ATENCION PRIMARIA

 Jorge Bethencourt

En los últimos años venimos asistiendo a un importante debate en el Estado Español sobre la "salud" del Sistema Nacional de Salud (SNS). Existe un cierto nivel de consenso en que el SNS no goza de buena salud, aunque tampoco podemos afirmar que esté sumido en una crisis profunda, como afirman muchos de los que buscan privatizar servicios.

Lo que si parece necesario en este momento es que hay que tomar decisiones políticas, que no solo deben ir dirigidas a aumentar recursos (España es uno de los países de la CE que menos dinero dedica a la sanidad pública), sino también a la puesta en marcha de medidas racionalizadoras que aumenten la eficiencia del SNS, en el marco de una sanidad pública universal y gratuita.

Hace poco se cumplieron 20 años desde que se pusieron en marcha los primeros Centros de Salud en Canarias, y aunque se ha avanzado bastante, la situación actual no es buena, y en los últimos años estamos asistiendo a un alejamiento paulatino de lo que debe ser la misión de la Atención Primaria, que repercute en un peor servicio a la ciudadanía y un desencanto de los profesionales del sector.

La Atención Primaria es la puerta de entrada y eje del sistema sanitario (resuelve la mayoría de los problemas ), donde los profesionales deben prestar servicios, desde el entorno del paciente, para resolver las necesidades sanitarias existentes, de una forma sostenible, equitativa, accesible, efectiva, eficiente, con calidad y basada en el mejor conocimiento, enmarcada dentro de los objetivos de salud de la comunidad y con la participación activa de los profesionales y ciudadanos, procurando la mayor satisfacción de todos.

En Canarias hemos venido asistiendo a un rápido crecimiento y envejecimiento poblacional, no acompañado de suficientes recursos, a un aumento de las expectativas de la población con respecto a su salud, a una pérdida de rumbo en la toma de decisiones por nuestros gestores, que viven de espalda a la realidad de los Centros de trabajo, a una insatisfacción creciente de los profesionales, y a una política de oídos sordos a las reivindicaciones de los trabajadores y de la población, con un presupuesto que va más orientado a la Atención Especializada (importante peso de la concertada) en detrimento de la Primaria, y a pagar la factura farmacéutica.

En este contexto, no sólo surgen justas reivindicaciones por parte de colectivos, colegios profesionales, sindicatos, etc., sino que el propio Servicio Canario de Salud comenzó hace casi dos años a elaborar un Plan Estratégico 2004-2007 de Atención Primaria, que siendo ambicioso e ilusionante para muchos profesionales, parece haberse perdido en algún cajón.

Desde nuestro punto de vista para mejorar la Atención Primaria deben tomarse una serie de medidas prioritarias:

-Aumentar el presupuesto.

-Aumentar y adecuar las plantillas en función de las características de la población, de las zonas de salud y de los planes de salud (priorizar actividades preventivas y de promoción de la salud). Mejorar las áreas administrativas para disminuir la burocracia y atender mejor al ciudadano.

-Aumentar el número de Centros de Atención Primaria, y dotarlos de la tecnología diagnóstica y terapéutica necesaria para aumentar la resolutividad de los profesionales.

-Mejorar la formación continuada de los profesionales, dentro del horario laboral y orientarla a las necesidades de los ciudadanos.

-Mejorar las condiciones laborales y retributivas. Erradicar los contratos basura.

-Puesta en marcha de los Consejos de Salud de Zona y fomento de la participación ciudadana en la toma de decisiones.