Impunidad y ausencia de ética
en la actuación
de los Cuerpos de Seguridad del Estado
Una
vez más se hace manifiesta la total impunidad y ausencia de ética en la
actuación de los Cuerpos de Seguridad del Estado, al servicio de la clase política
dominante.
El día 20-06-2011, se constituyó el nuevo Parlamento
Autonómico Canario. Allí también estuvieron los indignados/as, para protestar
de manera pacífica y lúdica ante lo que consideramos una clase política
profundamente arraigada en la corrupción y el clientelismo empresarial. Poniendo
en evidencia al mismo tiempo, la falta de legitimidad de una cámara de
representantes donde los tres partidos mayoritarios fueron
elegidos por una minoría real de la totalidad de personas con derecho a sufragio.
La protesta comenzó con la puesta en escena de una
representación teatral donde se figuraba la entrega de los premios “Pan de
Oro”, galardonando a los más destacados chorizos del panorama político actual. Desde Acampada Tenerife entendemos que la mejor
manera de hacer llegar al conjunto total de la población nuestras
reivindicaciones es a través del ingenio, la creatividad y el buen humor. La
protesta se desarrolló en un ambiente festivo, en contraste con el
desproporcionado despliegue policial, cerrando las calles adyacentes al Palacio
de Gobierno al tránsito de ciudadanos bajo criterios de discriminación en
función del aspecto físico, estética, vestimenta, sin una argumentación más
allá del “Porque lo digo yo”...
Consideramos que en ningún momento se puso en riesgo
la seguridad de ningún parlamentario y que este tipo de actuaciones policiales
son un exponente más de la ausencia de sintonía entre los “representantes” y la
gente de a pié. El mero hecho de poner en duda su legitimidad representativa o exigir
responsabilidades y transparencia a quienes deberían estar al servicio del
pueblo, se considera un acto peligroso
para el “des-orden” establecido y para los intereses particulares de políticos
y banqueros.
Denunciamos una vez más la ya desgraciadamente tónica
común en este tipo de acciones represivas por parte de los Cuerpos de Seguridad
del Estado, donde la intimidación y la falta de información son constantes. Denunciamos
un hecho que viene repitiéndose con
frecuencia, como es el que muchos de los agentes desplegados por el operativo
no porten encima sus números de identificación y que ante la exigencia del
cumplimiento de dicho requisito, se conteste “no tengo porque identificarme”, pasando
a retener e identificar a quienes solicitan se cumpla con el reglamento
policial.
Un hecho clarificador sobre esta arbitrariedad y abuso
de poder, se dió cuando una señora que transitaba por
la calle y decidió solidarizarse con la protesta uniéndose a los allí
congregados, fue retenida en un bar colindante con el perímetro de seguridad, y
bajo coacción y amenazas por parte de un agente de la autoridad, se le prohibió
al camarero que le sirviera un cortado. Esta es la manera de sembrar el temor y
el inmovilismo entre aquellos que deciden romper con el silencio y levantar la
voz. Tenemos el mismo derecho a protestar y denunciar públicamente la grave
situación de deterioro económico y social a la que nos
ha llevado la élite político-financiera gobernante, como ellos a reunirse en su
cámara de representantes. Si bien, todo sea dicho, representan no al pueblo
sino a aquellos intereses partidistas y económicos que dictan políticas
frontalmente opuestas a las necesidades reales de la sociedad, a la ética y a
los derechos básicos de las personas.
Exigimos responsabilidades ante el incumplimiento de
los reglamentos policiales así como sanciones para los agentes que acuden a sus
puestos sin la pertinente identificación.
Exigimos se cumplan y apliquen los principios
deontológicos policiales, al tratarse de una profesión que debería garantizar
ante todo el cumplimiento de la legalidad vigente, ceñirse a los procedimientos
democráticos y respetar en todo momento los derechos y libertades de las
personas. Consideramos desproporcionado el espectáculo represivo ejecutado ayer
a las puertas del parlamento. Un Parlamento que continúa siendo un espacio
hermético y excluyente para con la ciudadanía, donde la voz del pueblo es
ignorada y menospreciada legislatura tras legislatura.
Por último denunciamos y queremos hacer llegar a la
opinión pública nuestro temor ante la escalada represiva que viene
orquestándose desde las instituciones del Estado, en un intento más por criminalizar y reprimir los movimientos
sociales así como cualquier forma de crítica y disensión que ponga en duda el
orden establecido.
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