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Está previsto que España defienda su proyecto de ampliación en el mes de
agosto ante una comisión técnica de Naciones Unidas. El documento elaborado
por la administración española solo hace referencia a las aguas del Sáhara de
manera superficial: apunta que “los derechos de terceros” podrían ser
reclamados en su día. La reivindicación del Estado español abarca los
recursos naturales -incluyendo el subsuelo- de un área marina similar a
Italia...]
La mayor ampliación
de la soberanía marítima española desde tiempos de Cristóbal Colón se ha
topado ya con los primeros obstáculos. El proyecto presentado en diciembre del
año pasado por España en Naciones Unidas para ampliar la plataforma
continental de Canarias y obtener la soberanía de
Las aguas en
conflicto se sitúan en el Sáhara Occidental, un territorio que lleva desde
1975 bajo ocupación marroquí y al que Naciones Unidas le ha concedido el
derecho a la autodeterminación. Desde entonces, el pueblo saharaui ha reclamado
su independencia sin éxito. Sin embargo, después de numerosas resoluciones y
de intentos frustrados de celebrar un referéndum para conocer qué piensa la
población afectada, el reino alauita solo contempla como opción su proyecto de
regionalización, es decir, dar más autonomía al territorio.
El gobierno magrebí
considera que la reivindicación española afecta a la plataforma continental en
zonas marítimas que conciernen a Marruecos y España y que aún no han sido
delimitadas. Es la forma que tiene el ejecutivo norteafricano de atribuirse la
soberanía de las aguas del Sáhara.
Está previsto que
España defienda su proyecto de ampliación en el mes de agosto ante una comisión
técnica de Naciones Unidas. El documento elaborado por la administración española
solo hace referencia a las aguas del Sáhara de manera superficial: apunta que
“los derechos de terceros” podrían ser reclamados en su día. La
reivindicación del Estado español abarca los recursos naturales -incluyendo el
subsuelo- de un área marina similar a Italia.
Además del conflicto
con Marruecos, parte de la zona demandada por España, alrededor de
Si el Ejecutivo de
Mariano Rajoy consigue este propósito, que no es nuevo sino que comenzó en
2009, España tendría acceso al gas y el petróleo que se esconden en el fondo
del mar, como ya han advertido los geólogos marinos. José Luis Rodríguez
Zapatero, cuando era presidente, presentó la solicitud ante Naciones Unidas de
manera coordinada con Portugal y explicó que era la fórmula para obtener todos
los derechos de soberanía a los efectos de explotación y exploración de sus
recursos naturales en esa zona.
La mediana
de la discordia
La investigación que ha dado lugar a la
solicitud de ampliar la soberanía marítima es, probablemente, la más profunda
que se ha llevado a cabo en este sentido sobre Canarias. Ha corrido a cargo del
geólogo Luis Somoza, un experto que trabaja en el Instituto Geológico y Minero
de España (IGME). El equipo de Somoza ha realizado seis campañas a bordo de
tres buques oceanográficos públicos (el Hespérides, el Miguel Oliver y el
Sarmiento de Gamboa) para documentar los límites exteriores de la plataforma.
En total, han recorrido
Ocurrió en 2001 y
tenía un objetivo claro: otorgar los primeros permisos a la multinacional
Repsol para perforar el subsuelo marino próximo al Archipiélago. Después de
varios recursos por parte de administraciones canarias, Zapatero paralizó
temporalmente la extracción de crudo, que se reanudó recientemente y que dio
resultados negativos.
La petición de
ampliación de soberanía marítima por parte de España reabre el debate sobre
el uso de los recursos naturales.
La decisión de
extraer petróleo off shore generó un importante
rechazo en parte de la población canaria, que entendió que el principal motor
económico del Archipiélago -el turismo- era incompatible con este tipo de
industria. Además, consideró que el riesgo de esta actividad -efectos sobre
los ecosistemas y posibilidad de un derrame- era demasiado alto.
Casi al mismo
tiempo que Repsol cesaba en su empeño de extraer petróleo frente a las costas
de Lanzarote y Fuerteventura, la multinacional norteamericana Kosmos Energy, con
una licencia otorgada por el Gobierno marroquí, iniciaba las exploraciones en
aguas saharauis.
A pesar de las
denuncias de “expolio” del Frente Polisario ante la comunidad internacional,
la petrolera prosiguió con sus trabajos y solo se marchó después de comprobar
que el crudo que se localizaba en el cuadrante elegido para su primera exploración
no era comercializable. Aún cuenta con otros permisos para ejecutar en el
futuro, lo que hace prever próximos enfrentamientos con el pueblo saharaui. En
el mismo sentido, en Canarias, especialmente en las islas más occidentales,
sigue existiendo el temor de que Repsol vuelva a perforar otra de las áreas
donde tiene autorización del Ejecutivo español.
SARAY
ENCINOSO |
Santa Cruz
de Tenerife
http://www.diariodeavisos.com/2015/03/marruecos-se-opone-espana-amplie-su-plataforma-continental/