¿Una era de
tinieblas o un renacimiento?
[…,
la humanidad es primero que la deuda. La riqueza de la sociedad debe
concentrarse en el trabajo productivo físico y creativo, apartándolo de la
especulación…, los banqueros culpables deben ser encarcelados, para que
rindan cuentas a la ley por las políticas criminales …]
Tenemos
ante el mundo hoy dos sistemas. El primero nos ofrece caos, pobreza económica,
esclavitud y guerra; el segundo promete armonía, prosperidad económica,
libertad y paz. El primero lo encarnan Londres y Wall Street; el segundo es el
que ahora proponen las naciones del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
El único modo seguro para detener la avalancha que hoy nos lleva rápidamente
hacia la guerra global, es que Estados Unidos se una al proceso del BRICS.
La
alternativa económica que representa hoy el BRICS es un eco de la política
económica antiimperialista que estableció Alexander Hamilton durante el
gobierno de George Washington en 1791: la humanidad es primero que la deuda. La
riqueza de la sociedad debe concentrarse en el trabajo productivo físico y
creativo, apartándolo de la especulación. Si Hamilton viviera hoy día,
insistiría en que los ciudadanos de Estados Unidos revivan el espíritu de
1776, se levanten contra las políticas en bancarrota de Londres, Wall Street, y
Washington DC, y recuperen su gobierno uniéndose al BRICS.
Vladimir
Putin, cuando anunció recientemente que Rusia ratificó oficialmente su
participación en el Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS de 100 mil millones de
dólares, señaló que esta nueva institución muy pronto será una de las más
grandes del mundo. Ahora naciones que no son del BRICS, como Grecia, pueden y
deben unirse al BRICS. Por ejemplo, Grecia, a pesar de las amenazas y presiones
de parte de quienes defienden al quebrado sistema de la Eurozona, ha decidido
rechazar la autocanibalización, prefiriendo defender su dignidad y
sobrevivencia. Si Grecia se uniera al BRICS, como debería hacer Estados Unidos,
eso sería una acción estratégica de la mayor importancia para la humanidad.
Helga
Zepp-LaRouche, fundadora y presidenta del Instituto Schiller, dijo el 30 de
enero: “Si Estados Unidos regresara a su sistema económico original, muy bien
podría cooperar con las nuevas instituciones de crédito de las naciones del
BRICS, como el Nuevo Banco de Desarrollo, y el Banco Asiático de Inversión en
Infraestructura (BAII). Entonces Estados Unidos podría retornar a la política
de relaciones exteriores de John Quincy Adams, y ese es exactamente el concepto
de la política de relaciones exteriores del Presidente de China, Xi Jinping,
con su perspectiva de que “todos ganan” para construir la Nueva Ruta de la
Seda; o de Narendra Modi, o Vladimir Putin. Todo dependerá de nuestra capacidad
de poner en el orden del día, a tiempo, la alternativa de un nuevo paradigma de
colaboración. La humanidad alcanzó una coyuntura: o logramos definir nuestro
interés común desde el punto de vista del futuro, o podríamos dejar de
existir”. El Instituto Schiller actualmente está circulando un llamado
titulado 'Estados Unidos y Europa deben tener el valor de rechazar la
geopolítica y colaborar con el BRICS', que millones de estadounidenses
deben firmar como “una declaración de independencia” para liberarse de Wall
Street, para el desarrollo económico, y en defensa de sus “vidas, fortuna y
honor sagrado”, todo lo cual están a punto de perder[1].
¿Cómo
retornamos al Sistema Americano constitucional original de Hamilton? Primero
tenemos que decir la verdad. Wall Street está en bancarrota, no solo
moralmente, sino financieramente. La deuda de casino de 1700 billones de dólares
(y sigue en aumento) no se podrá pagar nunca. Debe restaurarse la Ley
Glass-Steagall de Franklin Delano Roosevelt de 1933, y los banqueros culpables
deben ser encarcelados, para que rindan cuentas a la ley por las políticas
criminales que la Glass-Steagall en su momento evitaba[2].
