Canarias, cinco razones de Estado (y V)
Manuel Díaz Hernández *
La 5ª razón de Estado
que argumentamos a favor de Canarias es el Estado político propio. El Estado como
institución jurídico-política es la dignidad de mayor rango de una nación, y
lógicamente esta es la que deseamos para
Ya hemos afirmado que
el Estado es la entidad referencial de la nación mediante la cual se organiza
la vida política de su sociedad, la vida económica, la vida cultural, y todas
sus instituciones multiorgánicas. Los Estados modernos sintetizan toda la
experiencia política acumulada por el hombre desde que se organizó la sociedad.
En otra oportunidad hemos reafirmado el carácter ordenado de sus sistemas
completos. Sus funciones son estáticas y de equilibrio permanente.
Realmente, el Estado,
analizado desde la perspectiva matemática de los conjuntos, tiene grupos
máximos de elementos, y son equivalentes al cardinal propio. El Estado está
formado por ciencias diversas y diferentes teorías. Estos hechos ponen de
manifiesto que no se ha encontrado la teoría completa que explique
coherentemente todas las fenomenologías del Estado.
El Estado es la razón
de ser del nacionalismo. De tal forma que ambos son recíprocos o biunívocos.
Por este motivo, la constante más universal de los Estados, de todos los
tiempos, es el nacionalismo. Sus cuatro ámbitos y los diez principios
fundamentales de su identificación, ya expuestos en anteriores artículos, son
los que configuran la teoría definitiva del Estado.
El "ius gentium", que liga el
derecho internacional con la razón humana, certifica su conjunción con el
nacionalismo, biológico o científico, que ya hemos explicado.
Desde una perspectiva
científica, el Estado es una entidad multívoca de
sistemas cerrados. Un sistema referencial completo, marcadamente
antropocéntrico. Esta es la razón existencial de su imperativo básico, la
demanda de fronteras propias.
Canarias es un país
afro-atlántico situado en la región noroccidental de
África. Todavía es una colonia residual del imperio español extinto.
Actualmente, nuestro estatus colonial nos impide ser un archipiélago-Estado
reconocido internacionalmente. Sin esta condición imprescindible, Canarias no tendrá jamás fronteras propias, definidas, seguras, bajo el
amparo del derecho internacional vigente.
España no puede ser
sujeto jurídico por Canarias después de la reforma del Derecho Internacional
del Mar, puesto que Canarias está en otro continente,
en África, y España está en Europa. La supuesta españolidad de Canarias, basada
en una soberanía política transcontinental, quedó anulada después de que
entraran en vigor las reformas del citado Derecho Marítimo Internacional, que
primó definitivamente la localización geográfica y la ubicación de los
habitantes en su territorio. Esta sabia decisión es analógica con los
principios del nacionalismo universal que practican todas las naciones del
mundo.
Los colonialismos
transcontinentales quedaron invalidados. España no puede darnos fronteras de
Estado definitivamente. Sólo las podemos alcanzar nosotros, yendo al Comité de
Descolonización de los Veinticuatro en
Canarias ha quedado en
A todo cuanto ya hemos
expuesto, se añadiría la seguridad de Canarias, al alejar el peligro de ser
víctima de la posible codicia de megalómanos y aventureros sin escrúpulos. Es,
por consiguiente, una necesidad vital, un derecho natural y una decisión
responsable.
En el ámbito
institucional de
a) El himno actual de
Canarias no es solemne, ni motiva exaltación de valores humanos o valores
heroicos alguno. El arrorró es una bonita canción de cuna, y en Canarias ya
amaneció.
b) En el escudo de
Canarias no caben perros lamedores de coronas.
c) El Parlamento de
Canarias tendrá un edificio simbólico, emblemático, que podría ser encargado al
"arquitecto Fidias", para que tenga las
proporciones áureas del Partenón. Y estará situado en torno a una gran plaza,
d) La bandera nacional
está ya sancionada por el apoyo identitario popular.
e) Canarias tendrá una
Constitución para un modelo político de República Democrática Federal, con
modelo económico social de mercado, para efectuar políticas económico-sociales
de justicia. Defenderá al hombre como sujeto de derechos y deberes en el orden
social.
El nacionalismo genera
de forma natural la sociedad más homogénea de clase media. Esta sociedad estará
formada solidariamente por hombres libres unidos, no por hombres unificados,
nunca por hombres masa, que queden a merced de los dictadores de siempre. El
nacionalismo, desde el punto de vista religioso, es ecuménico.
El gran fenómeno
socio-político mundial evoluciona contemporáneamente hacia el incremento
numeroso de naciones naturales libres. Actualmente, han accedido a la
independencia 226 naciones con rango de Estado. La abrumadora mayoría son
repúblicas y el sistema federal es creciente. El ordenamiento socio-político y
económico de convivencia mundial apunta hacia la configuración natural de los
Estados confederados del mundo. Esta y no otra es nuestra Estrella Polar, la
del nacionalismo canario.
Recordando a Unamuno, en su obra "Del sentimiento trágico de la
vida", él dijo que "lejos está todo, qué pronto se hace tarde".
Nosotros invertimos el primer término y decimos: "qué cerca está todo, qué
pronto se hace tarde".
Y cuando la gran
alborada dibuja nítida la línea nívea sobre nuestros horizontes azules del mar,
el amanecer está cerca y él tornará áureas nuestras montañas primeras. Allí
nuestros antepasados adoraban sus animismos en la luz. La luz, punto ecuménico
de la espiritualidad del hombre y su naturalismo profundo.
* Dr. en Medicina, ex profesor universitario