Cultivando el futuro

 

 

El huerto urbano ubicado en el santacrucero barrio de Añaza, puesto en marcha por la parroquia de Santa María de Añaza y Cáritas, cumple año y medio con sus 3.000 metros cuadrados a pleno rendimiento. Un espacio que se ha convertido en una de las piedras angulares del barrio, ayudando en la alimentación de productos frescos a un centenar de familias necesitadas, colaborando en otros proyectos de Cáritas en la zona y formando en agricultura ecológica.

 

“Semanalmente repartimos alimentos no perecederos para más de 150 familias, pero nos veíamos con la dificultad de encontrar productos frescos, y el proyecto surgió para dar respuesta a esta necesidad y como una manera de que haya un espacio que cree un sentido de comunidad en el barrio”, explicó José Hernández, que lleva ya siete años como párroco en Añaza.

 

Con este objetivo, se pusieron en contacto con el propietario de unos terrenos que estaban sin uso alrededor de la iglesia, a quien se le planteó el proyecto y, “como no tenía intención de construir, pues nos los prestó” de forma gratuita.

 

 

El huerto arrancó con tierra que fue donada de muchos sitios de la Isla y con la colaboración desinteresada de empresas, particulares, voluntarios y también de instituciones como el Cabildo y el Ayuntamiento de Santa Cruz, que desde el inicio ha asumido los costes del agua. El proyecto, que arrancó con 33 parcelas ha ido creciendo, gracias a esta ayuda, hasta llegar a un total de 78 distribuidas en casi 3.000 metros cuadrados , donde trabaja casi un centenar de familias, quienes, a cambio, deben colaborar unas horas a la semana con las tareas de la parroquia y la comunidad.

 

En una segunda fase se crearon otras 15 parcelas, y en este espacio también se ha plantado casi un centenar de árboles frutales que han sido apadrinados por vecinos del barrio, quienes abonaron unos 20 euros para las semillas y el agua y, a cambio, le han puesto su nombre al árbol. Hay plantados productos de todo tipo, desde cítricos hasta aguacates, manzanas o papayas, y lo que se recoja en un futuro, porque los árboles aún son pequeños, se destinará al reparto de alimentos de la iglesia.

 

El párroco explicó que las 15 parcelas de la segunda fase del huerto están más orientadas a los jóvenes. En concreto, en dos semanas se va a inaugurar un nuevo proyecto para jóvenes de entre 18 y 30 años que estén en paro, donde un perito agrícola les formará en el trabajo de la tierra. Para la parroquia, la formación es un pilar fundamental para mejorar la vida de los vecinos porque “cuanto más equipados estén, más opciones de futuro tendrán”, apuntó José Hernández.

 

Mientras, en la tercera fase hay otras 30 parcelas y más árboles frutales, y recientemente se ha concluido la cuarta, donde se ha instalado un gallinero ecológico en el que 25 gallinas producen entre 25 y 30 huevos diarios, que se distribuyen también en el reparto semanal de alimentos.

 

El huerto urbano ha logrado recientemente la certificación de producción ecológica que concede el Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica. Para lograr este objetivo, en este tiempo la iglesia ha estado trabajando “con el seguimiento de la producción ecológica, a través de un perito y una capataz que garantizan que el agua, las semillas y la tierra sean de calidad para tener cultivo ecológico”, explicó el párroco.

 

En este sentido, el huerto no solo ayuda a las familias más necesitadas de la zona sino que también las forma en agricultura ecológica. “Tenemos un proyecto de formación -añadió José Hernández- con las familias que trabajan en los huertos, desde el Cabildo, para que tengan los conocimientos necesarios para mantener cultivos ecológicos y se acompaña de una acreditación”.

 

MERCADILLO

 

“En un futuro nos gustaría poder llegar a sacar una pequeña producción excedente que podamos vender en un mercadillo para que el huerto se autofinancie, que no tiene unos gastos desorbitados, pero sobre todo en agua”, para lo que necesitan una mayor producción y un permiso del Ayuntamiento”, señaló el párroco.

 

De momento, las plantas aromáticas que se cultivan y los huevos que se recogen se utilizan en otros proyectos, como en el de Mujeres de Añaza Emprendedoras, donde realizan postres, mermeladas e infusiones con estos productos y, a cambio, reciben formación en peluquería, estética o restauración.

 

“Este año y medio ha sido espectacular”, enfatizó José Hernández, quien alabó la implicación de las familias. “Es una alegría venir los sábados y ver a familias enteras trabajando”, apuntó por su parte José Luis, capataz y responsable principal del huerto.

 

YAZMINA ROZAS | Santa Cruz de Tenerife

Fuente: diariodeavisos.com/2014/04/cultivando-futuro