Los guanches de América (y II)

 

José Gregorio González *

 

-Ha mencionado las hachas pulimentadas. ¿Sabe usted que actualmente están siendo sometidos a nuevos estudios por geólogos  canarios para determinar con exactitud su naturaleza y de esta manera despejar o reforzar su alto grado de extrañeza?

 

    "Se ha hablado y escrito mucho sobre las mencionadas hachas pulidas de forma petaloide y de almendra, algunas de ellas fabricadas de jadeita y encontradas en las islas de La Gomera y Gran Canaria. Con respecto al material con que fueron fabricadas, no cabe duda que proceden del continente americano, tanto en lo que respecta a su parte lítica como a sus formas, especialmente las de características almendraloides o agmidaloides, como así se les conoce en términos arqueológicos, desconocidas por los pueblos que habitaban las Canarias y su entorno africano, salvo que procedieran de Asia o del norte del continente europeo, en cuyo caso sería una prueba aislada sobre la presencia de pueblos procedentes de esas  latitudes en Canarias, por lo que dicha opción no puede ser tomada en cuenta. Sin embargo esto no pasa al tratar de relacionar dichos objetos con el continente americano, dado que aparecen una gran cantidad de objetos arqueológicos asociados con estas hachas pulidas encontrados en las islas, curiosamente idénticas a las usadas por el pueblo araguaco-taíno, ¿No les parece demasiada casualidad? Veremos qué sale de ese estudio".

 

-Usted ha rastreado vínculos en los motivos rupestres, ¿que nos puede contar al respecto?

 

"El fenómeno del arte rupestre y el tratar de buscar similitudes en base a motivos aislados simples, puede dar lugar a respuestas incorrectas o tergiversar las mismas. Está probado que en toda el área atlántica tenemos una serie de petroglifos de un carácter similar, como es el caso de las figuras circulares y laberínticas. Tal es el caso de los petroglifos gallegos, islas Británicas, algunas zonas de Marruecos, las propias Canarias, Angola, zona atlántica surafricana, costas de Brasil, Venezuela y algunas islas caribeñas. Probablemente sean las antiguas huellas de un pueblo navegante que vivió en el área atlántica dejando en los petroglifos la muestra de su cultura hace varios milenios. 

 

Pretender sustentar mi hipótesis en base al aspecto comparativo del arte rupestre sin contar con otros elementos de apoyo ésta caería por su propio peso. Sin embargo el descubrimiento realizado por mi en las selvas de Venezuela hace cinco años de una superficie rocosa de unos mil quinientos metros cuadrados totalmente grabados y con unas figuras muy complicadas, no limitadas a simples diseños; y posteriormente ubicar en el Atlas marroquí estaciones de petroglifos con "idéntico diseño" en una misma superficie rocosa, me lleva a aceptar que pueblos bereberes del Alto Atlas y en un pasado remoto llegaron aAmérica. Tanto los petroglifos de la estación Talak Nik en las montañas del Yagour en el Atlas y los de Punta de Piedra en el piedemonte andino venezolano, nos plantean un sinnúmero de interrogantes difíciles de dar respuesta, pero que nos demuestran que los contactos interatlánticos fueron una realidad".

 

Discursiones bereberes

 

-¿Qué opinan los prehistoriadores insulares de su hipótesis?

 

"Como mi libro no ha salido a la luz, son muy aisladas las opiniones que se han formulado sobre mi hipótesis; los pocos investigadores y arqueólogos canarios que la conocen se han mostrado sorprendidos y a la vez me han dicho que por lo que han visto superficialmente, dicha hipótesis está muy bien documentada y que viene a abrir una puerta más sobre el poblamiento prehistórico del archipiélago canario. Un reconocido arqueólogo me dijo que a ellos les iba a ser difícil echar por tierra dicha hipótesis debido a lo variado y complejo de la documentación con que avalo mi teoría".

 

-Por cierto, ¿entra en conflicto con la tesis admitida del poblamiento bereber?

 

"Al contrario, la misma despeja una serie de dudas que se tenían sobre el poblarniento prehistórico de Canarias. Soy un defensor de la influencia de dicha cultura en el pasado canario, pues numerosos restos arqueológicos y gran cantidad de palabras y toponimia que se han encontrado por todo el archipiélago demuestran una clara influencia cultural de este pueblo africano. Lo que no se puede es caer en el defecto de atribuir el pasado de un pueblo a una sola cultura. Por ejemplo en Galicia, mi tierra natal, sucede que para una gran mayoría de la gente los restos arqueológicos son de origen "celta", cuando se sabe que numerosos pueblos llegaron en la antigüedad a esas latitudes. Lo mismo pasa en Canarias a nivel general y por desgracia también entre algunos investigadores, al atribuir todas las huellas culturales del pasado canario al pueblo bereber, cuando se sabe arqueológicamente que entre los restos óseos de aborígenes canarios hay una variada conformación racial de individuos procedentes de distintos lugares, con algunos casos en los que no se les ha podido asignar un origen. Por eso concluyo que tanto la influencia del pueblo araguaco como del pueblo bereber conforman algunas de las piezas del complicado puzzle sobre el pasado prehistórico canario".

 

-¿Es posible que exista cierta resistencia académica hacia las ideas refrescantes?

 

"Antes de recopilar en un libro el fruto de más de 20 años de investigaciones lo pensé mucho, pues sé que es muy difícil que un trabajo aislado como el mío sea aceptado por la comunidad científica y académica, más cuando ya se han asentado ciertas bases de investigación. No pretendo de ninguna forma cambiar el pasado cultural de Canarias, la idea de mi publicación es animar a los nuevos investigadores y arqueólogos a que abran nuevas puertas en el estudio de la prehistoria del archipiélago, y que mis investigaciones sirvan como base para nuevos trabajos, para que por medio del apoyo de equipos multidisciplinarios de investigación se pueda demostrar que Pablo Novoa tenía razón o no. Quizás no tenga razón, pero también puede ser que sí". •

 

 

¿QUIÉNES FUERON LOS ARAGUACOS?

 

El pueblo araguaco es la "cenicienta" de las culturas precolombinas que poblaron el continente americano. A pesar de ser la menos conocida, sin embargo se extendió por gran parte del continente desde el este de Bolivia, lugar probable de su origen, hasta la península de La Florida, dejando la huella de su cultura en las diversas áreas intermedias, colonizando todas las islas del arco antillano y desarrollando en las Antillas Mayores, en contacto con grupos locales, la conocida Cultura Taína, donde alcanzó un alto grado de desarrollo, frenado y posteriormente destruido, primero por la terrible invasión caribe y posteriormente por la depredación europea.

 

Su extensión territorial fue incluso mayor que la de incas y mayas, pero como no construyó grandes obras monumentales en piedra, fue dejada de lado por los arqueólogos e historiadores. Sin embargo los restos de su presencia están presentes en muchos lugares del centro y sur del continente: las grandes obras hidráulicas con las que cambiaron el curso de grandes ríos; enormes calzadas y centros ceremoniales tumulares construidos de tierra; una hermosa cerámica; estilizados objetos líricos, de piedras semipreciosas y oro; y las huellas de su patrimonio lingüístico y toponímico que encontramos a todo lo ancho y largo del centro y sur del continente americano.

 

 

* Publicado en el suplemente del periódico El Día, ‘La Prensa’ -Claves del camino- de fecha 1 de noviembre de 2003.

 

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