12 d'abril de 2012 |

 

 

Interior considerará la resistencia pasiva un atentado a la autoridad.

El 15-M denuncia que el Gobierno recurra a la "estrategia del miedo".

 

HENRIQUE MARIÑO / LUIS GIMÉNEZ SAN MIGUEL

Intelectuales, abogados y activistas afines al movimiento creen que Rajoy pretende "amedrentar" a los ciudadanos con el anuncio de la reforma del Código Penal

HENRIQUE MARIÑO, Publico 11/04/2012

Estadio de miedo, ejercicio de amedrentamiento, escalada de tensión, alarma social... Es la conclusión a la que llegan intelectuales, abogados y ciudadanos vinculados al 15-M respecto a la intención del Gobierno de reformar el Código Penal.

Los ministerios de Interior y Justicia pretenden castigar con al menos dos años de cárcel a quien convoque a través de internet una protesta que altere gravemente el orden público o en la que se ataquen a las fuerzas de seguridad del Estado.

Incluso sería considerado como un delito de atentado a la autoridad la resistencia pasiva, como dejó ayer claro el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, lo que ha provocado una enérgica respuesta por parte de los movimientos sociales.

"Se legisla a golpe de titular", protesta el abogado Servando Rocha, que ha llevado el caso de dos detenidos tras la manifestación que desembocó en el nacimiento del 15-M. "La reforma, desde un punto de vista jurídico, es una locura, ya que hay una delgada línea roja entre la desobediencia, la resistencia y el delito de atentado a la autoridad", explica el también responsable de la editorial La Felguera.

"Es muy sencillo que te imputen el delito de atentado. No puede ser que por revolverte ante unos agentes te expongas a penas de cárcel", afirma Rocha, consciente en todo caso de la dificultad de plasmar sobre el papel el endurecimiento de la ley. "Es una medida represiva. Además, se legisla antes de que se produzca el delito, porque no existe una alarma social. Se trata de usar reformas legislativas profundas realizadas a la ligera para transmitir miedo y controlar a los colectivos sociales", añade el abogado, sorprendido ante la intención del Gobierno de considerar como delito la resistencia pasiva. "Hablamos del típico cuerpo muerto en una sentada pacífica. Ahí no hay ánimo por parte del manifestante de evitar una detención o de agredir a los policías".

Pero, en el caso de que se produjesen incidentes en una manifestación, ¿cuál sería la responsabilidad del convocante? "La Delegación de Gobierno te pide servicios de orden, pero ahí acaba tu responsabilidad. Tú no puedes hacer el trabajo de la Policía", aclara Rocha, quien advierte del peligro de que se llegue a "un estadio de miedo en el que nadie va a querer convocar nada". Según él, ya ha habido casos de protestas que no han prosperado "por temor a una sanción administrativa", pero en este caso "hablaríamos de un delito penal grave, lo cual es una locura".

El endurecimiento del Código Penal y el 15-M

¿Está íntimamente relacionada la hipotética reforma con el surgimiento del 15-M? Carlos Taibo, profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid, cree que los gobernantes temen el movimiento. "Su peso es notablemente mayor que cualquier otro ocurrido en el pasado y eso, con certeza, les preocupa", apunta. "Andan desesperados por la concepción no violenta del 15-M y tienen que recurrir a este tipo de decisiones, que producen estupor y escapan a todo tipo de fundamento racional".

Taibo cree, como otros intelectuales consultados, que el Gobierno tendrá problemas para aplicar las medidas anunciadas, aunque según ellos la intención que subyace sería otra. "Podría ser una estrategia de globo sonda dirigida a preocupar a la ciudadanía –aunque luego no pueda llevarse a cabo– con un efecto indirecto: que la gente, por ejemplo, no vaya a las asambleas del 15-M", añade el autor del libro Nada será como antes (Catarata). "Un ejercicio de amedrentamiento contra la gente común, no sólo contra los activistas".

Raimundo Viejo coincide en el análisis. "Legalmente, la reforma no se va a sostener, por lo que no hay que caer en el alarmismo de que [los gobernantes] están yendo tan lejos. Lo grave no está tanto en la ley como en que pueda favorecer la escisión de la gente que se moviliza hacia grupos violentos. O bien la desafección y el socavamiento de las bases democráticas, que podría traducirse en la aparición de movimientos de extrema derecha", cree el profesor de Teoría Política de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.

