Son lo que son y no lo pueden esconder

 

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Hace unas semanas los compañeros de Unión y Acción Canaria del sur de Tenerife realizaron una pintada en un muro en la montaña de Guaza. El mural era sencillo, ni logos ni eslóganes partidistas, simplemente la bandera de la siete estrellas y el lema "DECOLONIZATION", una palabra que se entiende perfectamente tanto en ingles como en castellano. 

 

La reacción no se hizo esperar, y al poco tiempo tacharon lo de DECOLONIZATION y apareció superpuesta una bandera española y la frase "MORO NO". La mano del colono es evidente por lo xenófobo de la frase. No es la primera vez que nos llaman "moros". A los jugadores de la UD Las Palmas se lo gritaron más de una vez en los años 50, 60 y 70 y en el Sahara español - aquella provincia tan española como Cuenca que decían - a los canarios los militares españoles los llamaban "moros con corbata". Los moros con corbata quieren verlo, mi comandante.

 

El racismo siempre ha sido una característica del español. Una hija de un alto mando militar español en el Sahara me contó varias anécdotas como la de que su padre siempre se lavaba las manos con alcohol después de darle la mano a cualquier saharaui que fuera a visitarlo a su despacho, o de como tenían a un saharaui contratado cuyo único trabajo era el de untar pan con mantequilla a las hijas del oficial español en el desayuno,... una situación ya de por si humillante, pero quizás más humillante era que aquel pan con mantequilla nunca se lo comían las niñas ya que les daba asco que un moro hubiese tocado aquel pan.

Una amiga de Guinea Ecuatorial me contó una vez como en Guinea había muchas mujeres que se llamaban "niña" y muchos hombres que se llamaban "caca" y que gracias a Dios ya no hablaban español y por tanto no eran conscientes de lo que significaba. La deshumanización del nativo y la negación de su individualidad - los españoles en el Sahara solían llamar "Fátima" a todas las saharauis - es una característica intrínseca del colonialismo y de su forma de pensar. Es uno de los cuadros psicológicos y sociológicos del colonialismo.

 

La xenofobia y el racismo español tiene profundas raíces. La America colonial era un sistema de castas. La cúspide la ocupaban los blancos "peninsulares", ocupaban los altos cargos públicos y militares, eran los dueños de las Compañías Privilegiadas - compañías comerciales cuyas actividades gozaban de la protección del Estado mediante un privilegio - como la Compañía Guipuzcoana que monopolizaba el comercio en Venezuela ya que era la única autorizada tanto a la importación y comercialización de toda clase de mercancías europeas, así como a la fijación de precios y compra de los bienes producidos en Venezuela y su comercialización en España.

 

El siguiente eslabón eran los "Blancos Criollos" hijos de españoles nacidos en América. Estos últimos formaban parte de la nobleza gracias a un decreto que compensaba su esfuerzo en tomar posesión de tierras en nombre de la corona española y la fundación de ciudades. Por eso eran dueños de grandes extensiones de tierras que les permitían ejercer actividades económicas, así que tenían gran poder económico en la sociedad. También eran dueños de un gran número de esclavos que trabajaban en sus haciendas. Los mantuanos, aunque pertenecían a la elite aristocrática local, carecían de derechos políticos por lo que solo podían acceder a cargo público pagando por ello, por ejemplo en el caso de la institución colonial de los Cabildos.

 

Mas abajo en la escala estaban los "Blancos de Orilla", aquellos en donde su ascendencia no estaba muy clara; procedentes de las Islas Canarias (no eran considerados del todo españoles) o descendientes de criollos e indias. Estaban prácticamente marginados, trabajaban como capataces en haciendas de criollos o ejercían cargos públicos de menor importancia, si tenían suerte. La mayoría se dedicó a la artesanía y al comercio minorista.

 

Por ejemplo, Sebastián de Miranda, padre del general libertador y héroe de las revoluciones americana y francesa, Francisco de Miranda, era un canario del Puerto de la Cruz y tuvo muchísimos problemas para ser nombrado simplemente capitán de milicias en Caracas. 

 

Al sospecharse que era mestizo de guanche, pertenecía a la categoría social de blancos de orilla, considerada inferior a los blancos españoles y a los criollos. Se sabe que el Cabildo de Caracas le acusó de «mulato, mercader, aventurero e indigno por muchos antecedentes de desempeñar puesto de categoría».

 

No es de extrañar que, alcanzada cierta holgura económica, tratara de demostrar en juicio que sus orígenes eran «puros» para así poder obtener mayores privilegios sociales.

 

Se estableció como comerciante de lienzos y, con el tiempo, contrajo matrimonio  con la caraqueña Francisca Antonia Rodríguez de Espinosa, también de origen canario y necesariamente blanca; de lo contrario, la boda no hubiera aparecido en el registro de matrimonios y sus hijos jamás hubieran podido ir a la Universidad.

