Más de 15.000 tinerfeños indignados

toman la calle en Santa Cruz

 

 

 

“Lo llaman democracia y no lo es”

“Que no nos representan”

“No es una crisis, es una estafa…  

 

La verdadera revolución social no acaba sino de comenzar

 

Desde la comisión de prensa de Acampada Tenerife consideramos un éxito en términos de participación la movilización acontecida en el día de ayer en la capital tinerfeña. La masiva participación supone un hito en la historia sociopolítica local y determina un antes y un después en lo que ya es reconocido por todos como uno de los más importantes movimientos sociales tras el Mayo del 68 francés.

 

Dio comienzo a las 18.00 h. en la Plaza Weyler, desde horas antes las inmediaciones del enclave ya ofrecían un aspecto alegre y reivindicativo, con miles de manifestantes enarbolando sus pancartas y coreando los ya conocidos lemas: “Lo llaman democracia y no lo es”, “Que no nos representan”, “No hay pan pa tanto chorizo”, “No es una crisis, es una estafa”, etc...

 

La multitud avanzó en una procesión dinámica y fluida a lo largo de las calles Méndez Núñez, El Pilar y San Francisco hasta desembocar en la Plaza de España, siendo los temas centrales de la marcha el rechazo al pacto del euro y la indignación ciudadana ante los desmanes y corruptelas de la clase política-empresarial que nos mal-gobierna. Mientras las calles del recorrido permanecían aún abarrotadas, la cabeza de la comitiva se agrupaba en los aledaños del campamento, en la Plaza 15-M. Una vez allí se procedió a leer diferentes manifiestos desde los colectivos impulsores de la marcha, invitando a la ciudadanía a  participar directamente de sus asuntos y a organizarse conformando asambleas ciudadanas por distritos, barrios, pueblos y municipios. Este paso hacia la auto-organización supone un primer avance en lo que se considera el auténtico empoderamiento por parte de la sociedad civil, con una implicación real  en la gestión de los recursos y espacios propios sin intermediación de intereses partidistas.

 

Discurso

 

 Por un lado se explicaron las causas de la actual situación económica y se propusieron medidas alternativas para paliar los perniciosos efectos que la crisis conlleva para el común de la población, especialmente para la clase trabajadora, que ve recortados sus derechos y condiciones laborales de manera drástica. Así mismo se invitó a los allí presentes a reflexionar sobre el futuro inmediato y la manera de tomar la iniciativa, haciéndose cada quien partícipe del cambio propuesto. Sobre este punto se destacó el desprecio exhibido por parte de los gobiernos autonómico y estatal ante las iniciativas legislativas populares, en la mayoría de los casos desestimadas antes siquiera de ser consideradas a debate en la cámara de representantes. Se animó a las personas a que asuman su ineludible condición de actores sociales y políticos, elaborando de manera autónoma aunque coordinada, los puntos a tratar en cada una de las asambleas según los contextos específicos y necesidades de cada comunidad.

 

De igual modo, las movilizaciones se extendieron por todo el archipiélago con manifestaciones como la de Las Palmas donde aproximadamente 25.000 personas marcharon desde diferentes puntos de la isla hacia la capital gran canaria. En la capital gomera se llevó a cabo otra marcha donde participaron más de un centenar de personas, por 400 que salieron a su vez en S/C de La Palma. En Lanzarote hicieron lo propio 500 manifestantes, siendo en Fuerteventura más de 300 el número de ciudadanos indignados que decidieron tomar la calle. Las marchas se repitieron en 56 ciudades del estado Español y en 120 plazas de todo el mundo, desde París hasta Buenos Aires, pasando por  Atenas o Sidney.

 

Conclusiones

 

No obstante y pese al evidente éxito de convocatoria, consideramos que una manifestación puntual -si bien sirve para demostrar  la solidaridad existente entre los habitantes del planeta y la determinación de frenar el acoso al que día tras día pueblos enteros se ven sometidos por parte de gobiernos que responden únicamente a intereses empresariales y financieros- no es un objetivo en sí mismo y que la verdadera revolución social no acaba sino de comenzar. Se está demostrando que este proceso reivindicativo está lejos de ser una anécdota en los noticieros y medios de comunicación de masas y constituye en su dimensión más profunda una autentica ruptura con un modelo de gestión  ineficaz, corrupto y obsoleto como el que  impera en la actualidad. Estas reivindicaciones cobran forma exacta en cada iniciativa ciudadana, en cada asamblea, en cada asociación y en cada individuo donde aún quede lugar para la esperanza. Esperanza de concebir un mundo mejor para todos los seres que poblamos este planeta. Por una sociedad más justa, ética e igualitaria. Hasta que alcancemos ese mundo, seguiremos en la calle.

 

dedomovil.gif (1387 bytes) Reportaje fotográfico