El comercio chino prolifera en Canarias
La expansión
de los emprendedores chinos hace palidecer la del resto de colectivos
extranjeros en Canarias. Partiendo de los tradicionales restaurantes, están
copando el subsector de bazares.
El porcentaje de
autónomos entre los trabajadores de procedencia china afiliados a la Seguridad
Social en Canarias da una idea del carácter emprendedor de esta comunidad. De
los 4.140 que cotizaban el pasado febrero, 1.220, el 29,5%, lo hacían por
cuenta propia. En el conjunto del sistema, la cuota de autónomos es del 15,4%
en el Archipiélago.
El dato es también
revelador si se compara con el de otras nacionalidades. Sólo alemanes,
británicos e italianos, con mucho más arraigo en las Islas, superan el número de
emprendedores chinos. Su salto de los tradicionales restaurantes a los
establecimientos de alimentación y, sobre todo, a los bazares, un segmento en
el que están teniendo una rápida expansión, pone sobre la mesa la cuestión de
si están desplazando a los comercios "locales" o si, por contra,
vienen a cubrir un hueco que ya no tiene atractivo para los empresarios
canarios.
Su evolución en el
padrón municipal es tremenda. En Canarias residían 575 chinos en 1998. Ahora
suman 7.075, según el Instituto Nacional de Estadística. La progresión en estos
once años es del 1.130%, casi el triple que la que registra el conjunto de
extranjeros empadronados en las Islas. La mayoría reside en Las Palmas (4.193,
frente a los 2.882 de Santa Cruz de Tenerife), donde hay más movimiento
comercial asociado al turismo.
No hay datos sobre el
número de negocios regentados en el Archipiélago por ciudadanos chinos. Tampoco
los conoce a ciencia cierta el propio colectivo. Según la Asociación de
Comerciantes Chinos en España (ACHE), son más de 15.000 en el país. Fuentes de
otra de las pocas asociaciones que existen, la de Chinos
en España, afirma que el 50% de ellos pueden ser empresarios, aunque en ese
dato incluye quien en realidad depende de un negocio. "Pero no tenemos una
cifra exacta", apuntan fuentes de esta agrupación.
Más allá de mitos y
"prejuicios" alegados por el colectivo, la realidad es que su
expansión tiene un impacto sobre el comercio de cercanía. También despierta
recelos en cuanto a posibles incumplimientos de la legislación de consumo y,
sobre todo, laboral, la clave, según muchos, de su posición extremadamente
competitiva en un mercado casi saturado.
"En el subsector
de los bazares están penetrando con una velocidad impresionante, aunque también
están avanzando en alimentación", afirma el presidente de la Confederación
Regional de Comercio de Canarias (Coreco), Luis de
Miguel. "El pequeño comercio canario -agrega- sólo tiene ya una cuota de
mercado del 20%. Es una realidad, y competir con los chinos es imposible, lo cual
está relacionado con cómo vive esta gente, de una manera distinta a la nuestra.
Nosotros no podemos comprar mucha mercancía, como dicen ellos que hacen,
acumularla y luego repartirla -a modo de central de compras-".
En el segmento de
alimentación, con tiendas "de frutos secos", al estilo de las cadenas
"24 horas", su implantación no está tan extendida como en las grandes
ciudades de la Península. De momento, no representan una preocupación para los
supermercados tradicionales, señala el secretario general de la patronal
canaria del ramo Asuican, Alonso Fernández: "No
nos estamos viendo afectados, aunque no sé si en el futuro se decantarán por
otro tipo de negocio y sí será así".
Por tanto, representan
una competencia principalmente para el comercio de proximidad. "Lo son,
pero hace muchos años se decía que las grandes superficies iban a matar a los
pequeños empresarios. Mentira. El mercado es como una selva. El más pequeño
cae. Hay que moverse y modernizarse porque mañana aparecerá otra competencia, y
pasado mañana igual. Es una evolución que el empresario debe asumir para
mantenerse en movimiento constante", argumenta el titular de la Federación
de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca), Fernando
Plasencia.
