» Jorge Ancor Dorta
Cuenta
Albert Memmi que un colono es un privilegiado ilegitimo que ha aceptado serlo.
Un privilegiado ilegitimo en función del color de su piel o de su lugar de
nacimiento. Sus privilegios salen de las oportunidades de los demás, y lo
sabe…, y en lugar de marcharse como lo haría cualquier persona decente, en su
mediocridad, decide quedarse. ¿En que otro lugar del mundo un mediocre como el
podría vivir una vida y unos privilegios que no le corresponden? Es por ello
que el colono tratará de defender sus ilegítimos privilegios a toda costa y
hasta el final.
Naturalmente,
no todos los europeos en las colonias son potentados o poseen miles de hectáreas
o manejan el gobierno. Muchos de ellos son víctimas de los amos de la
colonización, explotados por estos amos, a fin de proteger intereses que no
suelen coincidir con los suyos. Además, las relaciones sociales casi nunca se
equilibran. En contra de todo lo que nos gusta pensar, el pequeño colono es
en realidad, en la mayoría de los casos, un defensor de los colonialistas y un
defensor obstinado de los privilegios coloniales. ¿Por qué?... (...) Si
el pequeño colono defiende el sistema colonial con tanto vigor, es porque se
beneficia del susodicho hasta cierto punto. Su ingenuidad radica en el hecho
de que, para proteger sus muy limitados intereses, protege otros infinitamente más
importantes, de la cual es, por cierto, la víctima. Pero, a pesar de
embaucado y víctima, también recibe su parte.
Los
Pied Noirs (Pies Negros) eran los colonos franceses en Argelia y formaron (y
forman) la médula espinal de la ultraderecha. Por ejemplo el líder y fundador
del Frente Nacional, Jean Marie Le Pen, fue paracaidista en Argelia. El
colonialismo crea sociedades cuyo privilegio depende de la melanina, lo cual es
muy cómodo. Pertenecer a un grupo superior elimina la necesidad de
superiorizarse individualmente y de esta forma pueden negar o esconder su propia
mediocridad.
Es
por todo esto que no me sorprende la reacción de los colonos españoles, tan
abundantes en el sur de Tenerife y Gran Canaria, pintando su bandera sobre la
nuestra junto con la frase "Moro No". Es el mismo argumento que la
ultraderecha española está usando en Catalunya…, el miedo al moro, ¿pero de
que van a vivir los catalanes si se independizan? Las hordas musulmanas los van
a invadir..., es el recurso al miedo de quien no puede aportar nada en positivo.
Es el argumento del mediocre que no puede afrontarse a si mismo y por eso se
llena de odio y de frustración hacia los demás[1].
Son
tan patéticos en su intento de manipular que se les coge en pifias como esta
foto de una supuesta manifestación pro catalana que es en realidad la
manipulación de la foto de una manifestación pro palestina en un país árabe.
Imagino
que en la pequeña cabecita del colono o del ultraderechista no cabe que alguien
no quiera pertenecer a ese país corrupto y patético que se llama España. Por
eso el que no lo ama, el disidente, el inconformista, el que quiere libertar de
pensar, ser y sentir por si mismo es un traidor, un mal patriota, un indeseable
o un "moro". El colono, para no enfrentarse a su propia miseria
necesita la aceptación y el "amor" del colonizado. Negárselo,
rechazarlo, es ponerle un espejo en la cara en el que vea reflejada su propia
mediocridad y miseria humana.
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