Manifiesto de la Nueva Red de Conocimiento de Canarias



La Red de Conocimiento de Canarias (RCC) nació como un foro abierto de debate en linkedin en el que tuvieran cabida todas las opiniones, y así fue durante mucho tiempo. En este periodo se generaron importantes ideas y se aportó valor mediante propuestas, tratando de fomentar un cambio cultural necesario en la sociedad canaria. La RCC fue creciendo y aumentando su poder de influencia como herramienta de cambio en nuestra sociedad y, por tanto, se ha convertido en un peligro para algunos intereses.


La RCC fue construida con la aportación y la colaboración voluntaria de todos los participantes y por tanto no puede ser patrimonio de nadie. Para garantizar la libertad de expresión, la transparencia, apertura y la democracia interna se eligió un medio al alcance de todos. Por eso la RCC fue alojada en LinkedIn.com, al amparo de una red de profesionales que aportan libremente su experiencia, sin pedir nada a cambio.


Sin embargo, todo ese conocimiento fue secuestrado por quien tenía la tarea de mantener y proteger la Red. Mediante el uso de la censura y la expulsión de quien no la aceptase se ha destruido el proyecto desde dentro. La expulsión de Jorge Dorta, autor de “Canarias, con futuro”, por expresar sus opiniones, o el abandono voluntario de varios compañeros muy activos, así como presiones laborales a otros participantes, han llevado inevitablemente a esta situación.


La experiencia nos demuestra que cualquier movimiento civil en Canarias, espontáneo y libre, siempre fue atacado y destruido. Los ejemplos no faltan, desde Canarias Libre o la UPC hasta la propia Red de Conocimiento. Allá donde se reúnen y organizan personas libremente, algo sucede y esos movimientos desaparecen.

En este caso nos sorprende que el motivo de la expulsión del participante Jorge Dorta venga a raíz de sus peticiones de auténtica democracia interna y acerca de la necesidad de desarrollar un sector financiero propio en Canarias, algo que ya menciona en su libro y que se ha agravado con la práctica desaparición de las cajas canarias. Argumentos que incomodaron a un ejecutivo muy cercano a la fundación Bankinter. Es difícil no darse cuenta de que el motivo real de la censura a su participación es callarlo e impedir que ponga ciertos intereses en peligro.


Las quejas a la labor de moderación y a la falta de democracia interna también han sido ignoradas. En la misma línea, el ataque en su vida laboral a otro participante que expresó sus opiniones nos demuestra que las sospechas estaban bien encaminadas. Que esta escalada de censura y expulsiones suceda en año electoral terminó de probarlo, y nos lleva a tomar una decisión con determinación.


El proyecto que con tanta ilusión se inició, ha degenerado en una aberración que traiciona su concepción original. Se ha pasado del librepensamiento a lo políticamente correcto, se ha pasado de la colaboración a la manipulación, de la libertad de expresión a la coacción y de la creatividad a la censura. Esto es definitivamente incompatible con los fines para los que la Red de Conocimiento de Canarias fue creada.


Agotada la necesaria vía del diálogo, vía que se ha intentado desde la expulsión de Jorge Dorta en diciembre pasado, nos vemos en la situación de un secuestro de todo el proyecto por parte de intereses bastante discutibles, cosa que no podemos tolerar en ningún caso.


Pudiera ser que parezca el fin de la Red, pero nada más lejos de la realidad. Debemos aprovechar situaciones como esta para reafirmar nuestro compromiso con una sociedad civil abierta y participativa. El verdadero valor de la Red de Conocimiento no es ni su nombre ni dónde se encuentre alojada. No son más que vulgares elementos accidentales. El verdadero valor, y peligro para algunos, está en su contenido. Lo que desean callar hasta el punto de invadir y censurar lo que ha surgido como Conocimiento compartido.


Precisamente por esto se ha salvado toda la información compartida, lista para ser integrada en la Nueva Red. Cambiará el nombre de la Red, pero sigue siendo la misma de los comienzos. Sus valores son la participación libre de todos y el respeto. Su objetivo, que todos puedan compartir y recibir la información y el conocimiento, sin pasar ningún filtro interesado.


El torpe intento de cerrarla y censurarla no hace más que reafirmarnos en nuestra convicción. Canarias necesita su propia Red de Conocimiento, más allá de intereses partidistas, y nos vamos a asegurar de que la tenga de una forma abierta, clara y transparente.


Por todo ello un amplio grupo de usuarios activos nos vemos obligados a crear la Nueva Red de Conocimiento de Canarias (NRCC), también en LinkedIn.com. Solicitamos a aquellos que deseen seguir participando y compartiendo libremente el conocimiento que actúen en consecuencia. Basta ingresar en la Nueva Red de Conocimiento de Canarias y proponemos darse de baja de la anterior como medida de protesta, dejando atrás solo el cascarón vacío de la censura que de nada les servirá.


Es la magia de Internet, no se pueden quemar los libros peligrosos, simplemente los cambiamos de sitio y seguimos. Todos los contenidos de la antigua RCC se han salvado y están disponibles en la NRCC. Las comunidades y las redes no son patrimonio de nadie sino de sí mismas.


En la NRCC continuamos ofreciendo un punto de encuentro para canarios emigrados, para profesionales de esta tierra, para quienes simplemente quieran compartir y recibir conocimiento. Seguiremos donde nos interrumpieron.

La NRCC ya esta puesta en marcha. Por favor, ayúdanos a difundir este mensaje y reenvíalo a todos tus contactos de al RCC y a aquellos otros a los que creas que puede interesar.


Atentamente;

La nueva Red de Conocimiento de Canarias.

 

Participar en la nueva Red de Conocimiento de Canarias

Manifiesto de la Nueva Red de Conocimiento de Canarias

Fuente: menceymacro