Competencia creciente
En similares términos
se expresa el secretario general de la Asociación de Medianas y Grandes
Empresas de Distribución de Canarias (Asodiscan),
Álvaro Rojas. "Es una realidad que están proliferando, no sólo en
Canarias, sino desde hace más tiempo en otros sitios de España. Todo operador que
esté en el mercado es un competidor potencial y un lugar más que el público
puede elegir. Esta gente ataca mucho vía precios, abren muchas horas, venden de
todo...".
Rojas introduce así
algunos de los puntos que hacen fuertes a las tiendas chinas que se mueven en
el territorio de las conocidas como "Todo a 100" o "Todo a un
euro". De Miguel subraya que llevan al extremo, dentro de la legalidad,
los horarios de apertura: "Pueden abrir un domingo y un canario no porque
no puede asumir los costes. Abren casi todos los días del año, y para nosotros
estirar los horarios implicaría un coste importantísimo en personal que no se
vería compensado por las ventas".
"No estamos de
acuerdo en la forma en la que están funcionando", apunta el responsable de
Comercio de CCOO-Canarias, Pedro Casanova, que aboga por "una regulación
específica para estos asentamientos y sus horarios, que se fijan como si todas
fueran zonas turísticas, prácticamente". Ello provoca, a su juicio, una
"brutal competencia desleal".
El presidente de Coreco insiste en que la expansión de las
"multitiendas" chinas está borrando del mapa muchos comercios de
dilatada trayectoria en las Islas. El secretario general en la provincia
tinerfeña de la Unión de Consumidores de España (UCE), Raúl Alonso, explica que
lo que ahora se está produciendo en Canarias "es algo que ya sucedió en
las grandes capitales europeas hace tiempo, donde hubo una desertización debido
a las grandes superficies difícil de cubrir".
Respecto a su
extensivo uso de los horarios, comenta que "los chinos son muy
trabajadores, pero socialmente es gente que está en unas condiciones laborales
lamentables. Sí que hay un retroceso de derechos de los trabajadores, ya que
están cubriendo nichos de mercado a través de un esfuerzo que no parece
razonable".
Todos los agentes del
sector coinciden en que los chinos tienen tanto derecho como el resto de
operadores a establecerse en el Archipiélago. "Siempre, claro -apunta
Plasencia-, que sea en las mismas condiciones que nosotros: pagando sus impuestos,
que creo que los pagan, pues descarto esa antigua leyenda que decía que estaban
exentos; que cumplan los horarios, que los trabajadores estén dados de alta
debidamente en la Seguridad Social y que las mercancías que vendan cumplan las
normativas europeas que a los demás nos imponen. Si hacen todo esto, no tenemos
nada que decir".
"El problema
-prosigue- no es que tengan dinero y se sitúen en locales cada vez más grandes
o que vendan ahora la mercancía que nosotros hemos estado comprando en China.
Lo que nos preocupa es que, desde el punto de vista laboral, ellos tienen una
idea de lo que es la empresa similar a la de los primeros hindúes, que
trasladaron aquí a toda su familia para trabajar juntos. Aunque ahora, eso sí,
tenemos una normativa muy restrictiva en este asunto".
El portavoz de la ACHE
replica que "hay dos tipos de comerciantes chinos, y el minorista sí que
está apoyado en la familia". Este núcleo se integra, a su vez, en lo que
Casanova llama "comuna". "No se les ve en otros establecimientos
que no sean los suyos, no cuentan con empleados canarios porque su plan de
trabajo es muy amplio y no reclaman sus derechos porque prácticamente son todos
familiares", argumenta.
El titular de la
Asociación de Importadores de Canarias (Adican),
Francisco Gómez, también contrapone este modelo empresarial al del comercio
tradicional, que "tiene el gran handicap de que
su personal es antiguo y tiene asumida la idea de empezar a trabajar a las 9,
parar a la 1, volver a las 4 y cerrar a las 8 de la tarde". Coreco, por su parte, defiende los convenios del sector.
