Canarias, cinco razones de Estado (IV)
Manuel
Díaz Hernández *
En el cerebro humano
existe una función que es el "estado referencial", que es nuestra
mente propia. Mediante él nos identificamos a nosotros mismos. Esta identificación
es el "yo" que nos singulariza como individuos libres y únicos. Ese
estado físico o territorial es el centro referencial de la nación que se
considere. El estado y la nación se identifican entre sí como propias y únicas.
Siendo el estado una
función referencial completa, no sólo organiza la vida política de la nación,
sino también su economía, que está en relación con sus necesidades y recursos.
La economía es un sistema completo y ordenado de numerosas variables de
escalas. La debemos considerar, por esta razón, como un gran conjunto de
elementos matemáticos.
Canarias, después de
seis siglos de colonización española, sigue siendo aún una nación sin Estado
propio. Este concepto es fundamental para entender el desolador panorama de la
economía actual de Canarias. Para su análisis debemos conocer tres apartados:
a) La acción deletérea
del colonialismo histórico durante el período de tiempo prolongado de seis
siglos.
b) Conocer y asumir no
sólo nuestra posición geográfica, sino también las consecuencias geopolíticas
que se generan en nuestra área específica de esta parte del mundo.
c) Conocer
esencialmente la historia y la estructura de nuestra economía.
Sólo así podremos
desarrollar un modelo económico propio que nos afiance como pueblo moderno y con
futuro en el conjunto de las naciones libres del planeta Tierra, de la que
Canarias forma parte inexorablemente. La economía de
Canarias es, en sí misma, una poderosa razón de Estado. La estudiaremos a
continuación siguiendo el método matemático de los conjuntos simbólicos.
Nuestra historia
económica la inició nuestro pueblo primigenio, el guanche. Ellos organizaron su
modelo económico propio, vinculando sus recursos a sus necesidades vitales. Lo
hicieron con la tecnología elemental de su cultura. Conjugaron el sector
agropecuario propio con la pesca artesanal primitiva. Esporádicamente
realizaron intercambios comerciales mediante el procedimiento del trueque
directo con otros pueblos que conocían la navegación marítima y que arribaban a
nuestras costas canarias. Evidentemente, el modelo económico que desarrollaron
nuestros antepasados fue subsistencial.
Después de la
colonización vandálica española, ya los canarios no hemos podido organizar
nuestra propia economía. Fueron ellos, los colonialistas, los que instauraron y
desarrollaron sus estrategias económicas que han seguido ejecutando con la
finalidad última de saquear nuestras riquezas de forma permanente durante todo
este tiempo. Comentaremos ahora determinados hitos de la historia estructural
de la economía canaria. Estos evidencian puntualmente las estrategias ya
mencionadas.
Sucedió en el siglo
XVII, cuando la metrópoli observó el incipiente crecimiento comercial que los
canarios con su habitual laboriosidad, generaban en la exportación de sus
productos agrícolas a los principales puertos de las llamadas Indias
Occidentales. Decidió, para impedirlo, su estrategia repetitiva, la de la contingentación a las exportaciones canarias. Decretó un
impuesto, llamado desde entonces "un impuesto de sangre". Por cien
toneladas de mercancía enviadas desde los puertos canarios a América tendrían
que ir a la emigración forzosa cuatro familias canarias a poblar las regiones
malsanas en aquel continente. La presencia actual de la población canaria de
San Bernardo en Luisiana atestigua cuanto aquí
afirmamos. Igual sucedió en otros enclaves.
Otros impuestos
abusivos fueron los reales, los eclesiásticos y los inquisitoriales. Todo este
conjunto de fiscalidad extrema propició el éxodo masivo de nuestra población a
América. Esta situación progresiva fue tan crítica que a mediados del siglo XIX
se promulgó la famosa Ley de los Puertos Francos Canarios. Sucedió durante la
monarquía de Isabel II, a propuesta del ministro Bravo Murillo.
La causa de esta
promulgación no fue un obsequio colonial. Estaba justificada por el temor que
los españoles sintieron por sus enemigos tradicionales europeos, especialmente
los ingleses, que podrían considerar presa fácil la conquista de Canarias por
estar ya tan despoblada. Les interesaba que los canarios no murieran de hambre,
porque, en definitiva, siempre han sido nuestros antepasados los que por amor
patrio la han defendido.
A continuación haremos
un somero inventario de nuestros recursos económicos. Hacemos hincapié en que
esta relación se establece en el marco de un archipiélago-Estado:
a) Recursos naturales
canarios: nº1.- Petróleo, gas y minerales; nº2.- Capturas de pesca en el caladero canario-sahariano, y
no caladero marroquí, como empezó a denominarse desde hace 33 años. Estas
capturas las haremos en las zonas de nuestro mar territorial, de soberanía
nacional canaria[1].
b) Energías
alternativas limpias: nº1.- Eólicas; nº2.- Fotovoltáicas; nº3.- Geotérmicas. Estas han sido detectadas ya y permiten
su explotación directa en la isla de Tenerife, donde existe el sustrato
principal.
c) Recursos
geoestratégicos de posición geográfica: nº1.-
industrias pesqueras de transformación propias; nº2.-
Industrias petroleras de refinados y productos industriales derivados; nº3.- Desarrollo de actividades aeroportuarias; nº4.- Comunicaciones aéreas y marítimas; nº5.- Comunicaciones electrónicas y telemáticas.
d) Rentas de
situación: nº1.- Nuestra riqueza climática y
paisajística; nº2.- Desarrollo de industrias
cinematográficas; nº3.- Rentabilidad de situación de
los astrofísicos. Serían muy cuantiosas y estarían pactadas en la doble
vertiente económico-científica para Canarias.
e) Desarrollo decisivo
de nuestros sectores económicos básicos: nº1.- La
agricultura; nº2.- La ganadería; nº3.-
El sector servicios. Complementados con la industria turística propia.
f) Desarrollar
actividades internacionales de intercambios comerciales con terceros países de
forma directa, tomates y plátanos, por ejemplo, por el convenio de los países
ACP con España y el resto de
g) Desarrollar una
política de transportes para Canarias y sus áreas comerciales más importantes.
h) Desarrollar una
política fiscal propia, incentivar nuestra economía para un mercado
competitivo. Designación de zonas francas de atracción internacional de
capitales.
i) Desarrollar una hacienda propia, con banca nacional
canaria, con el objetivo de obtener el mayor grado de independencia económica
en un marco claro de economía social de mercado.