"Los castaños son patrimonio y recurso"
Entrevista a
José Zoilo Hernández González (*)La pasada semana se prestó amplia atención -entendemos que muy merecida- a la producción local de castañas. Culminaba con ello un programa de actividades que se inició el pasado agosto y que ha incluido cursos para cocineros profesionales, concurso de gastronomía, charlas, presentación de publicaciones y de programas de actuación en este ámbito y exposición de variedades y de productos trasformados.
Entre los participantes ha estado el biólogo y técnico del Centro de Conservación de la Biodiversidad Agrícola de Tenerife (CC-BAT), José Zoilo Hernández González, que participa en los trabajos que ha emprendido Germobanco Agrícola de la Macaronesia. En los próximos meses se hará publico el resultado de los estudios que ha emprendido para evaluar la importancia del castaño en Tenerife, programa que desde hace dos años realiza bajo la dirección del ingeniero agrónomo Domingo Ríos, y para el que cuenta como compañeros con el ingeniero agrícola Javier Moreno de la Rosa y el capataz agrícola Gustavo Celorrio.
A Zoilo Hernández le han cautivado los castañeros, por su presencia actual y arraigo histórico.
"Son árboles de un valor patrimonial sobresaliente. Fueron de vital importancia para la alimentación de anteriores generaciones y hoy constituyen un recurso que merece potenciar."
- ¿Gozan de buena salud? "Al paso de los años han caído en el abandono. Se han perdido muchos injertos y con ello ha bajado la calidad de la producción. Afortunadamente no están afectados por plagas y enfermedades como en otras zonas. Son en su mayoría árboles muy sanos, robustos, que llegan a tener una altura considerable. Los hay de más de 30 metros, y de muchos de ellos se pueden obtener producciones superiores a los cien kilos al año. Nos hemos encontrado con ejemplares muy singulares. Además del famoso de Las Siete Pernadas, de Aguamansa, hay algunos tan integrados en el entorno como el que hemos localizado en La Orotava, que alberga en el tronco un lavabo."
- Han localizado ustedes una veintena de variedades. ¿Son todas comerciales?
"Hay de todo. Afortunadamente se han conservado las que han gozado de mayor aceptación comercial. Su distribución se ha venido haciendo en cada comarca, con una demanda fija. El consumidor tradicional conoce bien el producto y se inclina preferentemente por las variedades mollares. Hemos detectado unas 22 variedades de las que aproximadamente 15 tienen mucho futuro. En ese proceso hemos entendido que hay que emprender una tarea urgente para recuperar los árboles, realizando limpiezas y podas. Sería aconsejable que se pudiera desarrollar un programa para reinjertar los árboles que se han asilvestrado. En el estudio que venimos realizando colaboran las Universidades de Santiago de Compostela y de La Laguna. Se presta atención especial al valor bromatológico de cada variedad, y para ello contamos con la colaboración de Carlos Díaz, de la Facultad de Farmacia de La Laguna."
- ¿Despertará el interés de los productores?
" Estamos ilusionados en ese proceso. Ya el pasado año se inició, con éxito, la comercialización de una parte de la producción local. Este año, con la creación de la Asociación Cosecheros de Castañas de Acentejo, se ha podido comercializar unas 8 toneladas, con resultados excelentes. El público lo ha demandado con rapidez y esto ha despertado mayor agilidad para el resto de la oferta. Los agricultores comienzan a percibir que pueden alcanzar mejores resultados con la comercialización conjunta y que, si recuperan sus árboles, pueden obtener mayores beneficios."
- ¿No será una tarea utópica?
"Estamos inmersos en un trabajo apasionante. Somos conscientes de las dificultades, por la dispersión de los árboles y por los muchos factores que inciden como condicionantes. Pero aún así creemos que es posible poner en marcha un programa que despierte interés entre los propietarios. El castañero es un recurso vivo y será el mercado el que incentive la recuperación de los árboles, por el valor de su producción"
- ¿Hay comarcas especialmente castañeras?
"Tradicionalmente se venía considerando a los municipios de La Victoria y de La Matanza como los de mayor peso en cuanto a numero de árboles y de producción. Los resultados que hemos obtenido vienen a demostrar que hay otras zonas que tienen igual o mayor importancia. En esa misma comarca hemos visto que Santa Úrsula alberga más árboles que los dos otros municipios juntos. En Santa Úrsula se han localizado unos 8.000 castaños, y en La Victoria y la Matanza, 4.500 y 2.800, respectivamente. Hay castaños en toda la isla, con zonas de mayor y de menor presencia. Son de interés, tanto por su número como por sus características, los de La Orotava, La Guancha, El Rosario, Arafo...".
- ¿El futuro va unido a la marca de calidad y origen?
"El mercado es quien va a decidir, y si encuentra garantías de procedencia y se le ofrece una calidad óptima, respaldará a la oferta local. Hemos llegado a tiempo para defender el tesoro que albergan las medianías frescas de la isla. Es un recurso que en otro tiempo fue importantísimo para la alimentación, la artesanía y la ganadería."
En Tenerife pueden existir 30.000 árboles, con variedades singulares
El paso de los años los viejos castañeros se han ido asilvestrando. Ya no se prodiga la mano atenta del agricultor, que lo podaba y limpiaba, evitando que se perdiera la mejor semilla. El monte los ha ido envolviendo, y en esa lucha por la supervivencia los viejos castaños mantienen el testigo. Se estima en más de 30.000 el numero de castaños, en su mayoría diseminados, que alberga Tenerife. La producción se comercializa en cada municipio, y puede superar los 3.000 toneladas. Hay zonas que se han ganado a pulso un merecido prestigio. El consumidor canario opta por las castañas del país y mollares, preferentemente las de Arafo y de Acentejo •
*
Biólogo y Técnico del CCBATTexto: Anastasio Cabrera
Fotos: Sergio Méndez
Fuente: "elcampo"
Diario de Avisos, 16-11-2005