestras aspiraciones, coincidiremos todos en que ya va siendo
hora de hacerlo. No se necesitan grandes cosas ni sacrificios, solo la voluntad
de hacerlo.
Yo
no quiero decir que todo lo que se ha hecho en el pasado no ha servido de nada,
porque además de mentir, sería injusto y despreciaría la ingente labor, los
sacrificios y la sangre derramada por miles de los nuestros que se crecieron
ante las dificultades y contra el temporal de la represión y el descrédito,
las humillaciones y el desprecio, no solo mantuvieron viva la llama de la
Libertad. No, ni siquiera yo soy tan… (Cada cual que ponga lo que quiera)
Pero
si quiero decir, que “esas soluciones” ya no nos valen en el presente (Salvo
una que todas sabemos y no es preciso nombrar y que espero y deseo que continúe
estando ahí, en silencio todavía, “a la espera”) Quiero decir que si no
construimos el futuro de Canarias todavía, por lo menos debemos crear la
herramienta revolucionaria que nos permita hacerlo. Y también que no debemos
ser tan quisquillosos, tan ideológicamente puros y tan precisos que nos
rompamos los cascos buscando “la herramienta perfecta, la definición
perfecta” de entrada, porque entonces estaremos cayendo en los mismos errores
pasados, pues este instrumento de lucha, primero debe nacer y luego ir
evolucionando, perfeccionándose y adaptándose a las necesidades de la lucha
diaria y cotidiana, a las necesidades y aspiraciones de nuestro Pueblo. Por lo
tanto el primer paso es dotarnos de la estructura en sí misma, con un contenido
mínimo (Los 5 puntos de la Dignidad Canaria) [1],
y a partir de ahí ir creciendo, consolidando el proyecto y dotándolo de todo
lo necesario para la consecución de todos los objetivos.
Con
la base ideológica y la experiencia acumulada en tantos años de lucha, no
partimos de la nada. Tenemos una base, unos cimientos sobre los cuales construir
el futuro de nuestra Patria/ Matria y nuestro Pueblo. Ahora es preciso crear una
Organización capaz no solo de aunar esfuerzos y aglutinar a todøs løs
independentistas, además tiene que conducirnos, con el tiempo, a la victoria.
Aquí
surge el problema de definir qué tipo de organización es necesaria o cual es
mejor. Lo ideal sería, he dicho ya, un solo partido que nos aglutinara a todos,
receptivo y abierto a todas las sensibilidades, pero, también he dicho que sería
necesario un enorme ejercicio de generosidad por parte de todos, para vencer los
recelos y todo lo que nos venga del pasado, así como los personalismos. Como
todos más o menos nos conocemos personalmente a nosotros mismos, esta opción,
por lo menos de entrada, va a ser difícil llevarla a cabo, por lo que debemos,
en aras de la operatividad y el tiempo que se nos echa encima, no perder
demasiado tiempo en esto, y retrasar el momento en que debamos abordarlo, aunque
por otra parte resulta cierta temeridad enfrentar un proceso electoral en que
nuestra organización ni presente fisuras aprovechables por el caciquismo, y no
sucumba a las tensiones propias de la vida política cotidiana, sobre todo si es
de las características y comportamientos tan sucios que todos hemos visto en el
pasado. Pero, ahí queda la cuestión, que no es mi tarea decidirla.
Nos
queda entonces, al principio -decía- la opción única de una Coalición
electoral; En Canarias estas coaliciones solo han triunfado en contadas
ocasiones que no es preciso nombrar, pues las demás no han conseguido
“cuajar” como todos sabemos. Si hubiese una voz “autorizada” que
“velara” para que cada cual cumpla con los compromisos que libremente
adquirió, no habría ningún problema, pero como de momento al menos no la hay
ni se le espera, debe ser una cuestión estrictamente de compromiso mediante
documento notarial encaminado a dos temas:
1-
Las siglas y por lo tanto los cargos que pudieran obtenerse
no estarán controladas por ninguna organización en concreto.
2-
Al no estar controladas por ninguna organización sino por
individuos independientes a título personal, los cargos públicos adscritos a
dicha coalición, firmarán un documento de renuncia previo a presentarse en
cualquier candidatura a cualquier cargo orgánico o público, solo a falta de
fecha. Es preciso aclarar que ningún candidato podrá tener parte del control
de la organización, me refiero a la titularidad legal de la misma.
(Naturalmente
se crearía una comisión encargada de que no se produjeran “abusos” en lo
concerniente a las supuestas “renuncias”, mientras los cargos elegidos se
atengan a los acuerdos, mandatos y programa/ as de la formación, una especie de
comisión de garantías que tomaría sus acuerdos por mayoría absoluta, lo que
necesita obviamente el consenso de al menos la mayoría de estos)
La
forma de organización y el programa, será en la próxima comunicación.
Julio
de 2014.
[1]
Los 5 puntos de la dignidad canaria
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