España encarcela a dos militantes amazighs

por petición argelina

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"Se trata de Khoddir Sekouti y Salah Abbouna, dos militantes amazighs de la región del Mzab que han desarrollado un importante activismo en Argelia en defensa de los Derechos Humanos que recibieron el estatuto de refugiado político por ACNUR en Marruecos y que, como afirma la ONG Asamblea Mundial Amazigh ‘no están en absoluto implicados en ningún acto de terrorismo"

El jueves 6 de julio fueron detenidos en Melilla dos refugiados políticos argelinos por las autoridades españoles. La causa de la detención radica en una carta del Gobierno de Argelia recibida por las autoridades españolas en las que se acusa a estos dos activistas por los Derechos Humanos de terroristas. Distintas ONG’s han denunciado que el motivo real de esta acusación por parte del gobierno argelino es que ambos ejercen una defensa activa de los derechos de los imazighen de Argelia y la persecución que sufren por parte de las autoridades de ese país.

Se trata de Khoddir Sekouti y Salah Abbouna, dos militantes amazighs de la región del Mzab que han desarrollado un importante activismo en Argelia en defensa de los Derechos Humanos que recibieron el estatuto de refugiado político por ACNUR en Marruecos y que, como afirma la ONG Asamblea Mundial Amazigh “no están en absoluto implicados en ningún acto de terrorismo”. Esta acusación parece carecer de sentido alguno cuando hablamos de militantes activos del movimiento amazigh caracterizado por la defensa de su cultura, derechos, laicidad y la democracia. La ONG Tamazgha y la Asociación canaria Azar los definió como “humanistas, pacifistas que luchan contra el terrorismo y oscurantismo, víctimas de la política discriminatoria y represiva argelina.

En una rueda de prensa celebrada el mes pasado en Melilla, Rachid Raha, presidente de la ONG Asamblea Mundial Amazigh, ha afirmado que están sorprendidos por esta decisión de las autoridades españolas por la detención “sabiendo que el estado argelino practica una política y una campaña de limpieza étnica y de apartheid contra de las poblaciones indígenas amazighies del Mzab durante más de dos años, lo que se tradujo en el asesinato de decenas de militantes, el encarcelamiento de centenares, entre los cuales se encuentra el doctor Kameleddine Fekhar, y la huida hacia a Marruecos de algunos líderes, como Khoudir Sekouti y Salah Abbouna.”

En su intervención, Raha exigió “la liberación inmediata de estos dos refugiados políticos y activistas amazighes, que no están en absoluto implicados en ningún acto de terrorismo” y reclama “la suspensión de cualquier tipo de extradición hacia Argelia de estos militantes pacifistas, donde corren el riesgo de ser aniquilados o encerrados de por vida, por la sencilla razón de reivindicar el derecho de una autonomía para su región del Mzab, un derecho asegurado en la declaración universal de los derechos de los pueblos indígenas de las Naciones Unidas adoptada el 13 de septiembre de 2007”. Asimismo, ha demandado a las autoridades argelinas “que respeten los derechos humanos y las convenciones internacionales, y que suspendan esta serie de detenciones y de juicios expeditivos e arbitrarios en contra de los militantes e activistas amazighes en Argelia y en la región de Mzab”. Además, dicha ONG pide al Alto Comisionado para los Refugiados y a la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra que intervenga ante las autoridades españolas “para respetar el estatus de refugiado político para estos activistas amazighes, con el fin de protegerlos de la persecución de los servicios militares argelinos”.

Para concluir, ha reiterado su llamamiento al Gobierno español, a los estados democráticos, a la Unión Europea y a las organizaciones internacionales de derechos humanos para que “sigan presionando a las autoridades argelinas para poner fin de una vez para siempre a su política de discriminación racial hacia las poblaciones indígenas, a liberar a todos los presos políticos, entre los cuales se encuentran los mozabitas, cuyos valores de ser musulmanes ibaditas rechazan cualquier tipo de odio o acto de terrorismo, y que se oponen, como todos los Amazighs, a la tiranía y a la dictadura”.