"La gente tiene cada vez mas poder y al Estado sólo le queda la escalada de tensión: recurriendo a las políticas de emergencia y difuminando los contornos del estado de derecho, para que así la interpretación y la gestión del control social recaiga sobre la Policía", insiste Viejo. "No interesa negociar con el movimiento, interesa destruirlo".

Si bien considera que "gran parte de la ciudadanía se va a seguir movilizando, porque la gestión de la crisis económica es tan nefasta que va a haber mil motivos para manifestarse", algunas asambleas del 15-M tachan el endurecimiento del Código Penal de "atentado contra nuestros derechos". Cristina Marchán, miembro del movimiento en Santiago de Compostela, cree que si sale adelante estarán "prácticamente indefensos" y no podrán "reivindicar absolutamente nada".

"La reforma es propia de países tan evolucionados en materia de derechos sociales como China. Supone un retroceso tremendo que nos deja en los tiempos del franquismo. No podemos dejar que esto se haga realidad", se queja Marchán, quien observa una "relación bastante directa" entre la "resistencia pacifica y pasiva del 15-M" y la inclusión de ésta como delito de atentado a la autoridad en el Código Penal.

Criminalización de los movimientos sociales

La reforma también consideraría delito de pertenencia a organización criminal la convocatoria a través de cualquier medio de actos que alteren el orden público, incluida la red, algo "malévolo y premeditado" a juicio de la activista gallega. "Con la criminalización de convocatorias por internet te ponen a la altura de un terrorista", sentencia Marchán.

Jon Aguirre Such, que participó activamente en el 15-M, opina que la medida anunciada por Interior implica la "represión de todo tipo de actividades de lucha" y niega a los ciudadanos la posibilidad de manifestarse pacíficamente. "Es un síntoma muy claro de que el actual Gobierno puede acometer todo tipo de acciones para tratar de mantener un status quo que, cada vez más, está en tela de juicio".

De ahí que, según él, el Estado recurra a la "legitimación de la violencia policial en aras de los intereses del mercado y de los agentes políticos y económicos", a los que responsabiliza de la crisis económica. "Es un ataque directo contra los ciudadanos que vienen trabajando por los derechos sociales que tanto tiempo, sudor, esfuerzo y lagrimas han costado", asevera Aguirre Such, que se pregunta: "Si los ciudadanos no podemos manifestarnos pacíficamente por nuestros derechos, ¿qué nos queda?".

Interior considerará la resistencia pasiva un atentado a la autoridad

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anuncia que se incluirá como "delito de integración en organización criminal" convocar concentraciones violentas por Internet.

LUIS GIMÉNEZ SAN MIGUEL, Público 11/04/2012

El Gobierno de Mariano Rajoy es consciente de que los recortes sociales y la reforma laboral van a seguir provocando que las calles se consoliden como un foco de protesta. Lo han visto ya en las movilizaciones de los indignados del 15-M, los estudiantes de la ’Primavera Valenciana’ y la huelga general del 29 de marzo. Ante esta escalada de la tensión social, el Ejecutivo ha decido reformar "en profundidad" el Código Penal la Ley de Enjuiciamiento Criminal y la ley orgánica de protección de la seguridad ciudadana.

El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha justificado hoy en el sesión de control del Congreso este endurecimiento alegando que es necesario luchar contra lo que denomina una "espiral de violencia" practicada por lo que ha definido de "colectivos antisistema" que practican "técnicas de guerrilla urbana", según recoge Europa Press. Pero la legislación va más allá de los violentos y plantea una nueva batería de restricciones de derechos.

Todas las medidas que se han anunciado en los últimos días junto con las que ha adelantado hoy el ministro de Interior, van dirigidas a mantener un mayor control del orden público. Entre ellas el endurecimiento de las sanciones para la violencia callejera, equiparándolo con la legislación antiterrorista diseñada para tratar los casos de kale borroka en el País Vasco, directamente relacionado con los enfrentamientos que se vivieron en Barcelona durante la jornada de huelga del 29-M. Se trata de que "la gente tenga más miedo al sistema", como dijo la semana pasada el conceller de Interior de Catalunya, Felip Puig.

