El primer ministro griego Alexis Tsipras dijo el sábado,
28-02-2015, que no se rendirá en su "batalla" con los acreedores del
país y acusó directamente a España y Portugal de tratar de sabotear sus
negociaciones con Bruselas.
"La batalla continuará", dijo el primer ministro
Alexis Tsipras al comité central de su partido de extrema izquierda Syriza.
"Quien piense que cederemos será decepcionado", añadió.Tsipras
afirmó que durante las negociaciones que condujeron a otorgar el martes a
Grecia el acuerdo de extensión del préstamo, refrendado el viernes por los
diputados alemanes, la presión de otros países europeos "tuvo el carácter
de un chantaje".
"Las fuerzas conservadoras (de Europa) tratan de tendernos una
trampa, para llevarnos a la asfixia financiera", añadió. Pero Grecia no
"cederá ante las dificultades o en nuestros principios", dijo.
Según Tsipras, Grecia se enfrenta a "un eje de poderes
encabezado por España y Portugal" que tratan de echar por tierra las
negociaciones "para conjurar riesgos políticos internos".
Sus declaraciones fueron vistas como una forma de referirse al auge
de partidos contrarios a la austeridad en España y Portugal, animados por la
llegada de Syriza al poder.
En España, Podemos, cercano aliado de Syriza, encabeza las
encuestas para las elecciones generales de final de este año.
El gobierno griego, que se comprometió a mantener presupuestos
equilibrados y a aplicar medidas sociales para hacer frente a la "crisis
humanitaria", procurará cobrar impuestos a "quien tiene dinero y
nunca pagó".
Después de que los diputados alemanes levantaran el viernes el último
obstáculo a las ayudas internacionales que deben darle un respiro a Atenas,
Tsipras anunció una serie de medidas sociales y el ministro de Finanzas, Yanis
Varoufakis, afirmó el sábado que Atenas podría recurrir a un impuesto
extraordinario para equilibrar sus presupuestos.
"Nos comprometimos a tener presupuestos equilibrados. Si tengo
que poner un impuesto extraordinario, lo haré, pero será para los que pueden
pagar (...) No vamos a quitarle dinero a la gente que está sufriendo",
declaró el ministro.
"La gente que nos interesa es la que tiene dinero y nunca pagó.
Ese es nuestro objetivo y no nos vamos a compadecer", puntualizó.
"Queremos encontrar una solución para que paguen los que
tienen dinero", insistió.
En la noche del viernes, 27-02-2015, el primer ministro Tsipras había
expresado su satisfacción por el voto del parlamento alemán, al tiempo que
anunciaba una serie de medidas sociales previstas en el programa electoral de
Syriza.
"El primer proyecto de ley que presentaremos a comienzos de la
semana próxima, el lunes por la mañana, incluye medidas para enfrentar la
crisis humanitaria. Esto, para nosotros, es la primera obligación para una
sociedad que sufre desde hace cinco años", dijo el jefe de gobierno.
Las medidas incluyen "el suministro gratuito de corriente eléctrica
a 300.000 familias", así como un programa de vivienda para 30.000
personas.
Otros textos van a "proteger a cientos de miles de personas
que corren el riesgo de quedarse sin vivienda", según Tsipras.
El jefe de gobierno también afirmó que el controvertido proyecto
de una empresa canadiense para explotar una mina de oro en el norte de Grecia no
se llevará a cabo.
"Empezamos a trabajar duro, para cambiar a Grecia dentro de
una Europa que está cambiando de rumbo", aseguró.
El acuerdo de extensión del préstamo refrendado el viernes por
los diputados alemanes se había alcanzado el martes al cabo de un intenso pulso
entre Berlín y Atenas.
Atenas había tenido que entregar, a principios de semana, una
lista de reformas a cambio de recibir 7.200 millones de euros del programa de
ayudas, que aún estaban pendientes de cobro. La prolongación será por cuatro
meses, hasta el 30 de junio.
Grecia necesita ese apoyo financiero para mantener su economía a
flote, tras años de crisis y medidas de austeridad. Su PIB volvió a contraerse
en un 0, 4% en el cuarto trimestre de 2014 respecto al anterior, y no un 0, 2%
como se había estimado a mediados de febrero, según la oficina griega de estadísticas.
El documento elaborado por Atenas no contiene plazos ni compromisos
cifrados, pero es una decisión deliberada, explicó Varoufakis, afirmando que
se trataba de "una imprecisión productiva".
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