Se
desnudan los esbirros
Isidro
Santana León
Leo en un periódico de la colonia, concretamente el
Canarias7 del miércoles 8 de agosto, que las manifestaciones de Paulino Rivero llamando
a la sociedad canaria a rebelarse contra la metrópoli no han sentado nada bien
entre la clase “empresarial” canaria. Por lo visto, el primero en censurar al
presidente de Canarias, tachándolo de irresponsable y de decir sandeces fue Óliver Alonso, consejero delegado del grupo “Domingo
Alonso” y miembro del Círculo de “Empresarios”. Éste, por lo que dice, llevaba
mucho tiempo callado aguantando las declaraciones del presidente del Gobierno
de Canarias, y se desahoga en las redes sociales, escandalizado, reprobándole
que “cómo se le puede ocurrir incitar al la rebelión a la población contra el
gobierno español, ¿cómo se puede ser tan irresponsable?” Su mensaje recibió
medio centenar de me gusta en solo cuatro horas, además de los mensajes de
apoyo. Debo entender que entre los me gusta y los mensajes están el de Belicoso
Soria y la horda del PP, quienes no saben qué artimañas emplear para sacar a CC
del gobierno. Creo que los sondeos de la red no le auguran a este señor
–entradito en carnes, con vestimenta del diferenciado standing
y cara de ambicioso– un buen futuro político, como
tampoco la presidencia del Circulo de “Empresarios” ni de la Cámara de
Comercio, pues me parece hombre de nimia masa gris, de ideas romas pero muy
egoístas en cuanto a lo que sugiere: el cierre o la privatización de empresas
públicas –es seguro que se refiere a hospitales y colegios–,
reducir municipios y hacer una gestión más eficiente del dinero público.
Quien escribe es uno de los que le dan caña a Rivero,
si es menester, porque soy un nativo canario que sufro, en mí y en otros de mi
nación, el abuso, la iniquidad y la soberbia del colonialismo español –críticas
que son comprensibles de los que estamos jodidos–,
pero que lo haga un estómago agradecido, por motivos opuestos a la dignidad de
un pueblo, que seguro se ha acogido a las prebendas de la RIC, del REA, que tal
vez ha recibido algún pellizco del los fondos IFEN y de cuantas subvenciones y
trampas han gozado gran parte de los llamados empresarios, me parece una ignominia.
La tecnocracia es la que dirige el mundo y en la colonia también lo intentan
los secuaces y migajeros del reino. Sé que lo de la
rebeldía es un farol de Paulino Rivero; pero, si hace ese llamamiento, porque
se ha dado cuenta de que la mecha en Canarias corre a toda prisa hacia la bomba
y quiere partirla antes de que explosione, ¡quién coño es este chupóptero –que
se ha pegado medrando toda su vida, igual que su familia–
para recriminarle nada, en caso de que el pueblo se levante por la
desesperación y la llamada de su presidente!… ¿Es que no fue elegido por los
canarios para que velara por su futuro y sus derechos?
¿Quién es este cenutrio, que se presta al patrocinio
de los mamones para seguir en la teta, igual que
cuando el dinero podrido corría sin origen ni destino, para decirle al pueblo
canario que se calle? ¿Empresarios?, ¡que empresarios! En las colonias no hay
empresarios, sólo rentistas, almaceneros, intermediarios e importadores –como
éste que se dedica a traer coches para crear los puestos de trabajo fuera, y la
mayoría por un estilo. Claro que no se les puede pedir que tengan conciencia
nacional –eso es como meterle la mano en el cacharro al perro cuando está comiendo– por lo que se dedican a lo inmediato, devorando
sin escrúpulos lo primero que huelen: invierten en especulación, meten las
rentas en los paraísos fiscales, se compran el chalet de superlujo,
el yate etc, pero nunca han reinvertido las
plusvalías en proyectos para el desarrollo que cree riqueza en la nación, en
Canarias, porque no tienen capacidad de liderazgo sino para traer vinos,
jamones, chorizos y otros productos de España y revenderlos aquí, o para
mandar, altivos, a los siervitos canarios que les laboran por miserables
sueldos, a los que les roban las horas, defraudando, de paso, a la Seguridad
Social. Son muy pocos los verdaderos empresarios en Canarias: los industriales
y algún otro que crean la riqueza dentro y que tienen la iniciativa de ir
dotando y modernizando su industria para ser competitivos, los únicos que
pueden crear una economía productiva y nacional. No sé qué piensan estos
chupatintas; no han sido capaces de diversificar la economía, cuando han tenido
suculentas rentas y subvenciones para hacerlo, y por lo visto piensan vivir de
forma hedónica, esclavizando al pueblo cuando éste ya padece inanición. Sé que
Paulino Rivero no se atreve a hacer ese llamamiento a salir a la calle, acción
que se los podría poner de corbata al colonialismo, pues tiene miedo, pero más
temprano que tarde lo desbordarán las circunstancias, porque pudiera ser que
fuere el pueblo el que salte de forma súbita; entonces sí sería peligroso, ya
que no habría control ni autoridad ni ética, y, por lo tanto, empresarios del
colonialismo, hematófagos de lo público, qué sería de sus privilegios.
Hagan ustedes también, “empresarios”, un acto de
rebeldía y únanse a la sociedad canaria, porque estamos a
8/08/12
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