Sin embargo, los violentos no son el único objetivo de las reformas que proponen los conservadores. Otra de sus propuestas es incluir como delito de "atentado a la autoridad la resistencia pasiva o activa grande". En clara referencia a las movilizaciones estudiantiles de Valencia y el movimiento 15-M, con esta legislación podrían ser condenados por atentado todas las personas que acudan a las movilizaciones de los indignados, que suelen llevarse a cabo sin previa notificación a la Delegación de Gobierno.

La participación en estas protestas no será el único acto castigado. La reforma propuesta prevé que sea considerado "delito de integración en organización criminal" difundir a través de Internet y las redes sociales las convocatorias "violentas" y que "alteren gravemente el orden público", que podrían ser todas aquéllas que no hayan sido notificadas y que se nieguen a abandonar el lugar pese al aviso de la Policía. Exactamente lo que pasó el 15 de mayo y los días posteriores en la Puerta del Sol de Madrid.

España tiene la mayor tasa de presos de toda Europa Occidental y de los índices de criminalidad más bajos Además, se va a introducir entre "las modalidades de acometimiento" (ataque violento dirigido contra un policía) las amenazas y comportamientos intimidatorios o el lanzamiento de objetos peligrosos.

Otra medida, que recoge Europa Press, es que se considerará como agravante cuando las conductas violentas se produzcan en manifestaciones o concentraciones y se incluirá como delito de desorden público los supuestos en los que se penetre en establecimientos públicos o se obstaculice el acceso a los mismos. En este sentido, se ampliará la cuantía de los daños no sólo a los que se produzcan en establecimientos, sino también a los que se deriven por la interrupción de cualquier servicio público.

Pese a que el titular de Interior ha dicho que "no se trata sólo de responder desde el Código Penal a iniciativas de guerrilla urbana que cada vez proliferan más en nuestras calles, pero tampoco instalarnos en el buenismo jurídico", España ya cuenta con Código Penal duro si se compara con el resto de Europa.

De hecho, en la actulidad España tiene la mayor tasa de presos de toda Europa Occidental. Por contra, los índices de criminalidad están, por el momento, entre los más bajos.

+ Info:

La reforma penal de Rajoy convertirá actos del 15M y la ´primavera valenciana´ en graves delitos


Criminalizar la protesta civil atenta contra los Derechos Humanos

Actuable.es

M.I. Ministro del Interior don Jorge Fernandez Diaz:

La reforma del Código Penal prevé una pena mínima y prisión provisional para quienes convoquen manifestaciones que sean consideradas como "violentas" por Internet.

También se criminaliza a protesta civil calificando la resistencia pasiva como "delito de integración en organización criminal" que podrá ser penado hasta con 4 años y prisión provisional.Ante esta reforma es importante recordar el Artículo 21 de la Constitución Española:

1. Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa.

2. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que solo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes.

El Estado español debe garantizar que las personas pueden protestar de forma pacífica, difundir información y criticar a los propios gobiernos respecto a la protección o promoción de los derechos humanos.

Estas reformas atemorizan a la población, y les impulsa a no protestar y aceptar la pérdida de Derechos Fundamentales que se impulsa desde los mercados financieros, con la complicidad de instituciones europeas, españolas e internacionales.

Aprobar leyes que fueron derogadas hace 50 años no significará mayor seguridad para los españoles, ni siquiera para los que no protestan. Significará aumentar la crispación, la protesta y objeción de conciencia ante los abusos que maltratan a las personas más débiles de nuestra sociedad.

Sr. MInistro, no apague el fuego con gasolina. Las Instituciones están para defender a los ciudadanos ante los poderosos, no para ayudar a los poderosos a quebrar la dignidad de las personas.

Si no acepta argumentos lógicos y razonables, al menos, lea los siguientes tratados internacionales, que son vulnerados por su reforma, y en cuyo fundamento será denunciado el Reino de España por Violación de los Derechos Humanos.

Artículos 6, 8 de la Declaración de la ONU sobre los Defensores de los Derechos Humanos

Artículo 19 y 20 de la Declaración Universal de Derechos Humanos

Artículo 6, 8, 12, 19 y 22 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

Artículo 10 y 11 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos

Artículos 1, 5 de la Declaración de la ONU sobre los Defensores de los Derechos Humanos

 

Fuente: Publicado en anticapitalistes.net

http://www.anticapitalistes.net/spip.php?article2993