 

En La Orotava, la familia Miranda era considerada gente distinguida e ilustre, a diferencia de Caracas. Buscaban pues allí posición social similar rehaciendo su fortuna mediante el trabajo, y/o llegando a obtener títulos académicos en la Universidad. Así, su padre logró además de hacer fortuna, ser nombrado Capitán del Batallón de Milicias de Blancos de Caracas pero por ser nativo de las Islas Canarias (i.e., "isleño") y comerciante, su nombramiento produjo un fuerte rechazo del estamento social conocido como mantuano, sociedad compuesta de blancos criollos, descendientes de españoles, pero nacidos en territorio americano.

 

Pero no todos los canarios eran considerados "Blancos de Orilla", muchos eran inscrito en un eslabón inferior, dentro de las denominadas "Clases Pardas" que englobaban a las personas fruto del proceso de mestizaje entre blancos, indios y negros. Generalmente eran hijos nacidos fuera del matrimonio, por lo tanto eran despreciados por los blancos y excluidos de cualquier institución política o círculo social (como las iglesias, los seminarios y universidades).

 

Las clases pardas eran mestizos (unión de blanco e indio), mulatos (unión de negro e indio), Zambos (unión de indio y negro), Cuarterones o "moriscos" (unión de blanco y mulata), Quinterón (unión de blanco y cuarterón), Tercerón (blanco con mulato), tente en el aire (zambo con tercerón o cuarterón) y salto atrás (cuarterón o quinterón con mulato o negro).

 

En una sociedad en la que el privilegio dependía del color de la piel, el incluir al canario como miembro de las clases pardas los situaba ante las leyes y la justicia colonial en condición de inferioridad frente a los "blancos". Mas abajo en el sistema de castas colonial estaban solamente los indios - obligados a vivir y trabajar en pueblos de misiones y haciendas, así como también a pagar tributos a los propietarios de dichas haciendas por tenerlos supuestamente educados, alimentados, vestidos, etc... -  y los negros (manumisos o esclavos).

 

Pero si crees que la xenofobia por parte de las Fuerzas Armadas españolas es cosa del pasado te equivocas. A día de hoy en los cuarteles los suboficiales son "negros", los oficiales son "blancos", los oficiales que provienen de suboficiales son "mestizos" y la tropa es simplemente "chusma". El sistema de castas sigue vivo, hoy en día, en el ejército español.

 

Ya lo dicen Fanon y Memmi, el colono es un usurpador, un privilegiado ilegítimo que ha aceptado serlo y que tratará de defender sus injustos privilegios a toda costa. El racismo y la xenofobia son consustanciales a la mentalidad colonial. Lucro, privilegio y usurpación es lo que define al colono y a la relación colonial. 

 

Los colonos "aplican al genero humano el numerus clausus. Como nadie puede despojar a su semejante sin cometer un crimen, sin someterlo o matarlo, plantean como principio que el colonizado no es el semejante del hombre (...) se ordena reducir a los habitantes del territorio anexado al nivel de monos superiores, para justificar que el colono los trate como bestias (...) La violencia colonial no se propone solo como finalidad el mantener en actitud respetuosa a los hombres sometidos, trata de deshumanizarlos. Nada será ahorrado para liquidar sus tradiciones, para sustituir sus lenguas por las nuestras, para destruir su cultura." Esa es la mentalidad que subyace tras el "Moros No" de la pintada. 

 

Da igual que colono haya hecho la sobrepintada, si la Falange de Arona, la Guardia Civil, militares o simples colonos. Lo relevante es lo de "Moros No". El racismo es muy cómodo. Creer que se pertenece a una raza o a un grupo superior elimina la necesidad de superiorizarse individualmente.

 

A mi sinceramente que me llamen "moro" no es ningún insulto, ... insulto seria que me llamasen español. Moro - o Mauro en Portugués - es el habitante de la Mauritania Tingitana, es decir los habitantes originales del Norte de África antes de la llegada de la "invasión" árabe en el siglo VII.... o lo que es lo mismo "bereber" o "amazigh".... pero claro, eso para los colones les queda muy grande. Ellos son más simples.

 

En cambio, posiblemente la confusión para el canario viene, no solo de los prejuicios de la secular cultura racista española, sino de la manía española de llamar moro también a los árabes y a los saharauis,..[1]

 

algo incorrecto ya que los saharauis no son bereberes sino árabes, concretamente beduinos de origen yemení que vinieron y se establecieron en el Norte de África sobre el siglo XIII, .. es decir tan colonos en el Norte de África como los españoles en Canarias.

 

[1] Lamar moro  

 

Fuente: Mencey Macro  

 

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