Entre Luces y Sombras (II)

Jorge Ancor Dorta  

Todos los años, al acercarse el día 22 de Octubre de la celebración tradicional del día de la bandera nacional canaria, la de las 7 estrellas verdes, surge el mismo circo. En el fondo es la única oportunidad que tienen grupúsculos y pequeños partidos de hacerse notar, de hacer algo de “política real”, de hacerse valer. Cada cual busca su cuota de protagonismo, su reconocimiento, sus 5 minutos de gloria.

 

La mayoría de esos personalismos -si bien molestos, inmaduros y contraproducentes- son en el fondo inofensivos. Pero detrás de la división de las manifestaciones en Tenerife ocurridas el año pasado y del intento de división en Gran Canaria este año hay algo mucho más oscuro.

 

Existe un partido independentista que tiene la necesidad de hacer ver que lidera el independentismo para seguir recibiendo fondos de un país sudamericano. Pero esa financiación, que podría estar entre los 5 y los 6 ceros, por otra parte nunca llega a las bases ni se usan para los fines para los que se concedieron.

 

Dineros para financiar posturas marginales que más que ayudar se han convertido en un obstáculo porque mantienen al soberanismo en posturas anacrónicas y marginales. De ahí la imperiosa necesidad de algunos de poner “independencia y socialismo” en las pancartas de las manifestaciones para sacar la foto y mandarla a Sudamérica. En el fondo cuando se financia bajo condiciones, en realidad no se apoya sino que se compra.

 

Esa necesidad de algunos hacer ver en el exterior que se “controla y lidera el movimiento” para mantener su chiringuito particular ha llegado a extremos patéticos y penosos. Este año el ridículo ha llegado a que se suprima "y descolonización" del lema y se haga solo bajo el lema "Independencia" (Imagino que querrán retocar las fotos con photoshop añadiendo "y socialismo" antes de mandar las fotos a Sudamérica o colgarlas en Internet) o a que un grupo con representación en Tenerife pero sin implantación en Gran Canaria, que son literalmente seis personas, convoque una manifestación en Gran Canaria bajo el lema “independencia y socialismo” el día anterior a la constitución de la Comisión 22 de Octubre que había sido convocada previamente.

 

En el fondo, esa es el por qué de un circo que se repite año tras año y que crea descontento, desmotivación y desilusión en la gran mayoría de los independentistas. Un circo que impide la vertebración de un movimiento popular y masivo. Un círculo vicioso que mantiene al independentismo en posiciones marginales y sin visión de Estado. 

 

Ante la manipulación y apropiación del movimiento que quieren hacer algunos -para el logro de sus ambiciones y mantenimiento de chiringuitos particulares- la estrategia adecuada es desconcentrar en lugar de concentrar. Es decir, dispersar los actos y realizar celebraciones lúdico-festivas, concentraciones y manifestaciones a todas las islas y rincones posibles como bien ha sabido sugerir Cubillo y otros. Convirtiendo, de esta forma, un circulo vicioso en un círculo virtuoso.


Si lo pensamos bien, la unidad es tan solo un requisito que nos autoimponemos a nosotros mismos. En realidad nuestro objetivo no debería ser la unidad en si sino el avanzar en la construcción de un movimiento democrático y popular que demande la soberanía y la descolonización del archipiélago.

 

Inevitablemente en este mar revuelto hay quien intenta pescar para adquirir poder personal mediante un doble juego. Grandes egos que se creen muy inteligentes conspirando y jugando a dos y tres bandas pero cuya capacidad intelectual deja mucho que desear. Personajillos que buscan en la conspiración y la manipulación lo que no pueden ganar de otra forma y cuya única arma es el bloqueo y el sabotaje porque son incapaces de aportar nada en positivo.


La existencia de estos personajes no lo podemos evitar, y si nos los tuviéramos créanme que nos lo crearían. Pero lo que si podemos decidir es como nos enfrentamos a esa circunstancia. Podemos elegir hacerle el juego a los saboteadores, desmotivarnos, desilusionarnos y dejar que la apatía nos venza, o podemos elegir ignorarlos y seguir nuestro camino con determinación centrándonos en avanzar al margen de chantajes e intereses foráneos

 

El independentismo canario necesita evolucionar hacia formas modernas. Tenemos que dejar de seguir lastrados por el pasado y mirar con optimismo al futuro.

 

Publicado en menceymacro.blogspot.com

 

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