Si
Estados Unidos restablece su Ley Glass-Steagall de 1933, podría entonces dar el
siguiente paso y utilizar su facultad constitucional para emitir crédito para
hacer mejoras físicas urgentes a nivel nacional y desarrollar un programa de
emergencia en las fronteras de la ciencia. Emitir crédito solo para la producción
de la verdadera riqueza física, y para impulsar avances científicos, tales
como los que hizo posible el Programa Apolo de la época del Presidente Kennedy,
como afirmaba Alexander Hamilton, “que la generación de deuda siempre
debe ir acompañada de sus medios de extinción. Esto se considera como el
verdadero secreto para hacer inmortal el crédito público". (Informe
sobre el Crédito Público, 1790)
Así
se puede aumentar enormemente el crédito sin agregarle a la inflación,
exactamente lo opuesto de lo que actualmente hace Wall Street. Esta política
crediticia de “todos ganan” es la base para una nueva política
estadounidense de relaciones exteriores, acabando la era de la geopolítica, y
reemplazándola con relaciones justas entre naciones soberanas sustentadas en la
cláusula del Bienestar General de la Constitución de Estados Unidos. Al
explorar y describir junto con otras naciones los secretos del universo físico,
en especial por medio de la exploración espacial --como el proyecto de
“Defensa Estratégica de la Tierra” contra los asteroides que entran a la
atmósfera-- Estados Unidos encontraría una “harmonía de intereses” con
China y Rusia que haría la guerra obsoleta. La opción del BRICS, en pocas
palabras, es el único camino seguro para evitar la extinción o una Era de
Tinieblas de la civilización toda.
Para
mover a Estados Unidos a que se una al BRICS es necesario una visión verdadera,
en especial ante la demonización de Rusia, de China y alrededor de dos tercios
de la raza humana considerados como “enemigos estratégicos” de Estados
Unidos. Hace meses, China, a nombre de las naciones del BRICS, oficialmente
invitó a Estados Unidos a unirse al grupo. Y la respuesta fue un silencio
sepulcral. Por lo tanto, los estadounidenses tendrán que hacer de la política
del BRICS su pasión. Puede convertirse en política, porque tiene
que ser así. Así como Juana de Arco (1412-1431), a la edad de 17 años, pudo
tomar el poder de una nobleza francesa “condenada al
fracaso” para unificar a su país y derrotar a sus enemigos, solo armada con
una verdadera visión de futuro; así como Alexander Hamilton de 18 años de
edad pudo llegar a ser el principal edecán militar del general George
Washington y luego el primer Secretario del Tesoro de Estados Unidos que él
ayudó a crear; nosotros también, ciudadanos de Estados Unidos, debemos cambiar
el Estados Unidos de hoy, para llevarlo a lo que fue su verdadera misión
revolucionaria anterior. El Estados Unidos de Hamilton estableció lo que hoy
busca el BRICS, y lo que el economista Lyndon LaRouche del Instituto Schiller
llama la única economía humana: la que sustentada en el reconocimiento
de que el hombre no es una bestia, demanda la prosperidad de nuestra posteridad,
el futuro, y determina el verdadero valor de nuestras acciones económicas hoy.
Si
nosotros en Estados Unidos mostramos el valor para cambiar nuestros axiomas
equivocados, los pueblos del mundo van a responder. Cuando Juana de Arco enfrentó
su captura planeada, el juicio amañado, y su ejecución injusta, inspiró una
respuesta que se conoció luego como el Renacimiento europeo, o el “volver a
nacer”. El mundo de hoy, envuelto en conflictos sociales y religiosos,
injusticia económica, e innumerables guerras “pequeñas”, y al borde de que
una desintegración de la civilización y una guerra mundial termonuclear,
necesita con urgencia un nuevo Renacimiento, un verdadero “diálogo de
civilizaciones” modelado en el paradigma de “todos ganan” del BRICS para
todas las naciones, inspirado en Hamilton. Ahora la humanidad se encuentra
justamente ante la necesidad y el momento de una revolución como esa, para que
podamos iniciar la era de una verdadera adultez de la humanidad, libres de las
cargas del deporte sanguinario adolescente de los insensatos conflictos
militares.
Estados
Unidos debe tener el valor de alejarse del falso dios del dinero fraudulento de
Wall Street, y unirse al BRICS, antes de que un error de cálculo, o locura,
"desate a los perros de la guerra termonuclear".
Conferencia
del Instituto Schiller
Se
transmitirá como VIDEOCONFERENCIA,
con
traducción simultánea al español por
www.spanish.larouchepac.com
y www.larouchepub.com/spanish
(a
las 2pm, hora del Este de Estados Unidos)