20 DE NOVIEMBRE
DE 1488
FECHA DE
OPROBIO PARA LA CRIMINAL ESPANA
Y DE LUTO PARA
LA GOMERA Y CANARIAS
Chaurero
n Eguerew
Dentro
de la organización social de los guanches gomeros, existía una institución
que guarda total paralelismo con otra existente en el mundo amazhig (berber)
continental, relativa a los llamados "pactos o alianzas por colactación".
De esta forma, el colono invasor Hernán Peraza estaba unido a través de un
pacto con los bandos de Amulagua e Hipalán, y de la isla de
Dicho pacto o alianza se realizaba mediante un ritual consistente en
beber leche de un mismo gánigo. Al mantener relaciones Hernán Peraza con una
mujer de su propio bando, considerada según dicha alianza como su hermana, con
tan execrable acto faltó no sólo al compromiso consuetudinario de la exogamia
deshonrando a los bandos que lo habían acogido como hermano de sangre sino que
además rompió el pacto establecido. Este hecho, además del despótico
gobierno que realizaba el señor sobre la isla, determinaría la conjura, en la
que participó Hupalupa, anciano encargado de vigilar el cumplimiento del pacto.
Se
decidió que Hautacuperche matara al traidor Hernán Peraza, aprovechando su
visita a la cueva donde se encontraba Iballa, en Guahedum. Con su muerte, los
gomeros alzados decían en su lengua "ya el gánigo de Guahedum se quebró",
en señal de que el pacto se había roto. Sublevada la isla, con los gomeros
sitiando a la señora Beatriz de Bobadilla en
PRIMER
ALZAMIENTO DE LOS GOMEROS CONTRA LOS COLONOS EUROPEOS
La
isla Ghumara o Gomera es la única del Archipiélago Canario que nunca fue
conquistada, la penetración europea se produjo mediante pactos comerciales
(casas de contratación) que paulatinamente y mediante la habitual política de
engaños y traiciones de los castellanos con el inestimable apoyo de la iglesia
católica, les permitió ir haciéndose fuertes en los territorios ocupados
hasta hacerse con el dominio efectivo de gran parte de la isla.
Ante
el creciente poder militar de los invasores asentados en el bando de Ipalam los
gomeros resistentes se vieron obligados a ir replegándose hacía los cantones
de Agana y Mulagua, para evitar ser
esclavizados o muertos por los mercenarios del cruel engendro Hernán Peraza.
En
el año 1477 estaba ya la isla de
Esta
actitud de expolio y rapiña continuada por parte del desprovisto de conciencia,
soberbio y brutal Hernán Peraza y su banda de forajidos, que culminó con el
apresamiento mediante engaño de 100 incautos y confiados gomeros que, fueron
enviados en dos carabela para ser vendidos como esclavos en Valencia y Sevilla.
Esta
y similares actuaciones del asesino Hernán Peraza forzó a los gomeros
resistentes a romper el pacto de colactación, llevándose a cabo entre 1478 y
1479 actos de alzamientos y resistencias básicamente en Mulagua y Agana.
En
1482, llegó a la corte española Hernán de Peraza,
gobernador de
Muchos,
incluyendo el poderoso duque de Medina Sidonia, intercedieron por Hernán.
La
reina fue magnánima y le perdonó con una doble condición: 1) que ayudara en
la conquista de Tamarant (Gran Canaria), aportando tropas de
SEGUNDO
ALZAMIENTO DE LOS GOMEROS
Hernán Peraza regresa a su feudo de
la Gomera después de sometida la isla Tamaránt, (Gran Canaria) continúa
con sus atrocidades contra el pueblo gomero, se siguen expropiando nuevas
tierras, se les somete al pago de impuestos abusivos y sus mujeres son
perseguidas y acosadas y violadas. No fueron estos hechos solamente los que
motivaron la rebelión de los gomeros, a los mismos se debe añadir el gobierno
despótico que realizaba el impuesto y cornúpeta señor sobre la isla, sino que
además se dedicó, en contra de lo pactado, y para saciar su sed de rapiña, a
hacer razzias esclavistas entre “sus siervos” lo que determinaría la
conjura, en la que participaron los notables de los cantones ofendidos
dirigidos por Hupalupa, anciano “hombre mascota” encargado de vigilar
el cumplimiento del pacto de colactación.
A
principios de 1488, Mulagua se rebela. La sublevación y alzamiento poco a poco
se va extendiendo a otros cantones, a toda la isla. El
viejo sabio Hupalupo en unión de su hijo, y el jefe guerrero del bando
de Mulagua Hautacuperche y varios de los suyos se trasladan a
Se
decidió que Hautacuperche fuera el brazo ejecutor ultimando al traidor Hernán
Peraza, aprovechando una de las frecuentes visitas del sanguinario tirano a la
cueva donde se encontraba la sacerdotisa Yballa, en Guahedum. Con su muerte, los
gomeros alzados decían en lengua guanche: -“Ya el gánigo de Guahedum se
quebró”, en señal de que el pacto de colactación se había roto.