¿Quiénes son Khoddir Sekkouti y Salah Abbouna?

Ambos son miembros fundadores del Movimiento por la Autonomia de la región del Mzab, cuyo líder el Doctor Fekhar Kameleddine acaba de ser liberado tras dos años en prisión en Argelia por la militancia activa en defensa de los intereses y derechos de los mozabitas.

Khodir Sekkouti, de 45 años, casado y con 5 hijos es técnico superior de obras públicas y empresario. Miembro fundador del Movimiento para la Autonomía del Mzab y de la Fundación Tifawt, es también delegado de la Asamblea Mundial Amazigh en Argelia. Se encontraba refugiado en Marruecos desde el 2015.
Salah Abbouna, de 34 años, casado y con 3 hijos, ingeniero electrónico. Miembro de la Fundación Tifawt y el Congreso Mundial Amazigh desde el año 2007. Procesado por las autoridades argelinas por su militancia política pacífica en defensa de los derechos de su pueblo.

La región del Mzab

El valle del M’zab (en amazigh Aghlan) es un inmenso oasis situado en Ghardaïa, a unos 600 km de Argel, la capital del país. Se trata de una meseta rocosa en el norte del desierto del Sáhara argelino. El valle se extiende durante 20 km y su población es de alrededor de 300.000 habitantes. Sus pobladores son denominados monabíes o mozabitas, son un pueblo amazigh que hablan una variante de la lengua bereber denominada tamzabit. En 1982 el M’zab fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La sociedad mozabita se encuentra fuertemente cohesionada en torno a su religión, una variante del islam tradicional conocida como ibadismo, así como en torno a su dialecto amazigh propio. Desde el siglo pasado se han ido instalando en la región nuevos pobladores árabes y subsaharianos.

Desde hace unos años la región ha vivido un conflicto interétnico entre los naturales mozabitas y los árabes ‘chaamba’ que atacaron sus comercios. Los mozabitas fueron agredidos, las tiendas propiedad de mozabitas fueron saqueadas, y el centro de la ciudad fue incendiado en los enfrentamientos que se produjeron. Los mozabitas se sienten atacados no sólo por los chaambas sino también, y principalmente, por el estado argelino al que acusan de azuzar y permitir los ataques. Según el periodista argelino Abderrahmane Semmar, el comportamiento de la policía puede ser explicado como “solidaridad árabe”: “Los policías suelen ser árabes, porque tradicionalmente los mozabitas no laboran para el sector público, sino más bien tienden a ser comerciantes. Me imagino que la actitud de la policía… está motivada por la solidaridad árabe. La mayoría son de la zona, y algunos están realmente relacionados con los jóvenes árabes que participan en las luchas. También carecen de una conciencia cultural. En la escuela no aprendemos nada de la diversidad cultural de nuestro país. Nos graduamos con una sola estructura mental”.

Según Fekhar, líder del Movimiento por la Autonomía del Mzab, el racismo auspiciado por el estado está siendo perpetrando contra los mozabitas porque no son ni árabes ni musulmanes sunitas. El gobierno argelino ha insistido siempre en que el Magreb es tierra árabe, y promueve el concepto de Al-Magreb Al-Arabi – es decir, un norte de África árabe sin patrimonio bereber. Además, los mozabitas son musulmanes Ibadi, una forma distinta de Islam que no es ni sunita ni chiita. Afirma también Fekhar, que el estado argelino está actuando como “colonizador” en contra de los mozabitas, y que existe una “política de estado encaminada a aniquilar la identidad mozabita”. Es en este contexto, dice Fekhar, que la violencia de los chaambas contra los mozabitas no puede ser descrita como meros enfrentamientos tribales, tal como muchos medios de comunicación lo han representado, sino que debe ser visto como un reflejo de la discriminación estatal contra todo el pueblo amazighs.

 

Fuentes:
http://www.memri.org
http://www.tamazgha.fr
http://www.lavanguardia.com
http://www.tamaimos.com