El insumiso Paulino y los empresarios
patriotas
El Presidente autonómico canario llama
con la boca chica a la "rebelión" porque, según él, España aleja a
Canarias. Los empresarios cipayos canarios claman al cielo y exponen sus
"razones" para que la colonización continúe.
Bastó que el Presidente autonómico
sacara un fisco el pico de debajo del ala para que, como en las sabandeñas “Folías de la
Libertad”, se lo escachen pues, “parece que convenía que el canario no
cantara”, pero ese canario no es el Presidente colonial que más que cantar,
gime, sino el canario de calle, el de a pie, en paro y sin esperanza.
El pobre Paulino se quejaba en su blog
personal -ignoro el plumífero que se lo redacta- de que "el PP está
alejando a Canarias de España, un error que está tardando en corregir"
porque “Canarias no puede recortar más su presupuesto ni ajustar
más sus escasos recursos públicos” y, llegando ya al límite de
su osadía, dice que "si nos siguen ahogando van a condenarnos
a medidas que no hemos tomado ni queremos tomar", por supuesto
que sin especificar si esas medidas consisten en aumentar los mares con su llanto
o si en represalia va a prohibir la VI Feria de Abril y su flamenco en Las
Palmas. Remata Paulino diciendo que si eso ocurre, la culpa será del Estado
(decir que será de “España” y su maldito colonialismo está fuera de la órbita pauliniana) ya que "Canarias está cumpliendo y
haciendo bien las cosas". No señor Presidente. El PP no nos aleja ni
nosotros estamos lejos de nadie. Estamos en nuestro sitio del noroeste
africano. Los que están lejos son ellos allá en Europa.
Es a partir de esas premisas y a la
vista de los “recortes” del presupuesto que España asigna a su colonia -que van
in crescendo y amenazan con seguir aumentando- cuando el discurso pauliniano alcanza su mayor carga política: “Canarias en
conjunto -sus instituciones, sus partidos, sus empresarios, sus trabajadores-
deben rebelarse contra esta grave discriminación. Los canarios no podemos
permitir que se nos trate como ciudadanos de segunda clase, cuando, por lo
demás, hemos demostrado seriedad, rigor y compromiso con la austeridad”. Por
supuesto que la llamada a la rebelión del Presidente no pasa de ser un
ejercicio literario. Si fuera en serio y si se dirigiera a la raíz del
problema que es la dependencia colonial contaría con muchos de los que por su
sumisión lo criticamos, pero desde luego que Paulino Rivero no es un libertador
ni vulnerará nunca la legalidad, aunque esta “legalidad colonial” sea en último
término ilegítima. Como él mismo nos dice de su biografía “Me ha gustado el
texto que hay sobre mí en la Wikipedia: Paulino Rivero Baute
es un político español nacido....” Paulino es español, se siente
español y no piensa dejar de serlo y, como tal, seguirá haciendo lo
posible para que la colonialidad continúe Está en su
derecho y nosotros también en el de rebelarnos no solo contra el sostenido
atraco estatal español sino también contra su gobierno que colabora y permite
pervivir un sistema que nos mantiene con más del 33% de paro y más de 18 puntos
sobre el ya enorme paro de la metrópoli, con los menores niveles salariales y
en una situación de pobreza cada vez más generalizada.
La respuesta española no ha venido de
mano del ministro jilufo, el guanarteme
petrolero J.M. Soria que está muy ocupado veraneando en Lanzarote en el ilegal
Hotel Volcán probablemente para, como ministro de turismo, ver como se vive en
la ilegalidad. Seguro que pagará en metálico como hacía con el chalet que
durante casi dos años le “alquiló” el eólico Javier Esquivel. La respuesta
viene de boca de su corifeo faldero Asier Antona
instando al Presidente supuestamente rebelde a “que deje de lloriquear”
porque "En estos momentos, sobra el victimismo
y el lloriqueo. En Canarias como en España tenemos que cumplir unos objetivos
rigurosos para poder salir adelante. No cumplir no es una opción; negarse a
cumplir, una irresponsabilidad". Me temo que hasta los 400 euros de
los desahuciados entren en esos objetivos rigurosos.
El verdadero rostro de la derecha
española y criolla asoma enseguida. Los empresarios ponen el grito en el cielo
ante la retórica rebelión. Oliver Alonso, del Grupo Domingo Alonso, importador
que extiende sus tentáculos por la mitad del noroeste africano y hasta la
gringa Miami, se explaya en Canarias7 diciéndonos que “cómo se le puede
ocurrir incitar a la rebelión a la población contra el gobierno español, ¿cómo
se puede ser tan irresponsable?” razonamiento al que se apuntan todos los
medianeros de la finca colonial. Son coherentes con su visión del sistema y de
la sociedad de explotación. Como dice mi amigo Isidro León en su último
artículo, de esta forma “Se desnudan los esbirros”. [1]
Como en las Folías
sabandeñas, el pequeño canario “que cantaba entre
barrotes/desgañitó su cogote/ rompió la jaula y voló”. Voló en busca de lo
que nos falta: Libertad y Dignidad.
Gomera -sin hidroaviones ni
helicópteros- a 10 de agosto de 2012.
Otros artículos de Francisco Javier González, publicados
en El Canario