La
noticia del ajusticiamiento de Peraza, es comunicado a cada rincón de la isla
por medio del lenguaje silbado. Los gomeros comprendieron entonces que había
llegado el momento de alzarse contra la dominación colonial extranjera
el 20 y el 23 de noviembre de 1488 sometieron a los invasores a un justo
castigo. Beatriz de Bobadilla con su familia y los mercenarios que constituían
su guardia se refugiaron en la denomina Torre del Conde en cuyo asedio fue
muerto el caudillo Hautacuperche. El intento de masacre total del pueblo guanche de
Sublevada
la isla una ves más en justa defensa contra los colonos invasores, con los
gomeros sitiando a la señora Beatriz de Bobadilla en
Mal
ejemplo toda revolución popular triunfante, a 4 de marzo de 1489, los reyes católicos
ordenaron a Pedro de Vera rescatar a “nuestra criada”, señora de Gomera y
Fierro, como tutriz de sus hijos. Aunque no lo necesitase, ampararía de paso a
Beatriz
de Bobadilla condenó a todo los gomeros mayores de quince años del Bando de
Orone y Mulagua a la muerte por “traidores”. Ordenó que fuesen arrastrados
por los suelos, ahorcados, cortaron
pies, y manos. No se perdonó la vida a ninguno de
quince años para arriba, ejecutándose diversos géneros de castigo;
empalados, guanteados, exponiendo sus cuerpos en caminos y otros sitios;
llevados a la mar con piedras en los pies, manos y pescuezo, echados vivos al
mar, ahogados… Igualmente Beatriz dio orden a Alonso de Cota que embarcase a
un gran número de niños gomeros y mujeres para venderlos como esclavos en
Lanzarote. Cuando los niños llegaron a la isla de Titeterogaka (Lanzarote) Inés
Peraza ordenó que fuesen echados al mar y a los que quedaron
repartió como esclavos de sus soldados.
Una vez consumada la masacre Pedro de Vera pasa factura de la ayuda
prestada a la ninfómana Beatriz de Bobadilla.
Cobrados
1.000 castellanos en oro y 500 quintales de orchilla, a dos castellanos quintal,
por el gasto, Vera se reservó ambas partidas, dando “cautivos en pago de su
sueldo”, a “los escuderos e maestres de navíos e otras gentes, que fueron
en lo suso dicho”.
Valorado
el gomero o gomera, entre 7.500 y 10.500 maravedís, el obispo de la secta católica
de Canarias y Málaga, que residía en la ciudad andaluza, quedó a cargo de la
distribución de los gomeros esclavizados, no olvidando el gobernador Pedro de
Vera obsequiar a la reina Isabel, con un camello y 9 esclavas y al Príncipe D.
Juan, con tres cajas de conservas y una grande de azúcar.
De
regreso a Gran Canaria Pedro de Vera, temiendo que los gomeros residentes en
aquella isla que habían sido obligados a participar en la conquista, se
rebelasen, una noche hizo aprender a unos 200 entre hombres, mujeres y jóvenes;
a todos los hombres nos condenó a muerte, y ejecutó, y a las mujeres y niños
dio por esclavos.
En
julio de 1490, corrió que los gomeros, reducidos a esclavitud, tras la muerte
de Fernán de Peraza, que eran cristianos, no habiendo intervenido en el
ajusticiamiento, por tratarse de mujeres y niños. Falso lo primero pero cierto
lo último, fueron declarados no "ganados en buena guerra", quedando
en entredicho su captura. El Consejo retiró los libros a Pedro de Vera,
ordenando repesca de cautivos. Iniciada en septiembre, la dirigió el mismo
obispo, que los había comercializado. Dejaron los recuperados de padecer, bajo
la férula del comprador, para sufrir en “poder de personas”, que los
“criasen” y adoctrinasen, a cambio de trabajo, pero al ser declarados libres
los naturales “de la ysla de
Por
otra parte, especialista la monarquía castellano-aragonesa en el arte de
destruir individuos, molestos o desafectos, acumulando pleitos sobre su persona,
los acopió Pedro de Vera. En puertas su cese, le fue exigido la cuadratura del
círculo: “por una parte”, habría de depositar “todos los maravedís que
montan los dichos canarios vendidos, e por otra... facer sequestración de sus
bienes”. Evidente que ejecutado lo segundo, no tendría posibilidad de cumplir
lo primero, los monarcas entraron en razón, mandando sobreseer “dichas
nuestras cartas, desbaratándolas y no haciendo cosa alguna, en virtud a
ellas”. Aliviado el gobernador, se complicó la situación de Beatriz de
Bobadilla. Las dificultades que planteaba separar las Canarias de señorío de
las realengas, aconsejaban eliminarla. Se consiguió, creando el clima adecuado.