Más le preocupa a Fauca, de todas formas, la introducción y venta de
mercancía irregular. "Sabemos que recaen en incumplimientos en tanto que
están importando mercancías con un certificado EU -que habilita la distribución
en la Unión Europea (UE)- bastante dudoso, que, además, ha ocasionado la
retirada de miles de productos. Eso está sucediendo aquí. Esas mercancías hay
que controlarlas porque sabemos perfectamente que ahí hay ilegalidad",
destaca el presidente de la federación, que ya ha reclamado a Consumo que toma
la iniciativa y ataje lo que "sí es una competencia desleal; que se venda
un producto en Europa a un precio al que no puede entrar puede ser
fraude".
Alonso, que hace
hincapié en que "generalizar es un riesgo", añade que en los locales
chinos "el sistema de garantías es reducido, aunque tampoco venden
productos que lo necesiten. Y puede haber problemas en artículos infantiles;
China es un gran fabricante en el segmento de baja calidad y precio, que en
muchos casos no reúne las condiciones que exige la UE".
Según el responsable
provincial de la UCE, "los medios para mantener la disciplina en un
mercado cuyo abastecimiento depende en un 99% del puerto son ridículos.
Fortaleciéndolos se podría limitar mucho el problema, aunque en plaza tampoco
tenemos recursos suficientes, Consumo sigue estando en pañales".
La coyuntura los empuja
Gómez reconoce que
trabajar con China "sale muchísimo más barato. Hay que quitarse el
sombrero ante ellos porque, aunque seguro que hay mucha porquería, también
tienen calidad". Sobre en qué punto de la cadena se abarata tanto la
importación china, asegura "no tener ni idea", pero afirma que
"sólo teniendo en cuenta los costes del transporte, debería ser más cara;
alguien debe estar por medio subvencionando estas operaciones -algo que no
critica Fauca- porque con esos precios, que
probablemente constituyen dumping, la calidad no es tan mala".
El secreto, para
UCE-Tenerife, está en el coste de la calidad, que "al final, tiene reflejo
en el precio", mientras que el representante de CCOO pone la pelota en el
tejado del consumidor: "Está saliendo del paso día a día; la baja calidad
no importa, sino el precio, aunque a la larga gastemos más porque el producto
chino es nefasto".
"El problema
-apostilla Fernando Plasencia- es que hemos estado comprando productos chinos a
precios disparatados. Los precios de China siempre han sido baratos, pero antes
se marcaba un 100% ó un 200% sobre esa mercancía, pues el consumo tiraba de ello.
Hoy en día se les marca un 20% y, por tanto, hay que vender 20 cosas más".
Asociacionismo
"cerrado"
"Llevan una línea que se aparta
completamente del mercado tradicional. Los chinos son ellos mismos importadores, lo hacen todo. Como
se suele decir, lo compran, lo guisan y se lo comen.
No tengo noticias de que tengan relación con las
empresas locales y, al ser un comercio tan agresivo, la sensación es que van
por caminos propios". Esta afirmación
del presidente de Adican la corroboran desde el Servicio
de Creación de Empresas de la Cámara de Comercio provincial, por el que sólo han
pasado diez emprendedores chinos, de un total de 818 extranjeros, entre 2005 y 2009.
Respecto a si se integran en las asociaciones empresariales de las Islas, la respuesta que dan. Coreco y Fauca es clara: no.
"Pero empiezan a acercarse; por una mera cuestión de inteligencia",
indica el presidente de la segunda. "Los chinos son independientes, no
suelen coordinarse de esta manera", defiende el portavoz de la ACHE, una
de las pocas asociaciones con que cuenta la comunidad en España. ''Hay otras de tipo regional, igual que puede haber aquí en
Madrid una Casa de Canarias", añade. Desde esa independencia pueden dar el
salto a negocios de mayor envergadura, comenta el responsable de UCE- Tenerife: "Ya empieza a haber una modificación hacia mayor presencia y calidad en
sus restaurantes, y algunos comercios están haciendo inversiones importantes.
Publicado en
el periódico El Día, 14-04-2010
Más información:
http://cvc.cervantes.es/obref/china/
http://vivenciasvarias.blogspot.com/2010/01/los-chinos-si-pagan-impuestos.html
http://foro.uned-derecho.com/index.php?topic=31862.0
http://www.chinos.com.es/blog/asociaciones-de-chinos-en-espana
http://www.lukor.com/not-esp/locales/0601/13134203.htm