Rebelión popular

 

El día 19 de julio de 2012 quedará marcado como la fecha en la que casi todos los estratos y estamentos sociales del Estado español y de Canarias, su colonia, se rebelan multitudinariamente contra el Gobierno del Partido Popular y, en Canarias en particular, contra el Gobierno autonómico, por el ataque sistemático, continuado e inmisericorde a los derechos ciudadanos, derechos obtenidos históricamente tras largas luchas protagonizadas, principalmente, por los trabajadores.

 

Si las manifestaciones de tipo laboral las han venido llevando mayormente los trabajadores en defensa de sus derechos, en esta ocasión se les suma casi todo el funcionariado, incluidos, muy significadamente, los funcionarios de Justicia y de la Policía, los cuales coreaban consignas como “¡manos arriba, esto es un atraco!”, o “a ustedes que nos están mirando, también les están robando”, expresados con tanto o más bríos que los funcionarios de la Sanidad o de la Educación, veteranos en las luchas en defensa de los Servicios públicos.

 

Esta toma de conciencia generalizada podría desembocar en la ‘desobediencia civil’ o en la ‘insurrección’, como las protagonizadas recientemente, no solo en países de nuestro entorno africano sino también por europeos, como Islandia o Grecia, entre otros. “Cuando veas arder las barbas de tu vecino, pon las tuyas en remojo” dice el refrán, que parecen desconocer o menospreciar los altivos mandatarios españoles y, por extensión, los de la Comunidad Europea. “Torres más altas han caído por los suelos”… ¡Tiempo al tiempo!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

--

 

---> En construcción