Un Francisco Martínez, al regreso de la pesquería de cazones de Guinea, entró
en Gomera para hacer aguaje. Traía barco nuevo de 20 toneladas, comprado en
26.500 maravedís, del que se enamoró Beatriz. Imprudente negarle el capricho,
Martínez aceptó como parte de pago dos esclavas, valoradas en ocho y nueve mil
maravedís. Embargadas por el obispo, demandó a
Pero
como entre truhanes anda el juego y a los reyes les urgía el acelerar la invasión
y conquista de las islas denominadas por ellos de realengo con vistas a tener
una plataforma en pleno dominio para las previstas invasiones de saqueo de África
y las Indias, les convenía evitar enfrentamientos abiertos con el clero y los
autoproclamados señores de las islas ya invadidas, quienes además venían
mostrando ciertas inclinaciones hacía las ofertas de Portugal. Por ello,
dictaron una serie de cartas aparentemente dirigidas a la protección de los
guanches esclavizados pero que después en la práctica no pasaban de ser papel
mojado en manos de los corruptos funcionarios.
Son
decenas los documentos existentes en el Registro General del Sello, relativos a
los gomeros esclavizados por Pedro de Vera y Beatriz de Bobadilla pero por
razones de espacio nos limitaremos a reproducir unos pocos ejemplos extractados
y publicados por el profesor español Eduardo Aznar Vallejo:
161.
1490 Agosto 27, Córdoba (f.363). Comisión a los obispos de Málaga y Canaria
para que pongan en libertad, por su condición de cristianos, a las mujeres y niños
cautivados en
162.
1490 (s.d.). Córdoba (f.50). Orden a Pedro de Vique, vecino de Jerez de
172.
1490 Octubre 30 (s.i.). (f. 202). Orden a Francisco de Mercado, para que
devuelva a Juan del Castillo, escribano de cámara, 1.100 maravedís que le llevó
por una esclava gomera, llamada Juana, que compró en Málaga, según parece por
una fe de Pedro de Madrid, escribano del Consejo de dicha ciudad. Don álvaro.
Decanus hispalensis. Johannes. Didacus.
173.
1490 (s.d.) Córdoba (f.237). Iniciativa a las justicias del reino, para que
conozcan en la demanda presentada por Juan Ruiz de Requena, vecino de Córdoba,
que reclama a Coronado y Campos, criados de Beatriz de Bobadilla, viuda de
Fernan Peraza, 6.750 maravedís que le pagó por un esclavo llamado Miguel, ya
que éste le fue tomado por mandado de Sus Altezas por ser cristiano y libre.
174.
1490 Noviembre 4. Córdoba (f.74). Orden a Gonzalo de Córdoba, escribano de Cámara,
para que ponga en libertad, por su condición de cristianos a las mujeres y niños
cautivados en
190.
1490 Diciembre 23. Sevilla (f.252). Iniciativa al gobernador de las islas de
Gran Canaria, para que dé cumplimiento de justicia a Fernand Martínez de Alza,
vecino de Palos, que pide la restitución de 2 esclavas canarias de 10 años o
su valor en metálico, evaluado en 8 o 9 mil maravedís. Dichas esclavas le
fueron dadas a cambio de un barco de 20 toneles, que le tomó a la fuerza doña
Beatriz de Bobadilla, viuda de Fernán Peraza, cuando estando en la pesca de
cazones llegó a
1495
Febrero 13. Madrid (f. 48). Orden al
bachiller Alonso Fajardo, gobernador y justicia de las islas de Gran Canaria,
para que informe, a petición del obispo de Canaria, de la venta que hizo Pedro
de Vera, gobernador a la sazón de Gran Canaria, de los canarios que se
entregaron para ser bautizados. Don Alvaro. Joahnnes. Andreas. Gundisalvus.
Felipus. Johannes licenciatus. Badajoz. (E. Aznar; 1981)
1495
Abril (s.d.) Madrid (f. 393).
Incitativa al gobernador de Gran canaria, para que dé cumplimiento de justicia
a Andrés de Navarrete, que reclama el importe de dos esclavos gomeros que compró,
por 12.000 maravedís, a unos factores de doña Beatriz de Bobadilla y que le
fueron tomados por el obispo de Canaria, por ser cristianos y libres. Dicho pago
ha de realizarse no obstante la carta de sobreseimiento dada por el rey a doña
Beatriz de Bobadilla. Don Alvaro. Juanes. Antonius. Petrus. Juanes licenciatus.
Castillo. (E. Aznar; 1981)
1495
Abril ll. Madrid (f. 61). Orden a las
justicias de Gran Canaria, Tenerife,
A
6 de junio de 1492, quedó cerrado el tema de los esclavos gomeros. Admitido por
los miembros del corrupto Consejo de Castilla que los gomeros mataron a Fernán,
para “perseverar” en sus errores de fe, es decir, para continuar manteniendo
sus ancestrales ritos, se acordó que nunca fueron cristianos, a pesar de que
todos ellos figuraban en las escrituras de venta con nombres cristianos, siendo
sobreseídas las cartas, dictadas contra Beatriz de Bobadilla, por ser lícito
el tráfico de infieles.